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Evalúan la Supresión Acida Gástrica con un Nuevo Preparado de Omeprazol
- AUTOR : Soifer L, Peralta A, Naisberg G
- TITULO ORIGINAL : Capacidad Acidosupresora de Omeprazol, Bicarbonato de Sodio y Alginato de Sodio en Polvo para Suspensión Oral
- CITA : Acta Gastroenterológica Latinoamericana 39(4):261-266, Dic 2009
- MICRO : El nuevo preparado con omeprazol, bicarbonato de sodio y alginato de sodio en polvo para suspensión oral suprime en forma significativa la acidez gástrica; además, a diferencia de los inhibidores de la bomba de protones de liberación prolongada, ejerce un efecto rápido y sostenido
Introducción
El omeprazol es un inhibidor de la enzima H+/K+ ATPasa gástrica de la bomba de protones de las células parietales. Por lo tanto, el tratamiento con este fármaco se asocia con una supresión importante de la secreción ácida y con aumento del pH gástrico. Por sus efectos, el omeprazol representa una excelente opción de terapia para las enfermedades asociadas con mayor sensibilidad al ácido gástrico. Debido a que el fármaco es una base débil que se degrada en presencia de la acidez gástrica, su biodisponibilidad es bastante impredecible. Los experimentos in vitro indicaron que la vida media del fármaco es de 10 minutos o de 18 horas cuando el pH es < 4 o > 6.5, respectivamente. En presencia de un pH ≥ 6, el omeprazol se absorbe en el intestino y llega por vía circulatoria hasta las células parietales gástricas.
Por las características mencionadas, los preparados de omeprazol para uso oral tienen una cubierta de protección gástrica que impide su degradación en el ambiente ácido del estómago (comprimidos con cubierta entérica o cápsulas con microesferas [pellets o mups]). Sin embargo, esta cubierta demora la absorción intestinal del fármaco y prolonga el tiempo hasta que se logra la concentración plasmática máxima (Cmáx). Es por ello que cualquier inhibidor de la bomba de protones (IBP) con cubierta entérica se considera de liberación prolongada (LP). En diversos trabajos, la administración de una única dosis de omeprazol de 10 mg, 30 mg o 60 mg se asoció con tiempos hasta la Cmáx de 3.3, 2.3 y 2.5 horas, respectivamente; además, se comprobó una amplia variabilidad interindividual.
En ocasiones, los pacientes deben aplastar el preparado para poder ingerir el fármaco, porque no pueden deglutir el comprimido entero. De esta forma, la mayor parte de la cubierta entérica se destruye y la biodisponibilidad se compromete. Los productos líquidos, creados para superar este inconveniente, tienen poca estabilidad y son difíciles de administrar.
Los preparados con cubierta entérica se asocian con otra desventaja, la «irrupción ácida nocturna» (nocturnal acid breakthrough), caracterizada por un pH por debajo de 4 durante una hora como mínimo, entre las 22 y las 6. De hecho, añaden los expertos, la mayoría de los episodios de reflujo gastroesofágico tiene lugar en la primera mitad de la noche, en coincidencia con el ritmo circadiano de la secreción ácida gástrica. Cabe destacar que el patrón circadiano también se describió en individuos sanos que reciben IBP dos veces por día. Estas características explican por qué algunos pacientes tratados con IBP en dos tomas presentan reflujo nocturno y evolución desfavorable con el tratamiento.
El bicarbonato de sodio, administrado simultáneamente con el omeprazol, aumenta el pH gástrico y evita la degradación de este último. La absorción y el efecto se producen más rápidamente que con el omeprazol de LP, motivo por el cual se lo considera un preparado de liberación inmediata (LI). Esta última modalidad debe diferenciarse de la solución simplificada de omeprazol, que se logra al mezclar el contenido de las cápsulas con una solución de bicarbonato de sodio al 8.4%.
En el presente estudio, los autores analizaron la supresión ácida lograda con un nuevo preparado de omeprazol en combinación con bicarbonato de sodio y alginato de sodio (O + BS-AS) en polvo para suspensión oral en voluntarios sanos. Para ello se determinaron las modificaciones del pH gástrico de 24 horas, en asociación con el tratamiento diario durante 6 días. En algunos sujetos se realizó pHmetría gástrica durante las 2 a 3 horas posteriores a la administración de la primera dosis, con la finalidad de conocer los cambios inmediatos del pH gástrico en relación con el bicarbonato de sodio.
Pacientes y métodos
La investigación prospectiva, abierta y de fase IV abarcó voluntarios de ambos sexos, de más de 21 años, sin trastornos digestivos. No se incluyeron participantes que habían utilizado IBP o antagonistas H2 en la semana previa. El estudio se llevó a cabo en un centro de la ciudad de Buenos Aires, entre 2006 y 2007.
Todos los participantes fueron evaluados en los días 0, 1, 6 y 7; el día 0 fueron sometidos a examen físico, interrogatorio y a la colocación de un catéter intragástrico para la determinación del pH en 24 horas. El día 1 se retiraron los catéteres y se administró un sobre de O + BS-AS en polvo para suspensión oral con 20 mg de omeprazol, 1.68 g de bicarbonato de sodio y 250.08 mg de alginato de sodio. Los participantes debían continuar el tratamiento durante 5 días. Al sexto día se repitió el control del pH gástrico. En 7 voluntarios, la primera dosis del preparado se administró 2 a 3 horas antes de retirar el catéter con la finalidad de registrar el pH en las horas inmediatas a la ingesta de la combinación de fármacos.
La medición del pH intragástrico se efectuó con electrodos de vidrio, semidescartables, introducidos por vía nasogástrica, hasta una distancia de 55 cm. El sensor de pH se conectó a un sistema computarizado de grabación. El parámetro principal de análisis consistió en el tiempo durante el cual el pH gástrico se mantuvo por debajo de 4 (en horas o en porcentaje del período de 24 horas). En el subgrupo que recibió la primera dosis antes de la extracción del catéter se calculó el tiempo durante el cual el pH se mantuvo por debajo de 4 en 21 horas, con extrapolación de los resultados a las 24 horas. También se compararon los valores de pH gástrico en el período basal y durante el tratamiento activo. Las comparaciones del pH en el período basal y posterior a la administración del preparado se efectuaron con pruebas de varianza con mediciones repetidas.
Resultados
La muestra de estudio incluyó 9 mujeres y 4 hombres de 36 años en promedio; ningún participante tuvo efectos adversos asociados con los fármacos en estudio. Se encontraron diferencias significativas entre los valores promedio del tiempo durante el cual el pH se mantuvo por debajo de 4, antes y después de la ingesta de O + BS-AS. El porcentaje de tiempo con pH < 4 fue del 72.02% en el primer estudio y del 34.05% en el segundo registro (p < 0.01). El pH máximo obtenido luego de la primera administración del preparado fue de 6.98; éste se logró a los 18.34 minutos en promedio.
Discusión
En la presente investigación, los autores evaluaron la supresión ácida alcanzada en 13 sujetos sanos tratados durante 6 días con un nuevo preparado con O + BS-AS. Los resultados mostraron que la asociación farmacológica se asocia con una disminución del 52.73% del tiempo en el cual el pH del estómago permanece por debajo de 4, respecto de los valores basales (17.28 horas en comparación con 8.17 horas, antes y después de la ingesta de O + BS-AS, respectivamente).
Además, en un subgrupo de 7 pacientes se determinó la acción inmediata del fármaco, luego de la ingesta de la primera dosis. El pH aumentó rápidamente (en 18.34 minutos en promedio), como consecuencia del bicarbonato, a valores superiores a 6. En esta situación, añaden los autores, el omeprazol puede ser absorbido rápidamente ya que no es degradado por el ácido clorhídrico. El aumento inicial del pH, agregan, obedecería al efecto del bicarbonato, pero 2 horas después, la persistencia del pH por encima de 4 parece depender directamente de la inhibición de la bomba de protones por parte del omeprazol. Con el nuevo preparado fue posible obtener una supresión ácida de 24 horas de duración y un aumento rápido del pH, luego de la ingesta de la combinación de fármacos. Otros trabajos han mostrado que el omeprazol de LI se asocia con una Cmáx mayor y con un tiempo hasta la Cmáx inferior en comparación con el omeprazol de LP. Posiblemente, el efecto rápido y la acción prolongada del omeprazol de LI obedezcan a la protección que ejerce el bicarbonato sobre la degradación ácida del omeprazol y a la estimulación de la gastrina por las células G del antro gástrico. La mayor producción de gastrina se asocia con el aumento de la masa de células parietales y con la inserción de bombas de protones en el canalículo secretor. Es sabido que sólo las bombas activas son susceptibles a la acción irreversible de los IBP, de allí que éstos deban ingerirse antes de las comidas. Los alimentos inducen la activación del 60% al 70% de las bombas, estado en el cual son susceptibles a la inhibición. Sin embargo, con el nuevo preparado no parece necesaria la ingesta previa de alimentos, ya que el aumento del pH y la mayor producción de gastrina inducirían un incremento en la cantidad de bombas aptas para ser bloqueadas por el O + BS-AS. Según un estudio previo, el bicarbonato de sodio aumenta los niveles plasmáticos de la gastrina en el transcurso de los 30 minutos posteriores a la ingesta. La posibilidad de ingerir el omeprazol de LI antes de acostarse es una ventaja importante para muchos pacientes. El efecto, en cambio, no se logra con los preparados de LP. Por ejemplo, en un trabajo en 12 voluntarios sanos no se encontraron diferencias significativas en las áreas bajo la curva de la Cmáx y del tiempo hasta la Cmáx luego de ingerir 20 mg de omeprazol con un antiácido líquido o sin antiácidos. Aunque todavía no se determinó con precisión, es posible que el omeprazol de LI se absorba en el duodeno, tal como ocurre con el omeprazol de LP. No obstante, debido a que éste se ingiere en forma líquida, su paso al intestino delgado y a la circulación sistémica es más rápido. Las particularidades comentadas del O + BS-AS y el efecto antisecretor prolongado parecen muy beneficiosos, especialmente para el tratamiento a demanda de la enfermedad por reflujo no erosiva. En estos pacientes, señalan los expertos, el objetivo principal del tratamiento reside en el alivio de los síntomas y no en la curación de las lesiones esofágicas. Asimismo, el preparado para suspensión es una opción muy interesante para los niños, para los pacientes que presentan trastornos de la deglución y para sujetos con sonda nasogástrica o que presentan alteraciones en el vaciamiento gástrico. Los estudios futuros deberán determinar con precisión el papel del alginato de sodio, inicialmente incluido como un excipiente. El producto debe utilizarse con precaución en los sujetos con hipertensión por el alto contenido en sodio; el bicarbonato, por su parte, debe evitarse en la hipocalcemia y en la alcalosis metabólica.
En conclusión, el nuevo preparado, que consiste en omeprazol, bicarbonato y alginato de sodio en polvo para suspensión oral, parece particularmente útil en situaciones determinadas, en las cuales los IBP tradicionales no son aptos; por ejemplo, en los pacientes con trastornos de la deglución o con estenosis esofágica, concluyen los expertos.
Especialidad: Bibliografía - Gastroenterología