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Duración del Sueño y Diabetes

  • TITULO : Duración del Sueño y Diabetes
  • AUTOR : Heianza Y, Kato K, Sone H y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL : Role of Sleep Duration as a Risk Factor for Type 2 Diabetes Among Adults of Different Ages in Japan: The Niigata Wellness Study
  • CITA : Diabetic Medicine 31(11): 1363-1367, Nov 2014
  • MICRO : La duración corta del sueño fue un factor predictivo de aparición de diabetes entre adultos menores de 45 años, pero no así en los mayores de 60 años.

Introducción y objetivos

Existen indicios de que un tiempo de sueño corto es un factor de riesgo para la aparición futura de diabetes mellitus tipo 2 (DBT2). Se ha demostrado también, por medio de métodos objetivos de medición, que la duración total del sueño disminuye con la edad, pero no se sabe si el riesgo de aparición de diabetes, asociado con el acortamiento de la duración del sueño, varía con el avance de la edad.

Además, algunas investigaciones han informado que el tiempo de sueño corto, especialmente en los adultos jóvenes, se vincula con obesidad, acumulación de grasa y aparición de hipertensión arterial. Se sospecha que el riesgo de adquirir estas enfermedades es diferente para los individuos de distintas edades.

Los indicios de que el tiempo corto de sueño es un factor de riesgo para el surgimiento futuro de diabetes provienen sobre todo de poblaciones occidentales. Los estudios longitudinales realizados hasta la fecha en Japón han incluido un número escaso de pacientes y han tenido un tiempo de seguimiento corto. Por este motivo, los autores de esta investigación llevaron a cabo un estudio longitudinal de ocho años de seguimiento, para evaluar el papel de la duración del sueño como factor de riesgo de la aparición de DBT2, en adultos de diferentes edades, pertenecientes a una cohorte de individuos japoneses sanos.

 

Pacientes y métodos

Se revisaron los datos de 41 030 individuos a los que se les realizó un examen de salud entre 1999 y 2004, en una institución de salud ocupacional en Japón. Los participantes fueron reexaminados ocho años después del primer examen. Fueron excluidos los sujetos que no se encontraban en ayunas en alguno de los dos exámenes (n = 43). Otros 60 individuos fueron excluidos por carecerse de datos de seguimiento. También se excluyeron los participantes que referían un patrón inusualmente anormal de sueño al inicio del estudio (n = 24) y aquellos con diabetes conocida al inicio de la investigación (n = 1 916). La investigación se realizó con 38 987 participantes de entre 18 y 83 años, fue aprobado por el comité de ética institucional y siguió las recomendaciones del gobierno japonés para los estudios epidemiológicos.

Las personas incluidas respondieron una lista de preguntas sobre características demográficas, antecedentes médicos, hábitos de salud y exámenes anuales de salud, y registraron la duración diaria del sueño en horas y minutos. El diagnóstico de DBT2 se hizo a partir de un valor de glucemia en ayunas ≥ 7.0 mmol/l, un nivel de hemoglobina glucosilada > 6.5% o por la referencia suministrada por el mismo paciente de un diagnóstico anterior.

Para el análisis estadístico de los datos, la duración del sueño se dividió en seis categorías (hasta 5.5 h, más de 5.5 a 6.5 h, más de 6.5 a 7.0 h, más de 7.0 a 7.5 h, más de 7.5 a 8.0 h y más de 8.0 h); la edad de los participantes se dividió en tres categorías (hasta 45 años, de 46 a 59 años y mayores de 60 años). Se utilizó un modelo de regresión logística para estimar los odds ratio para la aparición de diabetes en las distintas categorías de sueño y según los grupos etarios. Un valor de p < 0.05 fue considerado estadísticamente significativo.

 

Resultados

Durante los ocho años de seguimiento, 2 085 individuos evolucionaron a DBT2. Los participantes con duración corta del sueño eran con mayor frecuencia jóvenes, tenían trabajos nocturnos o presentaban sobrepeso u obesidad al comienzo del estudio. Los participantes con duración del sueño menor de 6.5 h tuvieron mayor riesgo de presentar DBT2 en el análisis sin ajuste (OR: 1.50; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1.19 a 1.89). En el modelo ajustado, el OR fue de 1.53 (IC 95%: 1.19 a 1.97). La menor incidencia de DBT2 tuvo lugar en la categoría de tiempo de sueño entre más de 7.0 y 7.5 h. La asociación entre duración corta del sueño y riesgo de diabetes no fue significativa para los individuos mayores de 60 años (OR: 1.72; IC 95%: 0.75 a 3.92). Entre las personas de hasta 45 años, el sueño de duración corta se asoció en forma significativa con mayor riesgo de presentar DBT2 (OR: 1.61; IC 95%: 1.08 a 2.42). La duración del sueño por más de 7 h aumentó significativamente el riesgo de presentar DBT2 en los individuos de hasta 45 años, pero no así en los individuos mayores de 60 años.

Los autores analizaron si la presencia de valores de glucemia en ayunas anormales hacían variar el riesgo hallado; los resultados mostraron que no hubo diferencias en el riesgo de presentar DBT2 para aquellos participantes con glucemia anormal en ayunas al inicio del estudio, frente a los que presentaban valores normales de glucemia en ayunas.

 

Discusión y conclusiones

Una duración del sueño corta (menos de 6.5 h/día) se asoció con un mayor riesgo de DBT2, en comparación con una duración del sueño de 7.0 a 7.5 h/día, especialmente en individuos menores de 60 años. Aunque la duración del sueño de 7.0 a 7.5 h/día se vinculó con la menor incidencia de DBT2 en los diferentes grupos etarios, no se encontró una correlación significativa entre la duración del sueño y la diabetes en las personas añosas. La duración corta del sueño se asoció con un riesgo elevado a largo plazo de evolucionar a diabetes, aun en aquellos individuos con glucemia inicial normal.

De acuerdo con una revisión publicada, la duración corta del sueño podría contribuir directamente a la aparición de una sensibilidad disminuida a la insulina, o a una alteración en el metabolismo de la glucosa, y podría influir, indirectamente, la aparición de diabetes mediante alteración de la regulación del apetito, lo que puede llevar a un aumento del peso corporal. La duración insuficiente del sueño podría causar alteraciones en la actividad del sistema nervioso simpático y del eje hipotálamo-hipofisario-suprarrenal, que podrían inducir un aumento en las concentraciones vespertinas de cortisol, niveles aumentados de grelina y niveles disminuidos de leptina.

Los resultados de un metanálisis de estudios de cohortes también indicaron que un tiempo de sueño corto era un factor de riesgo para la aparición de diabetes en diferentes poblaciones, aunque no quedaba claro si los cambios en la duración del sueño que tienen lugar con la edad avanzada modificaban el riesgo de presentar diabetes.

Los investigadores de este estudio observaron que la asociación entre la duración del sueño y la diabetes se atenuaba con el avance de la edad, aunque otros investigadores de los Estados Unidos y de Australia informaron datos contrarios, con la sugerencia de que un sueño nocturno corto aumentaba el riesgo de diabetes. En el estudio actual se consideró el tiempo total de sueño, sin diferenciar el sueño nocturno del sueño en otros momentos del día. Se sabe que la edad avanzada se asocia con cambios en el tiempo de sueño y también en la arquitectura del sueño. Se ha comunicado que la duración corta del sueño no se vincula con obesidad ni con hipertensión arterial en los ancianos.

Los autores del presente estudio no pueden descartar completamente que su población de ancianos haya estado compuesta preferentemente por individuos preocupados por su salud, conscientes de los factores conductuales, incluido el tiempo diario de sueño, por lo cual no se puso de manifiesto en esta cohorte el riesgo incrementado de presentar diabetes.

Aunque el estudio no puede determinar con precisión los mecanismos subyacentes, los datos sugieren que la modificación del tiempo corto de sueño, así como el tratamiento de sus causas, podría ser de particular importancia para la prevención de la aparición de diabetes futura en los adultos jóvenes y personas de mediana edad.

Los expertos reconocen varias limitaciones a su investigación. La duración del sueño fue evaluada mediante un cuestionario no validado, completado por el mismo paciente, con lo cual no puede descartarse la presencia de un subregistro o de un sobrerregistro. El estudio no realizó ajustes para ciertos factores de confusión potenciales, como la calidad del sueño o la presencia de depresión o de otro trastorno psiquiátrico, aunque una investigación reciente encontró que las características del sueño se vinculaban con el riesgo de diabetes, con independencia de los trastornos mentales asociados. Tampoco se dispusieron de datos tales como el tipo de dieta o la presencia de antecedentes familiares de diabetes, los que podrían haber constituido factores de confusión. Los participantes del estudio eran individuos que realizaban controles periódicos de salud, lo que implica condiciones particulares de estilo de vida y de prácticas del cuidado de la salud, que pueden diferir sensiblemente de las condiciones de otras poblaciones. Finalmente, los resultados de este estudio, realizado sobre una población japonesa, deben ser extrapolados con precaución a poblaciones de etnias diferentes.

En conclusión, una duración corta del sueño fue un factor pronóstico de diabetes entre adultos japoneses menores de 45 años, pero no así en los mayores de 60 años. En la población menor de 45 años, el diagnóstico y el tratamiento del sueño corto y de sus causas pueden ser de particular importancia para prevenir la aparición de diabetes. 

Especialidad: Bibliografía - Clínica Médica - Endocrinología

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