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La Concentración de Proteína C Reactiva de Alta Sensibilidad Aumenta Durante la Fase de Manía de la Enfermedad Bipolar.
- AUTOR:Cunha A, Andreazza A, Kapczinski F y colaboradores
- TITULO ORIGINAL:Investigation of Serum High-sensitive C-reactive Protein Levels Across all Mood States in Bipolar Disorder
- CITA: European Archives of Psychiatry and Clinical Neuroscience 258(5):300-304, Ago 2008
- MICRO: Recientemente, se constató que la concentración de proteína C reactiva aumenta en los pacientes bipolares durante la fase de manía. Este hallazgo apoya la idea que mecanismos inflamatorios están involucrados en la fase de manía de la enfermedad bipolar y, posiblemente, explique su relación con las enfermedades cardiovasculares y metabólicas.
Introducción
La enfermedad bipolar (EB) es una afección psiquiátrica grave, crónica y prevalente. Se calcula que aproximadamente el 1% de la población mundial padece esta entidad. Además de sus consecuencias psiquiátricas, la EB está relacionada con otras afecciones médicas como la obesidad, la enfermedad cardiovascular y la diabetes. Por esta razón, la EB resulta en un aumento de la mortalidad y la morbilidad. Aunque los conocimientos científicos acerca de la fisiopatología de la EB han avanzado considerablemente en los últimos años, los mecanismos responsables de los trastornos físicos y psiquiátricos siguen sin conocerse. Actualmente, se han relacionado los sistemas inmunitario e inflamatorio con los trastornos del ánimo. Existen estudios que indican que ciertas alteraciones del ánimo están acompañadas de cambios en los niveles de citocinas y proteínas de fase aguda como la proteína C reactiva de alta sensibilidad (PCRas). La PCR mide de manera directa y cuantitativa la respuesta inflamatoria, por lo que es utilizada como un indicador de enfermedad. Esta proteína es sintetizada en el hígado y comienza a incrementar sus niveles de 4 a 6 horas luego de una lesión tisular o de un estímulo. Aumenta exponencialmente hasta lograr su pico máximo, cientos de veces su concentración basal (según la intensidad del estímulo), dentro de las 24 a 48 horas. La concentración sérica se mantiene elevada mientras dura la respuesta inflamatoria y vuelve a su concentración basal una vez restaurada la función tisular normal. Además, algunos estudios prospectivos han revelado que los niveles de PCR están directamente relacionados con el riesgo de enfermedad cardiovascular. Asimismo, otros ensayos los ha vinculado con la gravedad de la sintomatología depresiva.
Aunque algunas investigaciones han constatado la asociación entre la manía y los niveles elevados de PCR, ninguna ha evaluado cómo se modifican estos niveles en las distintas fases de la EB. Por este motivo, los autores midieron los niveles de PCRas en las fases de manía, depresión y remisión de la EB con el objetivo de evaluar la respuesta inflamatoria en esta enfermedad.
Métodos
Pacientes, métodos de diagnóstico y controles
Los pacientes que participaron del estudio fueron reclutados de los programas de EB de dos hospitales brasileños. En total se incluyeron 80 individuos con EB tipo-I, de los cuales se consideró a 30 de ellos eutímicos, otros 20 depresivos y a los 30 restantes en la fase de manía. Los diagnósticos se realizaron a través del Structured Clinical Interview for DSM-IV-Axis I. Los síntomas de manía y depresión fueron evaluados por medio de la Young Mania Rating Scale (YMRS) y la Hamilton Depression Rating Scale (HDRS), respectivamente. Aquellos con una puntuación menor de 7 en ambas escalas fueron considerados eutímicos. Se seleccionaron 32 voluntarios sanos agrupados según edad, sexo y educación como grupo control.
Proteína C reactiva de alta sensibilidad y análisis estadístico
Se determinó la concentración sérica de PCRas en ayunas por medio de una prueba inmunoturbidimétrica ultrasensible basada en la aglutinación de látex. El límite inferior de la detección de la PCRas fue de 0.15 ml/l y todos los resultados se expresaron como medias + desviación estándar (DE).
Las diferencias entre los grupos experimentales fueron determinadas a través del análisis de varianza unilateral seguido por la prueba post hoc de Tukey, en los casos en los que fue aplicable. El coeficiente de correlación de Pearson se utilizó para analizar el grado de correlación entre la PCRas y las puntuaciones determinadas de las escalas de depresión y manía. Los resultados con un valor de p < 0.05 se consideraron estadísticamente significativos.
Resultados
Los pacientes bipolares fueron estadísticamente similares a los controles con respecto a edad, sexo y nivel de educación. Además, los individuos evaluados tenían edades semejantes al comienzo de su sintomatología y presentaban el mismo período de duración de la enfermedad. El análisis de varianza unilateral reveló una diferencia estadísticamente significativa en el nivel de PCRas entre los sujetos bipolares en fase de manía y los demás pacientes. En aquellos que cursan una fase de manía, el nivel de PCRas fue de 11.81 + 12.29 mg/l (p < 0.001), mientras que en los individuos eutímicos, depresivos y en los controles, los niveles fueron de 2.14 + 2.58 mg/l, 2.30 + 2.23 mg/l y de 1.60 + 2.24 mg/l, respectivamente. Además, no se constataron diferencias significativas del nivel de PCRas entre los pacientes eutímicos, depresivos y controles (p total > 0.05). Tampoco se observó correlación entre los niveles de PCRas y las puntuaciones de las escalas de depresión y manía (p total > 0.05).
Discusión
Según los autores, los resultados indican que los niveles séricos de PCRas aumentan en los pacientes bipolares sólo durante la fase de manía, ya que en cualquier otra fase estos niveles fueron estadísticamente similares a los observados en los controles. Este descubrimiento podría significar que tanto el sistema inmunitario como el inflamatorio cumplen un papel clave en la fisiopatología de la EB y la relación de ésta con las enfermedades cardiovasculares o metabólicas.
Los hallazgos de otros estudios en los cuales se observó una asociación entre la inflamación, la PCR y algunas enfermedades neuropsiquiátricas (enfermedad de Alzheimer y EB), concuerdan con los de los autores. Citan a un investigador que registró niveles de PCR más elevados en pacientes bipolares con una puntuación mayor que 6 en la YMRS que en aquellos con una menor que 6. Además, constató que los niveles de PCR se correlacionaron positivamente con las puntuaciones de la YMRS pero no con las de la HDRS. Estos hechos apoyan el concepto de que la PCR puede estar relacionada con la gravedad de los síntomas de manía en los pacientes bipolares.
Argumentan que el estrés oxidativo puede iniciar o potenciar las enfermedades inflamatorias. Tanto los autores como otros investigadores han constatado que los individuos bipolares tienen una mayor cantidad de indicadores de estrés oxidativo. En este contexto, indican que la PCR se relaciona con algunos de estos indicadores, especialmente con la peroxidación lipídica. Citan algunos trabajos en los cuales se ha observado que, en modelos con animales, la PCR estimula la producción de óxido nítrico en los macrófagos. Además, una revisión reciente propuso una función comparable entre la PCR y la S100B como indicadores de inflamación sistémica y lesión cerebral, respectivamente. Este trabajo también sugirió que ambas citocinas pueden inducir el estrés oxidativo o sufrir daños oxidantes.
Por otro lado, afirman que la inflamación puede resultar en la liberación de factores neurotrópicos como el factor neurotrófico derivado del cerebro y la neurotrofina-3. Citan que algunos investigadores sostienen que los niveles de estos factores se alteran en los pacientes bipolares durante los episodios de manía y depresión. Sin embargo, no está claro de qué manera la PCR estaría relacionada con esto. Resulta creíble el concepto de que la interrelación entre los factores de inflamación y neurotrópicos pueden explicar al menos algunos de los síntomas de la EB, como el deterioro cognitivo y disfunción ejecutiva.
Una limitación del presente estudio fue que no se pudo afirmar que el esquema terapéutico no haya alterado los resultados, ya que se desconoce cómo los fármacos psicotrópicos afectan los niveles de PCR. Afirman que se ha constatado que los antidepresivos y la olanzapina pueden, respectivamente, reducir o aumentar los niveles de PCR. Además, citan que en un estudio que comparó antidepresivos con un incremento en la dosis de litio en el tratamiento de pacientes con depresión refractaria, se observó que esta última puede reducir los niveles plasmáticos de PCR. Sin embargo, la utilización de múltiples fármacos y el diseño retrospectivo de algunos de los ensayos no permite determinar el efecto del litio sobre los niveles de PCR. Afirman que se requieren estudios prospectivos para dilucidar qué relación existe entre los estabilizadores del ánimo y los niveles de PCR en pacientes bipolares. Con respecto a esto, los autores consideraron importante mencionar que en el presente estudio, algunos de los pacientes depresivos y eutímicos recibieron fármacos antidepresivos. Sin embargo, ninguno de los sujetos con manía recibió esta medicación.
Además, sólo un individuo recibió medicación antiinflamatoria. No obstante, calculan que el esquema terapéutico no alteró los resultados ya que la gran mayoría de los sujetos fueron medicados con múltiples combinaciones de estabilizadores de ánimo y antipsicóticos tanto típicos como atípicos.
Concluyen que los niveles séricos de PCRas están elevados en los pacientes bipolares sólo durante la fase de manía. Este hallazgo apoya la idea de que mecanismos inflamatorios están involucrados en esta etapa de la EB. Afirman que se requieren estudios longitudinales para determinar cuáles son las consecuencias clínicas de esta activación del sistema inflamatorio en esta enfermedad.
Especialidad: Bibliografía - Psiquiatría