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Existiría una Asociación entre el Nivel de Amiloide Beta y la Depresión
- TITULO : Existiría una Asociación entre el Nivel de Amiloide Beta y la Depresión
- AUTOR : Harrington K, Lim Y, Gould E, Maruff P
- TITULO ORIGINAL : Amyloid-Beta and Depression in Healthy Older Adults: A Systematic Review
- CITA : Australian and New Zealand Journal of Psychiatry 49(1): 36-46, Ene 2015
- MICRO : Los síntomas depresivos pueden constituir un indicador preclínico de demencia tanto en ancianos como en pacientes con deterioro cognitivo leve.A su vez, existiría una asociación entre el nivel de amiloide beta y la depresión.
Introducción y objetivos
La presencia de síntomas depresivos puede constituir un indicador preclínico de demencia tanto en ancianos como en pacientes con deterioro cognitivo leve (DCL). También se informó una asociación entre la frecuencia y la duración elevadas de los episodios depresivos y el aumento del riesgo de enfermedad de Alzheimer (EA). De todos modos, los resultados disponibles al respecto son heterogéneos. Las dificultades para obtener conclusiones definitivas sobre la asociación entre la depresión y la aparición posterior de EA podrían vincularse con la existencia de síntomas en común y el inicio insidioso de ambos cuadros.
La utilización de biomarcadores y neuroimágenes podría mejorar la comprensión de la relación entre la depresión y la EA. En este sentido se destaca que la acumulación de amiloide beta (AB) se asocia con un deterioro mnésico previo al diagnóstico de EA. Asimismo, se halló una modificación del nivel de AB en ancianos con depresión clínica. No obstante, los estudios disponibles al respecto tienen características heterogéneas que impiden la obtención de conclusiones definitivas.
El presente estudio de revisión sistemática se llevó a cabo con el objetivo de evaluar la relación entre la depresión y el AB en ancianos sin demencia.
Métodos
Los autores seleccionaron estudios transversales o longitudinales publicados a partir de 2006, realizados en pacientes de 60 años en adelante que presentaban depresión mayor o distimia de acuerdo con los criterios diagnósticos vigentes. La búsqueda se llevó a cabo mediante la evaluación de bases de datos electrónicas como Medline, entre otras fuentes. Solo se incluyeron estudios en los cuales se evaluó la gravedad de la depresión mediante un parámetro estandarizado y se analizaron los niveles de AB en forma directa, en muestras de sangre o líquido cefalorraquídeo o mediante tomografía por emisión de positrones (PET).
Resultados
La búsqueda realizada generó la inclusión de 19 estudios realizados en muestras de 16 a 1 060 pacientes. En algunos estudios se incluyeron grupos control integrados por individuos sin depresión. La mitad de los estudios incluyó una proporción de mujeres mayor en comparación con la proporción de hombres. El periodo educativo de los participantes osciló entre 2.7 y 17.2 años. En general, la depresión fue evaluada de acuerdo con los criterios incluidos en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM) o la Clasificación Internacional de las Enfermedades (CIE). En 18 estudios se emplearon escalas estandarizadas para la evaluación de la depresión como la Hamilton Depression Rating Scale (HAMD), en tanto que en el estudio restante la depresión fue evaluada mediante un parámetro continuo. La medición del nivel de AB tuvo lugar mediante PET en 5 estudios. En 4 de los estudios se valoró el nivel de AB 42 en LCR, en tanto que en el resto de los casos la evaluación tuvo lugar en muestras de sangre periférica. En la mayoría de los casos, la valoración del funcionamiento cognitivo tuvo lugar mediante la aplicación de la Mini Mental State Examination (MMSE).
De acuerdo con los resultados de 9 de los 19 estudios evaluados, el nivel de AB 40 no se asoció con la presencia o la ausencia de depresión. Dicho nivel tampoco se correlacionó con el resultado de la escala HAMD o con la edad de inicio de la depresión. En cambio, en 11 de los 14 estudios en los cuales se evaluó el nivel de AB 42 se halló una diferencia significativa entre los pacientes con depresión y los pacientes sin depresión. En la mayoría de los casos, el nivel de AB 42 fue menor en presencia de depresión, aunque los resultados disponibles al respecto fueron heterogéneos. En 6 de los estudios se evaluó el índice AB 40:42, que fue mayor en presencia de depresión en comparación con lo observado en ausencia de depresión. Finalmente, en un estudio se detectó una correlación negativa moderada y significativa entre el índice AB 40:42 y la edad de inicio de la depresión.
En 3 de los 5 estudios en los que se utilizó PET como parámetro principal de evaluación se halló una relación significativa entre los resultados del diagnóstico por imágenes y la depresión. En uno de los estudios los autores informaron un nivel superior de AB en pacientes con depresión. En otro estudio se observó una correlación positiva moderada entre el nivel de AB en la región temporal lateral y el puntaje de la Geriatric Depression Scale (GDS) en pacientes con DCL. En cambio, en pacientes con funcionamiento cognitivo normal se halló una correlación positiva moderada en la región temporal medial. Si bien los resultados obtenidos fueron heterogéneos, esto podría deberse a la aplicación de estrategias de evaluación diferentes. Es necesario contar con más estudios con el fin de definir la utilidad del diagnóstico por imágenes para valorar el depósito de AB en presencia de depresión.
Discusión
Los resultados obtenidos permiten indicar que los pacientes con depresión presentan una disminución del nivel de AB 42 y un aumento del índice AB 40:42 en el LCR y la sangre en comparación con los pacientes sin depresión. En cambio, en la mayoría de los casos no se observaron diferencias entre los pacientes con depresión o sin depresión al evaluar los niveles de AB 40. Si bien el nivel de AB también presentó una tendencia de aumento en pacientes con depresión evaluados mediante PET, los resultados disponibles al respecto fueron heterogéneos. Los resultados observados en caso de depresión concuerdan con lo hallado en pacientes con EA. En consecuencia, es posible que la depresión constituya un síntoma de inicio en pacientes con EA. Los autores destacan que los resultados más sistemáticos fueron los obtenidos al evaluar el nivel de AB en sangre, aunque la utilidad de este tipo de análisis no es clara en la práctica clínica. Otra cuestión a destacar es la influencia de la cantidad de pacientes evaluados sobre los resultados obtenidos en cada estudio. Es necesario contar con estudios adicionales que permitan confirmar que la variación del nivel de AB asociada con la depresión constituye un pródromo de la EA.
La relación entre el nivel de AB, la depresión y la EA se encuentra influenciada por numerosos factores. Más allá del depósito de AB, existen otros mecanismos biológicos que relacionan la depresión con la EA e incluyen el aumento del nivel de glucocorticoides, la enfermedad vascular, la alteración de los factores de crecimiento nervioso, la inflamación y la atrofia hipocampal. Los mecanismos mencionados interactuarían con la susceptibilidad individual para padecer la enfermedad. De todos modos, se requieren estudios adicionales para corroborar los resultados mencionados.
Entre las limitaciones del presente estudio los autores destacaron el diseño transversal de la mayoría de los estudios analizados. La realización de estudios longitudinales permitirá conocer la trayectoria de variación del nivel de AB en pacientes con depresión. Además, los estudios longitudinales son necesarios para valorar el funcionamiento cognitivo a medida que transcurre el tiempo y conocer la contribución de la depresión en cuanto a la fisiopatología de la EA. Los parámetros de evaluación cognitiva aplicados en los estudios no fueron lo suficientemente sensibles para valorar cambios leves del funcionamiento cognitivo asociados con el pródromo de la EA.
Conclusión
Es necesario contar con estudios longitudinales prospectivos que incluyan la evaluación del nivel de AB en el LCR y mediante neuroimágenes con el fin de conocer la relación entre el AB, la depresión y la aparición posterior de EA.
Especialidad: Bibliografía - Psiquiatría