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Evaluación de la Predisposición de los Padres a Pagar por Tratamientos más Cortos de la Otitis Media Aguda en Niños

  • AUTOR : Gueylard Chenevier D, LeLorier J
  • TITULO ORIGINAL : A Willingness-To-Pay Assessment of Parents’ Preference for Shorter Duration Treatment of Acute Otitis Media in Children
  • CITA : Pharmacoeconomics 23(12):1243-1255, 2005
  • MICRO : Los padres de niños con otitis media aguda están dispuestos a pagar por tratamientos más cortos y que se toleren mejor, respecto de las terapias convencionales actualmente disponibles.

La otitis media aguda (OMA) es una de las enfermedades más frecuentes y recurrentes en la niñez. A su vez, en la actualidad, la OMA representa la principal causa de indicación de tratamiento antibacteriano y de cirugía en niños de países desarrollados. Aunque la mayoría de los niños tiene al menos un episodio documentado de OMA hacia los 3 años, la incidencia es máxima entre los 6 y los 11 meses de edad.

Además de las consecuencias inmediatas, se sabe que la OMA puede generar secuelas importantes, entre ellas pérdida auditiva, dificultades en el habla y retraso madurativo. Es por ello que habitualmente se prescribe tratamiento antibacteriano; no obstante, esta práctica es problemática en la población pediátrica por falta de adhesión. Este fenómeno, por su parte, se asocia con mayor riesgo de falta de curación y de recidiva. Las recurrencias, además, elevan los costos sustancialmente dado que en cada episodio vuelve a indicarse terapia antibiótica. Por todos estos motivos se considera que los tratamientos que se asocian con los índices más bajos de recurrencia son los más favorables en términos de costo y eficacia. En este contexto, la información en conjunto sugiere que los esquemas más prolongados que incluyen administración más frecuente de fármacos tienen influencia negativa sobre la aceptación del paciente y viceversa.

Otro hecho preocupante en relación con el tratamiento antibacteriano de la OMA es la aparición de resistencia; de hecho, el mayor uso de antibióticos y los cursos más prolongados motivaron la aparición de nuevas cepas resistentes. Por el contrario, un curso más corto de terapia -en comparación con el esquema tradicional de 10 días- reduce sustancialmente la tasa de neumococos resistentes a penicilina (NRP).

Las consecuencias económicas de la OMA obligan a identificar mejores estrategias de terapia, en términos de costo y eficacia. En este sentido, se propuso que los tratamientos más cortos pueden ser mejor aceptados por los pacientes. Sin embargo, se desconoce el valor que los padres asignan a esta nueva modalidad. En esta oportunidad, los especialistas determinan si los padres de los pacientes con OMA están dispuestos a pagar (y cuánto) por un tratamiento de menor duración (una única dosis o sólo 3 dosis) en comparación con el esquema convencional de terapia de la OMA.

Métodos

Existen varias formas para cuantificar los beneficios percibidos en relación con el tratamiento de una determinada enfermedad. Entre ellos cabe mencionar los años de vida ajustados por calidad (QALY [quality adjusted life year]) y el método que incluye la asignación de valores monetarios a costos intangibles: predisposición a pagar (WTP [willingness-to-pay]). Una de las ventajas de este último procedimiento, señalan los autores, es su simpleza y el hecho de que permite una evaluación completa de todos los beneficios, no sólo los relacionados con salud. La mayoría de los análisis evalúan las preferencias del propio paciente pero en el caso de enfermedades pediátricas, como la OMA, también deben capturarse las percepciones de los padres. En este estudio se aplica la metodología WTP para determinar la predisposición de los padres a pagar por un tratamiento antibacteriano de menor duración, para sus hijos con OMA.

La población de estudio estuvo integrada por los padres de niños de 1 mes a 15 años con diagnóstico de OMA, asistidos en el Centre Hospitalier de l’Université de Montreal (CHUM) y en el Ste-Justine Hospital, ambos en Montreal.

Se pidió a los padres que contestaran una serie de preguntas y se obtuvo información demográfica completa sobre edad, sexo, estado civil, ocupación, educación, ingresos, seguro médico y origen étnico. También se indagó acerca de los episodios previos de OMA, tratamientos anteriores y evolución del episodio más reciente de la enfermedad. Los padres también refirieron la sensación de bienestar de su hijo, en términos de calidad de vida (QOL), durante el tratamiento.

En un primer paso, los progenitores fueron asignados a 2 grupos: en el primero de ellos completaron un cuestionario con preguntas abiertas (en caso de que el costo de la nueva droga para ser administrada un único día o en sólo 3 días no estuviese cubierta por el seguro, ¿cuánto dinero estaría dispuesto a pagar por el tratamiento de menor duración?); en el segundo grupo se ofrecieron diversas alternativas de pago por las distintas terapias, con valores iniciales cercanos a los 30 dólares canadienses ($C), coincidentes con el costo actual del tratamiento tradicional de la OMA.

Resultados

La mayoría (77%) de los pediatras que participó en la investigación ejercía en el ámbito privado. El análisis final se basó en 562 padres que completaron los interrogatorios. En su mayoría participaron madres (83%); el 23% refería un ingreso familiar de $C 60 000 a 80 000 por año. La edad promedio de los niños fue de 3.14 años; el 48% tenía menos de 2 años y el 57% era de sexo masculino. El 46% había recibido al menos un esquema antibacteriano por la enfermedad. Se consideró que la enfermedad era persistente en el 13% de los casos; en el 5% de los niños se comprobó perforación timpánica.

Se constató que el 30% de los niños presentaba dificultades para ingerir la droga. Este fenómeno fue más frecuente en los tratados con amoxicilina/clavulánico o claritromicina en comparación con los que recibieron sólo amoxicilina. El mismo patrón se registró en términos de efectos adversos. En conjunto, el 21% de los pacientes presentó manifestaciones secundarias (fundamentalmente digestivas); amoxicilina/clavulánico o claritromicina fueron los antibióticos más frecuentemente involucrados en ellas. En cambio, la amoxicilina se toleró mejor.

El 78% de los pacientes no olvidó la ingesta de ninguna dosis de droga pero sólo el 66% de los padres refirió que administraba el tratamiento en el momento indicado. El mejor patrón, en términos de aceptabilidad, se constató con azitromicina.

El 95% de los padres respondió la pregunta de WTP, un hecho que indica la importancia que se le asigna al tratamiento de la OMA en los niños. Los sujetos que respondieron comprendieron perfectamente bien la situación hipotética planteada. En combinación, el WTP promedio para la opción de una única dosis fue de $C 31.66 en comparación con $C 26.63 para el esquema de 3 dosis.

El modelo de variables múltiples reveló que los valores de WTP estuvieron significativamente influidos por el ingreso familiar, los efectos adversos, los episodios previos de OMA, la QOL y la ingesta de azitromicina.

Discusión

Como se esperaba, los valores de WTP fueron más elevados en las estrategias de tratamiento percibidas por los padres como más beneficiosas. Por su parte, éstas se acompañaron de las mayores diferencias respecto de las terapias actuales. La valoración de WTP se asoció positivamente con la esperanza de ganar en salud (valores más elevados de WTP en los esquemas de dosis única respecto de los de 3 dosis).

En cualquier enfermedad que afecte a niños, las diferencias expresadas obligadamente reflejan las preferencias de las circunstancias en torno del ámbito familiar, las molestias, las preocupaciones familiares y las demandas. Indudablemente, estas percepciones se trasladan a los valores altos de WTP, incluso en el caso de enfermedades que no son tan graves. Aunque se acepta que el contacto personal representa uno de los mejores métodos para llevar a cabo un estudio de esta naturaleza, las entrevistas telefónicas pueden brindar información similar; además, ahorran mucho tiempo y dinero. Asimismo, mediante este método se pudo incrementar considerablemente el número de participantes y descender el tiempo necesario para completar el estudio. Sin embargo, el procedimiento lleva implícita una limitación geográfica, dado que sólo incluyó residentes del área de Montreal y es posible que la cohorte de análisis no fuese representativa de la población general del país.

En general, el nivel de ingresos fue alto y se registró un elevado porcentaje de participantes con buen nivel educativo; nuevamente, un hecho que tal vez no refleje el total de la población. En cambio, la cohorte pediátrica fue representativa de los pacientes con OMA: la mayoría de los niños tenía menos de 5 años, antecedentes de la enfermedad y había recibido antibióticos en los 6 meses anteriores al estudio. Coincidentemente con investigaciones previas se comprobó menor aceptación del tratamiento con penicilinas y cefalosporinas, mientras que los macrólidos por lo general se asociaron con excelente tolerancia. De hecho, en el trabajo actual, la amoxicilina fue el antibiótico relacionado con el menor cumplimiento, mientras que la azitromicina fue el agente que mejor se aceptó, posiblemente porque este fármaco se indica en una única toma por día, durante 5 días. Por lo general, las consecuencias de la falta de cumplimiento no se aprecian por completo pero la situación priva a los pacientes de los beneficios terapéuticos de un agente determinado.

En relación con las dificultades para ingerir la droga, la amoxicilina se asoció con el menor número de problemas, tal vez porque el fármaco se vende en varios preparados con distintos gustos. Otro punto a considerar es el de los costos indirectos: pérdida de la productividad cuando los padres deben asistir a los hijos enfermos. Es posible que al menos una parte de los valores altos de WTP para tratamientos de menor duración se relacionen con los costos indirectos elevados atribuibles al ausentismo laboral.

Conclusión

En los episodios de OMA y cuando se presentan varias opciones antibióticas clínicamente eficaces y seguras deberían considerarse los esquemas más cortos en función de las preferencias de los padres, por la percepción de una mejor calidad de vida y por la mejor aceptación del tratamiento.

 

Especialidad: Bibliografía - Farmacología - Infectología

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