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El Principal Marcador de Depresión Relacionado con el Sueño Sería su Disminución Global
- AUTOR:Hubain P, Le Bon O, Linkowski P y colaboradores
- TITULO ORIGINAL: Major Depression in Males: Effects of Age, Severity and Adaptation on Sleep Variables
- CITA:Psychiatry Research 145(2-3):169-177, Dic 2006
- MICRO: El principal marcador de depresión relacionado con el sueño sería su disminución global, la cual se correlaciona con la gravedad del trastorno.
Introducción y objetivos
El trastorno depresivo mayor (TDM) se asocia con la presencia de varios trastornos del sueño. La latencia hasta el inicio del sueño (SOL, sleep onset latency), la cantidad de despertares (NA, number of awakening), el despertar luego del inicio del sueño (WASO, wake after sleep onset) y el sueño de movimientos oculares rápidos (REMS, rapid eye movement sleep) se encuentran aumentados. En cambio, el tiempo total de sueño (TST, total sleep time), el índice de eficiencia del sueño (SEI, sleep efficiency index), el sueño de ondas lentas (SWS, slow wave sleep) y la latencia REMS (R SWS L, REMS latency) se encuentran disminuidos.
La relación entre los trastornos del sueño y la depresión tiene diferentes variables de confusión. Algunos de los cambios están influenciados significativamente por la edad del sujeto y los cambios de las variables del sueño relacionados con la edad son semejantes a los observados en los pacientes depresivos. Para la mayoría de las variables mencionadas, la diferencia entre los sujetos depresivos y los sujetos sanos disminuye a medida que aumenta la edad, excepto para la duración del SWS y de la RL. Ambas variables declinan con la edad en ambos grupos. En segundo lugar, los trastornos del sueño se encuentran influenciados por la gravedad del cuadro depresivo, la cantidad de episodios depresivos previos, la duración del episodio actual y las características clínicas de los pacientes. En tercer lugar, el efecto de adaptación o «de la primera noche» varía entre los pacientes y los sujetos sanos. A propósito, los pacientes depresivos presentarían un nivel menor de adaptación en comparación con los sujetos sanos, lo cual puede acarrear resultados positivos falsos. Por último, se informó la presencia de diferencias relacionadas con el sexo.
El objetivo del presente estudio fue estimar la influencia de la edad, gravedad y adaptación sobre las variables del sueño principalmente afectadas por la depresión en un grupo de hombres. Las hipótesis planteadas fueron las siguientes: 1) la relación entre la gravedad de la depresión y las variables del sueño no estaría significativamente influenciada por la edad, 2) el fenómeno de adaptación no influiría significativamente sobre las diferencias observadas entre ambos grupos y 3) los resultados correspondientes a los hombres no serían significativamente diferentes de los hallazgos de estudios realizados en mujeres.
Pacientes y métodos
Participaron 67 hombres depresivos de 20 a 74 años hospitalizados. Además, se conformó un grupo de referencia integrado por hombres especialmente seleccionados. Antes de estudiar las características del sueño, los participantes debían tener un período mínimo de lavado de 10 días. Para evaluar las características del cuadro depresivo se aplicó la Schedule for Affective Disorders and Schizophrenia Lifetime version. Los pacientes con TDM fueron clasificados según la duración del episodio actual: menor de tres meses o mayor o igual de tres meses. La gravedad de la sintomatología depresiva se evaluó mediante la Hamilton Rating Scale for Depression (HRSD).
Las evaluaciones polisomnográficas se llevaron a cabo durante tres noches consecutivas luego de dos noches de adaptación a las condiciones del laboratorio. Se utilizaron dos electrooculogramas y un electromiograma submentoniano. Se evaluaron las siguientes variables: REMS, SOL, SWS y RL.
Resultados
En cuanto a las variables clínicas evaluadas en los pacientes, la media de edad de inicio del TDM fue 37.5 años, el puntaje medio de la HDRS fue 28 y la cantidad media de episodios depresivos previos fue 1.7. La duración media del episodio depresivo actual fue 33 meses para los pacientes cuya depresión tenía menos de 3 meses de duración y 67 meses para el grupo restante. La edad no se correlacionó significativamente con el puntaje de la HDRS. No se halló correlación alguna entre la edad o los parámetros electroencefalográficos y la cantidad de episodios depresivos previos y la duración del episodio depresivo actual. En consecuencia, dichas variables no fueron incluidas en el análisis subsiguiente.
No se observaron diferencias significativas entre las tres evaluaciones realizadas en cuanto a los parámetros. Se hallaron diferencias significativas entre ambos grupos para todos los parámetros excepto para TIB, SPT, SS y estadio 1 de sueño. En comparación con el grupo de referencia, los pacientes con TDM presentaron un nivel significativamente inferior de sueño no REM (NREMS) y de REMS y un nivel significativamente superior de SOL y WASO.
Se halló una correlación entre la gravedad de la depresión y el WASO. En cambio, la RL presentó menos correlación con la gravedad de la depresión. La edad no modificó el orden de las variables de diferenciación entre ambos grupos. En el análisis siguiente se incluyeron las variables: SOL, WASO, NA, SS, SWS, NREMS, REMS y RL. Se llevó a cabo un análisis de covarianza con el grupo como cofactor, la edad como covariable y los parámetros de sueño seleccionados como variables dependientes, el cual resultó significativo para el grupo y la edad. Luego se efectuó un análisis de varianza que mostró resultados significativos para todas las variables de sueño seleccionadas excepto SS. Se observó una covarianza con la edad para las variables NA, WASO, SWS, NREMS, REMS y RL. En consecuencia, las diferencias entre los grupos relacionadas con dichas variables deben evaluarse de acuerdo con la edad de los participantes. Se observaron diferencias significativas relacionadas con la edad.
Discusión
Las diferencias habituales entre los pacientes con TDM y el grupo de referencia se relacionaron con los trastornos de continuidad del sueño, el déficit de SWS y la RL más breve. A diferencia de lo informado en la mayoría de los estudios previos, se halló una reducción del REMS en los pacientes con TDM. Además, los resultados confirmaron la influencia de la edad sobre diferentes variables del sueño. Las diferencias entre los grupos aumentaron levemente en relación con la edad. No se observaron discrepancias para el TST y SOL entre los participantes más jóvenes y la magnitud de las diferencias para el WASO aumentó junto con la edad. En consecuencia, sería más difícil diferenciar los grupos de pacientes más jóvenes.
La gravedad de la depresión se asoció con el aumento del WASO y la disminución del SEI, con un nivel menor de NREMS, estadio 2 y 4 del sueño, TST y SWS. El WASO fue la variable más sólidamente asociada con la HRSD. En cambio, el REMS y la RL se asociaron muy débilmente con dicha variable. No se observó un efecto residual de adaptación luego de las dos noches de adaptación. Tampoco se detectaron diferencias para el REMS y la RL entre las comparaciones efectuadas en las tres noches. Si el efecto de la adaptación fue más acentuado en los sujetos sanos que en los pacientes, estos últimos deberían haber alcanzado el estado estacionario en la primera o segunda noche. En cambio, los sujetos sanos habrían necesitado una o dos noches más para estabilizar el sueño. Las diferencias significativas de RL observadas durante la primera y segunda noche podrían reflejar las diferentes velocidades de adaptación al estudio polisomnográfico más que diferentes estados psicológicos. Esta hipótesis no se confirmó en el presente estudio.
De acuerdo con los resultados, los pacientes presentaron un REMS significativamente inferior en comparación con el grupo de referencia. No obstante, en la mayoría de los estudios se describió un aumento y no una disminución del REMS. Esto podría deberse a que los resultados correspondientes a los pacientes del sexo masculino difieren de aquellos obtenidos en mujeres. El sexo sería un tema importante que debe tenerse en cuenta al efectuar comparaciones entre los pacientes deprimidos y los sujetos sanos.
De acuerdo con las hipótesis comúnmente propuestas en relación con el sueño y la depresión, algunos REMS reemplazan algunos NREMS. El REMS se relaciona con la actividad colinérgica, en tanto que el NREMS se asocia con la actividad aminérgica. La depresión puede concebirse como el reflejo de un desequilibrio entre ambos sistemas de acuerdo con el cual los pacientes presentan una hipersensibilidad colinérgica o una hiposensibilidad aminérgica. La supresión del REMS mediante los despertares, la disminución del sueño o la administración de antidepresivos combatiría activamente la depresión.
Las variables SOL, WASO y NREMS diferenciaron correctamente a los pacientes deprimidos del grupo de referencia en el 76.9% de los casos. Las diferencias de SOL y WASO confirman que la falta de sueño es una de las características principales de la depresión. Además, el WASO fue la variable más predictiva de gravedad de la depresión. La disminución global del sueño no fue sólo el signo principal de depresión sino que también fue la variable más fuertemente asociada con su gravedad. De acuerdo con los resultados, la disminución del sueño afectó por igual al REMS y al NREMS. En consecuencia, el REMS no reemplazó al NREMS. Las interrupciones del sueño mediante despertares intermitentes serían uno de los marcadores más sensibles de depresión. Esto es compatible con la hipótesis de hiperactivación en la depresión, posiblemente debida al estrés.
La reacción del organismo ante el estrés es de utilidad a corto plazo pero peligrosa a largo plazo. Las hormonas del estrés como los glucocorticoides deben mantenerse controladas. Este sistema estaría regulado mediante un mecanismo de retroalimentación negativa cuyo desarreglo provocaría la aparición de síntomas conductuales y neuroendocrinos característicos de la depresión. Es decir, existiría una relación directa entre el estrés y la depresión, pero el mecanismo involucrado aún no se conoce con exactitud.
Los resultados del presente estudio destacan la importancia de la relación entre la depresión y el insomnio. El 90% de los pacientes depresivos presenta trastornos del sueño y el insomnio es un síntoma característico de depresión. No obstante, también es un factor de riesgo independiente para la aparición de depresión a largo plazo. Esta relación es bidireccional y difícil de esclarecer.
En conclusión, la edad tiene una influencia probablemente limitada sobre las diferencias relacionadas con el sueño entre los sujetos sanos y los pacientes deprimidos de sexo masculino. El principal marcador de depresión relacionado con el sueño sería su disminución global, la cual se correlaciona con la gravedad del trastorno. La reducción del REMS observada podría deberse a diferencias relacionadas con el sexo. Los hallazgos del presente estudio concuerdan con la hipótesis de hiperactivación en relación con el sueño y la depresión.
Especialidad: Bibliografía - Psiquiatría