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Analizan el Papel del Estrés en el Síndrome de Intestino Irritable

  • AUTOR : Chang L
  • TITULO ORIGINAL : The Role of Stress on Physiologic Responses and Clinical Symptoms in Irritable Bowel Syndrome
  • CITA : Gastroenterology 140(3):761-765, Mar 2011
  • MICRO : La exposición al estrés en los individuos predispuestos puede aumentar la vulnerabilidad para presentar síndrome de intestino irritable. En este trabajo se analizó el papel del estrés agudo y crónico en la aparición y las manifestaciones clínicas de esta enfermedad.

 

Introducción

Existe una amplia variedad de situaciones que desencadenan la respuesta de huida o lucha. Estos factores estresantes, de presentarse de modo crónico o recurrente, incrementan la demanda de los sistemas fisiológicos. El costo de la adaptación desencadena una serie de mecanismos que pueden conducir a la enfermedad, como el exceso o la actividad insuficiente de los sistemas adaptativos. Los sistemas adaptativos o alostáticos incluyen el eje hipotálamo-hipófiso-adrenal (eje HHA), el sistema nervioso autónomo (SNA) y los sistemas cardiovascular, metabólico e inmunitario. El costo alostático se manifiesta como fatiga, irritabilidad, sentimientos de desmoralización y otros síntomas referidos por los pacientes con síndrome de intestino irritable (SII).

Se postuló que la exposición permanente al estrés en los individuos predispuestos incrementa la capacidad de respuesta de los sistemas centrales y altera la regulación de los sistemas adaptativos. Esto aumenta la vulnerabilidad para presentar enfermedades funcionales y psicológicas. El estrés podría ser un factor que altera las interacciones entre el cerebro y el sistema gastrointestinal (SGI) y así participar en la aparición o las exacerbaciones del SII. Este concepto surge de la relación existente entre la sintomatología y los factores centrales estresantes, como las situaciones adversas de la vida (SAV), y periféricos, como la inflamación, la motilidad y la percepción sensorial intestinal.

El autor considera que el conocimiento acerca de estos mecanismos permitiría la identificación de nuevos objetivos terapéuticos. El objetivo de esta revisión consistió en discutir el papel del estrés en las manifestaciones clínicas del SII y el efecto del estrés crónico sobre los mecanismos centrales que lo regulan y el SGI.

Efecto del estrés crónico en la aparición del SII

Las SAV son experiencias traumáticas vividas en la infancia. Los estudios epidemiológicos y neurobiológicos establecen que éstas pueden provocar disfunción cerebral permanente que altera los sistemas que responden al estrés, lo que aumenta la vulnerabilidad a presentar una enfermedad crónica o alteraciones psicosociales, como las enfermedades autoinmunes, asma, obesidad, alteraciones del estado ánimo o el uso indebido de fármacos. Se demostró que los pacientes con SII muestran mayor prevalencia de haber sufrido episodios de abuso en comparación con los sujetos sanos o con enfermedades somáticas del SGI. En algunos trabajos se encontró que los eventos traumáticos durante el período perinatal podrían contribuir a la aparición del SII. La somatización es el factor predictivo más fuerte de SII y media la asociación entre las SAV tempranas y el SII. Se demostró que la somatización está asociada con los antecedentes de abuso en los pacientes con sintomatología del SGI que altera su calidad de vida. En un trabajo prospectivo, se observó que la presencia de al menos un factor estresante durante los primeros 6 meses de vida es un factor predictivo de la intensidad de la sintomatología, mientras que en otro ensayo se encontró que los antecedentes de abuso se asocian con mayor dolor, cantidad de días de reposo absoluto, alteraciones psicológicas y de la función del SGI en forma independiente del diagnóstico. Además, el estrés crónico se relacionó con la vulnerabilidad para presentar SII. La presencia de SAV estresantes un año antes de la aparición de gastroenteritis y síntomas hipocondríacos predice la aparición de un SII, como también se observó que el contenido de células enterocromafines y las escalas de depresión se asocian con esta enfermedad.

Interacciones entre el cerebro y el intestino

Distintos trabajos avalan el concepto de que el SII es una enfermedad biopsicosocial, en la que el estrés altera los mecanismos centrales de regulación, y se expresa a través del sistema motor emocional que comprende las señales de respuesta, como el sistema nervioso autónomo, el eje HHA, los sistemas endógenos de regulación del dolor y las vías aminérgicas descendentes. Diversos factores estresantes activan las respuestas mediadas por éstos y afectan las funciones corporales y el comportamiento. El estrés aumenta la secreción del factor liberador de corticotrofina (FLC) y de noradrenalina desde el locus coeruleus, que promueve la respuesta autonómica y conductual a través del eje HHA y el SNA. Las aferencias de la amígdala y del hipocampo, respectivamente, estimulan e inhiben la secreción de FLC, el cual es esencial en el control del SNA, la respuesta inmune, la conducta y la percepción visceral. En apariencia, los individuos con SII tienen una mayor reactividad al estrés en términos de motilidad del SGI, percepción visceral, emocionalidad y niveles hormonales del eje HHA. Se demostró que los pacientes con SII tienen una mayor actividad motora colónica en reposo y una mayor respuesta ante los factores estresantes de tipo físico o psicológico, como también en el antro gástrico y en el intestino delgado. En otro ensayo se observó que estos individuos tienen un menor umbral sensorial durante el estrés mental, una mayor intensidad de sensaciones desagradables y mayores niveles de ansiedad y estrés durante los experimentos de distensión rectal. Asimismo, se encontró un menor umbral para la estimulación dolorosa y no dolorosa del recto durante el estrés físico o psicológico

Si bien existen datos acerca del incremento de la permeabilidad y la secreción intestinal durante el estrés en las personas con SII, no se demostró la presencia de alteraciones en el epitelio. En animales de experimentación se observó que el estrés incrementa la permeabilidad transcelular y paracelular en el colon y el íleon mediante los receptores para FLC. En biopsias colónicas se encontró que, en los casos de SII, existe un aumento de la permeabilidad paracelular y de la secreción de triptasa, histamina y prostaglandina E2 en comparación con los voluntarios sanos. La administración de un producto obtenido por centrifugación de los cultivos de biopsias de colon de los pacientes con SII estimula la secreción y la permeabilidad de una línea celular intestinal humana. Durante el estrés se observó que los pacientes con SII presentan una mayor secreción de agua, cloruro y albúmina.

Alteraciones en la respuesta central al estrés de los sujetos con SII

El SNA controla la motilidad, la secreción y la función inmune del SGI a través del sistema nervioso entérico. El hallazgo de las alteraciones cardioautonómicas en las personas con SII avala la existencia del compromiso de la regulación del SNA en estos casos. Los descubrimientos más frecuentes son el incremento de la actividad simpática y la disminución de la actividad parasimpática e, incluso, del tono cardiovagal durante la prueba de distensión rectosigmoidea. Existen pocos ensayos en los que se valoró la respuesta cardioautonómica al estrés en las personas con SII; sin embargo, no se pudo demostrar diferencias entre éstos y el grupo control. El autor considera que los pacientes con SII presentan una respuesta autonómica significativamente distinta al estrés.

Papel del eje suprarrenal

Durante el estrés, la liberación de FLC del núcleo paraventricular del hipotálamo estimula la secreción de adrenocorticotrofina desde la hipófisis, la que aumenta la producción de cortisol en la glándula adrenal. Esta hormona, junto con los mineralocorticoides, inhibe la secreción de FLC mediante un mecanismo de retroalimentación negativa en el hipotálamo, la hipófisis y el hipocampo. Se ha comunicado que las alteraciones del eje HHA están presentes en el SII, como el aumento del cortisol basal, y en respuesta al estrés o la estimulación hormonal, como también ausencia de respuesta o falta de diferencia con respecto a los sujetos sanos, con menor frecuencia. El autor considera que esto podría deberse a las diferencias en el factor estresante evaluado. Las SAV podrían tener una mayor prevalencia en los sujetos con SII y así modificar la función del eje HHA. Se encontró que las personas con antecedentes de abuso infantil o pérdida de los progenitores durante la infancia presentan una mayor respuesta del eje HHA durante el estrés y una mayor incidencia de estrés crónico. Los sujetos con SII tienen mayor secreción de cortisol ante un factor estresante visceral que los individuos que no han experimentado SAV, como también un ascenso más rápido y sostenido del cortisol, mayor sintomatología y peor calidad de vida en relación con la salud. En animales y en seres humanos se demostró que, quienes sufrieron SAV, tienen una menor respuesta de retroalimentación negativa en los receptores para glucocorticoides del hipocampo y mayor respuesta al estrés.

Los animales expuestos al estrés perinatal presentan hipersensibilidad visceral, mayor número de deposiciones, alteraciones de la mucosa intestinal, mayor respuesta del eje HHA y ansiedad durante la adultez, lo que se asemeja a las características de las personas con SII y se asocia con la disminución de la expresión de receptores para glucocorticoides en el hipocampo e incremento de la expresión de ARN para FLC y secreción de cortisol. Se demostró en animales que el cuidado materno induce alteraciones en la regulación del gen para los receptores para glucocorticoides (metilación). Se encontró una alteración semejante en el hipocampo de individuos suicidas con antecedentes de abuso durante la infancia con respecto a quienes no sufrieron abuso o murieron por otras causas.

Conclusiones

El autor concluye que la información disponible avala el concepto de que el SII es una enfermedad sensible al estrés. La exposición permanente al estrés en los individuos predispuestos incrementa la capacidad de respuesta de los sistemas centrales y altera la regulación de los sistemas adaptativos. Esto aumenta la vulnerabilidad para presentar enfermedades como el SII. Se encontró que las SAV se asocian con enfermedades y malos hábitos de salud, y distintos trabajos avalaron el concepto de que el estrés temprano puede relacionarse con la aparición del SII y con la respuesta al estrés persistente, que está mediada por una programación epigenética. También, se reconoció que el estrés crónico modifica el curso y los resultados terapéuticos del SII. Los mecanismos periféricos y centrales participan del desencadenamiento y el mantenimiento del SII, mientras que las interacciones entre el cerebro y el sistema digestivo lo hacen en los cambios en las funciones adaptativas y gastrointestinales inducidos por el estrés. El reconocimiento de los síntomas vinculados con el estrés permitiría realizar un tratamiento más eficaz del SII.

Especialidad: Bibliografía - Gastroenterología

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