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La Dependencia de Opioides se Asocia con las Características Psicopatológicas durante la Infancia
- TITULO : La Dependencia de Opioides se Asocia con las Características Psicopatológicas durante la Infancia
- AUTOR : Carpentier P, Knapen L, De Jong A y colaboradores
- TITULO ORIGINAL : Addiction in Developmental Perspective: Influence of Conduct Disorder Severity, Subtype, and Attention-Deficit Hyperactivity Disorder on Problem Severity and Comorbidity in Adults with Opioid Dependence
- CITA : Journal of Addictive Diseases 31(1):45-59, Ene 2012
Introducción y objetivos
Entre las enfermedades psiquiátricas más graves observadas en la población pediátrica se encuentra el trastorno disocial, enfermedad que puede generar un nivel significativo de disfunción y predecir la presencia de psicopatología durante la vida adulta. La forma más grave del trastorno disocial es la de inicio durante la infancia. En este último caso se observa un curso persistente, con un componente genético significativo y pronóstico desfavorable. El cuadro de inicio en la adolescencia es más frecuente y su aparición se relaciona principalmente con factores ambientales. Debe tenerse en cuenta que los pacientes con trastorno disocial presentan riesgo elevado de consumo de drogas.
Hasta el 50% de los pacientes con trastorno disocial tienen en comorbilidad el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). La combinación de ambas enfermedades aumenta el riesgo de psicopatología durante la vida adulta, lo cual permite sugerir la existencia de una interacción sinérgica entre los dos trastornos. Además, el TDAH aumenta el riesgo de adicciones y su coexistencia con el trastorno disocial supone un riesgo muy elevado de consumo de drogas.
Hasta el momento no se cuenta con estudios sobre la asociación entre el trastorno disocial, el TDAH y la dependencia de opioides. Esta última enfermedad es grave y prevalente y genera problemas psicosociales crónicos y complejos y un nivel significativo de disfunción. De acuerdo con la información obtenida en estudios realizados en pacientes con trastorno disocial, la prevalencia de dependencia de opioides varía entre el 39% y 68%. Asimismo, se observó una prevalencia creciente de dependencia de opioides en pacientes con trastorno antisocial de la personalidad y TDAH.
El presente estudio se llevó a cabo con el objetivo de evaluar el papel del trastorno disocial solo o en combinación con el TDAH en cuanto a la aparición de la dependencia de opioides y su curso clínico en pacientes que recibían terapia de mantenimiento con metadona. Los autores propusieron que el antecedente de trastorno disocial, especialmente de inicio en la infancia, sería más frecuente entre los pacientes con dependencia de opioides en comparación con la población general. En segundo lugar, se propuso la existencia de una correlación entre la gravedad de ambas enfermedades. Finalmente, los autores consideraron que la presencia simultánea de trastorno disocial y TDAH se asociaría con un cuadro más grave en comparación con la presencia de una de las enfermedades.
Pacientes y métodos
El estudio fue retrospectivo y transversal y se llevó a cabo en 193 individuos con dependencia crónica de opioides en terapia de mantenimiento con metadona. Los participantes fueron evaluados con diferentes herramientas como la Diagnostic Interview Schedule, la Social The Conformism Scale, la Structured Interview for DSM-IV-TR Personality Disorders (SPID-IV) y el Addiction Severity Index (ASI). También se aplicaron la Mini International Neuropsychiatric Interview, la Composite International Diagnostic Interview-Substance Abuse Module y la Semi-structured Interview for ADHD in Adults. Los instrumentos mencionados se utilizaron para evaluar el deterioro funcional y las comorbilidades psiquiátricas de cada paciente en forma detallada.
Los pacientes con trastorno disocial fueron comparados frente a aquellos sin este trastorno en términos de las características sociodemográficas, el funcionamiento general, las comorbilidades psiquiátricas y los trastornos por consumo de drogas. Esta comparación también se llevó a cabo entre los pacientes con trastorno disocial de inicio en la infancia o en la adolescencia. Los autores valoraron la influencia del trastorno disocial sobre la afectación clínica, la psicopatología y la adicción.
Resultados
La población evaluada presentaba un nivel educativo y un funcionamiento laboral limitados y una baja frecuencia de relaciones interpersonales duraderas, lo cual coincide con el perfil de los pacientes en terapia de mantenimiento con metadona a largo plazo. El 60.1% de los pacientes incluidos en el estudio presentaron el antecedente de trastorno disocial. En el 30.2% de estos casos, el trastorno disocial había comenzado antes de los 10 años, en tanto que en el resto de los casos los síntomas habían iniciado durante la adolescencia. El antecedente de trastorno disocial fue más frecuente en hombres y en individuos más jóvenes, lo cual coincide con el empleo de heroína y metadona durante un período menor en comparación con lo observado en ausencia de trastorno disocial. Más de dos tercios de los pacientes con trastorno disocial habían alcanzado el nivel primario de educación. No se hallaron diferencias significativas entre los pacientes con trastorno disocial de inicio en la infancia o en la adolescencia respecto de las características mencionadas.
La presencia de trastorno disocial se asoció con un puntaje significativamente superior en el ASI en comparación con la ausencia de este trastorno, lo cual indicó un nivel mayor de problemas interpersonales, legales y psiquiátricos. La comorbilidad con el TDAH influyó significativamente sobre las relaciones interpersonales y los trastornos psiquiátricos. La persistencia del TDAH fue significativamente más frecuente en presencia de trastorno disocial y no difirió significativamente según el inicio durante la infancia o la adolescencia. Asimismo, las comorbilidades psiquiátricas fueron más frecuentes en pacientes con trastorno disocial. Si bien se halló una prevalencia superior de comorbilidades psiquiátricas entre los pacientes con trastorno disocial de inicio en la infancia, no se verificaron diferencias significativas al respecto en comparación con lo observado en pacientes con trastorno disocial de inicio en la adolescencia. La prevalencia de trastornos de la personalidad fue superior en presencia de trastorno disocial sin importar la edad de inicio. Se observó una relación positiva entre la gravedad del trastorno disocial y el riesgo de comorbilidad con otros trastornos psiquiátricos, incluido el trastorno antisocial de la personalidad. Esta asociación fue aún más acentuada en presencia de TDAH.
La comorbilidad entre el trastorno disocial y el TDAH se asoció con un puntaje superior en el ASI correspondiente a los problemas psiquiátricos e interpersonales. Además, este fue el grupo con un mayor nivel de coexistencia entre trastornos psiquiátricos. Todos los pacientes con TDAH y trastorno disocial presentaron un trastorno de la personalidad, principalmente de tipo disocial. El diagnóstico de trastornos por consumo de drogas fue más frecuente entre los pacientes con trastorno disocial en comparación con los pacientes sin trastorno disocial. No obstante, sólo la dependencia de cocaína fue más prevalente en el grupo con trastorno disocial. Además, los pacientes con antecedente de trastorno disocial iniciaron el consumo a edades más tempranas en comparación con aquellos sin este antecedente. No se hallaron diferencias significativas entre los pacientes con trastorno disocial de inicio en la infancia o en la adolescencia. Los casos de sobredosis y la necesidad de internación para la desintoxicación fue más frecuente en pacientes con antecedente de trastorno disocial. El análisis de regresión lineal indicó una relación positiva entre la gravedad del trastorno disocial y la prevalencia y la gravedad de los trastornos por consumo de drogas. Finalmente, se observó una relación negativa entre la gravedad del trastorno disocial y la edad de inicio del consumo de drogas.
Discusión y conclusión
Los resultados obtenidos permitieron indicar que el trastorno disocial desempeña un papel importante respecto de la aparición de trastornos psiquiátricos durante la vida adulta, más allá del consumo de drogas y la personalidad antisocial. De hecho, se observó una correlación positiva entre la gravedad del trastorno disocial y los parámetros de funcionamiento social e interpersonal. Además, los pacientes con antecedente de trastorno disocial comenzaron a consumir a edades más tempranas y presentaron adicciones más graves y un nivel mayor de comorbilidades con otros trastornos en comparación con aquellos sin este antecedente.
El 30% de los pacientes con antecedente de trastorno disocial y trastorno grave y crónico por consumo de drogas habían presentado un trastorno disocial de inicio en la infancia. Esto permite indicar que el inicio a edades tempranas se asocia con un pronóstico desfavorable en comparación con el inicio durante la adolescencia. Debe considerarse que la evaluación de la edad de inicio del trastorno disocial tuvo lugar en forma retrospectiva, según lo informado por los pacientes, lo cual introduce un sesgo de recuerdo que podría haber afectado los resultados obtenidos.
La comorbilidad entre el trastorno disocial y el TDAH se asoció con un aumento de la gravedad y de la complejidad de la patología adictiva en comparación con la presencia de alguna de las enfermedades por separado. Según los resultados de estudios prospectivos, el trastorno disocial es un factor de riesgo relevante para la aparición de trastornos por consumo de drogas. En coincidencia, en el presente estudio se halló una correlación significativa entre la gravedad del trastorno disocial y los indicadores de gravedad de la adicción. La combinación con el TDAH añadió un componente de complejidad y se asoció con un aumento del riesgo de trastorno antisocial de la personalidad. Un 75% de los pacientes con TDAH presentó un trastorno disocial. La presentación más frecuente del TDAH en pacientes con trastorno por consumo de drogas es la comorbilidad con el trastorno disocial. Esto podría explicar los resultados inadecuados ante la administración del tratamiento estándar para el TDAH. A su vez, la falta de respuesta adecuada al tratamiento también se vincularía con la presencia de comorbilidades psiquiátricas complejas.
Puede sugerirse que la dependencia de opioides se asocia con las características psicopatológicas durante la infancia. Es necesario evaluar esta relación en pacientes con trastornos por consumo de drogas diferentes de las evaluadas en el presente estudio. De todos modos, los resultados obtenidos coinciden con lo informado por otros autores sobre la psicopatología adulta y las adicciones. La comorbilidad psiquiátrica puede concebirse como una complicación resultante de un trastorno que se inició en la infancia, caracterizado por trastornos conductuales, cuya presencia suscitó el consumo y el abuso temprano de drogas. Los autores consideran que el 60% de los participantes del presente estudio pudieron haberse identificado como individuos de alto riesgo a edades tempranas. La aplicación de estrategias preventivas en presencia de trastorno disocial juvenil destinadas a disminuir los trastornos psiquiátricos durante la vida adulta puede resultar eficaz, aunque es necesario contar con estudios que permitan corroborar esta hipótesis. La información obtenida permite indicar que no sería apropiado diferenciar los trastornos adictivos y psiquiátricos en forma categórica, especialmente en pacientes con dependencia grave de opioides. Lo antedicho debe considerarse a la hora de administrar un tratamiento.
Entre las limitaciones del presente estudio se destaca la inclusión de una cantidad escasa de participantes con características similares. Es necesario contar con estudios que permitan evaluar los hallazgos obtenidos en poblaciones con trastornos menos graves y consumo de otras drogas. Además, los resultados obtenidos no pueden aplicarse a la población femenina, ya que la cantidad de mujeres incluidas en el presente estudio fue limitada. Finalmente, no se contó con información sobre factores estresantes y vinculados con el entorno durante la infancia y sobre el funcionamiento neurocognitivo de los pacientes. La consideración de estos factores, así como de las características genéticas y constitucionales permitirá comprender mejor las consecuencias del trastorno disocial durante la infancia.
Especialidad: Bibliografía - Pediatría - Psiquiatría