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Evalúan la Asociación entre la Ganancia de Peso Gestacional y la Tasa de Cesáreas Luego de la Inducción del Parto

  • AUTOR : Gawade P, Markenson G, Plevyak M y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL : Association of Gestational Weight Gain with Cesarean Delivery Rate After Labor Induction
  • CITA : Journal of Reproductive Medicine 56(3-4):95-102, Mar 2011
  • MICRO : Los autores afirman que un aumento de peso excesivo durante el embarazo incrementa el riesgo de cesárea.

 

Introducción

La inducción del parto se asocia con un incremento del riesgo de cesárea, hiperestimulación uterina, alteraciones de la frecuencia cardíaca fetal, corioamnionitis y endometritis, y es una causa importante de morbilidad materna y fetal. A pesar de esto, la tasa de inducción de parto se encuentra en franco aumento, ya que ascendió del 9.5% en 1990 al 22.5% en 2006.

El éxito de la inducción del parto depende de múltiples factores, por ejemplo número de partos, edad materna, índice de masa corporal (IMC) materno, puntaje de Bishop, edad gestacional y peso neonatal. El excesivo aumento de peso durante el embarazo suele producirse especialmente en mujeres obesas o con sobrepeso. Sus consecuencias son mayores tasas de fetos macrosómicos o de alto peso para la edad gestacional, preeclampsia y trabajo de parto prolongado.

El objetivo de este trabajo fue evaluar las repercusiones del aumento de peso gestacional sobre la tasa de cesáreas en las mujeres de término que son sometidas a inducción del parto. La hipótesis de los investigadores fue que un incremento en el aumento de peso se asociaría con una mayor tasa de cesárea. Como objetivo secundario, los autores compararon la distribución del aumento de peso de las participantes con las recomendaciones actuales del Institute of Medicine.

Materiales y métodos

Se diseñó un ensayo retrospectivo para el cual se seleccionaron embarazadas de entre 37 y 42 semanas de gestación que fueron sometidas a inducción del parto en un centro sanitario entre mayo de 2005 y junio de 2008. En ese período se produjeron 12 927 nacimientos, de los cuales 3 007 (23.3%) tuvieron inducción del parto. Se excluyeron los nacimientos con presentación de nalgas, los embarazos múltiples, las mujeres con antecedentes de cesárea y las participantes con datos incompletos, por lo cual la muestra final fue de 2 495 nacimientos por inducción de parto. Los partos en los que se utilizaron fórceps o técnica de vacuum se consideraron como partos vaginales (n = 101).

Se obtuvo información acerca del peso y talla maternos previos al embarazo, y peso al terminarlo. Se calculó el aumento de peso durante la gestación, el cual fue evaluado como una variable continua. La realización de una cesárea luego de la inducción del parto se tomó como una variable binaria. Las mujeres que perdieron peso durante el embarazo (n = 29) fueron incluidas con una ganancia de peso negativa. Otros datos registrados fueron edad materna, raza, número de partos, cobertura médica, edad gestacional, peso neonatal, sexo del recién nacido, presencia de diabetes mellitus o hipertensión materna gestacional y pregestacional, utilización de anestesia epidural y tipo de agente inductor.

Las indicaciones de cesárea se dividieron en seis categorías: detención de la dilatación o el descenso; complicaciones fetales; trastornos hipertensivos; enfermedades médicas maternas; alteraciones de la frecuencia cardíaca fetal y solicitud de la paciente. Finalmente, se realizó el análisis estadístico de los datos.

Resultados

El aumento de peso promedio durante el embarazo fue de 14.4 kg, con un intervalo de entre -13.6 kg y 63.0 kg. El 23.5% de las mujeres que recibieron inducción del parto fueron sometidas a cesárea. Estas embarazadas habían aumentado más de peso que aquellas que tuvieron un parto vaginal (15.4 kg contra 14.1 kg, p < 0.0002).

El IMC pregestacional promedio fue de 27.2 kg/m2 para la muestra en general, pero las mujeres que sufrieron cesárea tenían un IMC significativamente mayor que las que tuvieron partos vaginales (29.4 kg/m2 contra 26.6 kg/m2, p < 0.0001). Los niños que nacieron por cesárea tenían un mayor peso que los de parto vaginal (3 530.2 g contra 3 407.2 g, p < 0.0001). La edad promedio de las madres fue similar para ambos grupos.

En el análisis multivariado, los investigadores observaron que el riesgo de cesárea se incrementaba en un 13% por cada 5 kilos de aumento en la ganancia de peso gestacional (odds ratio [OR] 1.13, intervalo de confianza [IC] 95% 1.05 a 1.23). El riesgo de cesárea luego de la inducción del parto creció significativamente por cada unidad de aumento en la edad materna y en el IMC pregestacional. Otros factores que influyeron en el riesgo de cesárea fueron la nuliparidad, un puntaje de Bishop desfavorable (< 5) y el sexo masculino del feto.

La asociación encontrada entre el aumento de peso durante el embarazo y la necesidad de cesárea estuvo presente en todos los estratos de IMC, número de partos, edad y peso neonatal. Los datos obtenidos en el análisis que incluyó a las mujeres que habían perdido peso durante la gestación no se vieron alterados al excluir a estas participantes.

Al evaluar la distribución del aumento de peso gestacional de acuerdo con los lineamientos del Institute of Medicine, se observó que la ganancia de peso promedio de las mujeres con bajo peso previo al embarazo (17.5 kg) se encontraba dentro del intervalo recomendado, mientras que la ganancia de peso promedio de las mujeres de las otras categorías de IMC (peso normal: 16.1 kg; sobrepeso: 14.4 kg; mujeres obesas: 11.6 kg) excedía los valores recomendados.

Discusión

Los investigadores que realizaron este ensayo retrospectivo detectaron que por cada 5 kg de aumento en la ganancia de peso gestacional, el riesgo de necesidad de cesárea en las mujeres que se someten a inducción del parto se incrementó en un 13%. Dicho incremento resultó ser similar en todas las categorías de número de partos, edad materna, peso neonatal, indicaciones para la inducción del parto, puntaje de Bishop calculado en la admisión e IMC pregestacional.

Este hallazgo coincide con los de otros dos estudios que demostraron un aumento del riesgo de cesárea luego de la inducción del parto en las mujeres que habían subido más de peso durante el embarazo. Sin embargo, a diferencia de aquellos dos ensayos, en esta investigación los autores incluyeron mujeres de todas las categorías de IMC pregestacional y utilizaron el aumento de peso durante el embarazo como una variable continua, ajustada de acuerdo con los posibles factores de confusión más relevantes.

El incremento de la necesidad de cesárea luego de la inducción del parto en los embarazos con fetos varones es un dato novedoso. Su explicación podría ser que los fetos de sexo masculino suelen tener un incremento global del riesgo de cesárea, aunque también podría ser que hubieran existido factores de confusión que no se tuvieron en cuenta en el análisis, como distocia, alteraciones del cordón o sufrimiento fetal.

Otro resultado destacable de este informe fue el proveniente de la comparación entre los valores de aumento de peso recomendados por el Institute of Medicine y los valores reales de las participantes del estudio. Los investigadores vieron que la ganancia de peso excedía las recomendaciones en las mujeres con un peso pregestacional normal, con sobrepeso u obesas, y solamente cumplía con los lineamientos en aquellas participantes con bajo peso pregestacional.

Los autores reconocen algunas limitaciones de este trabajo. El peso pregestacional empleado para el análisis fue el informado por las participantes o el determinado en la primera consulta prenatal. Esto podría llevar a alteraciones en los resultados del cálculo de la ganancia de peso durante el embarazo. Además, la asociación positiva del aumento de peso gestacional con un incremento de la incidencia de cesárea demostrada en este trabajo podría ser producto de un efecto primario del incremento de peso, pero también podría ser un factor intermediario que modifique los parámetros de indicación de cesárea, por ejemplo, peso fetal, macrosomía, preeclampsia o trabajo de parto prolongado, todos ellos relacionados con un mayor aumento de peso durante el embarazo. Asimismo, debido a que este trabajo fue realizado en un único centro sanitario y principalmente con mujeres de origen caucásico, los resultados podrían no ser extrapolables a otras poblaciones.

Conclusión

Más allá de las limitaciones, los investigadores destacan que, luego de ajustar los análisis de acuerdo con los factores de riesgo que se asocian con la necesidad de cesárea luego de la inducción del parto, han demostrado que un mayor incremento de peso durante el embarazo se vincula con una mayor tasa de cesárea. Estos hallazgos resaltan la importancia de evaluar la ganancia de peso gestacional en todas las categorías de IMC, dado que una gran proporción de las embarazadas tienen sobrepeso o son obesas.

Especialidad: Bibliografía - Ginecología

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