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El Indice de Ritmo Circadiano como Marcador en la Detección del Trastorno Bipolar
- TITULO : El Indice de Ritmo Circadiano como Marcador en la Detección del Trastorno Bipolar
- AUTOR : Grierson A, Hickie I, Scott J
- TITULO ORIGINAL : Circadian Rhythmicity in Emerging Mood Disorders: State or Trait Marker?
- CITA : International Journal of Bipolar Disorders 4(1), Ene 2016
- MICRO : En el presente estudio, los parámetros circadianos se evaluaron como posibles marcadores en el trastorno bipolar en pacientes jóvenes.
Introducción
Los fenómenos que acompañan las alteraciones del ritmo circadiano frecuentemente tienen puntos en común con los síntomas de los trastornos del estado del ánimo e, incluso, pueden provocarlos o prolongarlos en el tiempo. Esto destaca la importancia de la investigación de los trastornos del ciclo sueño-vigilia en los trastornos del estado de ánimo, como el trastorno bipolar (TBP) y la depresión unipolar (DU). Sin embargo, la mayoría de los estudios sobre trastornos del ritmo circadiano en relación con los trastornos del estado de ánimo se centraron en muestras de adultos mayores con TBP o DU ya establecidos, con antecedentes de múltiples episodios del estado de ánimo y con alta prevalencia de comorbilidad física y mental, que recibían regímenes complejos de tratamiento y con un índice de masa corporal (IMC) elevado, lo que impide identificar correctamente las asociaciones y las diferencias entre las alteraciones del ritmo circadiano y del estado de ánimo.
Se efectuaron pocas investigaciones sobre el papel de los desórdenes del ritmo circadiano en la DU y el TBP en pacientes jóvenes; en especial, son escasas las relacionadas con el episodio de inicio o primer episodio tratado.
Los estudios centrados en la medición de los parámetros circadianos que utilizaron actigrafía, en general incluyeron a jóvenes con una amplia gama de trastornos (ansiedad, DU, TBP, psicosis), pero no se analizaron otras variables con influencia conocida en los ritmos circadianos, como la edad, el estado puberal o el IMC.
Existe abundante bibliografía sobre los parámetros de los ritmos circadianos en la juventud medidos por actigrafía. Sin embargo, muchos médicos no están familiarizados con la importancia de algunas medidas o no saben cómo interpretar algunos de los parámetros circadianos (alfa, beta, mesor). Por lo tanto, puede ser útil seleccionar los marcadores que mostraron diferencias entre los jóvenes con trastornos del estado de ánimo, en comparación con controles sanos o con pacientes con trastornos mentales, que puedan ser entendidos por los profesionales. Los tres parámetros circadianos más adecuados para este fin son amplitud, acrofase e índice de ritmo circadiano. Este estudio examinó el papel de los marcadores seleccionados en jóvenes que consultaron por primera vez, entre los 13 y los 25 años, en los servicios clínicos por un primer episodio de alteración del estado de ánimo. El estudio se enfoca en los tres parámetros mencionados. El objetivo fue evaluar la asociación entre amplitud, acrofase e índice de ritmo circadiano con la edad, el sexo, el IMC, la duración de la enfermedad y la gravedad de los síntomas en la población incluida, y comparar estos parámetros circadianos en el TBP y la DU.
Materiales y métodos
Se incluyeron en el estudio jóvenes de entre 13 y 25 años, con trastorno del estado de ánimo de inicio reciente, según la cuarta edición revisada del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV R), que acudieron a los servicios de salud mental en la ciudad de Sydney, Australia y sus alrededores, a quienes se invitó a participar en una serie de estudios de salud mental y física, incluida la investigación sobre sueño y actigrafía.
Los criterios de exclusión fueron un valor de coeficiente intelectual menor de 70 o antecedentes de lesión cefálica; trastorno del estado de ánimo secundario a una condición clínica o a un trastorno psicótico; trastorno primario por consumo de drogas o alcohol; riesgo de suicidio o autolesión; uso regular de fármacos que afecten el sueño, la melatonina, el ritmo circadiano o el estado de alerta; datos de otras condiciones clínicas, neurológicas o relacionadas con el sueño que puedan explicar el cuadro depresivo o que contribuyan a la alteración del ciclo sueño-vigilia y, por último, haber realizado recientemente un viaje transmeridional.
Los participantes completaron una evaluación clínica detallada a partir de una entrevista clínica estructurada. Para el estudio se utilizó la información sobre la edad y el sexo, la historia clínica personal, la gravedad de los síntomas y el perfil de sueño. Un psicólogo o un psiquiatra establecieron el diagnóstico de TBP o DU de acuerdo con los criterios del DSM-IV R. Aunque los sujetos consultaban por primera vez por un episodio sindrómico, esto no significó necesariamente que fuera la primera vez que experimentaban síntomas clínicos o subclínicos; por lo tanto, se midió el tiempo transcurrido entre la aparición de alguno de los síntomas y la consulta, y se consignó como la duración de la enfermedad. También se registraron los fármacos indicados y el IMC.
La gravedad de los síntomas del estado de ánimo se evaluó con la Hamilton Rating Scale for Depression (HRSD) de 17 ítems y la Young Mania Rating Scale (YMRS)de 11 ítems. Se realizaron determinaciones para evaluar el perfil de sueño durante 5 a 14 días mediante un sistema de monitoreo portátil (Actiwatch) y la detección del ciclo de sueño-vigilia se llevó a cabo automáticamente con un software.
En este estudio se evaluaron tres parámetros fundamentales: amplitud, acrofase e índice de ritmo circadiano. La amplitud es la medida del rango de los niveles de actividad durante 24 horas. La acrofase es un marcador que mide el adelanto o el retraso en el tiempo de máxima actividad. El índice de ritmo circadiano (R2) es un indicador de la fuerza de los ritmos circadianos; también se denomina coeficiente de determinación.
Para los análisis estadísticos se utilizó un valor de alfa de 0.05. Las características clínicas y demográficas de los grupos con DU y TBP se compararon mediante análisis univariados. El coeficiente de correlación lineal de Pearson se utilizó para examinar cualquier asociación entre cada parámetro circadiano (acrofase, amplitud y R2) y las variables continuas de medición demográfica y las características de la enfermedad (edad, duración de la enfermedad, IMC, HRSD e YMRS). Luego se realizó un análisis de varianza (ANOVA) para cada parámetro circadiano según el subtipo de trastorno del estado de ánimo (DU o TBP), teniendo en cuenta el sexo, la edad, la duración de la enfermedad, el IMC y los resultados de la HRSD y la YMRS como covariables.
Resultados
Los grupos fueron similares en cuanto a sexo y edad y no hubo diferencias estadísticamente significativas en la duración de la enfermedad, el IMC o la gravedad de los síntomas. La mayoría de los jóvenes recibió un solo fármaco que, en general, fue un antidepresivo. En algunos casos de TBP también fue necesario agregar un estabilizador del estado de ánimo o un antipsicótico atípico.
Para el total de la población, los valores medios fueron de 2.04 para amplitud (desviación estándar [DE]: 0.76), 16.19 horas para acrofase (DE: 1.65) y 0.42 para R2 (DE: 0.13), sin diferencias significativas en relación con el sexo. La edad al momento del estudio se correlacionó negativamente con el R2 (r = -0.40; p = 0,001), mientras que la duración de la enfermedad se asoció de manera significativa y negativa con la amplitud (r = -0.25; p = 0.045) y el R2 (r = -0.33; p = 0,01). El puntaje de la YMRS se relacionó significativamente con la acrofase (r = 0.28; p = 0.03). El IMC y el resultado de la HRSD no se asociaron de manera significativa con ninguno de los parámetros circadianos. Se identificaron diferencias en términos de R2, pero no de amplitud ni acrofase, entre los pacientes con TBP y DU. En los casos de TBP, niveles mayores de síntomas maníacos o depresivos se asociaron con un índice de ritmo circadiano más bajo.
Discusión
El presente estudio exploró dos aspectos en pacientes jóvenes con trastornos del estado de ánimo: por un lado, la asociación entre los parámetros circadianos seleccionados y las características clínicas de los individuos y, por el otro, si algún parámetro específico estaba más frecuentemente afectado en la DU o en el TBP. Los resultaron mostraron una relación entre los parámetros circadianos seleccionados, el primer episodio del trastorno del estado de ánimo y la edad al momento del estudio. La duración mayor de la enfermedad se asoció con un R2 menor y con niveles menores de actividad en 24 horas. También existió una correlación inversa entre la edad y el índice de ritmo circadiano. Asimismo, la acrofase se asoció con el estado mental, de manera que se relacionó significativamente con la gravedad de los síntomas maníacos, no así con los depresivos. En conjunto, estos hallazgos sugieren que un valor de ritmo debilitado y la disminución de la actividad en 24 horas podrían ser marcadores de vulnerabilidad para la aparición de episodios de DU o TBP.
Los resultados de la acrofase sugieren que el momento de máxima actividad puede ser un marcador del estado de gravedad de los síntomas maníacos. El examen de los subtipos del trastorno del estado de ánimo sugiere que el índice de ritmo circadiano mostró una asociación más fuerte en los episodios de TBP en comparación con la DU. Además, mientras que las diferencias en el R2 en la DU fueron poco claras, en el TBP la disminución del ritmo circadiano se asoció con un puntaje mayor en la HRSD y en la YMRS.
Estos resultados parecen indicar que el debilitamiento del ritmo circadiano, especialmente relacionado con el aumento de la gravedad de los síntomas depresivos, es un marcador más específico en el TBP que en la DU en pacientes jóvenes.
Conclusiones
El presente estudio seleccionó marcadores circadianos (acrofase, amplitud e índice de ritmo circadiano) fáciles de interpretar clínicamente y que muestran una imagen integral de laalteración del ritmo circadiano en los trastornos del estado de ánimo. Los resultados proporcionaron información de los trastornos circadianos en pacientes jóvenes con trastornos del estado de ánimo que merecen mayor investigación, especialmente el hallazgo que señala que el índice de ritmo circadiano es menor en el TBP en comparación con la DU y que frente a mayor gravedad de los síntomas maníacos o depresivos, el R2 disminuye.
Especialidad: Bibliografía - Cardiología - Psiquiatría