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Destacan los Beneficios del Acido Hialurónico para el Tratamiento de la Artrosis
- AUTOR : Rastogi S, Sharma V, Chandra R, Sivaraman S
- TITULO ORIGINAL : Open Label Multicentre Trial on Safety and Efficacy of Intra-Articular Hyaluronic acid in the Treatment of Osteoarthritis of the Knee – A prospective Study
- CITA : Journal, Indian Academy of Clinical Medicine (JIACM) 6(3):232-235, Jul 2005
- MICRO : El tratamiento con 5 infiltraciones intraarticulares de AH fue bien tolerado y eficaz en pacientes con artrosis de rodilla. Redujo el dolor y aumentó la movilidad articular, sin causar efectos adversos sistémicos.
Introducción
La artrosis es uno de los motivos de consulta más frecuentes en el mundo y la causa más común de dolor musculoesquelético e incapacidad funcional. Es una enfermedad articular degenerativa con manifestaciones radiológicas notorias en el 15-30% de las personas mayores de 45 años.
El tratamiento está dirigido a la disminución del dolor, la modificación de las actividades cotidianas y el mejoramiento de la función articular. Dados su morbilidad y su costo, el tratamiento quirúrgico debería ser la última opción para los pacientes con artrosis de rodilla.
Además de los antiinflamatorios no esteroides (AINE), el manejo clínico incluye infiltraciones intraarticulares de corticoides y de hialuronato de sodio (ácido hialurónico [AH]). Lamentablemente, el tratamiento con AINE puede causar trastornos gastrointestinales graves, a veces fatales. Si bien los corticoides intraarticulares son muy eficaces, pueden provocar algunos efectos adversos articulares. Varios estudios han demostrado que el tratamiento con infiltraciones intraarticulares de AH alivia los síntomas en los pacientes con artrosis de rodilla.
El AH es uno de los componentes más importantes del líquido sinovial; protege el cartílago y las partes blandas de los traumatismos durante la función articular. También es un componente del cartílago articular. En la artrosis, existe disminución de la longitud de la cadena de AH presente en el cartílago y menor concentración de AH en el líquido sinovial. Las infiltraciones intraarticulares de AH pueden restaurar algunas propiedades del líquido sinovial en la rodilla artrósica y estimular la síntesis endógena de AH de peso molecular más alto y funcional.
El AH (Hyruan®) utilizado en este estudio es altamente purificado, concentrado (25 mg/2.5 ml), viscoso y de alto peso molecular.
Materiales y métodos
Se seleccionaron pacientes de ambos sexos, mayores de 18 años, con diagnóstico de artrosis primaria de rodilla (Kellegren I a III), con dolor diario relacionado con la actividad y persistente a pesar del uso de AINE o de analgésicos.
Este estudio prospectivo, multicéntrico, no comparativo y abierto, fue realizado en AIIMS y el Central Institute of Orthopaedics, en el hospital Safdarjung, en Nueva Delhi. Los pacientes recibieron 5 infiltraciones intraarticulares con 25 mg de AH, en forma semanal.
Antes de la primera infiltración, se les prohibió a los pacientes ingerir cualquier tipo de AINE durante 2 semanas. Luego de este período, se realizó la evaluación clínica inicial (semana 0), seguida de la primera infiltración intraarticular de AH. Los controles médicos para evaluar eficacia y seguridad se realizaron todas las semanas antes de la siguiente infiltración y mensualmente durante 6 meses.
La seguridad se evaluó mediante el examen clínico de los pacientes en cada visita y el interrogatorio acerca de la presencia de algún efecto adverso. La eficacia se analizó sobre la base de la información objetiva y subjetiva (dolor, capacidad de marcha, amplitud de movimiento y actividades de la vida diaria). La intensidad del dolor se graduó según la escala visual análoga (EVA) de 100 mm y la evaluación general se realizó mediante un sistema de puntos (índice de Lequesne).
Resultados
A 30 pacientes con artrosis de rodilla se les realizaron 5 infiltraciones intraarticulares con AH en forma semanal, en 2 centros ortopédicos diferentes. El 53.3% correspondió a mujeres y el 43.7%, a hombres. La edad promedio fue de 54.1 años (rango 25 a 70). La rodilla derecha estuvo afectada en 60% de los casos. La mayoría de los pacientes presentaban artrosis grados II y III, según la clasificación de Kellegren.
Eficacia
La eficacia fue evaluada tanto por el médico como por el paciente de acuerdo con la presencia de dolor a la palpación, dolor nocturno, dolor durante la realización de la actividad habitual y dolor en reposo. El dolor a la palpación disminuyó en forma constante de 40 (según la EVA) a 7 luego de 5 infiltraciones y al final de los 6 meses fue de 6. Los máximos cambios se observaron después de la tercera infiltración. El dolor nocturno, menos intenso que en otras evaluaciones al principio del estudio (EVA promedio de 22.5 mm), también disminuyó de manera constante hasta niveles por debajo de la mitad de los valores iniciales, luego de la tercera infiltración. Después continuó en descenso hasta 2.5 mm hacia el fin del estudio. El dolor durante las actividades habituales mostró resultados similares. De un valor de 55 mm en la EVA inicial, se redujo a 21.55 mm al final del período de estudio. Sin embargo, una mejoría significativa se obtuvo sólo luego de la quinta infiltración de AH. Los cambios favorables con respecto al dolor de reposo fueron significativos, con un valor promedio inicial de 30.5 mm y mostró un descenso hasta 3.5 mm luego de la quinta infiltración, nivel que se mantuvo hasta la finalización del estudio.
Se observó un incremento notable en la flexión de la rodilla. Al comienzo de la investigación, la mayoría de los pacientes (72%) presentaba una flexión limitada entre 90° y 110°. Sólo el 28% de estos casos tenía una flexión casi normal > 110°. Sin embargo, al término del estudio todos mostraron mejoría de la flexión, con valores superiores a los 110°.
La evaluación general se realizó mediante un sistema de puntuación basado en el índice de Lequesne. El índice promedio inicial fue 10.58, con una mejoría significativa hacia el final del estudio, cuando alcanzó un valor promedio de 5.7. No existieron diferencias significativas en relación con el sexo o la edad.
Seguridad
No se registraron efectos adversos de importancia con respecto a los valores iniciales hematológicos y bioquímicos evaluados en estos pacientes. El único fue un dolor transitorio en el sitio de infiltración (89.6% de los casos). Sin embargo, la duración promedio del dolor fue de 71.03 ± 37.72 minutos. También se detectó la presencia de eritema en el sitio de punción en el 10.4% de los pacientes, con resolución espontánea y sin necesidad de tratamiento adicional.
Discusión
Este estudio abierto y sin grupo control en 30 pacientes, diseñado principalmente para evaluar la seguridad y la eficacia del AH, mostró que éste es bien tolerado por los pacientes con artrosis primaria de rodilla. Al compararlo con estudios de otros autores, se observaron efectos similares.
Un ciclo terapéutico de 5 infiltraciones de AH produjo alivio del dolor, que continuó durante al menos 6 meses después del comienzo del tratamiento. Estos ciclos, repetidos cada 6 meses, han mostrado alivio de los síntomas durante 2 años.
El AH fue bien tolerado; el único efecto adverso observado con frecuencia significativa fue el dolor en el sitio de administración. La baja incidencia de reacciones adversas y la seguridad del AH lo hacen particularmente apto para el tratamiento de la artrosis en pacientes ancianos que no toleran los AINE.
Según los autores, a pesar de que este estudio carece de un grupo control, la mejoría significativa de todas las variables consideradas es corroborada por los resultados obtenidos por otros autores en estudios comparativos. En esos ensayos, se observó mejoría sustancial de los síntomas al comparar AINE por vía oral frente a infiltración intraarticular con solución salina.
Conclusiones
En este estudio abierto, un solo ciclo terapéutico de 5 infiltraciones intraarticulares con AH fue bien tolerado y resultó eficaz en pacientes con artrosis de rodilla, sin que se presentaran efectos adversos sistémicos atribuibles al tratamiento, el cual redujo el dolor de rodilla y aumentó la movilidad articular. La mayoría de las mejorías obtenidas desde el inicio se mantuvieron hasta el final de los 6 meses de seguimiento.
Especialidad: Bibliografía