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Efectos Protectores Estructurales del Condroitín Sulfato en la Artrosis de Rodilla
- AUTOR : Wildi L, Raynauld J, Pelletier J y colaboradores
- TITULO ORIGINAL : Chondroitin Sulphate Reduces Both Cartilage Volume Loss and Bone Marrow Lesions in Knee Osteoarthritis Patients Starting as Early as 6 Months After Initiation of Therapy: a Randomised, Double-Blind, Placebo-Controlled Pilot Study Using MRI
- CITA : Annals of the Rheumatic Diseases 70(6):982-989, Jun 2011
- MICRO : El condroitín sulfato redujo significativamente la pérdida del volumen del cartílago en la artrosis de rodilla desde los 6 meses y las lesiones de la médula del hueso subcondral a los 12 meses. Estos hallazgos indican un efecto protector sobre la estructura articular.
Introducción
La artrosis es el trastorno musculoesquelético más prevalente y afecta principalmente a las personas mayores. El tratamiento habitual de la artrosis consiste en combinaciones de terapias farmacológicas y no farmacológicas para aliviar el dolor y mantener la movilidad articular y, en las últimas décadas, se elaboraron tratamientos capaces de alterar el curso de la enfermedad, con bajo riesgo de efectos adversos. En los ensayos clínicos, solo se encontraron pocos fármacos capaces de influir sobre el curso de la enfermedad, como el condroitín sulfato (CS), la glucosamina, la diacereína, la doxiciclina y la licofelona. Sin embargo, la mayoría de esas investigaciones utilizaron radiografías convencionales para evaluar los agentes modificadores de la enfermedad, las cuales, si bien están aceptadas, sólo permiten una evaluación indirecta del cartílago. La resonancia magnética (RM) permite evaluar cuantitativamente el grosor y volumen del cartílago, así como otros cambios estructurales en la articulación a nivel del hueso subcondral, los meniscos y la membrana sinovial.
El CS es un glucosaminglicano, que es el principal componente del cartílago articular. En la artrosis, el CS modificó el proceso de muerte celular de los condrocitos, mejoró el equilibrio entre el anabolismo y el catabolismo de la matriz extracelular del cartílago, redujo algunos factores proinflamatorios y catabólicos, y disminuyó las propiedades resortivas de los osteoblastos del hueso subcondral. Además, los metanálisis de los estudios controlados con placebo y aleatorizados demostraron la eficacia del CS en el alivio del dolor articular. El objetivo de esta investigación fue confirmar, con la utilización de RM, los hallazgos radiológicos observados antes acerca de los efectos del CS sobre la pérdida del volumen del cartílago en la artrosis de rodilla, así como evaluar los efectos a nivel del hueso subcondral, la sinovitis y los síntomas de la enfermedad.
Pacientes y métodos
El diseño de este estudio piloto fue aleatorizado, multicéntrico, a doble ciego, controlado con placebo; la fase a doble ciego fue de 6 meses y fue seguida por una fase abierta de otros 6 meses. La investigación se realizó entre febrero de 2008 y octubre de 2009. Se reclutaron 70 pacientes de ambos sexos entre 40 y 80 años, atendidos en una clínica de reumatología de Quebec, Canadá con artrosis primaria de rodilla. Los criterios de inclusión fueron la artrosis primaria de rodilla diagnosticada por los criterios clínicos y radiológicos del American College of Rheumatology (ACR), los signos de sinovitis, una gravedad de la enfermedad de grado 2-3, de acuerdo con el sistema radiográfico de Kellgren–Lawrence, un espacio mínimo articular medial de 2 mm en la radiografía de rodilla y un índice de dolor de por lo menos 40 mm medido en una escala analógica visual (EAV).
Los participantes se dividieron al azar para recibir CS en dosis de 800 mg o placebo 1 vez por día durante la fase a doble ciego (6 meses), seguido por una fase abierta de 6 meses con CS en dosis de 800 mg 1 vez por día en ambos grupos. Se permitió continuar con la ingesta de fármacos para la osteoporosis y de antiinflamatorios no esteroides (AINE). Como medicación de rescate del dolor, se permitió el uso de paracetamol (hasta 3 g/día). Durante la fase abierta se permitió el uso de AINE por demanda. Estos agentes debían interrumpirse 24 horas antes de las evaluaciones de seguimiento.
La adhesión al tratamiento se evaluó mediante el recuento de comprimidos.
En la visita de selección, realizada de 7 a 14 días antes de la RM basal, se realizó un examen físico de las articulaciones, radiografías y recolección de muestras de sangre para pruebas de laboratorio de rutina. Durante el seguimiento, se repitió el examen físico a los 3, 6 y 12 meses. Se procedió a contactar a los pacientes cada 45 días para recabar los posibles efectos adversos. La RM se efectuó al inicio, a los 6 y 12 meses, y se determinó el volumen del cartílago, el engrosamiento de la membrana sinovial y las lesiones de la médula del hueso subcondral. Los síntomas (dolor, funcionalidad y rigidez) se evaluaron al inicio y a los 1.5, 3, 6 y 12 meses mediante el cuestionario Western Ontario McMaster Universities Osteoarthritis Index (WOMAC) y el dolor se evaluó también en una EAV. El impacto sobre la calidad de vida se evaluó al inicio y a los 3, 6 y 12 meses con el cuestionario Short Form 36 General Health (SF-36).
Se realizaron análisis descriptivos para todas las variables; para las variables continuas, se utilizaron las medidas de tendencia central (media, mediana) y de dispersión (desvío estándar) y, para las variables categóricas, los porcentajes. Los valores de p se determinaron por análisis de covarianza, y en los cuales la variable dependiente fue el volumen del cartílago a los 6 y 12 meses y, las variables independientes, el volumen del cartílago al inicio y durante el tratamiento. Se realizaron ajustes por diversas variables. Los análisis por protocolo se realizaron separadamente para la fase a doble ciego y la de tipo abierto. Se consideró significativo un valor de p inferior al 5%.
Los criterios principales de valoración fueron los cambios estructurales observados en la membrana sinovial, en el cartílago y el hueso; así como los niveles de dolor.
Resultados
Participaron 69 pacientes, de los cuales 62 (88.6%) completaron la fase a doble ciego, 58 continuaron en la fase abierta y la completaron 54 (93.1%). En total, 54 personas (78%) completaron ambas fases. Las características basales fueron similares entre los grupos de CS y placebo, con la excepción de que en el primero hubo pacientes de menor edad.
El grupo de CS presentó una menor pérdida de volumen del cartílago, estadísticamente significativa, ya desde los 6 meses, en comparación con el grupo placebo, en toda la rodilla (p = 0.030), el compartimiento lateral (p = 0.015) y el platillo tibial (p = 0.002) y la significación persistió a los 12 meses. Con respecto a las lesiones en la médula del hueso subcondral, no se encontraron diferencias entre los grupos a los 6 meses; pero a los 12 meses se constataron diferencias significativas en el compartimiento lateral (p = 0.035) y el cóndilo femoral lateral (p = 0.044); una tendencia favorable para toda la rodilla (p = 0.062) y ausencia de diferencias en la tróclea. No se encontraron diferencias entre los grupos en la fase a doble ciego en el engrosamiento sinovial. Los pacientes tratados concomitantemente con CS y AINE presentaron a los 6 meses un menor engrosamiento en la membrana sinovial (p = 0.029) y una incidencia inferior de tumefacción articular (p = 0.092) comparado con el placebo más AINE.
No se encontraron diferencias significativas en los síntomas evaluados en la EAV y el cuestionario WOMAC o la calidad de vida.
Las reacciones adversas fueron similares entre los grupos, excepto por la mayor frecuencia de infecciones y trastornos cutáneos en el grupo de CS. No se registraron efectos adversos graves relacionados con los fármacos.
Discusión
Según los autores, su estudio piloto demostró por primera vez efectos protectores estructurales del CS en la artrosis de rodilla, ya desde los 6 meses de tratamiento. La reducción en la pérdida del cartílago en el compartimiento tibiofemoral lateral se asoció con una disminución en las lesiones de la médula del hueso subcondral. Las lesiones de la médula ósea del hueso subcondral se habían asociado con progresión de las lesiones del cartílago. Este ensayo también fue el primero en evaluar cuantitativamente por RM, el potencial para modificar la enfermedad del CS en la artrosis de rodilla. Los resultados positivos obtenidos son congruentes con los encontrados en los estudios que utilizaron la evaluación radiográfica. El corto tiempo (6 meses) para obtener resultados positivos demostró la superioridad de la RM como método de evaluación.
El efecto de la combinación de CS con AINE sobre el grosor de la membrana sinovial y la incidencia de tumefacción articular es interesante, con un impacto en la práctica clínica y merece más investigación. La ausencia de diferencias entre los grupos en los síntomas puede explicarse por el uso de paracetamol como medicación de rescate y de AINE.
El perfil de seguridad del CS fue excelente y confirma los hallazgos de los ensayos previos.
Conclusión
El CS redujo significativamente la pérdida del volumen del cartílago en la artrosis de rodilla desde los 6 meses y las lesiones de la médula del hueso subcondral a los 12 meses. Estos hallazgos indican un efecto protector sobre la estructura articular del CS. El CS demostró ser un agente seguro, con un efecto positivo global sobre los cambios estructurales articulares de la artrosis de rodilla.
Ref : REUMATO, TRAUMA, ARTRILASE COMPLEX.
Especialidad: Bibliografía - Reumatología - Traumatología