Cambios en la Atención en los Niños de muy Bajo Peso al Nacer luego del Suplemento con Acido Docosahexaenoico y Acido Araquidónico

• AUTOR : Westerberg AC, Schei R, Iversen PO y colaboradores
• TITULO ORIGINAL : Attention among Very Low Birth Weight Infants Following Early Supplementation with Docosahexaenoic and Arachidonic Acid
• CITA : Acta Paediatrica 100(1):47-52, Ene 2011
• MICRO : El suplemento con ácidos grasos es capaz de mejorar las funciones intelectuales los niños con muy bajo peso al nacer.

Introducción

Los recién nacidos de muy bajo peso (peso menor de 1 500 g) suelen tener un menor coeficiente intelectual, además de presentar alteraciones de las funciones ejecutivas, la visión, la plasticidad mental, la memoria y la respuesta inhibitoria.

El mayor desarrollo del sistema nervioso central se produce durante el tercer trimestre de la gestación y los primeros meses de vida extrauterina. Durante este período, son especialmente importantes ciertos ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga específicos, como el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido araquidónico (AA), que desempeñan papeles fundamentales en las vías de señalización celular y actúan como precursores de los leucotrienos y los eicosanoides. Además, el DHA facilita el proceso de arborización neuronal y la sinaptogénesis durante la maduración cerebral perinatal.

Como ya se han descripto beneficios sobre la memoria y la resolución de problemas a los 6 meses de edad corregida en recién nacidos de muy bajo peso, que recibían suplementos de DHA y AA, los autores quisieron probar la hipótesis de que dichos suplementos proporcionarían beneficios sobre las funciones intelectuales a los 20 meses de edad cronológica.

Métodos

Se diseñó un ensayo clínico aleatorizado, a doble ciego y controlado con placebo que completaron 129 niños alimentados con leche materna suplementada con 0.5 ml de aceite por cada 100 ml de leche, el cual contenía aproximadamente 32 mg de DHA y 31 mg de AA. El grupo control recibió el mismo aceite, pero sin los suplementos de DHA y AA. La duración del estudio fue, en promedio, de 63 días.

Se tomaron muestras de sangre de los niños para evaluar la concentración de DHA y AA al inicio del estudio y al alta hospitalaria. Además, se realizaron pruebas neurológicas para estudiar los efectos de los suplementos. A los 20 meses de edad cronológica se realizaron sesiones de juego libre, que fueron filmadas. Consistieron en 2 sesiones consecutivas de juego, de 8 minutos de duración cada una. Se evaluó, por un lado, la duración de la concentración (de modo cuantitativo) y, por el otro (de modo cualitativo), el grado de atención empleado en el juego. También se calculó el índice de desarrollo mental de Bayley (IDM) luego de la realización de varias tareas ajustadas de acuerdo con la edad, y se examinaron las capacidades motoras y mentales por medio de un cuestionario de edades y etapas. Finalmente, se procedió al análisis estadístico.

Resultados

Los niños del grupo experimental consumieron 59 mg/kg/día de DHA y 47 mg/kg/día de AA; en contraste, el grupo control recibió sólo 32 mg/kg/día de DHA y 22 mg/kg/día de AA. En el momento del alta hospitalaria, los niveles plasmáticos de estos ácidos grasos fueron más elevados en los niños del grupo experimental que en los que recibieron placebo.

En la evaluación del juego libre se observaron diferencias significativas en el número de secuencias con puntuaciones altas en cuanto al grado de atención empleada y a la habilidad de mantener la atención concentrada en el juego, las cuales fueron mayores en los niños que recibieron los suplementos de DHA y AA que en los controles. También se verificó una asociación positiva entre los valores de DHA en sangre detectados al alta hospitalaria y el número máximo de secuencias consecutivas con un alto nivel de atención empleada. Asimismo, no se encontraron diferencias de importancia entre ambos grupos con respecto al IDM a los 20 meses de edad cronológica ni tampoco en el cuestionario de edades y etapas.

Discusión

El control de la atención se relaciona con las funciones intelectuales a cargo, principalmente, de los lóbulos frontales cerebrales. Los ácidos grasos esenciales son componentes estructurales de las membranas del sistema nervioso central, además de ser precursores de diversos compuestos. El suplemento con DHA y AA a los niños con muy bajo peso al nacer no demostró beneficiarlos en cuanto a sus capacidades motoras y mentales ni el IDM. Sin embargo, se comprobó su acción positiva en el estudio de las sesiones de juego. Las mayores concentraciones plasmáticas de DHA al alta hospitalaria se correlacionaron con la duración de la concentración a los 20 meses de edad cronológica y con los mayores puntajes en el IDM. Esto indicaría una acción beneficiosa de los ácidos grasos sobre la atención.

Otros estudios se han enfocado, fundamentalmente, en niños alimentados con leche de fórmula, y han demostrado efectos beneficiosos en cuanto al crecimiento, la visión y las funciones cognitivas. Este trabajo se realizó utilizando un diseño bien controlado, lo cual refuerza las conclusiones obtenidas. Sin embargo, la pérdida de seguimiento de algunos casos puede haber reducido ligeramente el poder estadístico para detectar algunas diferencias.

En conclusión, los autores afirman que los trastornos de la regulación del sistema nervioso central pueden dar origen a alteraciones más graves en etapas más tardías del crecimiento, y que el suplemento con ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga tiene un efecto benéfico sobre las funciones neurointelectuales.

Especialidad: Bibliografía - Pediatría