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Analizan los Niveles de Vitamina D y Hormona Paratiroidea y su Posible Asociación con el Síndrome Metabólico

  • AUTOR: Reis JP, von Mühlen D y Miller III ER
  • TITULO ORIGINAL: Relation of 25-Hydroxyvitamin D and Parathyroid Hormone Levels with Metabolic Syndrome Among US Adults
  • CITA: European Journal of Endocrinology 159(1):41-48, Jul 2008

 

Introducción

La vitamina D y la parathormona (PTH) regulan el metabolismo del calcio. Mientras la primera aumenta la absorción intestinal de este nutriente, la PTH estimula su reabsorción renal y su resorción ósea, a la vez que incrementa la producción de dihidroxivitamina D, forma fisiológicamente activa de la vitamina D. La hipovitaminosis D se manifiesta con aumento de la secreción de PTH, elevación de la tasa de recambio óseo, osteoporosis, osteomalacia e incremento del riesgo de fracturas. Algunos estudios recientes señalaron otros efectos de estas hormonas, como la disminución de la secreción de insulina, la obesidad, la diabetes y la hipertensión, condiciones que se observan por lo común en el síndrome metabólico (SM). Algunos trabajos establecieron que la disminución de los niveles de vitamina D es un factor de riesgo para el SM; otros señalan que el aumento de PTH en la sangre incrementa la probabilidad de este síndrome en los hombres ancianos, pero no en las mujeres, independientemente de la concentración sérica de 25-hidroxivitamina D (25[OH]D).

El objetivo de este estudio fue analizar la asociación entre 25(OH)D y PTH, en forma individual y combinada, con el SM en una muestra representativa de la población adulta estadounidense.

Métodos

Se utilizaron datos de la Third National Health and Nutrition Examination Surveyde los (NHANES III) EE.UU. llevada a cabo entre los años 2003 y 2004. Se excluyeron de la muestra las mujeres embarazadas, los pacientes diabéticos, aquellos que carecían de datos respecto de la 25(OH)D y la PTH, y también los sujetos en quienes no fue posible determinar la presencia de SM.

Finalmente, los participantes fueron 834 hombres y 820 mujeres mayores de 20 años. Todos ellos respondieron a un cuestionario y pasaron por un examen físico luego de 8 horas de ayuno. Se recabó información sobre edad, sexo, etnia, tabaquismo, ingesta de alcohol, actividad física, ingresos económicos, dieta y uso de suplementos. La etnia fue clasificada como blancos no hispanos, afroamericanos no hispanos, americanos mexicanos y otras. Según el consumo de cigarrillos, cigarros o tabaco en pipa, los encuestados fueron agrupados en fumadores actuales, ex fumadores y nunca habían fumado. Los sujetos que fumaron al menos 100 cigarrillos, 20 cigarros o 20 pipas de tabaco a lo largo de su vida fueron considerados ex fumadores. Se evaluó la frecuencia del consumo de bebidas alcohólicas como cerveza, vino y licor durante el último año. La asiduidad, la duración y la intensidad de la actividad física realizada durante el último mes también fueron investigadas. Se estimó la ingesta de calcio y el total de energía de la dieta en 24 horas y se analizó el uso de suplementos de calcio y vitamina D.

En el examen físico se evaluó la presión arterial, el peso, el índice de masa corporal (IMC), la circunferencia abdominal y, a partir de muestras de sangre, se obtuvieron las concentraciones de 25(OH), PTH, colesterol, triglicéridos, creatinina, insulina y glucosa, así como la tasa de filtrado glomerular.

Para definir la presencia de SM debían estar presentes al menos 3 de los 5 siguientes componentes: 1) circunferencia abdominal > 102 cm en los hombres y > 88 cm en las mujeres; 2) triglicéridos > 1.50 mg/dl; 3) colesterol asociado a lipoproteínas de alta densidad < 40 mg/dl o < 50 mg/dl (hombres y mujeres, respectivamente); 4) presión arterial sistólica > 130 mm Hg o presión diastólica > 85 mm Hg o uso de medicación antihipertensiva; y 5) glucemia en ayunas > a 110 mg/dl.

Resultados

La edad promedio de los encuestados fue de 45.2 ± 0.7 años y la prevalencia de SM fue del 24.8 ± 1.8% (24.1± 2.2% en los hombres y 25.4 ± 2.3% en mujeres). Las concentraciones medias de 25(OH)D y de PTH fueron de 62.4 ± 1.5 nmol/l y 42.3 ± 0.6 ng/l, respectivamente.

Los niveles de 25(OH)D disminuyeron con el aumento de la PTH y del filtrado glomerular y se elevaron con el incremento de la actividad física, el total de energía proveniente de la dieta, la ingesta de calcio y de vitamina D. La PTH, por su parte, se elevó con la edad, el IMC y la resistencia a la insulina, y se redujo con el aumento en la ingesta de alcohol, el total de las calorías de la dieta, la ingesta de calcio y la tasa de filtrado glomerular. Los individuos ex fumadores presentaron los valores más altos de 25(OH)D y los fumadores actuales, los más bajos de PTH. Los sujetos con SM fueron de mayor edad, tuvieron mayor IMC, menor tasa de filtrado glomerular y realizaban menos actividad física que aquellos sin esta enfermedad. Los valores de la 25(OH)D estaban disminuidos en el SM con respecto a la media, mientras que los niveles de la PTH se encontraban aumentados. La relación inversa entre la vitamina D y el SM se observó en pacientes con bajo peso, peso normal, sobrepeso y obesidad; por otro lado, la relación entre PTH y este síndrome se vio modificada por la edad y el sexo, aunque sólo en las personas de edad más avanzada. No se observó asociación entre el nivel de PTH y la presencia de SM.

Discusión

En esta investigación realizada en adultos estadounidenses se encontró una relación inversa entre los niveles de 25(OH)D y el SM que no pudo ser explicada por otros factores, como la ingesta diaria de calcio, los valores de PTH, el IMC o la función renal. Esta asociación se verificó tanto en los hombres como en las mujeres, y también en las personas mayores y menores de 50 años. Por el contrario, hubo una relación positiva entre los niveles de PTH y el SM, aunque sólo entre los hombres mayores de 50 años.

En diversos estudios previos se pudo asociar el bajo nivel de 25(OH)D y una baja ingesta de productos lácteos en la dieta con el SM. Los autores señalan que los resultados de este informe confirman la relación inversa entre la concentración de vitamina D y el SM independientemente de los niveles de PTH y del consumo de calcio, y además sugieren una asociación positiva entre la PTH y el síndrome en hombre mayores.

El IMC y el peso no alteraron esta relación, lo que indica que este hallazgo no puede ser justificado por la adiposidad. Los expertos señalan que no pueden explicar por qué la asociación entre PTH y SM parece restringirse sólo a los hombres mayores. En tal sentido, estiman que el mayor consumo de suplementos cálcicos y el estímulo ejercido por los estrógenos sobre la absorción intestinal de calcio podrían generar mayor biodisponibilidad de este nutriente en las mujeres, aunque manifiestan la necesidad de nuevas investigaciones al respecto.

Los expertos señalan que tampoco han podido establecerse aún los mecanismos biológicos a través de los cuales la 25(OH)D y la PTH influyen en la aparición del SM, a pesar de los numerosos trabajos en los que se halló que ambas hormonas afectan el metabolismo de la glucosa. La asociación de los descensos en los niveles de vitamina D e incrementos en los niveles de PTH con la resistencia a la insulina ya ha sido establecida; también es sabido que la 25(OH)D mejora la función de las células beta del páncreas. La resistencia a la insulina está considerada un factor precursor del SM.

Si bien la muestra de este estudio fue representativa de la población adulta estadounidense, se reconoce la limitación de no haber evaluado a los participantes a través del tiempo.

Para concluir, los autores señalan que de acuerdo con los resultados de su estudio, el descenso en los niveles de 25(OH)D aumenta las probabilidades de presentar SM, y que esta relación no se ve afectada por la ingesta diaria de calcio, como así tampoco por el IMC, los niveles de PTH o la función renal. Asimismo, destacan que el incremento de PTH se vincula con el SM en los hombres mayores y que ambas asociaciones tal vez estén mediadas por la resistencia a la insulina. Se necesitan nuevos estudios para confirmar estos hallazgos y para establecer si el descenso de 25(OH)D o el ascenso de PTH son la causa o la consecuencia del SM.

Especialidad: Bibliografía - Endocrinología

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