Importancia de la Edad en la Capacidad para Realizar la Reanimación Cardiopulmonar

• AUTOR : Jones I, Whitfield R, Newcombe R y colaboradores
• TITULO ORIGINAL: At What Age Can Schoolchildren Provide Effective Chest Compressions? An Observational Study from the Heartstart UK Schools Training Programme
• CITA: BMJ 334(7605):1201-1203, Jun 2007
• MICRO: Los niños entre 9 y 10 años utilizaron una posición correcta de las manos y la misma frecuencia de compresión que los mayores, si bien no fueron capaces de comprimir el tórax con la profundidad adecuada. Por lo tanto, es posible comenzar el entrenamiento a una edad temprana, en el colegio, con mayor porcentaje de atención y retención de la información.

Introducción

Los conocimientos para las maniobras de resucitación cardiopulmonar deben comenzar a aprenderse en el colegio, dado que los niños son motivados fácilmente, aprenden en forma rápida y retienen la experiencia. Luego del trabajo pionero en Noruega, estos entrenamientos se han introducido en varios países.

Los estudios de adquisición de experiencia se han concentrado en los niños mayores, aunque ningún trabajo comunicó a qué edad los niños son capaces de efectuar las tareas más pesadas desde el punto de vista físico, en especial las compresiones torácicas. La edad recomendada varía entre los 9 y los 13 años. Este estudio analizó la edad a la cual los chicos pueden efectuar compresiones torácicas efectivas.

Material y métodos

Los autores incluyeron niños en edad escolar, en grupos de 9 a 10 años (5° año), 11 a 12 años (7° año) y 13 a 14 años (9° año). Se explicaron las características del estudio a grupos de padres y docentes y se obtuvo el consentimiento escrito de todos los padres y el consentimiento verbal de los alumnos. Se registró el peso, la altura, el sexo y la fecha de nacimiento.

Las compresiones torácicas se practicaron en un maniquí de acuerdo con el programa de entrenamiento escolar Heartstart UK. Cada niño concurrió a una sesión de entrenamiento de 20 minutos de duración y se lo evaluó dentro de la hora de haber realizado el entrenamiento. Cada clase estuvo integrada por 4 alumnos y 1 instructor. Cada niño contó con un maniquí para su entrenamiento. Los alumnos realizaron compresiones torácicas continuas sobre el maniquí durante 3 minutos. El tiempo se anunció cada 30 segundos. Durante el entrenamiento no se brindó ningún otro mensaje auditivo o visual. Se registró la frecuencia de las compresiones, su profundidad y el porcentaje realizado en posición correcta de las manos. Se definió como profundidad y frecuencia correctas de las compresiones a las que tenían de 38 mm a 51 mm y 90 a 110 por minuto, respectivamente.

Resultados

Todos los alumnos realizaron las compresiones torácicas continuas durante 3 minutos. La frecuencia no se relacionó con el sexo, la edad, el peso o la altura, y el promedio se incrementó exitosamente en cada minuto del período de evaluación, en todos los grupos.

Ningún alumno de 5° año alcanzó la profundidad adecuada, en tanto que sí lo hizo el 19% de los alumnos de 7° año y el 49% de aquellos de 9° año. La profundidad de las compresiones estuvo asociada en forma significativa con la edad, el peso y la altura. Sin embargo, el análisis multivariado mostró que una vez que se conoció la edad y el peso, la altura no mantuvo su significado estadístico. La profundidad promedio disminuyó en los minutos sucesivos en todos los grupos a medida que aumentó la frecuencia, pero esta relación inversa no fue significativa.

No existió relación entre la edad y la proporción que alcanzó la posición correcta de las manos. La ubicación adecuada, durante el 100% de las compresiones, fue alcanzada por el 45% de los alumnos de 5° año, el 22% de los de 7° año y el 31% de los pertenecientes a 9° año. El porcentaje que alcanzó entre el 80% y 100% de la posición correcta fue el 58%, 46% y 52%, respectivamente.

Discusión

Ninguno de los niños de 9 a 10 años y sólo el 19% de aquellos de 11 a 12 años tuvieron la fuerza suficiente para comprimir el tórax con una profundidad adecuada en un maniquí de tamaño de un adulto en una resucitación cardiopulmonar simulada. Si embargo, el 45% de aquellos de 13 a 14 años brindaron una profundidad adecuada, un éxito similar a la tasa observada en adultos en estudios similares. Por lo tanto y en opinión de los autores, son apropiadas las recomendaciones actuales de iniciar la enseñanza de la resucitación cardiopulmonar a la edad de 13 a 14 años.

Conclusiones

En este estudio, los niños de 9 a 10 años utilizaron una posición correcta de las manos y la misma frecuencia de compresión que los mayores y, aunque no fueron capaces de comprimir el tórax en forma suficiente, aprendieron el método tan bien como los alumnos mayores. Enseñar a niños más pequeños brinda el conocimiento necesario para el momento en que se encuentren adecuadamente desarrollados; además, estos niños pueden advertir a un adulto o realizar compresiones adecuadas sobre un tórax más complaciente que el del maniquí. Según los autores, es posible comenzar el entrenamiento a una edad temprana, en el colegio, con mayor porcentaje de atención y retención de lo enseñado.

Especialidad: Bibliografía - Pediatría