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Estudian la Eficacia y la Seguridad de la Doxazosina en Enfermos con Hiperplasia Prostática Benigna
- AUTOR : Sun G, Tsui K, Schou M y colaboradores
- TITULO ORIGINAL : Efficacy and Safety of the Doxazosin Gastrointestinal Therapeutic System for the Treatment of Benign Prostate Hyperlasia
- CITA : Kaohsiung Journal of Medical Sciences 26(10):532-538, Oct 2010
- MICRO : Al igual que en las poblaciones occidentales, la terapia con doxazosina con el sistema de liberación gastrointestinal mejora considerablemente los síntomas, el flujo urinario y la calidad de vida en los sujetos de Taiwán.
Introducción
La hiperplasia prostática benigna (HPB) es una enfermedad muy frecuente en los hombres de edad avanzada. La obstrucción de la uretra por la HPB se asocia con una reducción del flujo urinario y con síntomas del tracto urinario inferior, entre ellos urgencia, mayor frecuencia miccional y disuria. El riesgo de infecciones urinarias también es mayor en los pacientes con HPB. Además del componente mecánico, los enfermos con HPB tienen un componente dinámico que participa en la fisiopatología del trastorno. El tono de los músculos de la próstata está regulado por receptores alfa 1 adrenérgicos del sistema nervioso simpático. Los inhibidores selectivos alfa adrenérgicos, por ejemplo la doxazosina, son eficaces en el tratamiento de los pacientes con HPB; mejoran la función urinaria y los síntomas clínicos.
El sistema de liberación gastrointestinal (Gastrointestinal Therapeutic System [GITS]) de la doxazosina permite la liberación controlada del medicamento; el preparado mejora los síntomas, el flujo urinario máximo (Qmáx) y la calidad de vida. Entre los hombres asiáticos de más de 70 años, la frecuencia de HPB es de alrededor de un 63%. La cirugía se asocia con índices elevados de fracaso a largo plazo, de manera tal que el tratamiento médico de la HPB representa un pilar esencial en el abordaje de estos pacientes. Numerosos estudios confirmaron la eficacia y la tolerabilidad de la doxazosina con el GITS (D-GITS) en la población occidental, pero todavía no se tiene información al respecto para los individuos asiáticos, objetivo del presente trabajo.
Métodos
El estudio poscomercialización tuvo un diseño abierto y se llevó a cabo en cinco centros de Taiwán. Los participantes fueron controlados al inicio y en la cuarta y la octava semanas. Todos los enfermos fueron tratados inicialmente con D-GITS en dosis de 4 mg, una vez por día. A la cuarta semana de terapia, los pacientes que presentaron un aumento del Qmáx de 3 ml o más por segundo y una reducción del 30% o mayor en el puntaje del International Prostate Symptom Score (IPSS) continuaron con la misma dosis; en el resto de los enfermos, la dosis se duplicó.
Fueron evaluados hombres de 50 a 80 años con diagnóstico primario de HPB: agrandamiento prostático (confirmado mediante la evaluación digital rectal o la ecografía), un puntaje basal en el IPSS de 12 o más y un Qmáx inicial de 5 a 15 ml/segundo en un volumen total evacuado de 150 ml o más. Se excluyeron los pacientes sometidos con anterioridad a cirugía prostática y los individuos con sospecha de enfermedad prostática maligna (niveles del antígeno prostático específico [APE] de más de 10 ng/ml).
El IPSS, señalan los autores, incluye dos componentes: la valoración sintomática y la calidad de vida. En cada control se valoró el Qmáx mediante un medidor de flujo urinario; el volumen residual vesical se conoció con ecografía. La variable de respuesta fue el porcentaje de enfermos que logró un aumento del Qmáx de 3 ml o más por segundo y una reducción del 30% o mayor de la puntuación total del IPSS. El análisis estadístico se efectuó en la población por intención de tratar y por protocolo. Los cambios en las variables de evaluación se evaluaron con la prueba t.
Resultados
Un total de 80 enfermos fue tratado con D-GITS; el 66.3% (n = 53) completó la investigación. La edad promedio de los participantes fue de 64 años, la enfermedad llevaba 2.2 años en promedio y los niveles basales del APE fueron de 2.3 ng/ml. El 20% de los pacientes tenía hipertensión, el 11.3% presentaba diabetes y el 10% refería otros trastornos de la uretra y del tracto urinario. El 58.8% de los enfermos recibía alguna otra medicación, más frecuentemente antiácidos, antiinflamatorios, antagonistas de los canales de calcio y agentes antidiabéticos orales.
El tratamiento se prolongó por una mediana de 53 días; 30 enfermos debieron recibir la dosis más alta de D-GITS, de 8 mg, en la semana 4, mientras que el resto se mantuvo con la dosis inicial. La adhesión a la terapia fue muy buena.
El puntaje promedio basal en el IPSS fue de 20.6 puntos. La D-GITS se asoció con una mejoría significativa del IPSS respecto del inicio de -8.9 puntos (p < 0.001); el efecto favorable se comprobó a partir de la cuarta semana. El beneficio se constató en el análisis de la población por intención de tratar y en la población por protocolo.
El tratamiento con D-GITS se asoció con aumentos significativos del Qmáx, respecto de los valores basales; los incrementos más notorios en esta variable tuvieron lugar hacia la semana 4, momento en el cual se registró una modificación de 3.2 ml/segundo en promedio.
No se registraron cambios significativos en el volumen residual en ningún momento de la evaluación. Sin embargo, dicho volumen se redujo en 9.4 ml en la cuarta semana y en 9.3 ml en la octava semana.
La administración de D-GITS se asoció con una mejoría significativa en la calidad de vida en las semanas 4 y 8. El puntaje promedio basal fue de 4.1 puntos, con una disminución (mejoría) de -1.1 puntos (p < 0.001) en la cuarta semana. El beneficio fue aún mayor en la octava semana: -1.3 puntos (p < 0.001).
El 34% y el 43% de los pacientes lograron un aumento de 3 ml o más por segundo en el Qmáx y una reducción del 30% o mayor en el puntaje total del IPSS el la cuarta y la octava semanas, respectivamente, en comparación con los valores de inicio. Un mayor porcentaje de enfermos logró una reducción del 30% o más en el IPSS en las semanas 4 y 8 (64% y 67%, respectivamente) en comparación con la proporción de sujetos que logró un aumento del Qmáx de 3 ml o más por segundo en los mismos momentos (41% y 51%, en igual orden).
Se registraron 49 efectos adversos en 33 enfermos (41.3%); 35 de ellos se consideraron relacionados con el tratamiento. Las manifestaciones secundarias más comunes fueron los mareos (n = 12); los efectos adversos que aparecieron con una frecuencia del 5% o más baja incluyeron el dolor precordial, el prurito, la sequedad bucal y el edema periférico. El 12.5% de los pacientes interrumpió el tratamiento en forma prematura por efectos adversos. Ocho de estos diez pacientes abandonaron el protocolo a causa de los mareos. Los mareos y la disfunción sexual fueron los únicos efectos adversos considerados graves. Un enfermo presentó pancreatitis aguda y una exacerbación de la gota; ninguno de los trastornos se consideró relacionado con el tratamiento.
Discusión
Los hallazgos de la presente investigación indican que el tratamiento con D-GITS en dosis inicial de 4 mg/día, con duplicación posterior según la respuesta, es eficaz y seguro en pacientes de Taiwán con HPB. La administración de D-GITS se asoció con una mejoría significativa en el criterio primario de valoración y de diversos criterios secundarios de valoración. El tratamiento mejoró la calidad de vida y, en general, se toleró muy bien.
El puntaje total del IPSS mejoró significativamente hacia la octava semana de tratamiento con D-GITS. El IPSS, recuerdan los expertos, es un instrumento validado para la valoración de los síntomas urinarios asociados con la HPB. La D-GITS durante 8 semanas redujo la puntuación inicial de HPB grave a HPB moderada, según las definiciones de la American Urological Association. El beneficio se observó en la cuarta semana, a diferencia de estudios previos en los cuales la mejoría se constató mucho más tardíamente. Aun así, agregan, se requieren estudios más prolongados para determinar la eficacia de la terapia a largo plazo.
La administración de D-GITS se asoció con beneficios importantes en la calidad de vida; los resultados son comparables con los obtenidos en una revisión reciente de bloqueantes alfa en el tratamiento de la HPB.
Es común que los pacientes con HPB presenten niveles más altos de APE, tal vez en relación con las modificaciones en el volumen de la próstata. En la presente investigación, la concentración promedio basal del APE fue de 2.3 ng/ml, semejante a la que se registró en trabajos anteriores.
El perfil de seguridad de la D-GITS fue muy favorable. Los mareos fueron el efecto adverso más común, tal como es de esperar con este tipo de medicamentos.
En conclusión, este estudio multicéntrico y de diseño abierto indica que la administración de D-GITS en dosis de 4 mg/día (con aumento a 8 mg diarios según la respuesta) alivia significativamente los síntomas clínicos asociados con la HPB en los hombres de Taiwán. La mayoría de los parámetros evaluados mejoró en forma rápida, a partir de la cuarta semana de tratamiento; el beneficio se mantuvo durante toda la investigación. La D-GITS fue segura y se toleró bien. La información obtenida en la investigación avala una vez más la utilidad de este tipo de agentes en los enfermos con HPB, señalan por último los especialistas.
Especialidad: Bibliografía - Urología