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Describen la Distribución de las Mutaciones del Gen BRCA1 en Distintos Grupos Etnicos
- AUTOR: John EM, Miron A, Whittemore AS y colaboradores
- TITULO ORIGINAL: Prevalence of Pathogenic BRCA1 Mutation Carriers in 5 US Racial/Ethnic Groups
- CITA: JAMA 298(24):2869-2876, Dic 2007
- MICRO: La prevalencia de las mutaciones del gen BRCA1, asociado con el cáncer de mama, es más elevada en algunos grupos étnicos y raciales de EE.UU., como en las pacientes judías asquenazíes y en las hispanas. El conocimiento de estas diferencias puede ser útil para definir las estrategias de pesquisa y las intervenciones preventivas.
Introducción
Las mutaciones en el gen de supresión tumoral BRCA1 se asocian con elevada prevalencia de cáncer de mama y de ovarios, con índice de riesgo acumulado a los 70 años del 65% y del 39%, respectivamente. Estas mutaciones no son frecuentes, pero se presentan con mayor asiduidad en pacientes con antecedentes familiares múltiples de cáncer de mama u ovarios, así como en los descendientes de judíos asquenazíes.
Los autores reconocen que la información disponible sobre la prevalencia de las mutaciones del gen BRCA1 en las minorías étnicas y raciales es escasa, por lo cual efectuaron un estudio poblacional en mujeres con cáncer de mama que participaban del programa Breast Cancer Family Registry (BCFR).
Pacientes y métodos
Se seleccionó a las pacientes menores de 65 años y a sus familiares que formaron parte del programa BCFR en California del Norte entre 1996 y 2005. Se inició la participación en el estudio por medio de un cuestionario en el cual cada mujer definía su pertenencia a una raza o grupo étnico y describía sus antecedentes oncológicos. Posteriormente, se dividió a las participantes en las categorías A y B, con la inclusión en el primer grupo de aquellas mujeres con mayor probabilidad de presentar una neoplasia con componente hereditario, sobre la base de su historia clínica (cáncer de mama diagnosticado antes de los 35 años; formas bilaterales aparecidas antes de los 50 años; al menos un familiar directo con cáncer de mama u ovario; antecedentes de cáncer de ovario previo o de neoplasia en la niñez), mientras que en el segundo grupo se incluyeron las mujeres con cáncer no hereditario.
En la segunda fase del estudio, se invitó a todas las pacientes de la categoría A y a un subgrupo elegido de manera aleatoria de la categoría B para completar la historia familiar y para la extracción de una muestra para detectar mutaciones genéticas. Los autores señalan que esta selección en dos fases disminuyó la posibilidad de sesgos en la prevalencia de portadores de la mutación. De este modo, 3 181 mujeres fueron incluidas en el BCFR, con 1 924 participantes de la categoría A y 1 257 integrantes surgidas de modo aleatorio del total del grupo B.
Se realizó el examen de las mutaciones del gen BRCA1 en el 57% de las pacientes de la categoría A (n = 1 103) y en el 50% de las mujeres del grupo B (n = 624), por medio de técnicas específicas. Las mutaciones se clasificaron de acuerdo con la descripción de Couch y Weber de 1996.
Los datos reunidos se procesaron estadísticamente y se aplicó la ecuación de Horvitz-Thompson para el cálculo de la prevalencia estimada de las mutaciones.
Resultados
Los análisis en búsqueda de la mutación en el gen BRCA1 en mujeres con cáncer de mama se efectuaron en 549 pacientes de raza blanca no hispanas, en 444 estadounidenses de ascendencia asiática (china, filipina, japonesa, vietnamita, coreana o de otros grupos), en 393 hispanas (de origen mexicano, centroamericano, sudamericano, español o de la región del Caribe) y en 341 afroamericanas. La proporción de pacientes de la categoría A para cada grupo étnico o racial fue del 31%, 21%, 27% y 29%, respectivamente.
Entre las participantes sin ascendientes asquenazíes conocidos, la prevalencia estimada de las mutaciones en el gen BRCA1 fue más elevada en las hispanas (3.5%), sucedidas de las mujeres blancas no hispanas (2.2%), de las afroamericanas (1.3%) y de las estadounidenses de origen asiático (0.5%). Dentro de cada grupo, la prevalencia estimada disminuyó con la edad, pero se incrementó en las pacientes con antecedentes familiares de cáncer de mama o de ovario. El índice fue particularmente más alto en las afroamericanas menores de 35 años (16.7%), en comparación con las participantes de la misma edad definidas como hispanas (8.9%), blancas no hispanas sin ancestros asquenazíes (7.2%) o de origen asiático (2.4%). La prevalencia entre las judías asquenazíes alcanzó el 66.7%, pero se aclara que esta tasa se basa en sólo 3 pacientes.
En consecuencia, los autores aplicaron un modelo de regresión logística para evaluar la probable asociación entre la prevalencia de las mutaciones y la raza o el grupo étnico, ajustado con la edad al momento del diagnóstico. De esta manera, se estimaron los índices de riesgo para mujeres hispanas (odds ratio [OR] ajustado = 1.3), las afroamericanas (OR = 0.5), las de origen asiático (OR = 0.2) y para las judías asquenazíes (OR = 3.2), respecto de las mujeres de raza blanca no hispanas sin ancestros asquenazíes.
En otro orden, los investigadores describen que las mutaciones identificadas diferían en cada uno de los grupos raciales y étnicos. De este modo, todas las alteraciones genéticas detectadas en las pacientes hispanas fueron específicas de esa subpoblación, con la excepción de la mutación 185delAG, presente también las mujeres asquenazíes, y las formas Q1200X y C61G, las cuales se encontraron también en una paciente de raza blanca no hispana. Por otra parte, en las afroamericanas sólo se identificó una mutación recurrente (la forma C61Y). En el subgrupo de mujeres asquenazíes, se señala que todas las mutaciones corresponden a formas por cambio de encuadre, como la 185delAG (n = 7) y la 5382insC (n = 1).
Discusión
En este ensayo, en el cual se estudió una población de mujeres menores de 65 años con cáncer de mama, los autores afirman que la prevalencia estimada de mutaciones patogénicas del gen BRCA1 fue más elevada en las judías asquenazíes (8.3%) que en otros subgrupos raciales y étnicos, como las hispanas (3.5%), las mujeres blancas no hispanas (2.2%), las afroamericanas (1.3%) y las estadounidenses de origen asiático (0.5%). Destacan también la prevalencia especialmente aumentada en las mujeres afroamericanas más jóvenes (16.7% en las menores de 35 años).
Los investigadores afirman que sólo se ha publicado un número pequeño de artículos en los cuales se evaluaron las mutaciones del gen BRCA1 en las minorías étnicas y raciales con cáncer de mama. De manera congruente con el presente ensayo, la prevalencia de estas alteraciones fue menor en las mujeres de raza negra en comparación con las de raza blanca, tanto en estudios poblacionales como en series clínicas. Sin embargo, consideran que es necesario confirmar el elevado índice de mutaciones en las afroamericanas más jóvenes, ya que ciertas características del cáncer de mama en este subgrupo coinciden con frecuencia con aquellas asociadas con las alteraciones del gen BRCA1 (edad de aparición, ausencia de receptores para estrógenos, estadio tumoral avanzado).
En relación con la población hispana, los autores mencionan una mayor prevalencia de mutaciones que en las demás pacientes de raza blanca, que se atribuyen a la presencia de la mutación 185delAG en el 24% de las portadoras, de modo congruente con la información procedente de otros estudios poblacionales. Se presume que esta mutación puede asociarse con la existencia de ancestros judíos desconocidos. Por el contrario, la prevalencia en las mujeres de origen asiático es sólo del 0.5%, en contraste con los datos publicados de estudios efectuados con pacientes jóvenes de origen chino en Singapur.
En coincidencia con otros artículos, se señala que la variedad de alteraciones genéticas varía para cada grupo étnico y racial. Todas las mutaciones patogénicas identificadas en este trabajo habían sido descritas en la base de datos del Breast Cancer Information Core de 2006, con excepción de la forma L30X, que se encontró en una participante hispana.
En otro orden, se reconocen algunos factores limitantes de este estudio, como la imposibilidad de contar con muestras para evaluación genética de la totalidad de las participantes, por un lado, y la posible falta de sensibilidad de los métodos utilizados para detectar todas las mutaciones, por el otro. Asimismo, en esta población no se efectuaron pruebas diagnósticas para la identificación de alteraciones en el BRCA2, ya que no se encontraban disponibles al momento de la realización de este estudio. Los investigadores admiten que la prevalencia de mutaciones del gen BRCA2 puede variar entre los distintos grupos poblacionales, por lo cual consideran que debe ser evaluado por separado.
Conclusiones
En el presente trabajo se incluyeron participantes de diversos grupos étnicos y raciales, lo que permitió la comparación directa de la prevalencia estimada de las mutaciones del gen BRCA1. Algunas de estas alteraciones parecen específicas para ciertas subpoblaciones, por lo que esta información puede facilitar la pesquisa de estas mutaciones por medio de pruebas genéticas para permitir la planificación de intervenciones preventivas.
Especialidad: Bibliografía - Oncología