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Comparan la Taspoglutida con la Insulina Glargina en el Tratamiento de la Diabetes Tipo 2

  • AUTOR : Nauck M, Horton E, Balena R y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL : Taspoglutide, a Once-Weekly Glucagon-Like Peptide 1 Analogue, vs. insulin Glargine Titrated to Target in Patients with Type 2 Diabetes: An Open-Label Randomized Trial
  • CITA : Diabetic Medicine 30(1):109-113, Ene 2013
  • MICRO : La administración de taspoglutida se asoció con menores niveles de HbA1c, menos episodios de hipoglucemia y mejoría del peso corporal en comparación con la insulina glargina, aunque los efectos adversos fueron más frecuentes, y ocasionaron mayores tasas de abandono del tratamiento.

Introducción

La taspoglutida es un agonista de los receptores para el péptido tipo 1 similar al glucagón (GLP1) insensible a la degradación por la dipeptidil peptidasa 4 y con potencia similar al GLP1 endógeno. La presentación de liberación prolongada de taspoglutida presenta un perfil farmacocinético que permite su administración una vez por semana, y estudios en fase II revelaron que tiene efectos hipoglucemiantes y de reducción de peso.

El objetivo de este ensayo clínico fue comparar la eficacia y seguridad de la administración de taspoglutida una vez por semana contra la insulina glargina en pacientes con diabetes tipo 2 que nunca habían recibido insulina y cuya enfermedad no se pudo controlar con la combinación de metformina y sulfonilureas.

Pacientes y métodos

Se realizó un ensayo en fase III, abierto, aleatorizado, en paralelo durante 24 semanas, en 187 instituciones de 25 países. Se incluyeron en el estudio hombres y mujeres no embarazadas de 18 a 75 años con diabetes tipo 2, HbA1c > 7% y < 10%, y que estuvieran recibiendo dosis estables de metformina > 1 500 mg/d y de sulfonilureas, durante al menos tres meses. Otros criterios fueron que el peso corporal estuviese estable y el índice de masa corporal (IMC) fuera > 25 kg/m2 y < 45 kg/m2. Fueron excluidos los individuos con complicaciones por la diabetes, enfermedad gastrointestinal, antecedentes de cirugía bariátrica o pancreatitis, IAM o ACV en los últimos seis meses, hipertensión arterial inestable de inicio reciente, más de tres episodios recientes de hipoglucemia grave, en tratamiento con otros fármacos hipoglucemiantes o para reducción de peso en las últimas doce semanas, más de una semana de terapia con insulina en los últimos seis meses, uso de corticoides sistémicos en las últimas cuatro semanas o cualquier exposición a agonistas de los receptores de GLP1.

Los pacientes fueron distribuidos al azar para recibir 10 mg de taspoglutida subcutánea en una dosis semanal, 10 mg de taspoglutida una vez por semana durante cuatro semanas y luego 20 mg semanales, o bien insulina glargina una vez por día, en una dosis inicial de 10 UI diarias y titulada según la glucemia plasmática en ayunas. Los sujetos continuaron el tratamiento con metformina pero se retiraron las sulfonilureas cuatro a seis días antes de comenzar el estudio. Se estratificaron los grupos en función del valor de HbA1c: con un 8% como valor de corte. El objetivo principal fue la modificación de la HbA1c luego de 24 semanas, y también se evaluaron los cambios en la glucemia en ayunas y el peso corporal, los valores de lípidos, la proteína C-reactiva y la presión arterial. Se registraron los efectos adversos, y se consideró hiperglucemia grave aquella que requiriera asistencia para la administración de carbohidratos o glucagón; la hipoglucemia sintomática se estableció ante la manifestación de sintomatología típica en presencia de glucemia < 3.9 mmol/l, en tanto que la hipoglucemia fue confirmada cuando los valores de glucemia fueran < 3.1 mmol/l. Los pacientes registraron el valor de glucemia por sí mismos en sus domicilios.

Se analizó la población por intención de tratar, se aplicaron análisis de varianza y covarianza, y se calcularon los intervalos de confianza (IC) 95%.

Resultados

Del total de 1 049 pacientes aleatorizados, 858 completaron el estudio. Las características basales fueron similares entre los distintos grupos, con un promedio de edad de 58 años, IMC promedio de 32 kg/m2 y HbA1c promedio de 8.3%. Las tasas de abandono fueron del 21% en el grupo tratado con taspoglutida, en general como consecuencia de efectos adversos, y del 9% en el que recibió insulina glargina. Ambos fármacos generaron reducción de la HbA1c a lo largo del ensayo y, tras 24 semanas, ambos esquemas con taspoglutida demostraron no inferioridad en comparación con la insulina glargina: la reducción en la HbA1c fue de 0.77% en el grupo en el que se administró taspoglutida a la dosis de 10 mg semanales, de 0.98% en quienes la recibieron en dosis de 10 y 20 mg, contra 0.84% en el grupo de tratamiento con insulina glargina. La comparación del primer grupo con el último reveló una diferencia en 0.07 (IC 95%: -0.06 a 0.21), y del segundo con el último, -0.14 (IC 95%: -0.28 a -0.01).

Se obtuvieron valores de HbA1c iguales o menores de 6.5% en 18%, 24% y 14% de los pacientes que recibieron 10 mg de taspoglutida, 20 mg de taspoglutida, o insulina glargina, respectivamente. Los niveles de HbA1c no superaron el 7% en 39%, 47% y 32% de los casos de cada una de estas cohortes. La reducción de la glucemia en ayunas fue mayor con insulina glargina que con taspoglutida, mientras que esta última generó mayor pérdida de peso, de 3.3 kg y 4.1 kg con las dosis de 10 mg y 20 mg, respectivamente, en comparación con la reducción de 0.4 kg en quienes recibieron insulina glargina (p < 0.0001 entre taspoglutida e insulina glargina).

Se detectó mayor incidencia de efectos adversos entre quienes fueron tratados con taspoglutida, especialmente síntomas gastrointestinales y reacciones en el sitio de inyección. Se registró que sufrieron episodios de hipoglucemia 4.9%, 6%, y 17.4% de los pacientes que recibieron 10 mg de taspoglutida, 20 mg o insulina glargina, respectivamente (p < 0.001 entre taspoglutida e insulina glargina), y en estos grupos se confirmó hiperglucemia en 0.3%, 0.9% y 3.1% de los individuos, en igual orden. No se detectaron casos de hipoglucemia grave o pancreatitis. La incidencia de efectos adversos graves fue baja, sólo se detectaron dos casos de reacciones de hipersensibilidad graves: un paciente que recibió 10 mg de taspoglutida presentó prurito, hiperemia sistémica, sudoración, cefaleas, vómitos y aumento de la presión arterial en la semana 23, que se solucionó con cloropiramina y prednisolona; otro sujeto, en tratamiento con 20 mg de taspoglutida, sufrió urticaria, erupciones y lesiones maculopapulares, con edematización de las manos en la semana 7, y fue tratado exitosamente con cetirizina y triamcinolona tópicas. El 9%, el 13% y el 1% de los participantes tratados con 10 mg de taspoglutida, 20 mg, e insulina glargina, respectivamente, abandonaron el tratamiento por efectos adversos, especialmente gastrointestinales. Un paciente que recibía 20 mg de taspoglutida y dos a los que se administraba insulina glargina fallecieron por causas no asociadas con la medicación.

Discusión

La administración de taspoglutida una vez por semana generó una reducción significativa en los valores de HbA1c, que no resultó inferior a la obtenida por la insulina glargina titulada en pacientes con diabetes tipo 2 avanzada que no hubieran tenido respuesta a la combinación de metformina y sulfonilureas. Estos resultados son similares a los hallados previamente en estudios que compararon exenatida (una o dos veces por semana) o liraglutida (una vez por día) con insulina glargina en pacientes comparables, y sugieren que los agonistas de los receptores de GLP1 generan un control glucémico de igual o mejor grado que la insulina glargina. Este estudio fue más preciso en cuanto a la dosificación apropiada de esta última, en comparación con ensayos previos, por lo que se redujo el sesgo sistemático que podría favorecer a la taspoglutida.

En comparación con la insulina glargina, la taspoglutida se asoció con un mayor alcance de los objetivos de HbA1c, menos episodios de hipoglucemia y disminución del peso corporal, aunque los efectos adversos, en especial los gastrointestinales y las reacciones en el sitio de inyección, fueron más frecuentes y ocasionaron mayores tasas de abandono del tratamiento. La baja incidencia de hipoglucemia apoya la evitación de las sulfonilureas cuando se utilicen terapias basadas en las incretinas.

Ref : ENDO, CLMED.

Especialidad: Bibliografía - Clínica Médica - Endocrinología

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