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Evaluación de la Radiofrecuencia como Estrategia Terapéutica en Pacientes con Laxitud Cutánea

  • TITULO : Evaluación de la Radiofrecuencia como Estrategia Terapéutica en Pacientes con Laxitud Cutánea
  • AUTOR : Rodrigues de Araújo A, Campos Soare V, Souza da Silva F, Silva Moreira T
  • TITULO ORIGINAL : Radiofrequency for the Treatment of Skin Laxity: Mith or Truth
  • CITA : Anais Brasileiros de Dermatologia 90(5): 707-721, Sep 2015
  • MICRO : La laxitud cutánea es un cuadro que afecta el autoestima y la calidad de vida de los pacientes. En el presente trabajo se evaluó la radiofrecuencia como estrategia terapéutica, se describieron sus efectos a nivel cutáneo y los posibles problemas asociados con su utilización.

Introducción

Las preocupaciones por el cuerpo, durante los últimos años, tomaron gran importancia en la sociedad, ya que la belleza se refleja en la autoestima y en la calidad de vida. La laxitud, especialmente de la piel, es un trastorno antiestético con un gran impacto en esta última. Estos cuadros son provocados por tejidos laxos, que son consecuencia de cambios biomoleculares y daño en las fibras de colágeno.

Para tratar las alteraciones antiestéticas, actualmente existen diversas estrategias, tanto invasivas como no invasivas. Si bien las primeras se asocian con mejores resultados relativos, las secuelas y complicaciones que pueden ser causadas por ellas llevó a un aumento en la búsqueda de estrategias no invasivas o procedimientos mínimamente invasivos.

La radiofrecuencia no ablativa (RF) es un procedimiento frecuentemente utilizado, especialmente para el tratamiento de la laxitud cutánea, que utiliza campos electromagnéticos (CEM) para influir a las células de manera directa o indirecta. Esta estrategia se basa en la capacidad de una corriente alterna de alta frecuencia (0.3 a 10 MHz) de producir un aumento selectivo y controlado de la temperatura tisular. El aumento en la temperatura y la profundidad del calentamiento depende de la impedancia de los tejidos biológicos y del nivel de energía utilizado. El objetivo de esta estrategia terapéutica es inducir daño térmico para estimular cambios en la conformación del colágeno y generar neocolagenogénesis en las capas cutáneas profundas y en el tejido subcutáneo. Sin embargo, la literatura no es concluyente en relación con la aparición de estos beneficios. Por ello, los autores procedieron a la realización de una revisión sobre la bibliografía existente.

Métodos

Se realizó una búsqueda en la literatura publicada entre agosto de 2013 y diciembre de 2013 en 6 bases de datos (Medline, PEDro, SciELO, PubMed, LILACS y CAPES). Las palabras clave utilizadas fueron «facial rejuvenation», «skin rejuvenation», «skin tightening», «laxity», «cutaneous remodeling», «body shaping», «body contouring», «skin contraction», «rhytides», «radiofrequency non-ablative», «radiofrequency nonablative» y «radiofrequency non-invasive». Los criterios de inclusión fueron: estudios experimentales, publicados entre enero de 2000 y diciembre de 2013, en inglés y portugués, y que el texto estuviera completo. Así, también fue necesario que los trabajos seleccionados fueran realizados en seres humanos, de ambos sexos, diagnosticados con laxitud facial o corporal. Los estudios que utilizaron dispositivos de RF no ablativa como tratamiento de la laxitud cutánea o corporal fueron incluidos, y los ensayos que utilizaron otras terapias asociadas también fueron incluidos pero sólo si el efecto de la RF no ablativa podía ser identificado de forma separada.

Para caracterizar a los estudios y facilitar el análisis de la calidad metodológica y del nivel de evidencia se organizaron los trabajos seleccionados en una tabla. Se recolectó, también, información vinculada con el objetivo, el tamaño de la muestra, los grupos de estudio, los criterios de valoración, los instrumentos de medición, los resultados y la justificación del estudio.

Resultados

Se detectaron un total de 139 artículos, de los cuales 62 fueron seleccionados, 32 excluidos, y 31 quedaron para revisión. La población incluida en los estudios fue predominantemente de sexo femenino (95.17%) y con edades de entre 35 y 65 años.

La laxitud facial (61%), las arrugas (28%) y la laxitud corporal (11%) fueron los principales criterios de valoración utilizados, y se evaluaron en los brazos, el abdomen, los muslos y las nalgas. Para analizar estos criterios se emplearon fotos, cuestionarios de satisfacción, la escala de Fitzpatrick, mediciones de la altura de la frente y biopsias.

La utilización de RF para el tratamiento de la laxitud cutánea demostró resultados positivos en la mayoría de los estudios (96%); no obstante, sólo el 44% demostró significación estadística. La energía térmica fue el parámetro que mostró mayor divergencia. Se observó que un 46% de los estudios utilizó la potencia máxima de 330 W, y que en el 25% de los trabajos no se mencionaba la potencia utilizada. Llamativamente, ninguna investigación midió la temperatura en el blanco terapéutico de la RF, la dermis. Sin embargo, en el 64% de los estudios la temperatura fue evaluada en la epidermis, con lo que se observaron valores de entre 35ºC y 45ºC, mientras que en el 36% de los trabajos restantes no se midió el rango de temperaturas.

Con respecto al tiempo de tratamiento, fue de entre 1 y 24 semanas; sin embargo, el 25.92% de los trabajos se basó en una sesión única. Por otro lado, un 18.5% de los estudios no especifico el tiempo de tratamiento.

Discusión

El colágeno tipo I es el principal componente de la dermis humana, y se compone de 3 cadenas polipeptídicas estabilizadas por una conformación de triple hélice. Con el envejecimiento, es posible detectar microscópicamente un aumento en la densidad de las redes de colágeno, además de una disminución en la estabilidad de sus enlaces cruzados. Por otro lado, la elastina es el principal componente de las fibras elásticas de la dermis, que en tejidos envejecidos muestra una disminución en su función, que se hace manifiesta por una disminución en la resistencia y en la capacidad de tracción.

Existen 2 procesos que explican el envejecimiento de la piel: por un lado, el envejecimiento intrínseco, que es un proceso natural, lento y gradual; y por el otro, el extrínseco o fotoenvejecimiento, que se encuentra afectado por factores ambientales como la exposición inadecuada a la luz solar. Ambos procesos, se asocian con cambios en las propiedades morfológicas y bioquímicas de la piel, que llevan a aumentos en la rugosidad y a la perdida de elasticidad, las cuales son las principales características clínicas de la piel envejecida.

Entre los procedimientos no invasivos para tratar las arrugas y la laxitud cutánea, la RF es una de las estrategias más utilizadas. El objetivo de la RF es estimular cambios en la conformación del colágeno e inducir neocolagenogénesis mediante la generación de energía térmica en las capas profundas de la piel y en el tejido subcutáneo.

Los CEM pueden actuar en los tejidos de diversas formas causando efectos térmicos, no térmicos, o ambos, según demostró el presente estudio. Los primeros, causados por un aumento en la temperatura local del tejido, provocan la contracción del colágeno y el estímulo de la síntesis de sus fibras. Los segundos pueden inducir cambios biológicos mediante la interacción con receptores en las membranas celulares o canales.

En el tratamiento de la laxitud cutánea y las arrugas, la RF utiliza una fuente de calor para la desnaturalización del colágeno y la consecuente contracción del tejido conectivo. Este proceso lleva a una respuesta de reparación tisular que produce un remodelamiento a largo plazo. Con el objetivo de conseguir los efectos mencionados, es necesario conocer el proceso de envejecimiento de la piel, así como los parámetros utilizados, como la frecuencia y la potencia del dispositivo, el tiempo de tratamiento y la temperatura mantenida en la piel.

La potencia térmica aplicada por los dispositivos fue el parámetro que mostró mayor diferencia. En un 46% de los estudios, la potencia máxima utilizada fue de 330W, mientras que en otras investigaciones la potencia no fue mencionada.

En lo que respecta a las frecuencias, se observó que en los ensayos revisados los valores rondaron entre 1 MHz y 6 MHz; la mayor parte de los estudios informaron frecuencias de 6 MHz. Así, también se señaló en la literatura que la profundidad de penetración de la RF es una función inversa de su frecuencia, lo que significa que, en las frecuencias más bajas (0.8 MHz), ocurre una mayor penetración, mientras que en las frecuencias más elevadas (2.45 MHz) la penetración es menor.

Otro parámetro clave para alcanzar los objetivos terapéuticos de la RF es la temperatura tisular, la cual se encuentra directamente influida por las características del tejido. La energía de la RF se conduce eléctricamente a través del tejido, y la temperatura se genera cuando la resistencia inherente del tejido (impedancia) al pasaje de electrones convierte la corriente eléctrica en energía térmica, reacción determinada por la ley de Ohm. De manera característica, los tejidos con alta impedancia, como la grasa celular subcutánea, generan más calor.

En todos los estudios analizados los autores mencionan la necesidad de alcanzar temperaturas elevadas en la dermis con el objetivo de lograr las metas terapéuticas. En esta revisión, sin embargo, ninguno de los autores midió la temperatura en el blanco, la dermis.

Algunos de los artículos evaluados describieron análisis histológicos, en los que se encontraron beneficios de la RF en lo que respecta a un aumento en la producción de colágeno y, de forma consecuente, una disminución en las arrugas y la laxitud cutánea.

El presente estudio planteó que la RF, a pesar de ser un procedimiento frecuentemente utilizado en la práctica clínica, necesita de mayor investigación a futuro, incluidos análisis que tengan tanto relevancia metodológica como resultados estadísticamente significativos.

Conclusión

Los autores concluyen que la presente revisión permitió demostrar que la RF actúa principalmente promoviendo cambios en la conformación tisular, lo cual induce la neocolagenogénesis, por lo que, de esta forma, teóricamente sería un procedimiento adecuado para el tratamiento de las arrugas y la laxitud cutánea. Así, también mencionan que existe un gran número de estudios sobre este tema; sin embargo, la mayoría de ellos no cuentan con buena calidad metodológica.

Por último, los investigadores refieren que, basados en la información expuesta, es claro que el uso de RF para el tratamiento de la laxitud cutánea continúa siendo un mito, el cual debe ser clarificado, y su uso, por lo tanto, debe ser cauteloso, especialmente cuando los parámetros no se encuentran especificados.

Especialidad: Bibliografía - Dermatología

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