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Efectos de L-Carnitina en Pacientes con Infección por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana y Fatiga

  • TITULO : Efectos de L-Carnitina en Pacientes con Infección por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana y Fatiga
  • AUTOR : Cruciani R, Revuelta M, Cruciani N y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL : L-Carnitine Supplementation in Patients with HIV/AIDS and Fatigue: A Double-Blind, Placebo-Controlled Pilot Study
  • CITA : HIV/AIDS (Auckland, N.Z.) 7:65-73, Feb 2015
  • MICRO : En los pacientes con infección avanzada por el VIH y fatiga, la administración de 3 g de L-carnitina por vía oral durante 2 semanas no mejoró la fatiga. Es posible que la utilización de dosis más altas por períodos prolongados se asocie con efectos favorables. La reducción de los niveles séricos de lactato sugiere un posible papel favorable de la L-carnitina en los enfermos que reciben ciertos antirretrovirales.

Introducción

En los pacientes infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), la fatiga es un síntoma muy frecuente, con una prevalencia de hasta el 80% en los enfermos con síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida). La fatiga persistente obedece a múltiples factores, pero la anemia, las terapias específicas, los fármacos de acción central, los trastornos metabólicos y del estado de ánimo, y las deficiencias de micronutrientes, entre ellos la carnitina, son algunas de las causas más importantes de la fatiga. La carnitina interviene en la translocación de los ácidos grasos de cadena larga a la matriz mitocondrial para la producción de energía, y es importante para la eliminación de los productos acilo. La deficiencia de carnitina es habitual en los pacientes con cáncer, insuficiencia renal, insuficiencia hepática e infección por VIH/sida niños y adultos. Sin embargo, hasta ahora los efectos del aporte de L-carnitina en los enfermos VIH positivos con fatiga se conocen poco. El objetivo del presente estudio fue analizar la eficacia de los suplementos con L-carnitina sobre la fatiga en enfermos con infección avanzada en estadio terminal por VIH o sida, y deficiencia de carnitina.

Pacientes y métodos

El propósito de la investigación, de diseño aleatorizado, a doble ciego, controlado con placebo y de grupos paralelos, fue establecer la eficacia del aporte de L-carnitina sobre la fatiga en pacientes con infección terminal por VIH o sida, y niveles séricos disminuidos de carnitina. También se analizaron la concentración plasmática de carnitina, el estado general, la función cognitiva, el estado de ánimo, la calidad de vida, el recuento de linfocitos T CD4+ y T CD8+, y los niveles séricos de ácido láctico.

Se evaluaron pacientes adultos con infección por VIH/sida asistidos en el Beth Israel Medical Center. Los enfermos debían referir fatiga de intensidad moderada a grave, estado general de 50 o más puntos en el Karnofsky Performance Status (KPS), y deficiencia de carnitina, es decir, niveles séricos de carnitina libre < 35 nM/l en los hombres y < 25 nM/l en las mujeres (valores normales de 35 a 67 y de 25 a 55 nM/l, respectivamente), valorados por medio de cromatografía de líquidos de alta resolución con espectrometría de masa, o cociente de acil-carnitina > 0.4. Los enfermos estaban tratados con distintos esquemas de antirretrovirales.

En los pacientes con deficiencia de carnitina se realizaron estudios bioquímicos adicionales, entre ellos, hemograma completo y valoración de los niveles de creatinina, electrolitos, albúmina, creatina-fosfocinasa, ácido láctico, ferritina, vitamina B12, folato y testosterona, pruebas de función renal y hepática, tiempo de protrombiona/tiempo parcial de tromboplastina, pruebas de función tiroidea, capacidad total de fijación del hierro, recuento de linfocitos T CD4+, carga viral y serología para el virus de la hepatitis C.

Los pacientes fueron asignados a recibir placebo o L-carnitina; en la aleatorización se tuvieron en cuenta los niveles séricos de hemoglobina (por debajo o por encima de 10 g/dl). La dosis inicial de L-carnitina fue de 0.5 g una vez por día durante 2 días, con aumentos graduales hasta la dosis final de 1.5 g 2 veces por día durante 8 días. La fase a doble ciego fue seguida de una fase abierta de 2 semanas, durante las cuales todos los enfermos recibieron L-carnitina.

Los pacientes completaron el Brief Fatigue Inventory (BFI), que permite conocer la intensidad de la fatiga (peor, habitual y en el momento de la valoración) y la interferencia de la fatiga en las actividades cotidianas; la Linear Analog Scale-Anemia (LASA), que consiste en dominios de energía, actividad y calidad de vida valorados con escalas visuales analógicas de 100 mm; el Functional Assessment Cancer Therapy (FACT), un instrumento de múltiples dimensiones para conocer la calidad de vida, en sus dominios de bienestar físico, bienestar emocional, bienestar social, funcionalidad y función cognitiva; el Mini Mental Status Examination (MMSE), para la valoración de la memoria, la habilidad espacial, la comprensión del lenguaje y el razonamiento; el KPS; la Memorial Symptom Assessment Scale-Short Form (MSAS-SF), que valora 32 síntomas físicos y psicológicos en la semana previa; y la Clinical Evaluation Scale of Depression (CES-D), de 20 secciones que reflejan los síntomas depresivos en la última semana. Se tuvieron en cuenta los efectos adversos. El análisis principal se realizó con modelos de regresión mixta; el criterio principal de valoración fue el cambio en el puntaje de fatiga en el BFI.

Resultados

El estudio se interrumpió antes de que se reuniera la muestra estimada de enfermos; los análisis se realizaron con 17 pacientes asignados a placebo y 18 enfermos tratados con L-carnitina.

Treinta y cinco de los 53 enfermos en quienes se determinaron los niveles séricos de carnitina presentaron niveles por debajo de los normales, de modo que la prevalencia de deficiencia de carnitina en esta cohorte fue del 66%. Las características clínicas y demográficas fueron similares en todos los participantes; la edad no difirió entre los grupos. Sin embargo, el porcentaje de mujeres fue más alto en el grupo del placebo (18%) en comparación con el grupo activo (6%); la diferencia no fue significativa (p = 0.3). Aunque la distribución por raza y etnia no fue homogénea entre los grupos, las diferencias no fueron sustanciales en ningún caso.

El criterio principal de valoración, es decir, los cambios en el BFI (peor fatiga, fatiga en el momento de la valoración y fatiga habitual) no difirieron entre el grupo activo y el del placebo (p = 0.22; p = 0.31 y 0.35, respectivamente). Entre las variables secundarias de valoración se observaron mejoras importantes en las secciones de distrés físico y distrés psicológico de la MSAS-SF, y el dominio de funcionamiento cognitivo de la FACT (p < 0.08, p < 0.05 y p < 0.06, respectivamente). Todos los parámetros de laboratorio fueron similares en los 2 grupos, a excepción de los niveles de lactato, que se redujeron respecto de los valores basales en el grupo activo (1.45 ± 0.76 mmol/l y 1.28 ± 0.52 mmol/l) y aumentaron en el grupo del placebo (1.38 ± 0.62 mmol/l y 1.84 ± 0.74 mmol/l; p < 0.005). Las restantes variables de valoración (KPS, LASA y CES-D) fueron semejantes en los 2 grupos.

Durante la fase abierta, los pacientes de ambos grupos recibieron 3 g de L-carnitina. En los enfermos tratados desde el principio con L-carnitina, los niveles de este micronutriente permanecieron elevados, en tanto que en los originalmente asignados a placebo se comprobó un aumento de la concentración de L-carnitina, de modo que las diferencias entre los grupos se redujeron (p < 0.32 para la carnitina libre y p < 0.31 para la carnitina total). El criterio principal y los criterios secundarios de valoración fueron similares en los 2 grupos, a excepción de los puntajes para la fatiga usual del BFI, significativamente más bajos en el grupo asignado inicialmente a L-carnitina (p < 0.05). El suplemento de L-carnitina se toleró bien.

Discusión

En el presente estudio aleatorizado y a doble ciego en enfermos con infección terminal por VIH y deficiencia de carnitina, el aporte de L-carnitina en dosis de 3 g por día no se asoció con mejoras importantes de la fatiga (criterio principal de valoración). Tampoco se observaron beneficios con el tratamiento en la función, la calidad de vida y el estado de ánimo; las únicas excepciones fueron la escala de distrés psicológico de la MSAS (p < 0.05) y la tendencia favorable en el puntaje de funcionamiento cognitivo de la FACT (p < 0.07). Los resultados son opuestos a los referidos en trabajos anteriores en enfermos con cáncer o enfermedad hepática, o en sujetos de edad avanzada con síntomas de fatiga, posiblemente en relación con las diferencias en las poblaciones analizadas, la duración y la dosis del tratamiento con L-carnitina, la adhesión a la terapia y la administración concomitante de otros suplementos. El 83% de los enfermos evaluados en la presente ocasión tenían una expectativa de vida menor de un mes; en cambio, en la mayoría de los trabajos anteriores se evaluaron pacientes más estables. Dado que la duración del tratamiento varía considerablemente de una investigación a otra (desde 2 semanas hasta 16 semanas), el aporte durante solo 2 semanas pudo haber sido insuficiente. La dosis también fue muy variable: de 2 a 6 g por día; es posible que se requieran dosis > 3 g por día para obtener efectos positivos sobre la fatiga.

La reducción de los niveles séricos de lactato fue una observación interesante en asociación con el aporte de L-carnitina, ya que la frecuencia de acidosis láctica de tipo B, en los pacientes con infección por el VIH tratados con inhibidores nucleósidos de la transcriptasa inversa, es de 8% a 35%. Veintitrés pacientes de la presente investigación recibían ritonavir, de forma aislada o en combinación con lopinavir, un fármaco asociado con acidosis láctica en alrededor del 2% de los casos; 19 pacientes recibían tenofovir, un fármaco de primera línea para el tratamiento de la hepatitis crónica por virus B, también asociado con acidosis láctica. Si bien la complicación suele ser de intensidad leve, puede progresar y tornarse grave (niveles séricos de lactato > 5 mmol/l). En este contexto, los resultados del presente estudio son alentadores. Los autores destacan la posibilidad de que la muestra analizada en esta ocasión no sea suficiente para detectar diferencias importantes en el criterio de valoración; de hecho, se comprobaron resultados positivos en algunos criterios secundarios de análisis. Sin embargo, los resultados serán importantes en el momento de diseñar investigaciones destinadas a conocer con precisión el papel del aporte de L-carnitina sobre la fatiga en los pacientes con infección avanzada por el VIH.

Especialidad: Bibliografía - Neurología

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