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Envejecimiento Cutáneo y Suplementos Dietarios Antioxidantes

  • TITULO : Envejecimiento Cutáneo y Suplementos Dietarios Antioxidantes
  • AUTOR : Costa A, Pegas Pereira E, Abildgaard E y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL : Assessment of Clinical Effects and Safety of an Oral Supplement Based on Marine Protein, Vitamin C, Grape Seed Extract, Zinc, and Tomato Extract in the Improvement of Visible Signs of Skin Aging in Men
  • CITA : Clinical, Cosmetic and Investigational Dermatology 8:319-328, Jun 2015
  • MICRO : Los suplementos dietarios antioxidantes pueden disminuir el daño mediado por especies reactivas del oxígeno. El presente trabajo evalúa el efecto de estos suplementos en el envejecimiento cutáneo y abre las puertas a un nuevo abordaje terapéutico.

Introducción

Uno de los mayores desafíos para la salud pública global es el aumento en la expectativa de vida. El número de adultos de 60 años o más, en Brasil, llegará a los 32 millones en el año 2020. Estos cambios en la pirámide etaria se asocian con desafíos relacionados con la edad y un interés creciente en combatir los signos visibles del envejecimiento cutáneo.

El envejecimiento de la piel involucra factores genéticos, hormonales y ambientales. Es un proceso gradual y natural que puede dividirse en envejecimiento intrínseco y extrínseco. El primero, también denominado cronológico, es influido por factores externos como el tabaquismo, el consumo de alcohol y la exposición a radiación ultravioleta (UV), que caracterizan al segundo. En ambos procesos, los radicales libres cumplen un papel esencial.

En diversas reacciones bioquímicas, como en la generación de ATP, y en los mecanismos de defensa frente a agentes infecciosos, los radicales libres cumplen funciones vitales. No obstante, la formación de estos radicales puede ocurrir por la exposición a factores externos, como el tabaco, los medicamentos y las radiaciones UV. Así, la producción excesiva y prolongada de especies reactivas del oxígeno puede vincularse con procesos deletéreos. Actualmente se acepta que estas moléculas altamente reactivas se asocian con el envejecimiento cutáneo por el daño directo que generan a diversas estructuras celulares, como los lípidos, las proteínas y al ADN. Con la edad, la producción de radicales libres aumenta, mientras que los mecanismos endógenos de defensa disminuyen, y este desequilibrio lleva a un deterioro progresivo de las estructuras celulares, lo que produce un envejecimiento acelerado.

Uno de los principales factores vinculados con el envejecimiento extrínseco es la radiación UV, cuya penetración en la piel depende de su longitud de onda. Por un lado, la radiación UVB afecta principalmente a los queratinocitos ya que alcanza la epidermis y una pequeña parte de la dermis superior. Por otro lado, la radiación UVA alcanza las capas profundas de la dermis y compromete principalmente a los fibroblastos locales.

Desde el punto de vista histopatológico, la piel fotoenvejecida muestra una disminución en el colágeno y en sus precursores y, además, un reemplazo de las fibras elásticas por material amorfo. Una característica de la exposición crónica al sol es el engrosamiento del estrato corneo de la piel y la aparición de una epidermis acantósica y displásica, con atipia y anaplasia celular. Así, también los queratinocitos se vuelven irregulares, con una pérdida de su polaridad, mientras que los melanocitos se desorganizan.

Las propiedades antioxidantes del zinc son conocidas, al igual que su relación con la síntesis de metalotioneína, la cual altera a la enzima superóxido dismutasa. Esta última cataliza la conversión de dos iones superóxido en H2 y O2.

El licopeno es un carotenoide liposoluble con capacidad para limpiar oxígeno atómico. Los tomates y sus derivados son considerados una de las fuentes de licopeno y, de esta forma, promueven una actividad antioxidante en fases lipídicas. Por otro lado, los carotenoides estimulan la comunicación celular, incrementan la respuesta inmune y modulan el metabolismo carcinogénico.

Tanto en la acerola, como en la naranja, el limón, la mandarina, las hojas de vegetales crudos y el tomate es posible encontrar ácido ascórbico (vitamina C), el cual es otro agente antioxidante conocido. El organismo humano no es capaz de sintetizar esta vitamina, por lo tanto, es necesaria su obtención mediante la dieta. La vitamina C es un cofactor en las reacciones de hidroxilación de prolina y lisina, aminoácidos esenciales para la formación de fibras de colágeno.

Otra fruta con propiedades antioxidantes es la uva, la cual cuenta con grandes cantidades de compuestos fenólicos.

Por último, las proteínas y los polisacáridos de origen marino, según demostraron diversos estudios, son capaces de generar cambios estructurales significativos en la piel, posponiendo el envejecimiento cutáneo.

Métodos

Un total de 47 pacientes, de sexo masculino, edad entre 30 y 45 años, con fototipos I-IV en la escala de Fitzpatrick, libres de trastornos que pudieran afectar la evaluación de la piel y sin antecedentes de alergia a los productos a ser evaluados o a los alimentos de mar, fueron incluidos en el presente estudio abierto, en un único centro y cuasi experimental.

Los individuos incluidos, además, no eran tabaquistas ni usuarios de drogas ilícitas, presentaron la piel intacta en la región evaluada, refirieron no haberse expuesto intensamente al sol y no utilizaron terapia inmunosupresora, otros fármacos o derivados de retinoides tópicos durante los 60 días previos al estudio. Así, también fueron excluidos quienes utilizaron isotretinoína oral durante los 360 días previos al estudio.

Antes de iniciar el tratamiento, los miembros de la cohorte utilizaron un fotoprotector facial con factor de protección 15 dos veces por día por 30 días consecutivos. Luego de esta etapa inicial, comenzaron a consumir dos tabletas con un compuesto de 54 mg de vitamina C, 28.76 mg de extracto de tomate, 27.5 mg de extracto de semillas de uva, 210 mg de complejo marino y 4 mg de gluconato de zinc por vía oral, en una única toma, por 180 días consecutivos.

El seguimiento de los pacientes incluyó 8 visitas mensuales a la clínica, en las cuales se evaluó la piel de la región periauricular (área fotoexpuesta) y de la región interna del brazo izquierdo (área fotoprotegida). También se realizaron corneometrías, sebumetrías y pHmetrías para la evaluación de la hidratación, el sebo y el pH cutáneo, respectivamente. Asimismo, se realizó un escaneo cutáneo por ultrasonido para determinar la densidad cutánea, y una fotografía facial. Por último, en las visitas realizadas el día 30 (comienzo del estudio) y el día 210 (finalización del estudio) se realizaron biopsias cutáneas del área fotoexpuesta y del área fotoprotegida, con el objetivo de evaluar los patrones de colágeno y de fibras elásticas.

La respuesta terapéutica al aporte complementario fue evaluada de acuerdo con la siguiente escala: +4 (mejora del 100% sin envejecimiento cutáneo), +3 (mejora acentuada: 50%-99%), +2 (mejora moderada: 25%-50%), +1 (mejora discreta: menos del 25%), 0 (mantenido), -1 (empeoramiento discreto: menos del 25%), -2 (empeoramiento moderado: 25%-50%), -3 (empeoramiento: 50%-99%) y -4 (100% de empeoramiento en el envejecimiento cutáneo).

Resultados

De los 47 sujetos incluidos inicialmente, 41 (87%) completaron el estudio. La edad promedio de los individuos fue de 39.1 años y el 68.3% tenía fototipo III según la escala de Fitzpatrick.

El eritema, la hidratación, el brillo y la apariencia global presentaron mejoras significativas en la evaluación médica. Se observó que el mayor grado de mejoría ocurrió a los 60 días del uso del producto y en ningún momento se informó empeoramiento. La evaluación fotográfica, por otro lado, demostró una disminución en la intensidad del tono de los puntos generales de la piel, los puntos UV y las manchas castañas, y se asoció con una mejoría en la textura y la apariencia de los poros.

La hidratación facial aumentó 8.3 unidades y el pH cutáneo disminuyó 0.2. La evaluación por ultrasonido demostró un incremento en la densidad cutánea facial de 38.4 unidades arbitrarias. Sin embargo, no hubo una diferencia estadísticamente significativa en la sebumetría, lo que demostró que el producto no es sebogénico.

Con respecto a las biopsias, se observó en el brazo un incremento significativo en el colágeno (42% a 57%) y en las fibras elásticas (15% a 20%). De forma similar, en la piel facial se verificó también un aumento en el colágeno (34%) y en las fibras elásticas (59%).

Se decribieron eventos adversos leves en 5 participantes, los que incluyeron náuseas, migrañas, aumento de sebo, manchas y acné, así como diarrea y dispepsia.

Discusión

En los últimos años se brindó mucha atención a tratar de comprender el proceso fisiopatológico subyacente al envejecimiento cutáneo. Actualmente se conoce que se asocia tanto con factores genéticos como ambientales, y que la exposición crónica al sol y el tabaquismo son los principales factores responsables del envejecimiento extrínseco. Así, también se describió que los radicales libres se encuentran involucrados en el envejecimiento cutáneo, ya que producen daño en las estructuras celulares, los lípidos, las proteínas y el ADN.

En el presente estudio se encontró, en los pacientes tratados con un compuesto de sustancias antioxidantes un aumento estadísticamente significativo en el porcentaje de colágeno y fibras elásticas, así como en la densidad dérmica por ultrasonido. Estos resultados son coincidentes con lo informado en trabajos previos con suplementos dietarios con antioxidantes y complejos biomarinos.

Si bien la presente investigación aporta información relevante sobre la evaluación de un suplemento dietario oral para tratar la piel fotoenvejecida, existen ciertas limitaciones entre las que se incluyen la falta de un grupo control. Más aún, el pequeño tamaño de la cohorte, la falta de cálculos potentes y la justificación del tamaño de la muestra también restringen la generalización de los resultados.

Conclusión

Los autores concluyen que el análisis de la información clínica sugiere que el aporte complementario oral en la dieta, basado en un complejo marino, vitamina C, extracto de semilla de uva, zinc y extracto de tomate tiene efectos beneficiosos en los parámetros clínicos del fotoenvejecimiento en los hombres. También, mencionan que las mejoras en la densidad dérmica y en la hidratación facial, asociadas con la reducción del pH local y el aumento de las fibras de colágeno y elásticas, sugieren efectos positivos de este producto en el envejecimiento de la piel.

Especialidad: Bibliografía - Dermatología

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