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La Hipnosis en la Medicina Contemporánea
- AUTOR : Stewart JH
- TITULO ORIGINAL : Hypnosis in Contemporary Medicine
- CITA : Mayo Clinic Proceedings 80(4):511-524, Abr 2005
- MICRO : En general, los pacientes mostraron beneficios sustanciales con el empleo de hipnosis, a pesar de las diferencias en las técnicas entre los distintos informes.
Introducción
Los National Institutes of Health avalan diversos ensayos clínicos sobre medicina complementaria y alternativa, que incluye a la hipnosis. En esta revisión, el autor analiza el uso de la hipnosis para trastornos -en principio- primariamente no psicológicos (por ejemplo depresión, ansiedad, trastorno por déficit de atención y fobias), aunque para muchas de estas patologías existen fundamentos potenciales de ese tipo. Su intención es promover el interés y el conocimiento del arte y la ciencia de la hipnosis. Los distintos estudios revisados se identificaron mediante una búsqueda en la base de datos MEDLINE de los artículos publicados entre 1966 y 2004. Se presentan los resultados de ensayos controlados, artículos de revisión e informes de casos.
¿Qué es la hipnosis?
La hipnosis es la inducción de un estado mental en el cual la naturaleza normalmente crítica o escéptica del individuo se anula y posibilita la sugestión. Este estado de receptividad realzada de las sugestiones (inducción) se logra con la cooperación del paciente y se mantiene mediante sugestiones positivas. La hipnosis puede ser comparada con la meditación, la que generalmente implica un «estado de quietud de la mente». La hipnosis también se describe como un estado de «concentración focal receptiva».
¿La hipnosis es real?
Se utilizaron diversos métodos para determinar si la hipnosis es un estadio separado y diferente del sueño o si el paciente sólo cumple con las instrucciones del profesional. Algunos estudios con tomografía con emisión de positrones (PET) demostraron que la hipnosis no es el simple proceso de seguir instrucciones sino que implica modificaciones en las percepciones cerebrales. Mediante la PET también se demostró que la mente registra la alucinación hipnótica como si fuera real.
La hipnosis no actúa como un placebo. Algunos estudios que la utilizaron como anestesia indican que -en lugar de experimentar mayor tolerancia al dolor, acción típica del placebo (administración de una sustancia farmacológicamente inerte)-, mediante la utilización de sus técnicas en realidad el dolor no se percibe.
La hipnosis no es un estado de somnolencia y los pacientes hipnotizados pueden experimentar una ansiedad considerable sin abandonar el estado de trance. Generalmente se considera que la relajación es parte de la hipnosis, pero esto no es necesariamente así.
Breve historia de la hipnosis contemporánea
La hipnosis contemporánea empezó con Franz Antón Mesmer, quien introdujo el magnetismo animal (hipnosis) en Francia en 1778 y fue desacreditado por una comisión enviada por el rey Luis XVI integrada, entre otros, por Benjamin Franklin. En el siglo XIX en el Reino Unido, dos cirujanos llevaron a cabo cientos de procedimientos quirúrgicos y utilizaron la hipnosis como anestésico, con tasas de morbilidad increíblemente bajas para la época. La hipnosis del siglo XX se vio influenciada por técnicas contrastantes de sugestión indirecta combinada con psicoanálisis y de sugestión directa e inducción al estado de trance profundo mediante regresión a la infancia.
Aceptación de la hipnosis en medicina
La aceptación de la hipnosis en medicina evolucionó en forma lenta. En 1958, la American Medical Association publicó un informe que indicaba que «podrían existir usos definidos y apropiados de la hipnosis en la práctica médica y odontológica». En 1961, la American Psychiatric Association reconoció que «la hipnosis tiene aplicaciones definidas en varios campos de la medicina» y que los médicos debían acudir a los especialistas en psiquiatría para recibir educación en este aspecto.
Riesgos de la hipnosis
Durante la década de 1980, se informó acerca de unos pocos pacientes que, luego de la hipnosis, exhibieron un comportamiento adverso. Las reacciones desfavorables más comunes fueron somnolencia, mareos, rigidez, cefaleas, ansiedad y, en ocasiones, sustitución de síntomas y trastornos orgánicos. Una revisión más reciente indica que la hipnosis está realmente asociada con este tipo de reacciones adversas, a niveles que podrían presentarse en otras pruebas u otros ámbitos experimentales sin la utilización de técnicas de hipnosis. Entonces, se sugirió una entrevista previa con el paciente. El autor señala que, en general, la hipnosis se considera un «procedimiento benigno» y con «pocas contraindicaciones»; sin embargo, si las preguntas se formulan en la fase investigadora de la hipnosis, pueden crearse pseudorecuerdos.
Evaluación de los ensayos clínicos
El objetivo ideal de contar con ensayos controlados, a doble ciego y aleatorizados es imposible, dada la naturaleza de la hipnosis. Por lo tanto, es razonable juzgar los procedimientos hipnóticos mediante los mejores o peores resultados obtenidos. Hay que tener en cuenta que algunas características del paciente como el miedo, la atención, el interés, las expectativas, la capacidad de ser sugestionado, la motivación, el deseo y la creencia en la hipnosis pueden alterar el desenlace clínico. Las características del profesional incluyen su entrenamiento, experiencia y capacidad para inducir el estado de trance, entre otras.
Ensayos clínicos sobre la hipnosis
Alergia. Diversos estudios demostraron la efectividad de las técnicas de hipnosis en este complejo proceso que implica la participación de inmunoglobulina E, la activación de mastocitos y basófilos y la liberación de los mediadores químicos de la inflamación y la respuesta inmune. Algunos estudios iniciales sugerían que diversos cuadros alérgicos podrían tener bases emocionales y, por lo tanto, tratarse mediante hipnosis. Estudios ulteriores demostraron que la hipnosis podría modificar la respuesta orgánica a diversos estímulos.
Anestesia y alivio del dolor. El mecanismo de la analgesia mediada por hipnosis parece diferir del efecto placebo, y de la síntesis inducida por endorfinas (opiáceos endógenos) y por acupuntura. Se realizó un estudio sobre pacientes con cefalea y cervicalgia, que servían como sus propios controles, antes y después de un tratamiento con hipnosis o acupuntura. Si bien ambos fueron efectivos para aliviar el malestar, los pacientes en que se postulaba un origen psicológico del dolor obtuvieron mejores resultados con la hipnosis; mientras que aquellos que eran aprensivos a estas técnicas, mostraron menores respuestas.
Los pacientes adultos con dolor intenso en la articulación témporomandibular, sugestionados para relajar su mandíbula, mostraron una reducción significativa del dolor.
Una revisión de 2003 mostró la superioridad de la hipnosis para el alivio del dolor agudo en comparación con el placebo. Asimismo, se concluyó que la hipnosis era válida para el tratamiento del dolor crónico, bajo la premisa de que el tratamiento del dolor requiere «evaluación y tratamiento multidimensionales».
Anestesia. Como se refirió antes, la hipnosis se utilizó como único agente anestésico para procedimientos quirúrgicos tanto mayores como menores.
En la actualidad, la hipnosis aislada es virtualmente inexistente, dada la gran disponibilidad de agentes anestésicos farmacológicos y la bibliografía moderna refiere unos pocos casos.
En una revisión realizada en 1999, se concluyó que la hipnosis previene la falta de conocimiento inducida por la anestesia, permite la participación del paciente y podría favorecer a una recuperación más rápida y una hospitalización más breve. Otros estudios describen los beneficios múltiples de la hipnosis adjunta a la anestesia farmacológica en diversos tipos de cirugía.
Dermatología. En estudios sobre el tratamiento de las verrugas se comprobó que la hipnosis reducía el dolor y la aparición de cicatrices exuberantes, las reacciones adversas a los anestésicos y las necesidades de un equipamiento especial. La técnica podría ser muy valiosa para las verrugas de áreas sensibles o inaccesibles.
La hipnosis también resultó exitosa en el tratamiento de otros trastornos dermatológicos; por ejemplo, los pacientes con dermatitis atópica notaron alivio del prurito, los trastornos del sueño y el estrés.
Gastroenterología. En un ensayo en que los pacientes con colon irritable fueron adjudicados en forma aleatoria a recibir psicoterapia o hipnosis, los primeros demostraron una pequeña pero significativa mejoría en algunas características, pero todos los pacientes del grupo de la hipnosis experimentaron una mejoría significativa en el estado general, los hábitos intestinales y los síntomas de distensión y de dolor. Estos resultados positivos fueron confirmados por otros ensayos.
Los pacientes con úlcera péptica también mostraron los beneficios de la hipnosis, quizá por supresión de la secreción ácida gástrica. Asimismo, se comunicaron efectos positivos sobre la motilidad gastrointestinal posoperatoria. Por último, la hipnosis se utilizó para la toma de biopsias hepáticas, esofagogastroduodenoscopías y colonoscopías.
Curación de lesiones. Un estudio piloto sobre pacientes con fracturas de tobillo no desplazadas mostró una curación más rápida, menor dolor, mayor movilidad y mejor función.
Hematología. Un centro médico comunicó resultados favorables en pacientes hemofílicos, con una disminución en su requerimiento de transfusiones de factores de coagulación, en comparación con los controles.
Neurología. La hipnosis se empleó de manera exitosa en el tratamiento de la cefalea. En algunos estudios, la autohipnosis produjo mejorías significativas en la cefalea tensional y se obtuvieron resultados similares en niños con migraña.
Obesidad. Los estudios sobre la hipnosis para el tratamiento único de la obesidad muestran resultados variables y un éxito limitado. La hipnosis sería de ayuda en el marco de un programa que incluyera motivación, consejos dietéticos y apoyo de los pares.
Obstetricia. Como lo demuestran distintos estudios, la hipnosis como anestésico durante el parto tiene antecedentes extensos y exitosos. En uno de los estudios, las pacientes refirieron menos incomodidad y un trabajo de parto más corto. Otros hallazgos positivos fueron el menor requerimiento de anestesia, la analgesia posparto y el menor índice de neonatos en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Oncología. En niños que recibían quimioterapia se demostró que la implementación de hipnosis se asociaba con menor incidencia de náuseas y vómitos, en comparación con el grupo control. Los pacientes con transplante de médula ósea experimentaron una reducción significativa del dolor oral. Los pacientes con metástasis por cáncer de mama obtuvieron beneficios de la autohipnosis.
Aparato respiratorio. Un gran estudio multicéntrico mostró un descenso significativo de fracaso terapéutico en los pacientes asmáticos entrenados para la autohipnosis. Numerosos estudios comunicaron técnicas diversas y resultados dispares de la hipnosis para abandonar el tabaquismo. Una revisión del año 2000 concluyó que la hipnosis era sólo «posiblemente eficaz».
Reumatología. Algunos pacientes con fibromialgia refractaria asignados a la implementación de hipnosis obtuvieron beneficios significativos en la fatiga matinal, el dolor muscular y el estado en general.
Cirugía. El autor enfatiza que el personal asistencial de quirófano debería tener presente que los pacientes bajo anestesia tienen percepción auditiva inconsciente y tienden a interpretar los comentarios en forma negativa. En tal instancia, debería promoverse un ambiente positivo.
Urología. Una revisión reciente demuestra la eficacia de la hipnosis en el tratamiento de la disfunción sexual no orgánica y, en tal oportunidad, en la exploración de conflictos psicológicos.
Conclusión
La aceptación de la hipnosis como modalidad terapéutica es resultado del trabajo cuidadoso y metódico de muchos pioneros. Mediante un mayor conocimiento y una mayor aceptación de las técnicas, puede inspirarse más investigación y entrenamiento en pos del perfeccionamiento de las técnicas y de nuevas áreas potenciales de beneficio.
Especialidad: Bibliografía - Clínica Médica