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Eficacia Analgésica y Seguridad de la Dexametasona en el Contexto de la Amigdalectomía
- AUTOR : Thimmasettaiah NB, Chandrappa RG
- TITULO ORIGINAL : A Prospective Study to Compare the Effects of Pre, Intra and Post Operative Steroid (Dexamethasone Sodium Phosphate) on Post Tonsillectomy Morbidity
- CITA : Journal of Pharmacology and Pharmacotherapeutics 3(3):254-258, Jul 2012
- MICRO : En los pacientes sometidos a amigdalectomía, la administración de una única dosis de dexametasona de 0.5 mg/kg por vía intravenosa antes o durante la cirugía se asocia con analgesia sostenida, menor incidencia de náuseas y vómitos y recuperación más rápida de la ingesta.
Introducción
El dolor posterior a la amigdalectomía obedece a la inflamación aguda y al espasmo muscular asociado con el daño tisular. Por su parte, las náuseas y los vómitos suelen ser consecuencia del dolor orofaríngeo y de la irritación de la mucosa gástrica por la sangre que se deglute. Los esteroides ejercen fuertes efectos antiinflamatorios al inhibir la secreción de citoquinas proinflamatorias por los macrófagos, monocitos y linfocitos. Asimismo, los corticoides suprimen la actividad de la ciclooxigenasa y lipooxigenasa, de modo tal que la liberación de prostaglandinas disminuye sustancialmente.
El objetivo del presente estudio fue determinar la eficacia de la dexametasona sobre la morbilidad asociada con la cirugía de amígdalas en pacientes con tonsilitis crónica.
Pacientes y métodos
El presente estudio prospectivo y a doble ciego incluyó 100 sujetos de más de 15 años sometidos a amigdalectomía. Se excluyeron los pacientes con trastornos de la coagulación, diabetes, gastritis, enfermedad péptica ulcerosa, hipertensión arterial y trastornos cardiovasculares o renales. Tampoco se incluyeron los pacientes sometidos, simultáneamente, a algún otro procedimiento quirúrgico, por ejemplo, a la extirpación de adenoides.
Veinticinco sujetos recibieron dexametasona antes de la cirugía en dosis de 0.5 mg/kg (grupo A), 25 pacientes fueron tratados con dexametasona luego de la inducción de la anestesia y antes del inicio de la cirugía (grupo B) y otros 25 participantes fueron asignados a dexametasona por vía intravenosa en dosis de 0.5 mg/kg en la unidad de cuidados posquirúrgicos (grupo C). Los pacientes restantes recibieron placebo. Los participantes fueron controlados hasta 24 horas después del procedimiento. El mismo profesional efectuó todas las intervenciones.
El dolor se valoró con escalas visuales analógicas de 0 a 6 puntos, cada media hora, en el transcurso de las 2 primeras horas luego de la cirugía y cada hora hasta pasadas 4 horas; posteriormente, se determinó a las 6, 12 y 24 horas. En presencia de 6 puntos se indicó tratamiento con tramadol en dosis de 1 mg/kg. También se registraron las náuseas y los vómitos. Los pacientes con 2 episodios o más de vómitos en una hora o con náuseas de más de media hora de duración fueron tratados con ondansetrón en dosis de 0.1 mg/kg. Se realizaron registros de la temperatura a las 2, 4, 6, 12 y 24 horas; se tuvo en cuenta, también, la aparición de hemorragia.
A las 4 horas se permitió la ingesta de líquidos y se determinó la tolerabilidad; en los sujetos que no aceptaron ingerir líquidos en ese momento se determinó el intervalo entre la finalización de la cirugía y la primera ingesta de líquidos. Los pacientes fueron dados de alta a las 24 horas. Se tuvo en cuenta el intervalo que transcurrió hasta la primera ingesta de sólidos y las complicaciones (fiebre o hemorragia). El dolor se consideró intenso en presencia de más de 4 puntos en la escala visual analógica, se consideró que el dolor fue leve en los pacientes que refirieron > 2 a < 4 puntos, en tanto que los 2 puntos sugirieron la ausencia de dolor.
Las comparaciones estadísticas se realizaron con pruebas de Kruskal Wallis y de ANOVA.
Resultados
La edad, el sexo y el tamaño de las amígdalas fueron semejantes en todos los grupos. Todos los pacientes refirieron dolor intenso a los 30 minutos de la cirugía; sin embargo, se registró el alivio importante de este síntoma en los pacientes asignados a dexametasona (p < 0.001), en comparación con el grupo control, en las 24 horas posteriores a la intervención. Los sujetos de los grupos A y B tendieron a presentar menos dolor en comparación con los pacientes del grupo C: 1.72 ± 0.84, 2.20 ± 1.19 y 2.64 ± 0.99, respectivamente. Los pacientes del grupo control presentaron un puntaje de 4.84 ± 1.21 a las 6 horas de la cirugía y la misma tendencia en el transcurso de las 24 horas. En las 24 horas posteriores a la amigdalectomía, los pacientes de los grupos A y B presentaron puntajes más bajos de dolor en comparación con los pacientes del grupo C. En cambio, no se registraron diferencias importantes entre los sujetos de los grupos A y B.
Ningún sujeto tratado con dexametasona requirió terapia analgésica adicional, un fenómeno que se observó en 4 pacientes del grupo control. Se encontraron diferencias en la incidencia de náuseas entre los grupos A, B y C (20%, 8% y 24%, respectivamente) en comparación con el grupo control (84%). La frecuencia de vómitos siguió un patrón similar.
La ingesta se demoró considerablemente en los pacientes del grupo control (6.16 ± 1.52 horas en comparación con los sujetos tratados con dexametasona; p < 0.001). El intervalo hasta la primera ingesta fue menor en los pacientes asignados a los grupos A y B (3.68 y 3.60 horas, respectivamente) en comparación con los pacientes del grupo C (5.08 horas en promedio). La primera ingesta de sólidos se produjo a los 2.92 días en promedio en el grupo control y a los 2.64 días en el grupo A, a los 2.68 días en el grupo B y a los 2.76 días en el grupo C (sin diferencias importantes entre los tres grupos de tratamiento activo). Ningún paciente tratado con dexametasona presentó hemorragias, una complicación que apareció en un sujeto del grupo control al tercer día de la intervención. No se produjeron otras complicaciones en ninguno de los participantes.
Discusión y conclusión
La dexametasona es 25 veces más potente que el cortisol endógeno, de modo tal que la dosis utilizada en el presente estudio superó ampliamente los niveles fisiológicos. En un estudio previo, la administración de dexametasona luego de la cirugía de amígdalas acortó el tiempo hasta la recuperación de la ingesta. En el presente trabajo se comprobó un efecto similar para la ingesta de líquidos. Un metanálisis anterior de 17 trabajos que evaluaron los efectos del tratamiento con dexametasona en la prevención de las náuseas y los vómitos en el período posquirúrgico, el número necesario de pacientes a tratar para evitar los vómitos precoces y tardíos, respecto del placebo, fue de 7.1 en adultos y de 3.8 en niños. En otro metanálisis de estudios a doble ciego y controlados, realizados en niños, la administración de una única dosis de dexametasona por vía intravenosa acortó el tiempo hasta la primera ingesta de líquidos y sólidos. Numerosos ensayos confirmaron estas observaciones.
En el presente trabajo se constató una reducción significativa del dolor en los pacientes que recibieron dexametasona; la respuesta, sin embargo, fue más favorable en los pacientes tratados antes o durante la cirugía. El esquema de profilaxis también redujo considerablemente la incidencia de náuseas y vómitos.
Los autores concluyen que la administración de una única dosis de 0.5 mg/kg de dexametasona por vía intravenosa luego de la inducción de la anestesia o al momento de la cirugía se asocia con analgesia fuerte y prolongada y con la reducción de la frecuencia de náuseas y vómitos. Además, acorta el intervalo hasta la ingesta y mejora su calidad. El tratamiento no se asocia con efectos adversos.
Ref : FARMA, OTORRINO.
Especialidad: Bibliografía - Farmacología - Otorrinolaringología