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Comparación de la Eficacia y la Seguridad de Oseltamivir y Zanamivir en Pacientes con Influenza

  • AUTOR : Tuna N, Karabay O, Yahyaoğlu M
  • TITULO OTIGINAL : Comparison of Efficacy and Safety of Oseltamivir and Zanamivir in Pandemic Influenza Treatment
  • CITA : Indian Journal of Pharmacology 44(6):780-783, Nov-Dic 2012
  • MICRO : El zanamivir y el oseltamivir tuvieron una eficacia similar en cuanto al alivio sintomático y al tiempo necesario para la reincorporación al trabajo durante la pandemia de influenza H1N1 de 2009. Algunos pacientes que recibieron zanamivir presentaron distrés respiratorio.

Introducción

El virus Influenza es un virus ARN, envuelto y de genoma segmentado. Las alteraciones menores en la estructura genómica de este patógeno pueden causar pandemias globales, como ocurrió en 1918 (H1N1), 1957 (H2N2) y 1968 (H3N2), con eventos que llevaron a la muerte de gran cantidad de personas. En 2009, una pandemia comenzó en México y afectó al mundo entero, con más de 340 000 casos confirmados y más de 11 160 muertes reportadas. La tasa de hospitalización fue de 4.5% y la de ataque, 29%, con una mortalidad global de 0.4%.

La amantadina y la rimantadina, inhibidores de la proteína viral M2, se han utilizado para el tratamiento del resfrío, pero se reportó resistencia a ambos fármacos durante la última pandemia de influenza. En aquella ocasión, los inhibidores de la neuraminidasa, oseltamivir y zanamivir, lograron reducir la gravedad y la duración de la enfermedad y prevenir muertes.

Pese a los informes de efectos adversos, sólo unos pocos protocolos compararon la eficacia y la seguridad del oseltamivir y el zanamivir en el tratamiento de la influenza. El objetivo de este estudio retrospectivo fue comparar la eficacia y la tolerabilidad de ambos fármacos.

Materiales y métodos

Pacientes

El estudio incluyó pacientes de entre 17 y 70 años que se presentaron en el Sakarya Education and Research Hospital entre octubre de 2009 y febrero de 2010, presentaron criterios clínicos y de laboratorio que confirmaron el diagnóstico de infección por el virus de influenza y no fueron hospitalizados. Todos los participantes habían iniciado oseltamivir o zanamivir en las primeras 48 horas posteriores a la presentación de la enfermedad, sin el uso concomitante de otros fármacos para el alivio sintomático. Fueron excluidos los individuos con un índice de masa corporal de 30 o más, las embarazadas y los individuos con enfermedades crónicas como asma bronquial.

Tratamiento

El zanamivir se administró en 2 dosis diarias, por vía inhalatoria, con una dosis diaria total de 10 mg. La dosis de oseltamivir fue de 150 mg al día, por vía oral, en dos tomas. Ambos tratamientos tuvieron una duración de 5 días.

Exámenes de laboratorio

Los criterios de convalecencia fueron el tiempo transcurrido hasta la normalización de la temperatura axilar, la disminución de las mialgias, la ausencia de síntomas y la falta de complicaciones. Los análisis de laboratorio incluyeron hemogramas y niveles de transaminasas, proteína C-reactiva, uremia, creatininemia, glucemia y creatinquinasa, en el momento de la consulta y en el segundo y quinto día de tratamiento. Se contactó telefónicamente a los pacientes para el reporte de la evolución de los síntomas, los efectos adversos y los días transcurridos hasta la vuelta a la actividad laboral.

Resultados

Características demográficas

Ochenta pacientes participaron del estudio: 40 recibieron oseltamivir y 40, zanamivir; 44 fueron de sexo masculino y la edad promedio fue de 30.8. Un 97.5% de los individuos presentó astenia, 83.8% tuvo mialgias, el 46.3%, náuseas y el 23.8% presentó diarrea.

Estudios de laboratorio

La diferencia principal se dio en los recuentos leucocitarios, con un valor promedio de 7 300 células/µl en el grupo que recibió oseltamivir frente a 6 400 células/µl entre los que fueron tratados con zanamivir.

Eficacia

El período de descenso de la fiebre fue de 50.4 horas en el grupo que recibió oseltamivir, mientras que en sus pares tratados con zanamivir fue de 43.2 horas. El tiempo transcurrido hasta la desaparición de los síntomas fue de 157.2 horas para el oseltamivir y de 163.2 horas para el zanamivir, aunque los pacientes que recibieron oseltamivir tardaron más en retomar sus actividades laborales que los expuestos a zanamivir (158.4 frente a 145.2 horas).

Efectos adversos

El efecto adverso más común para los dos fármacos fue la somnolencia (37.5% de los casos para el oseltamivir y 22.5% para el zanamivir). Las náuseas, el segundo efecto adverso más informado, fueron más comunes en los pacientes tratados con oseltamivir (25%) que con zanamivir (15%).

No se comprobaron eventos adversos graves. El único caso de discontinuación del tratamiento fue un paciente del grupo que recibió zanamivir, debido a distrés respiratorio. Una sintomatología similar fue observada en otros 5 pacientes que habían recibido el mismo fármaco, mientras que esta complicación no fue manifestada entre los sujetos tratados con oseltamivir.

Discusión

El virus influenza H1N1 es considerado resistente a los inhibidores de la proteína M2 (amantadina y rimantadina), por lo que deben usarse inhibidores de la neuraminidasa. Durante la pandemia de 2009 se informaron tasas muy bajas de resistencia para el oseltamivir (0.5%) y no se encontró resistencia al zanamivir. Además, se comunicó que, en las primeras 48 horas de enfermedad, estos fármacos reducen la infectividad, la mortalidad y la duración de los síntomas.

En el presente estudio no se encontraron diferencias significativas entre los dos compuestos en cuanto a la duración de los síntomas, el tiempo necesario para la reincorporación laboral o la aparición de complicaciones. Sin embargo, la resolución de la fiebre fue más rápida en los pacientes que utilizaron zanamivir, lo que concuerda con lo hallado en otras investigaciones.

En cuanto a la comparación de los efectos adversos, el más frecuente fue la somnolencia, que fue más común entre los participantes que recibieron oseltamivir (37.5% frente a 22.5% en el grupo de zanamivir). Su incidencia fue más elevada que en otros estudios, fenómeno que puede atribuirse al contexto de pandemia en el que fue realizado este protocolo, lo que puede poner a los pacientes en un estado de ansiedad que parece precipitar la aparición de este evento adverso. Otro fenómeno relativamente común fueron las náuseas, con un 25% de frecuencia para el oseltamivir y un 15% para el zanamivir.

El distrés respiratorio fue un fenómeno exclusivo del zanamivir y causó el único caso de abandono del tratamiento en este estudio. La broncoconstricción que se asocia al uso de zanamivir puede explicar estos hechos. Esto se corresponde con la información proveniente de otros ensayos, que llevaron a considerar que el zanamivir debe ser utilizado con precaución en personas con enfermedades concomitantes del tracto respiratorio.

Las limitaciones principales de este estudio fueron su naturaleza retrospectiva, el hecho de que esté basado en historias clínicas y el tamaño pequeño de la muestra. Sin embargo, si se considera la falta de información disponible sobre el tema en la bibliografía, los resultados son valiosos.

Conclusión

El zanamivir y el oseltamivir tuvieron eficacia similar en cuanto al alivio sintomático y al tiempo necesario para la reincorporación al trabajo durante la pandemia de influenza H1N1 de 2009. Sin embargo, la normalización de la temperatura fue más rápida en los pacientes tratados con zanamivir. Ninguna droga se relacionó con efectos adversos graves, pero algunos pacientes que recibieron zanamivir presentaron distrés respiratorio, por lo cual deben tomarse precauciones con los pacientes que utilicen este fármaco.

Ref : INFECTO.

 

Especialidad: Bibliografía - Infectología

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