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La Adiponectina Presente en la Leche Materna Evitaría la Aparición de Obesidad Infantil
- AUTOR:Savino F, Petrucci E, Nanni G
- TITULO ORIGINAL:Adiponectin: An Intriguing Hormone for Paediatricians
- CITA:Acta Paediatrica 97(6):701-705, Jun 2008
- MICRO: La adiponectina es una hormona producida por las células del tejido adiposo; la que se encuentra en la leche materna desempeñaría un papel esencial en la prevención de la obesidad en los niños. Además, interviene en la maduración del feto y en la regulación del metabolismo de los lípidos y de los hidratos de carbono.
Introducción
La adiponectina, una hormona liberada exclusivamente por las células adiposas, regula el metabolismo de los lípidos y de la glucosa. Es una proteína de 244 aminoácidos; su gen se localiza en el cromosoma 3q27. Estructuralmente se parece al factor de necrosis tumoral alfa (TNF-alfa), al colágeno VIII y X y al C1q. La adiponectina de alto peso molecular se ubica fundamentalmente en el interior de las células adiposas, mientras que en la circulación predomina la adiponectina de bajo peso molecular. Se une a dos receptores con 7 dominios transmembrana: AdipoR1 y AdipoR2; aunque los dos están involucrados en el metabolismo energético, tienen funciones opuestas. El AdipoR1 se expresa fundamentalmente en el músculo, mientras que el AdipoR2 se encuentra en el hígado y en el cerebro y es esencial en el proceso de la maduración cerebral. La activación del AdipoR1 o el bloqueo del AdipoR2 representan interesantes opciones de tratamiento para la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. Los receptores de la adiponectina se expresan también en los macrófagos, las células endoteliales, las células de músculo liso vascular y las células del sistema nervioso central, entre otras localizaciones. El AdipoR1 también se expresa en el intestino delgado del feto.
Funciones de la adiponectina y su correlación con la leptina
La adiponectina aumenta la sensibilidad a la insulina al incrementar la captación de glucosa en el músculo esquelético. La concentración sérica de adiponectina se reduce en los pacientes con resistencia a la insulina y con diabetes tipo 2. El tejido adiposo produce adiponectina y leptina; la primera se reduce en la obesidad y, en los adultos, su concentración se correlaciona inversamente con los niveles de la leptina. La adiposidad visceral -y no sólo la obesidad- se asocia con baja concentración de adiponectina. En los niños, la adiponectina influye en el estado de sensibilidad a la insulina y en la concentración de las lipoproteínas de alta densidad. Los niveles de adiponectina se correlacionan de manera inversa con los de la insulina, los triglicéridos y las lipoproteínas de baja densidad y, positivamente, con la concentración de las lipoproteínas de alta densidad. Además, la adiponectina se relaciona de manera inversa con el cociente entre la proinsulina y la insulina, un marcador de insuficiencia de las células beta. La concentración de adiponectina permitiría identificar los sujetos obesos que tienen mayor riesgo de presentar diabetes y aterosclerosis.
Los estudios en animales revelaron que la adiponectina participa en la regulación de la tolerancia a la glucosa y de la sensibilidad a la insulina. En los seres humanos, los niveles elevados de adiponectina en sangre se asocian con riesgo más bajo de diabetes tipo 2, independientemente de la presencia de obesidad.
La adiponectina también ejerce importantes efectos antiinflamatorios. Se ha observado que el TNF-alfa inhibe la expresión del gen de la adiponectina; los estudios en voluntarios indicaron que la mayor concentración de adiponectina se asocia con menor secreción de TNF-alfa en el tejido adiposo. Se considera que la adiponectina es antiaterogénica; de hecho, la hormona bloquea la adhesión de los monocitos al endotelio y disminuye la producción de citoquinas por los macrófagos. También inhibe la producción del TNF-alfa y evita la transformación de los macrófagos en células espumosas.
Adiponectina en el feto y en el niño
Durante la maduración fetal, la adiponectina se relaciona inversamente con la insulina, la leptina y el peso corporal. La concentración de adiponectina y de leptina se correlaciona con el peso al nacer, con el índice de masa corporal y con la adiposidad en el momento del nacimiento.
Los resultados de un estudio sugirieron que la concentración promedio de adiponectina y de leptina en la sangre del cordón umbilical es significativamente más alta en los niños de mayor peso para la edad gestacional. Los niveles de adiponectina en ayunas disminuyen en alrededor de un 25% entre el año y los 2 años, en relación con el aumento del peso. Los hallazgos de una investigación confirman que los niveles de adiponectina son 2 a 3 veces más altos en los neonatos, respecto de los adultos. Cabe recordar, añaden los autores, que los neonatos tienen sustancialmente menos masa grasa que los niños y los adultos y que, en los primeros, la masa grasa está representada fundamentalmente por la grasa del tejido subcutáneo. Esta y otras diferencias explicarían la mayor sensibilidad a la insulina en los neonatos.
En diversos estudios no se encontró una asociación entre la concentración de adiponectina en los neonatos y los factores maternos, entre ellos, la edad y el índice de masa corporal. Asimismo, se constató que la relación positiva entre la adiponectina y la talla en el momento del nacimiento es independiente de los factores maternos y perinatales. La información en conjunto sugiere que la adiponectina es crucial para el crecimiento del feto. La adiponectina activa los osteoblastos, un fenómeno que tal vez explique la correlación entre la hormona y el crecimiento lineal. Los estudios sugieren que la adiponectina y el sistema de crecimiento mediado por la insulina podrían afectar directamente el crecimiento óseo fetal. El control hormonal del crecimiento se modificaría sustancialmente después del nacimiento; la mejor comprensión de estos cambios será, sin duda, de gran ayuda para comprender mejor la interacción entre la adiponectina, la insulina, la hormona de crecimiento y el factor de crecimiento similar a la insulina.
Adiponectina, leche materna y obesidad
La adiponectina se encuentra en la leche materna, en concentraciones mucho más altas que las de la leptina. Sin embargo, los niveles de adiponectina en la leche son muy inferiores a los del suero materno, un hecho que indicaría que la hormona no pasa a la leche por simple difusión. Los estudios revelaron que la leche materna es una fuente importante de adipoquinas en los neonatos alimentados a pecho. Es posible que las células del epitelio mamario transfieran la adiponectina desde la sangre o que sinteticen la hormona, tal como ocurriría con la leptina. Ciertos factores maternos -entre ellos, la duración de la lactancia, el origen étnico, la adiposidad y la prolactina- se asocian con los niveles de adiponectina en la leche materna. La adiponectina está regulada negativamente por la prolactina, una hormona cuya producción está reducida en la obesidad. En los modelos animales, la alimentación rica en grasa se asocia con menor concentración de adiponectina, mientras que la restricción calórica se acompaña del aumento de los niveles de la hormona.
Resumen y conclusiones
La adiponectina es una hormona producida exclusivamente por el tejido adiposo que regula el metabolismo de los lípidos y de la glucosa al aumentar la sensibilidad a la insulina. La determinación de los niveles de adiponectina en el suero podría ser útil para identificar aquellos niños con riesgo más elevado de presentar obesidad. Su presencia en la leche materna representa un beneficio más de la alimentación natural, ya que evitaría la aparición de obesidad en los niños.
Especialidad: Bibliografía - Pediatría