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El Papel del Baclofeno para el Tratamiento de la Dependencia al Consumo de Alcohol

  • AUTOR : Muzyk A, Rivelli S, Gagliardi J
  • TITULO ORIGINAL : Defining the Role of Baclofen for the Treatment of Alcohol Dependence: A Systematic Review of the Evidence
  • CITA : CNS Drugs 26(1):68-78, 2012
  • MICRO : El baclofeno parece promover la abstinencia al reducir el craving y la ansiedad asociada con el alcohol. Ningún paciente presentó efectos adversos graves o informó euforia, deseos imperiosos de consumir baclofeno o síntomas al interrumpir la terapia con este agente; además, es bien tolerado en pacientes con cirrosis hepática moderada a grave, complicación frecuente de la dependencia al consumo de alcohol.

Introducción

La dependencia al consumo de alcohol es un trastorno crónico que representa un problema de salud pública a nivel mundial. Los trastornos debidos al uso de alcohol, ya sea el abuso o la dependencia, son responsables del 3.8% de las muertes en el mundo. Sólo el 24.1% de los pacientes que tiene dependencia al consumo de alcohol recibe tratamiento. Es necesario que las personas con problemas con el alcohol reciban tratamiento, ya que éste disminuye las tasas de recaídas y también la morbimortalidad asociada con esta problemática.

Desde que la Food and Drug Administration (FDA) de los EE.UU. aprobó el disulfiram en 1951, el primer fármaco para tratar la dependencia al consumo de alcohol, sólo dos drogas recibieron la aprobación para esta indicación: el acamprosato y la naltrexona por vía oral y por vía intramuscular. El acamprosato y la naltrexona, tanto en las formulaciones orales como intramusculares, demostraron tener eficacia significativa en comparación con placebo en ensayos clínicos realizados con estos fármacos. Sin embargo, algunas revisiones recientes obtenidas de la base de datos Cochrane mostraron que estos agentes ejercen efectos modestos.

Debido a la falta de datos consistentes que demuestren la eficacia de las drogas aprobadas por la FDA, se están probando fármacos con mecanismos novedosos de acción. El baclofeno, un agonista de los receptores GABAB, ha sido uno de los más estudiados. Parece mejorar los síntomas asociados con la ingesta de alcohol, como el deseo de consumir y la ansiedad, ambos factores de riesgo de recaídas en la adicción. Dos estudios mostraron que el baclofeno no sólo mejora la dependencia al alcohol sino que reduce el deseo de consumir, los pensamientos obsesivos y la ansiedad.

El objetivo de esta revisión fue presentar la información de ensayos clínicos controlados que estudiaron la eficacia del baclofeno en el tratamiento de la dependencia al consumo de alcohol para poder brindar información a los profesionales sobre la potencial utilidad de este fármaco.

Eficacia y seguridad del baclofeno para la dependencia alcohólica

Tres ensayos clínicos, aleatorizados y controlados fueron incluidos en la revisión. El primer estudio incluyó 39 personas con dependencia alcohólica. El diseño del ensayo clínico fue a doble ciego y controlado con placebo y evaluó el baclofeno en dosis de 30 mg/día por 4 semanas. Todos los participantes recibieron 4 sesiones de terapia individual. Ningún paciente tuvo comorbilidades clínicas o psiquiátricas. En comparación con placebo, se encontraron diferencias significativas en los días de abstinencia y la reducción en la cantidad ingerida de alcohol. No se comunicaron efectos adversos graves en las personas que recibieron baclofeno; tampoco se informó euforia ni deseos de consumo del fármaco.

En otro ensayo clínico realizado en 2007 en 84 personas se evaluó el efecto del baclofeno en dosis de de 30 mg sobre la abstinencia y las ansias de consumo (craving). También se estudió la seguridad y la eficacia en pacientes con cirrosis. El 33% de los participantes tenía hepatitis C. Todos los sujetos fueron tratados con diazepam para interrumpir la ingesta de alcohol y luego fueron elegidos aleatoriamente para recibir baclofeno o placebo por 12 semanas. Todos recibieron terapia psicológica. Fue el único estudio en el cual se evaluó la acción del baclofeno en pacientes con dependencia a consumo de alcohol con alguna enfermedad clínica. En los sujetos que recibieron baclofeno, la duración de la abstinencia fue del doble que con placebo y tuvieron mayor posibilidad de permanecer sin consumir alcohol a los 60 días de iniciar el estudio. Ningún paciente en tratamiento con baclofeno manifestó craving o síntomas de interrupción respecto de la droga en estudio. No se observaron diferencias en la adhesión al tratamiento entre los diferentes grupos.

En el tercer ensayo, realizado en 2010 en 80 personas que fueron reclutadas mediante publicidades en la comunidad, se administraron 30 mg de baclofeno o placebo, de manera aleatoria, por 12 semanas. Los participantes debían informar cuánto alcohol habían ingerido o cuántos días se habían mantenido en abstinencia. También se realizó un registro del grado de craving, de ansiedad y depresión. Asimismo, se ofreció a los participantes 8 sesiones individuales de terapia específica para el alcoholismo. El nivel de ansiedad resultó inferior en el grupo de tratamiento con baclofeno, en comparación con el grupo placebo, cuando éste se midió con la escala Spielberger STAI. No obstante, el deseo de consumir, la depresión y los rasgos ansiosos no variaron en los distintos grupos. La adhesión al tratamiento y las tasas de abandono tampoco se modificaron según el tratamiento administrado. Si bien los mareos y las cefaleas fueron los efectos adversos que aparecieron en más del 5% de los sujetos, no hubo diferencias en la incidencia de estos eventos en los diferentes grupos.

Discusión

Los beneficios del baclofeno para el tratamiento de la dependencia al alcohol fueron descritos en la bibliografía mediante informes de casos y en ensayos abiertos y estudios controlados. Sin embargo, sólo fueron publicados 4 estudios aleatorizados y controlados con placebo realizados en seres humanos. Sólo 3 de estos trabajos se efectuaron de forma completa y forman parte de esta revisión.

El baclofeno parece una herramienta valiosa para el tratamiento de la adicción al alcohol, ya que puede promover la abstinencia al reducir el craving y la ansiedad asociados con esta adicción. Ningún paciente que formó parte de los estudios analizados presentó efectos adversos graves o manifestó euforia, deseos imperiosos de consumir o síntomas al interrumpir la terapia con baclofeno. Además, esta droga parece bien tolerada en pacientes con cirrosis hepática moderada a grave, que es una complicación conocida y frecuente de la dependencia al alcohol.

Aunque parece una droga promisoria, los resultados diferentes y las muestras poblacionales distintas de los ensayos publicados enfatizan en la necesidad de realizar más estudios de baclofeno en el futuro. En relación con las muestras, tanto el estudio de 2002 como el de 2007 consistieron en pacientes en tratamiento para la dependencia al consumo de alcohol, mientras que aquellos del estudio de 2010 fueron personas reclutadas de la comunidad mediante publicidades en el diario y en la radio. Los pacientes del estudio de 2007 realizaron un tratamiento con diazepam para tratar la adicción, mientras que en el estudio con personas provenientes de la comunidad sólo se las instruyó a abandonar la bebida 3 días antes del estudio, sin medidas farmacológicas. Estas diferencias pudieron haber afectado los resultados obtenidos.

Conclusión

En 2 de los 3 estudios presentados en esta revisión, el baclofeno logró promover la abstinencia al consumo de alcohol al mismo tiempo que redujo los síntomas de ansiedad y el deseo de consumir, mientras que en el otro trabajo no hubo diferencias en comparación con placebo.

El uso del baclofeno para la dependencia al consumo de alcohol aún no está aprobado pero cuenta con bases farmacológicas sólidas. Este fármaco es un análogo químico del GABA que atraviesa bien la barrera hematoencefálica para actuar como agonista de los receptores GABAB y producir depresión neuronal. El baclofeno se excreta sobre todo por los riñones, con lo cual puede generar toxicidad en pacientes con la función renal alterada, aun en dosis bajas. El 15% de esta droga es metabolizada por el hígado, por lo que no requiere un ajuste de dosis en pacientes con insuficiencia hepática; ésta es una gran ventaja, debido a que el deterioro de la función hepática suele ser frecuente en los pacientes con dependencia alcohólica. Los efectos adversos más frecuentes informados en estos 3 estudios fueron dolores de cabeza, mareos y debilidad.

Actualmente, no hay datos suficientes para el uso de baclofeno como droga de primera línea para la dependencia al consumo de alcohol, excepto en los pacientes que tienen cirrosis hepática y no pueden recibir otras drogas, concluyen los autores.

Ref : CLMED.

Especialidad: Bibliografía - Clínica Médica

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