Laboratorios Bagó > Bibliografías > Comparan la Eficacia y la Tolerabilidad de los Derivados de la Cimicífuga en Relación con la Tibolona en Mujeres Menopáusicas
Comparan la Eficacia y la Tolerabilidad de los Derivados de la Cimicífuga en Relación con la Tibolona en Mujeres Menopáusicas
- AUTOR : Bai W, Henneicke-Von Zepelin H, Liske E y colaboradores
- TITULO ORIGINAL : Efficacy and Tolerability of a Medicinal Product Containing an Isopropanolic black Cohosh Extract in Chinese Women With Menopausal Symptoms: A Randomized, Double Blind, Parallel-Controlled Study Versus Tibolone
- CITA : Maturitas 58(1):31-41, Sep 2007
- MICRO : La eficacia y la tolerabilidad de los extractos isopropanólicos de la cimicífuga no parecen inferiores a los descritos para la tibolona, e incluso podrían alcanzar niveles superiores en las mujeres perimenopáusicas o posmenopáusicas.
Introducción
La menopausia es una etapa relevante en la vida de las mujeres tanto en Occidente como en Oriente. Si bien muchas pacientes asiáticas permanecen asintomáticas, se observan amplias diferencias individuales y culturales. En China, muchas mujeres prefieren el uso de alternativas a la terapia de reemplazo hormonal. Se menciona a la cimicifuga (Cimicifuga racemosa) como un recurso de la medicina tradicional, que se emplea para la terapia de síntomas vasomotores, ansiedad y depresión. Estos beneficios se han demostrado en estudios controlados y aleatorizados en los cuales se administraron extractos isopropanólicos estandarizados de Actaea (Cimicifuga) racemosa (ICR). Del mismo modo, se dispone de datos acerca del perfil de seguridad de los ICR, con efectos adversos escasos y leves, dado que estos productos no se han vinculado con teratogénesis, mutagénesis o carcinogénesis.
En función de esta información, se presentan los resultados de un estudio comparativo en el cual se evaluaron la eficacia y la seguridad de los ICR en mujeres perimenopáusicas y menopáusicas de origen chino.
Pacientes y métodos
Se llevó a cabo un estudio aleatorizado, a doble ciego y con grupos paralelos en 5 centros de salud de tres ciudades chinas. Se eligió como comparador activo a la tibolona. Participaron mujeres de entre 40 y 60 años con manifestaciones clínicas relacionadas con la menopausia de al menos 4 semanas de evolución, con amenorrea espontánea no menor de 5 meses y un índice de menopausia de Kupperman (KMI) > 15 puntos. Se excluyeron a aquellas pacientes bajo tratamiento hormonal o con productos de medicina tradicional, hemorragia ginecológica irregular reciente, índice de masa corporal > 28 kg/m2 o con antecedentes de histerectomía, citología cervical anormal, menopausia de más de 8 años de evolución, cáncer, adicción a drogas o alcohol, o engrosamiento endometrial.
En el primer control, se completó una historia clínica con examen físico general y ginecológico, determinaciones hormonales bioquímicas y ecografía con evaluación mamaria y del endometrio. Las pacientes fueron divididas de modo aleatorio en 2 grupos para recibir ya sea 2 dosis diarias de un ICR (2.5 mg de extracto seco) o 1 dosis diaria de tibolona en una formulación de administración oral, con respectivos placebos acompañantes para la indicación de una cantidad similar de comprimidos en todas las participantes.
Se planificó un tratamiento extendido por 12 semanas para cada paciente, durante las cuales se efectuaron controles clínicos y bioquímicos en lapsos preestablecidos. Se definió como criterio principal de valoración a la relación entre los riesgos y los beneficios, definida por una combinación de los valores de Mann-Whitney (VMW) para la eficacia (KMI ajustado al finalizar el tratamiento) y la seguridad (cantidad de efectos adversos por cada paciente). Entre los criterios secundarios se mencionan el KMI total, la tasa de respuestas del KMI y el puntaje de la escala Clinical Global Impression en sus dominios de gravedad de síntomas (CGI-1), alivio global de las manifestaciones de climaterio (CGI-2) y efecto terapéutico (CGI-3).
Todos los datos se procesaron con pruebas estadísticas específicas.
Resultados
Un total de 244 mujeres fueron divididas de modo aleatorio entre los 2 grupos de tratamiento, con 122 participantes para cada subgrupo. Un total de 218 pacientes (89.3%) completaron la terapia, con 12 deserciones en el grupo de ICR y 14 abandonos del tratamiento entre quienes recibieron tibolona. De acuerdo con los autores, se incluyeron 243 mujeres en la población de análisis de seguridad, mientras que el grupo de evaluación de la eficacia estaba integrado por 213 participantes en un modelo de análisis por protocolo.
Los autores señalan que las características demográficas iniciales eran similares en ambos grupos de tratamiento, con la excepción de una menor media del peso corporal entre las pacientes que recibieron ICR en comparación con aquellas tratadas con tibolona. Se acota que la tasa de cumplimiento terapéutico fue elevada y similar en ambos subgrupos.
En términos del criterio principal de valoración, se asegura que la VMW (definida por la relación entre la eficacia [KMI después de 12 semanas] y los efectos adversos por paciente) corroboró que la administración de ICR no fue inferior al uso de tibolona e, incluso, se asoció con mejores resultados, con una tendencia a una mejor respuesta clínica. Estos resultados se confirmaron tanto en el análisis de eficacia por protocolo como en el modelo de evaluación de la seguridad del tratamiento.
Asimismo, se menciona que el KMI total se redujo de manera acentuada con la administración de ambos productos, sin diferencias significativas entre ambas cohortes de tratamiento. Se verificó una respuesta individual similar para cada síntoma evaluado, con la excepción del insomnio, que mejoró en forma significativamente más importante con el uso de ICR. Del mismo modo, los cambios en las puntuaciones de las diferentes subescalas CGI no variaron entre las 2 posibilidades de tratamiento.
También, se registraron efectos adversos en 64 integrantes del grupo de terapia con ICR y en 90 mujeres que conformaban el grupo de tratamiento con tibolona (52.9% contra 73.8%, en ese orden; p = 0.001). De acuerdo con los investigadores, la incidencia de reacciones adversas posiblemente vinculadas con la terapia fue mucho más reducida entre las participantes que recibieron ICR (p < 0.0005). No se registraron efectos adversos que pudieran interpretarse como toxicidad hepática. Se destaca que, en comparación con la administración de tibolona, el uso de ICR se vinculó con una menor probabilidad de reacciones adversas ginecológicas (mastalgia, dolor abdominal, leucorrea, hemorragia vaginal). En ambos grupos de tratamiento se describió un incremento significativo del grosor del endometrio, si bien los valores observados no se consideraron de relevancia clínica. En un análisis de subgrupos, se confirmó que, entre las mujeres tratadas con ICR, este efecto sobre el endometrio solo se observó en las pacientes perimenopáusicas, a diferencia de lo señalado en las participantes medicadas con tibolona.
Discusión
Según los resultados de este estudio aleatorizado a doble ciego, se ha confirmado que los ICR se asocian con beneficios en términos de la optimización de los síntomas del climaterio, en el contexto de un adecuado perfil de seguridad. En el presente análisis, se comprobó en mujeres chinas que la relación entre beneficios y riesgos es superior a la descrita en la terapia con tibolona.
En estudios previos se ha señalado la eficacia terapéutica y la seguridad de los ICR en más de 11 000 pacientes, en especial en términos de su elevada eficacia y buena tolerabilidad. Si bien no se dispone de comparaciones entre los ICR y la terapia de reemplazo hormonal en ensayos de diseño aleatorizado y controlado, se advierte que el reemplazo hormonal se vincula con contraindicaciones e incremento del riesgo de ciertas enfermedades. En diversos estudios previos, se han descrito las ventajas del uso durante al menos 12 semanas de derivados de la cimicífuga por sobre el placebo en mujeres con menopausia natural. Además, en otros ensayos se ha postulado que los ICR podrían resultar tan eficaces como los estrógenos conjugados o los parches transdérmicos en términos del control de los síntomas del climaterio. En el presente análisis se comprobó una reducción destacada del KMI en estas pacientes, con una intensidad similar a la lograda entre las participantes que emplearon tibolona. La relación entre los beneficios y la seguridad de los ICR parecieron, incluso, superiores a los descritos para la tibolona. Estos efectos se atribuyen a complejas acciones sinérgicas entre los glucósidos triterpénicos y los ésteres del ácido cinámico. Si bien los mecanismos precisos no se conocen por completo, se postulan dos procesos paralelos diferentes. Por un lado, los ICR actuarían en forma selectiva sobre algunos receptores estrogénicos; por otro lado, existirían efectos sobre el sistema nervioso central, modulados por neurorreceptores. Los autores indican que el climaterio se caracteriza tanto por síntomas somáticos como por manifestaciones psicológicas. Los fenómenos vasomotores se asocian con repercusiones sobre la calidad de vida y parecen mejorar con el uso de dosis convencionales de estradiol, estrógenos conjugados o tibolona. Según los resultados logrados en este estudio, los ICR tendrían una eficacia similar a la descrita para la tibolona en relación con estos síntomas climatéricos.
Conclusión
De esta manera, en el presente ensayo controlado, aleatorizado y con grupos paralelos, los autores manifiestan que se confirmaron los resultados de otros modelos de análisis en términos de la eficacia clínica de los derivados de la cimicífuga en la terapia de los síntomas del climaterio. En este contexto, la eficacia y la tolerabilidad no fueron inferiores a los de la tibolona e, incluso, alcanzaron niveles superiores en esta cohorte de mujeres perimenopáusicas o posmenopáusicas de origen chino. Por lo tanto, en un modelo de 3 meses de tratamiento, los ICR pueden considerarse una opción terapéutica eficaz y segura para estas manifestaciones clínicas.
Especialidad: Bibliografía - Ginecología