Laboratorios Bagó > Bibliografías > La Radioterapia Evoluciona hacia una Mayor Selectividad Antitumoral
La Radioterapia Evoluciona hacia una Mayor Selectividad Antitumoral
- AUTOR : Sadeghi M, Enferadi M, Shirazi A
- TITULO ORIGINAL : External and Internal Radiation Therapy: Past and Future Directions
- CITA : Journal of Cancer Research and Therapeutics 6(3):239-248, Jul 2010
- MICRO : Se presenta una revisión actualizada acerca de las nuevas modalidades disponibles de la radioterapia con énfasis en su especificidad y las perspectivas futuras.
Introducción
La radioterapia consiste en la exposición de las células tumorales a una dosis significativa y localizada de radiación con el objetivo de destruirlas. La radiación controlada detiene la reproducción celular y permite la reducción del daño tumoral. Los efectos biológicos de las radiaciones dependen del tipo de ionización que ocasionan a nivel biomolecular. Este tratamiento puede dañar el material genético mediante acciones directas e indirectas. El efecto no es selectivo para las células tumorales. La radioterapia requiere una planificación cuidadosa, que contempla el cálculo de la dosis, la pérdida de energía, el efecto biológico, la dispersión, las dosis, la curva de isodosis y la absorción. El objetivo de esta planificación es potenciar el daño tumoral y disminuir los efectos sobre los tejidos adyacentes, ya que una dosis insuficiente puede resultar no terapéutica, y la radiación en exceso provoca complicaciones que incluyen la carcinogénesis en los tejidos sanos.
El objetivo de esta revisión consistió en resumir los aspectos principales de las distintas modalidades actuales de la radioterapia.
Teleterapia
Requiere una planificación cuidadosa, que consta de tres etapas: la localización precisa del tumor, la simulación del tratamiento (para lo que se emplea la radiología con el objeto de asegurarse de que se está irradiando el tumor) y el tratamiento propiamente dicho, mediante rayos gamma o rayos X de alta energía.
El ciclotrón es un acelerador de partículas cargadas que se emplea como fuente de protones de alta energía con fines terapéuticos. Este dispositivo genera iones que son acelerados por un campo eléctrico y que viajan en órbitas circulares mientras se incrementa su energía. Además, se emplea para la producción de radionucleidos.
El sincrotrón es un acelerador circular de partículas que produce una luz brillante cuya longitud de onda se ubica entre los rayos infrarrojos y los rayos X. Este aparato genera protones y antiprotones que pueden ser acelerados hasta 1 teraelectronvoltio (TeV).
El acelerador lineal genera fotones y electrones cuya energía varía entre los 5 y 25 MeV, que son acelerados con ondas electromagnéticas de alta energía a través de un canal lineal. Puede emplearse para el tratamiento de lesiones superficiales o para generar rayos X e irradiar tumores profundos.
El microtrón es un acelerador de electrones que combina los principios del acelerador lineal y del ciclotrón. En este caso, los electrones son acelerados mediante un campo eléctrico oscilante y microondas. Este dispositivo es más sencillo que el acelerador lineal y permite seleccionar la cantidad de energía con una dispersión mínima.
La radioterapia de intensidad modulada es un tratamiento que consiste en irradiar el objetivo con múltiples rayos de diferente intensidad con el propósito de irradiar de modo no uniforme el tumor. Esta modalidad se emplea para el tratamiento de los cánceres de próstata, de pulmón y de mama, y se puede realizar mediante tomoterapia helicoidal o con aceleración lineal. La dosis calculada se alcanza mediante la suma de diferentes haces de rayos provenientes de diferentes direcciones. Así, se administra una dosis mayor sobre el tumor y se evita irradiar los órganos sanos.
La radiocirugía robótica (cyberknife) combina los principios estereotácticos de localización y la irradiación con múltiples haces cruzados dirigida a un objetivo bien determinado. Este dispositivo se basa en un acelerador lineal compacto montado en un brazo robótico y un sistema de imágenes radiológicas que permiten la realización de procedimientos no isocéntricos. El abordaje no isocéntrico permite delinear el área de isodosis con precisión debido al brazo robótico. El acelerador lineal se ubica a 80 cm del isocentro virtual y genera 1 200 rayos diferentes. El acelerador lineal es una unidad compacta de 6 MV con colimadores de 5 mm a 60 mm. Este sistema permite evitar estructuras críticas, el fraccionamiento de las dosis y tratar múltiples tumores en diferentes localizaciones durante una misma sesión.
Radioterapia interna
La captura neutrónica de boro se emplea para distintos tipos de tumores. Se basa en una reacción nuclear que parte del isótopo del boro 10B, que genera un átomo de litio, una partícula alfa y 2.79 MeV. La radiación generada posee alta absorción y efecto biológico. A diferencia de la quimioterapia, los compuestos que contienen 10B carecen de efectos terapéuticos y sólo transportan el isótopo. Esta técnica acorta el tiempo de radiación con una alta concentración de 10B en el tumor y disminuye la irradiación no selectiva. Otra ventaja consiste en que permite la administración de altas dosis en tumores profundos. Además, disminuye la radiotoxicidad de los tejidos sanos.
La braquiterapia se basa en la administración de radiación a corta distancia mediante la aplicación intersticial, intracavitaria o superficial de fuentes radiantes. Antiguamente se empleaba radio o radón; en la actualidad, se emplea 125I y 103Pd, que se implantan como semillas o alambres dentro del tumor en forma temporal o permanente. Este método se emplea para los cánceres de útero, de cérvix, próstata y piel, entre otros.
La terapia dirigida con radionucleidos consiste en la administración de una molécula apropiada que transporta un isótopo radiactivo. De este modo se logra la irradiación a nivel celular. Esta técnica impulsó el desarrollo de radiofármacos que se hallan en proceso de evaluación clínica, como los emisores de partículas beta, de partículas alfa y de electrones Auger o Coster-Kronig. La elección del radionucleido se basa en sus propiedades físicas y clínicas y en su comportamiento biológico. La ventaja principal de esta forma de radioterapia está dada por la posibilidad de determinar la acumulación selectiva en el tejido blanco mediante el diagnóstico por imágenes. Además, permite calcular en forma precisa la dosis radiante. Otros factores que influyen sobre la elección del radionucleido son el tipo de radiación, la vida media, la actividad específica, la posibilidad de producción, su pureza y la posibilidad de generar una forma aplicable del radionucleido.
Las partículas alfa poseen una energía de entre 5 MeV y 9 MeV, se trasladan en línea recta y depositan entre 80 y 100 kEv/micrón a lo largo de su recorrido. Los autores consideran que para evaluar la eficacia de estas partículas se deben tomar en cuenta la distancia desde la fuente hasta el objetivo y la contribución terapéutica de los átomos resultantes una vez que la partícula alfa se unió al ADN. Los emisores de partículas beta como el 90Y y el 67Cu generan partículas de carga negativa y de baja energía, por lo que se requieren altas concentraciones del radionucleido en el tejido para alcanzar un efecto terapéutico.
Se obtuvieron buenos resultados con los radionucleidos emisores de electrones Auger (123I, 67Ga), que poseen baja energía. Estos son emitidos durante la desintegración por captura electrónica o conversión interna, lo que genera una cascada de electrones de baja energía, pero que crea una radiación adyacente al sitio de desintegración y resulta sumamente localizada. Los electrones Auger crean una elevada densidad de ionización en los tejidos biológicos.
La radioinmunoterapia es una rama de la medicina molecular en la cual se asocia un anticuerpo monoclonal con un radionucleido para la eliminación selectiva de las células malignas. Por este motivo, el anticuerpo debe ser dirigido contra un epitope expresado en forma específica por las células blanco. La radioinmunoterapia es un método para administrar la radioterapia en forma sistémica y dirigida. Provee irradiación continua y de baja dosis. Además, el anticuerpo contribuye a la citotoxicidad mediada por el sistema inmunológico. Tanto la elección del radionucleido como del antígeno y el diseño del anticuerpo desempeñan un papel importante en la eficacia de la radioinmunoterapia. Para esta técnica se emplean emisores de partículas alfa (221At, 213Bi), beta (131I) o de electrones Auger (111In, 99mTc).
También pueden emplearse péptidos radiomarcados en forma conjunta con otras modalidades terapéuticas. Algunas células tumorales expresan receptores de alta afinidad por moléculas reguladoras como la somatostatina y por ello se administra este péptido asociado con un isótopo radiactivo (111In, 90Y, entre otros). Este enfoque se está utilizando para el tratamiento de los pacientes con tumores neuroendocrinos irresecables que expresan receptores para esta hormona, que también puede emplearse para el diagnóstico por imágenes y la estadificación de estos tumores. Las aplicaciones terapéuticas de esta técnica están en estudio. También se están desarrollando péptidos radiomarcados de integrinas, sustancia P, neuropéptido Y, entre otros.
Perspectivas
En la actualidad, la radioterapia se halla en proceso de evolución mediante el desarrollo de técnicas que permiten la administración de radioterapia a mayor volumen con la protección de los tejidos adyacentes sanos. Los autores concluyen que en el futuro la radioterapia y la quimioterapia podrán estar interrelacionadas. Se ha ensayado la asociación de radionucleidos con agentes antineoplásicos, aunque no ha tenido impacto significativo en el tratamiento.
Especialidad: Bibliografía - Oncología