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La Adiponectina Parece Tener un Papel Protector de la Lesión Renal Aguda

  • AUTOR : Chen H, Lin Y, Chen T, Heng L, Heng L
  • TITULO ORIGINAL : Roles of Adiponectin in Acute Kidney Injury
  • CITA : Journal of Experimental and Clinical Medicine 4(3):145-148, Jun 2012
  • MICRO : La adiponectina tiene funciones contrarias a la obesidad y a la esclerosis, en tanto que en la supresión de la transformación de los macrófagos, en la inhibición de citoquinas proinflamatorias y en modelos de lesión renal aguda también parece ejercer una acción protectora.

Adiponectina y receptores de adiponectina

La adiponectina (APN) contiene 244 aminoácidos y fue descubierta hacia finales de los años 90. Tiene 4 dominios estructurales basados en su secuencia primaria: un péptido con señalamiento N terminal, una región hipervariable, un dominio de colágeno y una región globular C terminal homóloga a C1q. El tejido adiposo es la fuente más abundante de APN, pero en estudios recientes se ha demostrado que otras células también pueden liberar APN, como las de la mucosa colónica, las células hepáticas, las células musculoesqueléticas, las placentarias, las epiteliales de las glándulas salivales, las células formadoras de hueso, los miocitos y los miofibroblastos.

Otra característica de la APN es que existe en 5 configuraciones y en 6 formas. Hasta el momento se conocen 3 receptores conocidos para APN, el tipo 1, el tipo 2 y la T- caderina. Los receptores tipo 1 y 2 son proteínas integrales de membrana que contienen 7 dominios de transmembrana; sin embargo, en ambos tipos de receptores, el extremo N terminal es interno y el C terminal es externo, por lo que se diferencia estructuralmente de los receptores acoplados a las proteínas G de membrana. El receptor tipo 1 es abundante en tejido muscular, mientras que el tipo 2 lo es en el hígado. En estudios recientes se informó que ambos tipos de receptores también se expresan en el cerebro, la placenta, el colon, los riñones y el tejido canceroso, y que podría estar regulado por las citoquinas, la insulina y el ejercicio. El otro receptor, la T-caderina, está anclada a un glicosil fosfatidil inositol atípico y se expresa en células endoteliales y musculares. No tiene un sector citoplasmático y, por ello, se estima que actúa como correceptor. La activación de los receptores de APN está mediada por una proteína adaptativa, una proteinquinasa activada por AMP (AMPK) y un receptor activado por el factor proliferador de peroxisomas (PPAR) alfa.

Lesión renal aguda e inflamación

La lesión renal aguda es la causa del 1% de todas las admisiones hospitalarias y hasta en el 7% de los pacientes internados. El incremento circulante de citoquinas proinflamatorias predice la mortalidad en estos pacientes. En la patogénesis se involucran factores tubulares, vasculares y procesos inflamatorios.

La inflamación desempeña un papel muy importante en la patogenia de la lesión renal aguda. En algunos trabajos se demostró que hay incremento de neutrófilos infiltrados en el riñón y reacciones inflamatorias que pueden ser atenuadas por terapia con antimoléculas de adhesión intercelular, con anti-CD44 o con ambas. Otros leucocitos, como las células natural killer también desempeñan un papel fundamental en la apoptosis durante la lesión por isquemia y reperfusión. La inflamación mediada por macrófagos se ha descrito en varias enfermedades renales, incluidas la glomerulonefritis, la nefropatía diabética, la obstrucción ureteral unilateral y en la isquemia en ratas y ratones.

Efecto antiinflamatorio de la APN

Se ha demostrado la asociación epidemiológica entre los niveles reducidos de APN y la presencia de obesidad y diabetes tipo 2. En estudios in vitro se demostró que la APN puede revertir los efectos deletéreos del factor de necrosis tumoral alfa (TNF-alfa) y de otras citoquinas que inician la cascada inflamatoria, que mejoran las interacciones entre los leucocitos y el endotelio y que conducen al inicio de procesos de aterosclerosis. La APN también protege contra el aumento de la permeabilidad endotelial inducida por la angiotensina II o el TNF-alfa. También se ha demostrado que el óxido nítrico endotelial aumenta su concentración en respuesta a la APN mediante un mecanismo que estimula la unión de la proteína de shock térmico 90 con la oxido nítrico sintetasa endotelial. De acuerdo con estos datos, la inhibición de APN por la adhesión leucocitaria en la red microvascular inflamada in vivo ha sido bloqueada farmacológicamente por la oxido nítrico sintetasa endotelial con éster de metil-nitro-arginina. Estos hallazgos implican que hay múltiples vías involucradas en la supresión del señalamiento del endotelio inflamado por APN para atenuar la lesión renal aguda.

Efectos antiapoptóticos de la APN

La actividad antiapoptótica de la APN ha sido demostrada en células endoteliales de la microvasculatura cardíaca. En un modelo de ratones con isquemia y reperfusión, la apoptosis miocárdica y la expresión de TNF-alfa se observaron en ratones que carecen del gen de la APN; sin embargo, estos efectos se suprimieron al exponer a los ratones a APN. En células musculares de vasos, la APN antagoniza la apoptosis inducida por fosfato inorgánico y disminuye la apoptosis inducida por fosfato inorgánico inducido, a su vez, por el TNF-alfa. En las células del epitelio renal, los autores observaron que la APN ejerce efectos protectores contra la apoptosis inducida por isquemia y reperfusión mediante la inducción de la expresión de homooxigenasa tipo 1 y la vía de los PPAR dependientes, que en sí misma está mediada por el aumento de la ciclooxigenasa-2 y la prostaglandina 6. En suma, la disfunción renal por isquemia y reperfusión, la inflamación y las respuestas de apoptosis están atenuadas en ratones tratados con APN. Estos datos sugieren que la APN protege a las células de la apoptosis por un mecanismo antiapoptótico dependiente de los PPAR-alfa y la AMPK.

Conclusión

Los autores concluyen que la inflamación desempeña un papel importante en la fisiopatogenia de la lesión renal aguda. Las células tubulares y las endoteliales reclutan neutrófilos, macrófagos, células natural killer y linfocitos al riñón, lo que induce la generación de citoquinas inflamatorias y quimioquinas en respuesta a la lesión renal aguda. La APN ejerce su acción a través de múltiples vías y resulta en la supresión del señalamiento inflamatorio endotelial y en la inhibición de apoptosis en las células epiteliales tubulares. Sin embargo, la concentración de APN es elevada en pacientes con insuficiencia renal crónica. Estos resultados conflictivos entre lesiones agudas y crónicas pueden estar asociados con la tasa de degradación de la APN, con determinada proteasa específica o con ambas. Los autores concluyen que se necesitan más trabajos para aclarar estas discrepancias.

Ref : NEFRO.

Especialidad: Bibliografía - Nefrología

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