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Analizan la Relación entre la Densidad Mineral Ósea y la Obesidad

  • AUTOR : Greco E, Fornari R, Migliaccio S y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL : Is Obesity Protective for Osteoporosis? Evaluation of Bone Mineral Density in Individuals with High Body Mass Index
  • CITA : International Journal of Clinical Practice 64(6):817-820, May 2010
  • MICRO : Si bien excesos leves de peso no parecen afectar la densidad mineral ósea, un porcentaje de personas con obesidad parecen presentar trastornos en este sentido.

 

Introducción

Tanto la obesidad como la osteoporosis representan problemas de salud en muchos lugares del mundo. Las personas con obesidad suelen presentar hipertensión, dislipidemia, diabetes y enfermedades cardiovasculares, como enfermedad coronaria y accidentes cerebrovasculares. La obesidad es el producto de un exceso de ingreso energético en relación con el gasto. La osteoporosis es una enfermedad caracterizada por fragilidad ósea, con el consiguiente aumento del riesgo de fracturas espontáneas y traumáticas. Ambas entidades tienen un gran impacto en la morbimortalidad de los afectados, así como un deterioro en su calidad de vida.

Llama la atención que la grasa corporal y la masa magra se relacionan con la densidad mineral ósea (DMO), y la obesidad, aparentemente, tendría un papel protector contra la pérdida de hueso posmenopáusica. El nexo entre los tejidos óseo y adiposo podría deberse al papel de diversas adipoquinas en la remodelación del hueso mediante sus efectos sobre la formación y resorción. Recientemente, se ha considerado el hueso un órgano endocrino que afecta el peso corporal y la homeostasis de la glucosa a través de factores como osteocalcina y osteopontina. Ambos tejidos, óseo y adiposo, constituyen un sistema de retroalimentación, aunque no se conocen en profundidad los mecanismos involucrados en esta relación. Si bien existen muchos datos acerca de que las mujeres con un índice de masa corporal (IMC) elevado (25 a 29.9 kg/m2) se encuentran protegidas de cierta manera contra la osteoporosis, también hay cada vez más datos que sugieren que la obesidad (IMC > 30) interferiría en la salud ósea.

Los autores de este estudio se propusieron evaluar la DMO en un grupo de pacientes con sobrepeso (IMC entre 25 y 29) hasta obesidad mórbida (IMC > 40) para analizar si ciertas subpoblaciones de este grupo tendrían mayor riesgo de presentar alteraciones óseas, como un descenso de la DMO.

Pacientes y métodos

Se seleccionaron 398 personas (291 mujeres y 107 hombres) con una media de edad de 41 ± 14 años y un IMC promedio de 35.8 ± 5.9 kg/m2. Los criterios de exclusión fueron la presencia de enfermedades o el uso de fármacos que pudieran afectar el metabolismo óseo, la pérdida reciente de peso o la cirugía bariátrica reciente.

Se confeccionó una historia clínica detallada de los participantes, y se hicieron exámenes físicos y determinaciones de sus niveles de lípidos, citoquinas, hormonas calciotrópicas y marcadores de remodelación ósea, y del metabolismo glucémico. Se valoraron la grasa corporal, la masa magra y la DMO mediante absorciometría de rayos X de energía dual (DXA); dada la edad de los pacientes, sólo se consideró la DMO de la columna lumbar.

Las medidas antropométricas incluyeron peso y altura. Se calculó el IMC como el peso (kg) dividido el cuadrado de la altura (m2) y los participantes fueron clasificados según sus resultados; un IMC entre 25 y 29.9, se identificó como sobrepeso; uno entre 30 y 40, como obesidad (u obesidad leve); y uno > 40, como obesidad grave.

Los resultados se expresan como promedios ± desviaciones estándares; se consideró significativo un valor de p < 0.05.

Resultados

De acuerdo con este estudio, se demostró por primera vez que el 37% (n = 146) de la población evaluada tenía alteraciones óseas significativas en presencia de obesidad. Esta población presentó DMO de columna lumbar menores de las esperadas por la edad y el IMC elevado, con valores de 0.889 ± 0.118 g/cm2, y puntaje T – 1.85 ± 0.68. El 29% de los participantes tenían una DMO disminuida compatible con osteopenia y el 8%, con osteoporosis. Llamativamente, no hubo diferencias entre hombres y mujeres.

El 45% de la población masculina (n = 48) tenía una DMO de columna lumbar de 0.92 ± 0.16 g/cm2 y un puntaje T de -1.88 ± 0.64. El 55% presentaba una DMO normal, el 35%, osteopenia y el 10%, osteoporosis, pese a que la media de edad de este grupo era menor que la de los otros. En la población femenina (n = 291), el 67% tenía una DMO normal y el 33% (n = 98) tenía un puntaje T en la columna lumbar de -1.84 ± 0.71 (DMO de 0.876 ± 0.083 g/cm2), con un 26% con osteopenia y un 7% con osteoporosis.

Después de esta primera evaluación, se dividió la población en 3 grupos según el valor de IMC y esto permitió detectar pequeñas diferencias en los patrones de distribución de DMO. Los integrantes del primer grupo (con sobrepeso) no mostraron modificaciones en relación con la salud ósea, con un mayor porcentaje de personas con DMO normal y menor cantidad con osteopenia u osteoporosis, confirmando el efecto protector de un leve exceso de peso (IMC > 25 y < 30), ya señalado en la bibliografía.

Por otro lado, los participantes con obesidad y obesidad grave (IMC > 30) tenían alteraciones significativas en la DMO, con mayor cantidad de personas con una pérdida ósea mayor de la esperada por la edad. No se detectaron diferencias significativas en los niveles de lípidos, hormonas o parámetros metabólicos entre los distintos grupos.

Discusión

De acuerdo con estudios recientes, los autores encontraron que una subpoblación de pacientes obesos presentaba una reducción significativa de la masa ósea según su edad e IMC. Para este hallazgo, proponen la hipótesis de que la obesidad podría ser considerada un estado inflamatorio, lo que es respaldado por los niveles elevados de proteína C reactiva, que se asocian con un aumento en la producción de citoquinas proinflamatorias, algunas de las cuales son osteoclastogénicas. Por otro lado, declaran desconocer si los sujetos evaluados tendrían hipercortisolismo subclínico, lo que hubiera empeorado la salud ósea en aquellos con obesidad mórbida.

De hecho, la obesidad se considera el factor de riesgo más importante para la enfermedad cardiovascular (insuficiencia cardíaca y accidente cerebrovascular), relacionada con los cambios metabólicos derivados de los depósitos de grasa subcutánea y visceral.

Generalmente, la osteoporosis se consideró una enfermedad sólo asociada con las fracturas en las personas de edad avanzada y no relacionada con otras entidades. Sin embargo, los estudios recientes demuestran que la DMO se comporta como un factor predictivo de mortalidad a largo plazo. Es más, es un fuerte factor independiente de mortalidad cardiovascular, sobre todo en los varones. Estos datos, considerados en conjunto, dejan entrever una asociación entre la osteoporosis y la enfermedad cardiovascular, que deberá ser mejor caracterizada en el futuro.

En los pacientes con sobrepeso u obesidad, la reducción de un 10% del peso corporal es un objetivo factible y que puede reducir el riesgo de las comorbilidades. Pero algunos datos señalan que esa pérdida de 10% determina una pérdida de 1% a 2% de masa ósea en distintas localizaciones, aunque parecería ser mayor en las personas de peso normal en comparación con aquellas con sobrepeso u obesidad. Las oscilaciones cíclicas en el peso durante la adultez también parecen aumentar el riesgo de fracturas de cadera, lo que indica una correlación entre las fracturas por fragilidad y la acumulación anormal de tejido adiposo.

Los autores concluyen señalando que este estudio aporta nuevas pruebas de que la obesidad mórbida no debe considerarse un factor de protección contra la osteoporosis en los hombres ni en las mujeres. Los resultados sugieren que existe un riesgo de pérdida ósea y aparición de osteoporosis en una subpoblación de personas obesas. Por eso sería de utilidad la caracterización específica y cuidadosa del metabolismo óseo y más estudios acerca de los cambios en la DMO, tanto en hombres como en mujeres con obesidad grave, ya que el envejecimiento puede incrementar el riesgo de fracturas.

Especialidad: Bibliografía - Ginecología

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