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Estudian la Utilidad de las Vacunas en el Tratamiento de los Pacientes con Hipertensión Arterial
- AUTOR : Brown M
- TITULO ORIGINAL : Therapeutic Potential of Vaccines in the Management of Hypertension
- CITA : Drugs 68(18):2557-2560, 2008
- MICRO : El autor analiza los fundamentos del uso de las vacunas en el tratamiento de los pacientes con hipertensión arterial y comenta las características de las dos vacunas que están en estudio.
Introducción
El tratamiento de los pacientes con hipertensión arterial se caracteriza por la posibilidad de elegir entre un número importante de drogas con diferentes mecanismos de acción. Sin embargo, las normativas para el tratamiento de esta enfermedad realizadas por el National Institute for Clinical Excellence del Reino Unido ya no consideran a los beta bloqueantes como fármacos de primera elección, lo que significa que aun las drogas utilizadas clásicamente pueden dejar de recomendarse.
Por otra parte, el uso de las vacunas podría resolver el problema de la falta de cumplimiento del tratamiento observado en los pacientes hipertensos, que se debe fundamentalmente a que los fármacos deben utilizarse por vía oral, en forma diaria y de por vida. Además, las vacunas podrían interferir con los mecanismos moleculares que no son afectados por las drogas utilizadas por la vía oral; por ejemplo, el principal factor responsable de la hipertensión arterial resistente es el hiperaldosteronismo y actualmente sólo se dispone de la espironolactona y la eplerenona para su tratamiento. La primera causa ginecomastia y la segunda resulta ineficaz.
Sin embargo, las vacunas actualmente en estudio están dirigidas contra la angiotensina y actuarían mediante la inhibición del sistema renina-angiotensina (SRA), tal como lo hacen los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), los bloqueantes de los receptores de la angiotensina y los inhibidores de la renina.
Si se tiene en cuenta que los individuos ancianos en general necesitan, además de la inhibición del SRA, un bloqueante de los canales de calcio o un diurético, la vacuna parece ser una alternativa útil para pacientes jóvenes que podrían controlar su hipertensión sólo con este método.
Los argumentos en contra de las vacunas incluyen el hecho de que los anticuerpos pueden no llegar a la angiotensina tisular y que el SRA puede aumentar su actividad en respuesta a los anticuerpos, aunque debe considerarse que este incremento de la actividad de la renina es la mejor medida de la inhibición del SRA.
Vacunas en estudio
Las dos vacunas en estudio son la PMD3117 y la CYT006-AngQb.
La PMD3117 es un análogo de la angiotensina I de 12 aminoácidos que demostró disminuir la presión arterial en individuos sanos que realizaban una dieta hiposódica, pero no en pacientes hipertensos. Además, se observó que, en individuos que habían interrumpido su tratamiento con un inhibidor clásico del SRA (los IECA, los bloqueantes de los receptores de la angiotensina y los inhibidores de la renina), la vacuna produjo disminución de la excreción de aldosterona y atenuación de la reducción normal de la renina plasmática. El grupo de investigación que estudia la PMD3117 sostiene que una nueva fórmula con el adyuvante Co Vaccine HT puede generar un título de anticuerpos 10 veces mayor, aunque esto se observó sólo en estudios preclínicos.
La CYT006-AngQb es una vacuna compuesta por angiotensina II unida a partículas genotecnológicas similares a los virus. Sus efectos fueron evaluados en un estudio de fase IIa multicéntrico, a doble ciego, aleatorizado y controlado con placebo, en el que participaron 72 pacientes con diagnóstico de hipertensión arterial, que recibieron 100 μg o 300 μg de la vacuna o placebo. Se observσ que los sujetos que recibieron 300 μg de la vacuna presentaron disminuciσn de la presiσn arterial diurna media de -9.0/-4.0 mm Hg en la semana 14, en comparación con aquellos asignados a placebo, y esto parece deberse tanto a una diferencia de 6.8 mm Hg observada entre los dos grupos que recibieron placebo como a una diferencia de 4.0 mm Hg detectada entre los dos grupos que recibieron la vacuna. Además, los resultados de ese estudio mostraron un aumento en los niveles plasmáticos de renina menor del 25% luego de la vacunación, sin observarse diferencias en el nivel máximo de renina entre los grupos que recibieron placebo o la vacuna. Estos datos no concuerdan con lo registrado en el caso de los inhibidores clásicos del SRA y hacen dudar del grado de inhibición que puede lograr la vacuna de este sistema.
En cuanto al perfil de seguridad de las vacunas, ambas fueron bien toleradas y no causaron la formación de complejos inmunes.
Por otra parte, aún no se conocen las posibles consecuencias derivadas de la vacunación contra una molécula endógena o de la inhibición semipermanente del SRA en el caso de que el paciente presente una situación de estrés súbita con depleción de la volemia, y sea necesaria una activación compensatoria de este sistema.
Conclusiones
El autor sugiere que la administración de una vacuna dos veces por año podría ser útil en los pacientes que se encuentran en estado de prehipertensión y asegura que es importante continuar con la investigación de la utilidad de este tipo de tratamiento, dado que los fármacos actualmente disponibles no logran interferir con todos los mecanismos moleculares responsables de la hipertensión arterial.
Especialidad: Bibliografía - Cardiología - Clínica Médica