Laboratorios Bagó > Bibliografías > Importancia de Definir el Diagnóstico Principal para Tratar a los Pacientes con Fobia Social y Sintomatología Depresiva
Importancia de Definir el Diagnóstico Principal para Tratar a los Pacientes con Fobia Social y Sintomatología Depresiva
- AUTOR: Voncken MJ, Bögels SM y Peeters F
- TITULO ORIGINAL:Specificity of Interpretation and Judgemental Biases in Social Phobia Versus Depression
- CITA:Psychology and Psychotherapy-Theory Research and Practice 80(Part 3):443-453, Sep 2007
- MICRO: Los pacientes con fobia social y aquellos con depresión presentan patrones diferentes al evaluar los sesgos de interpretación y juicio relacionados con situaciones sociales y no sociales.
Introducción y objetivos
Entre los mecanismos involucrados en el mantenimiento de la fobia social y otros trastornos de ansiedad se incluyen los sesgos de interpretación y de juicio. Los pacientes con fobia social se caracterizan por interpretar las situaciones de un modo negativo y sobreestimar la probabilidad de que ocurran sucesos negativos en contextos sociales. La depresión es una de las comorbilidades más frecuentes en caso de fobia social y los síntomas y las distorsiones cognitivas que presentan los pacientes con esta fobia también pueden observarse en caso de depresión. Los pacientes depresivos presentan sesgos de autopercepción a la hora de interactuar socialmente, similares a los observados en pacientes con fobia social. La autocrítica, la culpabilidad, los autorreproches y las expectativas negativas respecto de las respuestas de los demás están presentes tanto en los pacientes con fobia social como en los individuos depresivos. En consecuencia, se plantea si los sesgos de interpretación y juicio observados en los pacientes con fobia social se deben a la presencia de depresión.
A diferencia de lo que ocurre en los pacientes con fobia social, las distorsiones cognitivas de los pacientes depresivos no se limitan a situaciones de interacción social. No obstante, es imposible descartar la influencia de la sintomatología depresiva sobre los sesgos de interpretación observados en los pacientes con fobia social. Debido a la comorbilidad significativa observada entre ambos trastornos, resulta difícil seleccionar a pacientes que no presenten síntomas depresivos.
El presente estudio se llevó a cabo con el propósito de comprobar que los sujetos con fobia social presentan sesgos de juicio e interpretación de contenido específico. En segundo lugar se propuso que el aumento de la sintomatología depresiva se asocia con un sesgo generalizado a situaciones de interacción social y de no interacción social. Por último, los autores propusieron que dicho sesgo generalizado debería ser independiente de los sesgos de contenido específico observados en casos de fobia social.
Pacientes y métodos
Participaron pacientes con fobia social, miembros de la Dutch Association of Shy People. Todos tenían un puntaje mayor de 88 en la escala de fobia social incluida en el Dutch Social Phobia and Anxiety Inventory (SPAI). Dicho puntaje se corresponde con un 91% de probabilidad de diagnóstico correcto de fobia social. Los participantes con fobia social fueron divididos en dos grupos según el nivel de síntomas depresivos. La clasificación se efectuó acorde con el puntaje obtenido en el Beck Depression Inventory (BDI). Se conformó un grupo de referencia integrado por 33 personas sanas con características similares a las observadas en los pacientes con fobia social. Por último, se incluyó un grupo de 20 pacientes que no presentaban fobia social y reunían los criterios para el diagnóstico de depresión mayor, distimia o ambas enfermedades, incluidos en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV).
Todos los participantes completaron el SPAI, el BDI, la Fear of Negative Evaluation y la Social Phobic Beliefs Scale. También se aplicó el Interpretation and Judgmental Questionnaire (IJQ), que incluye relatos breves sobre 20 eventos sociales y 4 eventos no sociales. El IJQ está dividido en dos partes que permiten evaluar la presencia de un sesgo de interpretación y de juicio. La primera parte consiste en la descripción de las 24 situaciones mencionadas. Los pacientes deben imaginarse en cada una de las situaciones y responder a una pregunta abierta. En la segunda parte, deben clasificar las interpretaciones efectuadas según las consideren positivas, neutras, levemente negativas o intensamente negativas, como si ellos fueran los involucrados en la situación descrita. Esto permite evaluar la interpretación frente a una determinada situación. Además, se evaluó la probabilidad de que dicha interpretación sea real, y el costo inherente a ella según el punto de vista del paciente.
Para analizar el sesgo de interpretación se emplearon dos variables dependientes: las respuestas a las preguntas abiertas incluidas en el IJQ y la clasificación de las interpretaciones más negativas efectuadas en la segunda parte del IJQ. Para evaluar el sesgo de juicio se utilizó una variable construida según la probabilidad y el costo relacionados con las interpretaciones más negativas. Este análisis derivó en la obtención de un puntaje correspondiente al temor generado por la situación presentada. Los datos se evaluaron mediante un análisis de varianza.
Resultados
El análisis de varianza llevado a cabo no determinó una interacción entre cada situación descrita en el IJQ y la fobia social. La situación, el grupo al cual pertenecía cada paciente y el puntaje del BDI no tuvieron efecto significativo. No obstante, el resultado del SPAI se asoció con un efecto más importante. De acuerdo con dicho efecto, el aumento del puntaje del SPAI dio lugar a una respuesta más negativa ante las situaciones presentadas. Es decir, los resultados del análisis de varianza no indicaron la presencia de un sesgo de interpretación específico de contenido. Respecto de la clasificación de las interpretaciones más negativas y el temor generado por cada situación, el patrón hallado se asemejó al anterior. Cuanto mayor fue el puntaje del SPAI y del BDI, las respuestas de los pacientes fueron más negativas y el temor percibido en cada situación fue más acentuado.
Al efectuar un análisis de seguimiento se observó que los pacientes con fobia social presentaron interpretaciones específicas de contenido y sesgos de juicio en comparación con los sujetos sanos y los pacientes depresivos. Los pacientes con fobia social respondieron más negativamente ante las situaciones de interacción social que ante situaciones no sociales en comparación con los demás grupos. Además, los pacientes con fobia social y sintomatología depresiva tuvieron un puntaje mayor tanto en situaciones sociales como no sociales en comparación con los pacientes con fobia social sin síntomas depresivos. Los pacientes con depresión también presentaron un puntaje más elevado en comparación con el grupo de referencia en situaciones de interacción social como en situaciones no sociales. En resumen, la presencia de síntomas depresivos se asoció con sesgos de juicio e interpretación generalizados a situaciones sociales y no sociales. Estos sesgos fueron independientes de los sesgos de contenido específico observados en caso de fobia social.
Discusión
De acuerdo con los resultados del presente estudio, los pacientes con fobia social presentan un sesgo de contenido específico limitado a situaciones de interacción social que es independiente de la presencia de síntomas de depresión. Es decir, realizaron interpretaciones negativas en situaciones de interacción social. Además, consideraron estas situaciones más amenazantes en comparación con las apreciaciones efectuadas por los pacientes depresivos y los sujetos sanos, lo cual se observó en presencia o ausencia de síntomas depresivos. Esto es, la fobia social se asocia con un sesgo de interpretación y juicio de contenido específico. La sintomatología depresiva se asoció con un sesgo de interpretación y juicio generalizado a las situaciones sociales y no sociales. Puede afirmarse que los sesgos de contenido específico observados en caso de fobia social fueron independientes de los sesgos generalizados verificados en caso de sintomatología depresiva. En consecuencia, los pacientes con fobia social y aquellos con depresión pueden diferenciarse según el contenido de los sesgos de interpretación y de juicio. Esto se verificó a pesar de la presencia de sintomatología depresiva de intensidad similar en ambos grupos de pacientes. Por último, las respuestas a las preguntas abiertas no permitieron confirmar la hipótesis de especificidad de contenido. Ello se debería a que la realización de preguntas abiertas no es válida o acarrea errores metodológicos.
El hallazgo de un sesgo específico de contenido característico de los pacientes con fobia social y no de los pacientes depresivos destaca la importancia de definir el diagnóstico principal en caso de coexistir síntomas de ambas enfermedades. De lo contrario, el tratamiento no estará dirigido a los sesgos observados en situaciones de interacción social en los casos en los cuales la fobia social es el diagnóstico principal. Debe tenerse en cuenta que los síntomas depresivos de los pacientes con fobia social aumentan los sesgos de juicio y de interpretación negativos relacionados con situaciones sociales y no sociales. El sesgo generalizado a situaciones no sociales deberá ser abordado terapéuticamente una vez tratado el sesgo vinculado a las situaciones sociales.
Entre las limitaciones del estudio, los autores mencionan que los pacientes con fobia social no presentaban un diagnóstico formal acorde con los criterios incluidos en el DSM-IV. Además, los pacientes depresivos fueron incorporados en condiciones heterogéneas, lo cual pudo afectar el modo de respuesta al cuestionario aplicado. Por último, se detectaron dificultades a la hora de evaluar los sesgos de interpretación y juicio. Esto se debió a la existencia de un desequilibrio entre la cantidad de situaciones sociales y no sociales presentadas a los participantes.
Conclusión
La fobia social y la depresión pueden tener sintomatología en común. No obstante, al evaluar los sesgos de juicio e interpretación relacionados con situaciones sociales y no sociales se observaron patrones diferentes. En el caso de la depresión se verificó un sesgo generalizado a ambos tipos de situaciones. En cambio, los pacientes con fobia social presentaron un sesgo asociado específicamente con situaciones de interacción social. En caso de fobia social combinada con sintomatología depresiva hubo un aumento de los sesgos en situaciones sociales y no sociales. Por consiguiente, definir el diagnóstico principal es imprescindible para planificar el tratamiento de un paciente con fobia social y síntomas depresivos.
Especialidad: Bibliografía - Psiquiatría