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Riesgo de Síndrome Metabólico en Pacientes con Esquizofrenia en Tratamiento Antipsicótico

  • AUTOR : Chadda RK, Ramshankar P, Deb KS, Sood M
  • TITULO ORIGINAL : Metabolic Syndrome in Schizophrenia: Differences between Antipsychotic-Naïve and Treated Patients
  • CITA : Journal of Pharmacology and Pharmacotherapeutics 4(3):176-186, Jul 2013
  • MICRO : Los antipsicóticos, especialmente los de segunda generación, tienen la mayor influencia en el incremento en la prevalencia de síndrome metabólico en la esquizofrenia y los trastornos relacionados, aunque se describieron algunas alteraciones metabólicas en las personas que no han recibido tratamiento.

Introducción

El síndrome metabólico (SM) se describió por primera vez en 1923 y, desde ese momento, hubo un cambio progresivo en las definiciones, aunque la base de todos los criterios diagnósticos la constituyen la intolerancia a la glucosa, la obesidad, la hipertensión arterial y la dislipidemia. El SM es un factor de riesgo de morbilidad y mortalidad cardiovascular tanto en la población general como en la esquizofrenia que, a su vez, también se asocia con mayor riesgo de mortalidad y morbilidad por causa cardiovascular. Los agentes antipsicóticos, especialmente los de segunda generación o atípicos, fueron involucrados en la aparición de SM en la práctica psiquiátrica. Actualmente, los antipsicóticos de segunda generación constituyen el tratamiento de elección de la esquizofrenia. Por ende, los pacientes esquizofrénicos tienen riesgo de alteraciones metabólicas, tanto por la enfermedad per se como por el uso de antipsicóticos.

En esta reseña se analizaron los estudios sobre SM en la esquizofrenia y los trastornos relacionados, tanto en los pacientes con antecedentes de tratamiento con antipsicóticos como en los que no los tuvieron. El objetivo fue determinar el papel de la enfermedad y de los fármacos en la aparición de SM en esta población.

Métodos

Se realizó una búsqueda bibliográfica en las bases de datos Medline (PubMed), PsycINFO y Scopus de los artículos en idioma inglés sobre SM, trastornos psicóticos y agentes antipsicóticos, hasta febrero de 2012, con la exclusión de las reseñas, reseñas sistemáticas y metanálisis. En el análisis final se incluyeron 86 artículos.

Resultados

Las definiciones de SM cambiaron con el tiempo, lo que hace difícil la comparación entre los diversos estudios. No obstante, independientemente de las definiciones utilizadas, los ensayos mostraron un aumento en la prevalencia de SM en la esquizofrenia y con el uso de antipsicóticos. Los resultados de esta reseña estimaron que la prevalencia de SM en los pacientes con esquizofrenia varió entre el 3.3% y 68% (3.3% al 26% en los individuos sin antecedentes de tratamiento con antipsicóticos y entre el 14.7% y 68% en aquellos en terapia con antipsicóticos). La variación puede explicarse por problemas metodológicos como la definición utilizada de SM, la etnia y los criterios de inclusión utilizados. Las personas con esquizofrenia tratadas con antipsicóticos tuvieron un riesgo 3 veces superior de SM en comparación con la población general. La prevalencia de SM fue superior en las personas más jóvenes (a diferencia de lo observado en la población general, en la que el SM aumenta con la edad), en las mujeres, los hispanos y blancos, mientras que fue inferior en los afroamericanos y los orientales. La duración de la enfermedad fue otro factor de riesgo de SM, así como los factores biológicos, la deficiencia del factor de crecimiento similar a la insulina de tipo 1, el uso de drogas y el sedentarismo.

Si bien tanto los antipsicóticos de segunda generación como los de primera generación incrementaron el riesgo de SM, la prevalencia de SM fue superior con los de segunda generación. En cambio, como grupo, los antipsicóticos de primera generación parecen tener menor riesgo de provocar SM. La prevalencia de SM inducido por antipsicóticos fue más elevada con olanzapina (20% a 25%), seguido por risperidona (9% a 24%), mientras que fue inferior con haloperidol (0% a 3%). La olanzapina también se asoció con un incremento significativo de peso. Un ensayo informó que el riesgo de SM con clozapina fue 2 veces y medio superior al de otros antipsicóticos. El efecto del tratamiento antipsicótico sobre los índices metabólicos fue evidente luego de 2 semanas y alcanzó su máximo a los 3 meses. En diversas investigaciones se encontraron alteraciones metabólicas, como aumento de peso y modificaciones en el perfil lipídico y glucémico en los pacientes en tratamiento antipsicótico, que fueron más frecuentes con los de segunda generación.

Estos datos avalan la hipótesis de que los antipsicóticos pueden alterar los parámetros metabólicos, aparte de los provocados por la enfermedad en sí. De hecho, el hallazgo más congruente en la mayoría de los estudios fue que el tratamiento antipsicótico se asoció con la aparición de SM en los individuos esquizofrénicos. Independientemente del antipsicótico utilizado, la duración del tratamiento, la dosis acumulativa total y el tratamiento con múltiples fármacos fueron los determinantes más importantes de la mayor prevalencia de SM en las personas con esquizofrenia.

El análisis de los estudios en pacientes con esquizofrenia, sin antecedentes de tratamiento antipsicótico, permitió comprender cómo la enfermedad se asoció con la aparición del SM, mientras que las investigaciones que evaluaron el uso de antipsicóticos se centraron en su efecto sobre el perfil metabólico de estos pacientes.

Hay pocos ensayos realizados antes del uso de antipsicóticos, pero los problemas metodológicos y con el diagnóstico hicieron difícil la interpretación. En la mayoría de las investigaciones se encontró que las personas con esquizofrenia, sin tratamiento antipsicótico, presentaron hiperglucemia en ayunas, intolerancia a la glucosa, aumento de los niveles de insulina y cortisol y resistencia a la insulina. No se encontró una asociación bien establecida entre la dislipidemia y la esquizofrenia en pacientes sin tratamiento antipsicótico; algo similar sucedió con la hipertensión. Los ensayos sobre individuos esquizofrénicos, sin terapia antipsicótica, no obtuvieron alteraciones en el peso o éstas fueron mínimas, a diferencia de la presencia de obesidad inducida por antipsicóticos descrita en la mayoría de las investigaciones. Además del aumento de peso, la utilización de antipsicóticos se asoció con alteraciones en el perfil lipídico.

La mayoría de los estudios sobre prevalencia fueron de tipo transversal, lo que limita la comprensión de las interacciones entre el fármaco y la enfermedad, aunque alertan sobre el fenómeno. Un gran número de ensayos, debido a limitaciones en el diseño o la factibilidad, se centraron en alteraciones metabólicas selectas o en componentes específicos del síndrome. La heterogeneidad entre las investigaciones limitó la comparación y restringió la comprensión de cómo las alteraciones de diversos componentes del SM influyen sobre los restantes. El uso de criterios diagnósticos diferentes también comprometió la comparación. Asimismo, hay pocos análisis sistemáticos acerca de la propensión de diversos fármacos para provocar SM. Según los investigadores, ningún estudio evaluó cuál es el antipsicótico de primera generación que menos alteraciones metabólicas produce. En ausencia de estudios sistemáticos que hayan comparado los diferentes antipsicóticos de primera generación entre sí en su propensión para provocar SM, es difícil recomendar uno sobre otro. Además, el hecho de que los antipsicóticos de primera generación tengan una menor propensión para causar SM no debe interpretarse como que son metabólicamente seguros y de elección, ya que en diversos estudios se documentaron alteraciones metabólicas, como aumento de peso e hiperglucemia. De modo similar, entre los agentes antipsicóticos de segunda generación, la mayoría de los ensayos se centró en las alteraciones metabólicas provocadas por clozapina, olanzapina y risperidona, pero no se realizaron comparaciones acerca del perfil metabólico aparentemente más seguro de quetiapina, aripiprazol y ziprasidona. No se evaluaron situaciones clínicamente relevantes, tales como si las alteraciones metabólicas remiten o persisten luego de la interrupción del tratamiento antipsicótico o qué sucede luego del cambio de fármaco en el caso de SM inducido por drogas antipsicóticas.

Conclusión

Esta reseña indicó que los antipsicóticos ejercen la influencia más importante en el incremento de la prevalencia de SM en la esquizofrenia y los trastornos relacionados, aunque se describieron algunas alteraciones metabólicas en las personas que no han recibido tratamiento. Los antipsicóticos de segunda generación, principalmente la clozapina y la olanzapina, se asociaron con mayor riesgo de SM. Entre los antipsicóticos de primera generación, si bien se documentaron alteraciones en el metabolismo de la glucosa y aumento de peso, no se evaluó en detalle la prevalencia de SM. Estos resultados conllevan consecuencias importantes desde el punto de vista de la salud pública, ya que frecuentemente los componentes del SM no se controlan de manera regular en las personas en tratamiento antipsicótico. La pesquisa del SM debe incorporarse en la práctica clínica de rutina en los pacientes tratados con antipsicóticos, especialmente los de segunda generación.

Ref : PSIQ, CLMED, ENDO.

Especialidad: Bibliografía - Clínica Médica - Endocrinología - Psiquiatría

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