Laboratorios Bagó > Bibliografías > Beneficios del Tratamiento con Toxina Botulínica en Pacientes con Hiperhidrosis Plantar
Beneficios del Tratamiento con Toxina Botulínica en Pacientes con Hiperhidrosis Plantar
- AUTOR : Tamura B, Biasi T, Souza R, Cucé L
- TITULO ORIGINAL : Toxina Botulínica em Hiperidrose Plantar Avaliada Através de Sistema de Imagens Digitais
- CITA : Surgical and Cosmetic Dermatology 3(1):23-27, Ene 2011
- MICRO : La toxina botulínica tipo A bloquea la liberación de acetilcolina por parte de las fibras colinérgicas en forma transitoria. Su aplicación intradérmica puede resultar útil para el tratamiento de los pacientes con hiperhidrosis.
Introducción y objetivos
Hasta el momento, no se conoce la etiología de la hiperhidrosis, una entidad que generalmente se presenta en pacientes que cursan la segunda o tercera década de vida. El cuadro clínico se caracteriza por transpiración excesiva y descontrolada en regiones con concentración elevada de glándulas sudoríparas. Se estima que hasta el 50% de los casos se asocian con un componente genético familiar.
Las glándulas sudoríparas cumplen una función termorreguladora. Están inervadas por el sistema simpático y son activadas por estímulos cerebrales vinculados con situaciones de ansiedad. El neurotransmisor implicado en su activación es la acetilcolina. Si bien la morfología de las glándulas sudoríparas de los pacientes con hiperhidrosis es normal, puede observarse una alteración de la respuesta ante la estimulación hipotalámica.
El diagnóstico de hiperhidrosis tiene lugar mediante el examen clínico. Siempre deben excluirse causas subyacentes, como obesidad, menopausia, tratamiento antidepresivo, disturbios endocrinológicos o desregulación autonómica. Es importante considerar que la hiperhidrosis afecta el funcionamiento social y, en consecuencia, el bienestar psicológico de los pacientes. Además, puede acarrear deshidratación cutánea e infecciones secundarias, dishidrosis y dermatitis de contacto, entre otras complicaciones.
El tratamiento de los pacientes con hiperhidrosis mediante agentes tópicos o colinérgicos sistémicos tiene eficacia limitada y se acompaña de efectos colaterales. La iontoforesis podría ser eficaz ante la afectación palmo-plantar, pero se asocia con malestar y su aplicación requiere varias sesiones, entre otros inconvenientes. En cuanto al tratamiento quirúrgico, la escisión de las glándulas no se recomienda, ya que puede generar cicatrices antiestéticas y limitar la movilidad. El curetaje de las glándulas podría ser útil, pero no fue estudiado en profundidad.
En cuanto a la simpatectomía endoscópica, su aplicación es de mayor utilidad en pacientes con afectación palmar; no obstante, tiene como efecto colateral la hiperhidrosis compensatoria. Con menos frecuencia puede generar síndrome de Horner, neumotórax, neumonía o neuralgia, entre otras complicaciones. En caso de hiperhidrosis plantar, es posible aplicar simpatectomía lumbar, pero se corre el riesgo de generar impotencia.
La toxina botulínica tipo A bloquea la liberación de acetilcolina por parte de las fibras colinérgicas en forma transitoria. Su aplicación intradérmica en la región afectada puede generar una mejoría de los 2 a los 10 días y disminuir la transpiración entre los 3 y 14 meses. La utilización de la toxina botulínica en pacientes con hiperhidrosis fue descrita en diferentes estudios. Sin embargo, la información sobre su empleo en caso de hiperhidrosis plantar es limitada.
El presente estudio se llevó a cabo con el objetivo de describir el empleo de toxina botulínica en pacientes con hiperhidrosis plantar.
Pacientes y métodos
El estudio se realizó en 7 pacientes de 14 a 42 años con hiperhidrosis plantar diagnosticada, sobre la base de la información incluida en la historia clínica y de acuerdo con el resultado de la prueba de Minor. Se utilizaron 100U de toxina botulínica tipo A diluidas en 5 ml de solución fisiológica estéril al 0.9%. La zona por tratar se anestesió con crema de lidocaína-prilocaína al 2.5%. Luego, se aplicaron 50U de toxina botulínica en cada planta, distribuidas en 25 puntos, a razón de 2U por punto.
El empleo de un cuestionario sobre el efecto del tratamiento permitió evaluar los resultados y la satisfacción relacionada con el tratamiento desde el punto de vista subjetivo de los pacientes. Los resultados terapéuticos se objetivaron mediante la prueba de Minor y el registro fotográfico del estado de los pacientes antes del tratamiento y una vez transcurridas 2.4 y 12 semanas. La comparación de las imágenes permitió valorar el porcentaje de disminución de la transpiración. Con dicho fin, se calculó el porcentaje de área plantar oscurecida mediante la prueba de Minor y se comparó dicho porcentaje entre las imágenes obtenidas en diferentes momentos. La disminución relativa de la transpiración se estimó según la diferencia entre las regiones oscuras antes de la aplicación de toxina botulínica y después de esta.
Resultados
De acuerdo con el relato de los pacientes, el inicio de la hiperhidrosis plantar tuvo lugar entre los 7 y los 15 años de edad. Todos presentaban hiperhidrosis palmar. También se verificó la afectación de otras regiones, como los genitales, las axilas y la región nasal. Según la apreciación subjetiva de los pacientes, el tratamiento permitió lograr una mejoría entre los días 1 y 3 de evolución. Dicha mejoría fue del 40% al 100% y en dos casos se acompañó por un aumento de la transpiración palmar. La satisfacción con el tratamiento tuvo lugar en 6 de los 7 pacientes. El paciente que no expresó satisfacción luego de la intervención tenía antecedentes de simpatectomía y refirió transpiración en el dorso del pie. Ante el ofrecimiento de reiterar el tratamiento, 4 pacientes accedieron. Los pacientes restantes se negaron debido al dolor ocasionado por la aplicación de la toxina botulínica.
La prueba de Minor permitió apreciar una disminución de la transpiración en todos los pacientes. Mediante el análisis de las imágenes digitales pudo objetivarse una disminución media de la transpiración plantar del 48% entre las 2 y 3 semanas, y del 56% entre las 15 y 23 semanas de la intervención.
Discusión
De acuerdo con los resultados obtenidos, la aplicación de toxina botulínica a los pacientes con hiperhidrosis plantar permitió obtener resultados entre las 48 y 72 horas de evolución, con efecto completo a la semana de evolución. Los pacientes refirieron el inicio del efecto terapéutico luego de 1 a 3 días de la aplicación. No se verificaron recidivas hasta las 18.7 semanas.
Los efectos colaterales fueron escasos y se vincularon, principalmente, con el dolor ocasionado por la inyección intradérmica. Con el fin de disminuir el dolor, se propuso la aplicación local de frío, el uso de anestésicos tópicos o el bloqueo anestésico. También, se verificaron hematomas y cefaleas, entre otros efectos adversos menos frecuentes. Un paciente refirió insatisfacción con el tratamiento debido a la transpiración persistente en regiones adyacentes al área tratada.
La dosis de toxina botulínica por administrar a los pacientes con hiperhidrosis debe definirse según el equilibrio entre la tolerabilidad y la respuesta al tratamiento. Es posible que en algunos de los pacientes se requiera el ajuste de la dosis con el fin de obtener resultados satisfactorios. Puede indicarse que el empleo de dosis bajas de toxina botulínica tipo A permite alcanzar resultados positivos y disminuir el costo del tratamiento, con lo cual aumenta su accesibilidad.
Conclusión
El empleo de dosis bajas de toxina botulínica tipo A puede ser de utilidad para el tratamiento de los pacientes con hiperhidrosis plantar.
Especialidad: Bibliografía - Dermatología