Laboratorios Bagó > Bibliografías > La Enfermedad Vascular Periférica Es Frecuente en los Pacientes Sometidos a Hemodiálisis
La Enfermedad Vascular Periférica Es Frecuente en los Pacientes Sometidos a Hemodiálisis
- AUTOR : Matsumae T, Ueda K
- TITULO ORIGINAL : Does Carotid-Ankle Vascular Index Reflect Proper Vascular Distensibility in Hemodialysis Patients?
- CITA : Hypertension Research 32(8):641-642, Ago 2009
- MICRO : Los enfermos con insuficiencia renal terminal tratados con hemodiálisis a menudo presentan enfermedad vascular periférica, una situación que complica la interpretación de diversos índices que permiten conocer la magnitud de la adaptabilidad arterial. Tal vez la combinación de más de un índice sea de ayuda para establecer el pronóstico cardiovascular en estos pacientes.
Introducción
En los pacientes con insuficiencia renal terminal (IRT), más de la mitad de los fallecimientos obedecen a eventos cardiovasculares. En los enfermos con IRT hay un aumento de la rigidez arterial. Desde hace mucho tiempo esta variable, determinada mediante la velocidad de la onda del pulso (VOP), se considera un factor pronóstico independiente de enfermedad cardiovascular y de mortalidad por cualquier causa en los sujetos con IRT, con hipertensión esencial o con diabetes tipo 2, y en los individuos de edad avanzada.
En comparación con la VOP aórtica que se evalúa con la VOP entre la carótida y la arteria femoral, la VOP braquial-tobillo (VOPbt) es un marcador más fácil de valorar y aporta la misma información en términos de pronóstico, señalan los autores. Un estudio anterior reveló que la VOPbt es fácilmente reproducible y se correlaciona muy bien con la VOP aórtica. Desde entonces, este parámetro se utiliza ampliamente para evaluar el daño vascular; no obstante, añaden los expertos, algunos aspectos merecen ser particularmente tenidos en cuenta. La medición de la VOPbt se obtiene desde un punto óptimo de la aorta descendente hasta el tobillo; la VOP de la capa muscular representa el componente principal de la determinación. Sin embargo, en la valoración es difícil evitar los efectos de las arterias de los músculos de las extremidades superiores. Además, la VOPbt puede ser afectada por otros factores, entre ellos, la presión arterial y la función del sistema nervioso autónomo. Por ende, la determinación de la VOPbt puede variar en la misma persona según las oscilaciones de la presión arterial.
Recientemente, en Japón se propuso un nuevo índice -índice vascular carótida-tobillo (IVCT)- como marcador de la distensibilidad arterial. Este parámetro se ajusta según las cifras de la presión arterial y es fácilmente reproducible. Se sugirió que el IVCT sería independiente de la presión arterial y proporcionaría información válida en relación con la rigidez arterial. Diversos trabajos postularon una falta de asociación (o una relación muy débil) entre el IVCT y la presión arterial; esta falta de correlación se comprobó también en los enfermos con IRT tratados con hemodiálisis.
Los autores mencionan un artículo reciente, de Ueyama y colaboradores, en el cual se brinda información detallada sobre el IVCT en los pacientes con IRT tratados con hemodiálisis. El estudio reveló un aumento del IVCT en estos enfermos, respecto de los controles comparables en edad y sexo. Más aún, a diferencia de los hallazgos de trabajos anteriores, el estudio mencionado demostró que las correlaciones entre el IVCT y otras variables clínicas -edad, presión arterial sistólica y espesor máximo de la íntima y la media de las carótidas- son similares a las que existen entre la VOPbt y dichos parámetros. Además, mediante la determinación simultánea de ambos índices, los expertos demostraron que los cambios en el volumen de agua que ocurren inmediatamente antes de la hemodiálisis e inmediatamente después de ésta ejercen modificaciones sobre el IVCT y sobre la VOPbt.
La influencia de la hemodiálisis sobre la adaptabilidad vascular todavía es tema de discusión. En el estudio de Ueyama y colaboradores, si bien los valores de la presión arterial tanto sistólica como diastólica y la VOPbt descendieron después de la hemodiálisis, el IVCT se elevó. Más aún, en los enfermos con un índice de remoción de líquidos amplio, el incremento del IVCT durante la hemodiálisis fue más notorio. Según los autores del trabajo, el aumento del tono vascular obedecería a la mayor actividad nerviosa simpática; la hemoconcentración durante la hemodiálisis también promovería el incremento del IVCT. En este contexto, es posible que los pacientes con aumentos más importantes del peso entre las sesiones de hemodiálisis presenten alteraciones más notorias en el tono vascular durante el tratamiento. En el futuro se deberá determinar si los cambios más manifiestos en el IVCT durante la hemodiálisis predicen la supervivencia a largo plazo.
La principal limitación del IVCT es que su valoración no es posible en los pacientes con enfermedad arterial periférica, cuya prevalencia es muy alta en los sujetos con IRT. En una investigación anterior, el 28.4% de los enfermos no diabéticos y el 43.6% en los pacientes con diabetes sometidos a hemodiálisis presentaron enfermedad vascular periférica a juzgar por un índice de presión tobillo-braquial (IPTB) de menos de 0.9.
El número de enfermos diabéticos que requieren tratamiento con hemodiálisis es cada vez más alto; estos pacientes habitualmente presentan aterosclerosis sistémica importante. En este grupo de individuos para quienes la valoración del IVCT no brindaría información confiable, sería necesario algún otro parámetro válido de medición para conocer la magnitud de la rigidez arterial. La combinación del IVCT y del IPTB podría ser útil en este contexto, concluyen los autores.
Especialidad: Bibliografía - Cardiología