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La Relación entre el Exceso de Peso y el Riesgo de Diabetes Tipo 2 en Hombres de Mediana Edad
- AUTOR : Ärnlöv J, Sundström J, Ingelsson E, Lind L
- TITULO ORIGINAL : Impact of BMI and the Metabolic Syndrome on the Risk of Diabetes in Middle-Aged Men
- CITA : Diabetes Care 34(1):61-65, Ene 2011
- MICRO : Los hombres con sobrepeso u obesidad presentan mayor riesgo de diabetes tipo 2, independientemente de la presencia de síndrome metabólico o de resistencia a la insulina.
Introducción
El exceso de peso ha sido asociado con mayor riesgo de presentar diabetes tipo 2 (DBT2), en parte porque la obesidad suele acompañarse de síndrome metabólico (SM), una asociación de hiperglucemia, dislipidemia e hipertensión. Sin embargo, se ha postulado que la relación entre el índice de masa corporal (IMC) y la aparición de DBT2 no es lineal; de hecho, se señala la presencia de un fenotipo de obesidad metabólicamente sana (OMS), que consistiría en obesidad con un perfil metabólico sin riesgo asociado para DBT2 o para enfermedad cardiovascular. Esto se ha discutido, ya que otros investigadores hallaron que, luego de un seguimiento de 10 años, los hombres de mediana edad con sobrepeso u obesidad, sin SM, presentan mayor riesgo cardiovascular y mortalidad.
Un informe reciente del Framingham Heart Study destacó que las personas con sobrepeso u obesidad sin SM no poseen mayor riesgo de DBT, mientras que aquellas con SM tienen riesgo notablemente mayor, independientemente del IMC. Sin embargo, este trabajo sólo implicó 7 años de seguimiento. Por ello, aún se desconoce el impacto en el largo plazo de las distintas combinaciones del IMC y el SM sobre el riesgo de DBT.
Los autores del presente estudio plantearon la hipótesis de que las personas con sobrepeso u obesidad, independientemente de la presencia de SM, al igual que las que tiene SM, independientemente de su IMC, tienen mayor riesgo en el largo plazo de presentar DBT2. Para demostrarlo se valieron de una cohorte de hombres de mediana edad seguidos durante 20 años. Secundariamente, investigaron la asociación entre las distintas combinaciones de IMC y resistencia a la insulina (RI) con la posibilidad futura de DBT, ya que algunos investigadores definen la OMS como obesidad en ausencia de RI.
Métodos y diseño de investigación
Entre 1970 y 1973 se invitó a todos los hombres nacidos entre 1920 y 1924 (con una edad de 50 años), que residiesen en Uppsala, a participar de un estudio destinado a identificar factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular; en total, aceptaron 2 322 (82%). La cohorte fue entrevistada de nuevo a los 10 y a los 20 años, cuando sus edades eran de aproximadamente 60 y 70 años, respectivamente. Fueron excluidos los individuos con diagnóstico inicial de DBT (n = 124) o sin datos disponibles referidos a los componentes del SM (n = 523), con lo cual se incluyeron 1 675 participantes. De ellos, 1 375 tenían datos referidos a la RI. Las características iniciales y las tasas de DBT fueron similares en los hombres incluidos en el estudio y aquellos excluidos.
En la primera evaluación se determinaron la glucemia en ayunas (GA) en sangre y los niveles de colesterol, triglicéridos e insulina; también se midió la presión arterial sistólica y diastólica en posición supina (se hicieron 2 mediciones y se consideró el valor promedio).
Para los análisis se usó una versión modificada del National Cholesterol Education Program (NCEP) para la definición del SM, en la que se reemplazó la circunferencia de la cintura por el IMC, ya que el primer dato sólo estaba disponible en 480 participantes. En éstos, una circunferencia de la cintura de 102 cm se correspondió con un IMC de 29.4 kg/m2, que es similar al utilizado en definiciones previas del NCEP modificado. Los IMC no mostraron diferencias entre estos hombres (25.2 ± 3.1 kg/m2) y el resto de la población estudiada (25.0 ± 3.3 kg/m2; p = 0.32).
La sensibilidad a la insulina se definió a partir del modelo de evaluación de la homeostasis (HOMA) y la RI (HOMA-RI) como el cuartilo de distribución más elevado en los participantes sin DBT (> 3.43). El grado de actividad física se clasificó en cuatro categorías: sedentario, moderado, regular y atlético.
El peso normal se definió con un IMC < 25 kg/m2; el sobrepeso, entre 25 y 30 kg/m2 y la obesidad, con un índice > 30 kg/m2. Así, los participantes fueron clasificados como con peso normal sin SM (n = 853), peso normal con SM (n = 60), sobrepeso sin SM (n = 557), sobrepeso con SM (n = 117); obesidad sin SM (OMS, n = 28) y obesidad con SM (n = 60). También se efectuó otra categorización sobre la base del IMC y la RI: peso normal sin RI (n = 652), peso normal con RI (n = 103), sobrepeso sin RI (n = 389); sobrepeso con RI (n = 172), obesidad sin RI (n = 21) y obesidad con RI (n = 48).
La DBT se definió de acuerdo con los criterios de la Organización Mundial de la Salud (GA en sangre > 6.1 mmol/l, que corresponde a una GA plasmática > 7 mmol/l) o al uso de fármacos para la DBT. De los participantes, 1 364 hombres concurrieron a la evaluación a los 10 años y 967 a la de los 20 años. Para los que no concurrieron, los autores usaron el registro sueco de internaciones para identificar participantes adicionales que hubiesen presentado DBT durante el período de seguimiento.
Las asociaciones entre el IMC y el SM iniciales y el IMC y la RI con la incidencia de DBT se analizaron mediante regresión logística cruda y multivariada, y en estos últimos se hicieron ajustes por edad inicial, hábito de fumar y grado de actividad física. Para establecer si los participantes con glucemia alterada en ayunas (GAA) eran los responsables de las asociaciones halladas, se efectuaron análisis con su exclusión (GA en sangre > 5.6-6.1 mmol/l; n = 134). Se consideró significativo un valor de p < 0.05.
Resultados
En los 20 años de seguimiento se detectaron 160 casos de DBT2. El riesgo fue mayor en los hombres con sobrepeso y obesidad y con prevalencia de SM, respecto de aquellos con peso normal sin SM, incluso luego de los ajustes por edad, hábito de fumar y actividad física. Los participantes obesos presentaron un riesgo 10 veces mayor, independientemente de la presencia de SM, respecto de aquellos con peso normal sin SM. Al excluir los participantes con GAA, los resultados fueron similares.
Por otro lado, el riesgo de DBT2 fue más elevado en los hombres con sobrepeso y obesidad con prevalencia de RI respecto de los hombres con peso normal sin RI. Los participantes obesos con RI tuvieron el riesgo más alto luego de 20 años respecto de aquellos con peso normal sin RI; sin embargo, los individuos obesos sin RI mostraron un riesgo 11 veces mayor de presentar DBT2. Las asociaciones fueron similares con la exclusión de los participantes con GAA.
Conclusiones
Los investigadores hallaron que los hombres de mediana edad con SM o RI tuvieron mayor riesgo de presentar DBT2 a lo largo de los 20 años de seguimiento, independientemente de su IMC, respecto de aquellos con peso normal sin SM ni RI. El riesgo más elevado se observó en los participantes obesos con RI. A diferencia de lo señalado en trabajos anteriores, las personas con sobrepeso u obesidad, sin SM o sin RI, presentaron un riesgo notablemente mayor de aparición de DBT2; por lo tanto, estos resultados contradicen el concepto de que el sobrepeso y la obesidad, en ausencia de trastornos metabólicos, son inocuos. Destacan, además, que las asociaciones entre las distintas combinaciones de IMC y SM con la incidencia de DBT fueron independientes del grado de actividad física.
Si bien diversos estudios recientes han postulado asociaciones independientes entre IMC, SM, RI y el riesgo de presentar DBT2, según lo referido por los expertos, sólo un estudio investigó las asociaciones entre la combinación de IMC y SM o IMC y RI con el riesgo de DBT. En éste, los participantes con SM o RI mostraron mayor riesgo de DBT independientemente de su IMC, mientras que el riesgo de los sujetos con sobrepeso u obesidad, sin SM, no se encontró en aumento. Incluso en los participantes obesos sin RI se verificó un riesgo de DBT 3 veces mayor en relación con aquellos con peso normal sin RI, mientras que los participantes con sobrepeso sin RI no mostraron mayor riesgo.
Como posibles explicaciones de las diferencias observadas con el estudio aquí presentado, los autores postulan que, en el presente, la edad de los participantes fue de aproximadamente 20 años menos, la población analizada sólo incluyó hombres con un intervalo de edad estrecho y el porcentaje de participantes con sobrepeso y obesidad fue sustancialmente menor; además, el período de seguimiento fue más prolongado y hubo diferencias en la forma de identificar la DBT.
Algunos estudios pequeños han cuestionado los beneficios de la pérdida de peso en las personas con OMS e incluso han sugerido la posibilidad de efectos desfavorables. Sin embargo, según los resultados aquí presentados, los sujetos con sobrepeso u obesidad, sin SM ni RI, tienen mayor riesgo que aquellos con peso normal sin SM.
Se requieren estudios de intervención para determinar la influencia del descenso de peso sobre el riesgo en estos casos, con la inclusión de subgrupos con distintas combinaciones de IMC y SM y de IMC y RI y criterios de valoración que contemplen eventos graves. Hasta entonces, los autores sostienen que las personas con sobrepeso u obesidad deben recibir recomendaciones para optimizar su peso.
Como ventajas del estudio, los autores destacan el largo período de seguimiento y la población bien caracterizada. Como limitaciones, que abarcó sólo hombres de mediana edad del norte de Europa, lo que limita la generalización de los resultados, y el uso de una versión modificada del NCEP, que reemplaza la circunferencia de la cintura por el IMC para definir la obesidad central. Esto es así porque la utilidad de la determinación de la circunferencia de la cintura se reconoce desde la década del 70 y sólo se midió en un bajo porcentaje de la población. Sin embargo, al utilizar las diferentes categorías de IMC y RI, los resultados fueron similares, por lo que es poco probable que una clasificación errada altere significativamente los hallazgos. Otra limitación fue que hubo pocos participantes con algunas de las combinaciones de IMC y SM o IMC y RI, lo que derivó en intervalos más amplios de confianza y mayor incertidumbre acerca del nivel estimado de riesgo. Por último, en el caso de los sujetos que no participaron de las evaluaciones de seguimiento, los autores usaron los registros suecos de internaciones para identificar casos adicionales de DBT, pero como no todos los pacientes diabéticos son internados, puede haberse subestimado la cantidad de casos, aunque no consideran que esto haya influido sustancialmente sobre los riesgos estimados. No obstante, señalan que los resultados deberían ser validados con estudios con mayor proporción de individuos obesos.
En resumen, los hallazgos señalan que los hombres con sobrepeso u obesidad, sin SM, tienen mayor riesgo de presentar DBT2, a diferencia de lo sugerido en otros trabajos, a partir de la supuesta existencia de la OMS, definida por la ausencia de SM o RI.
Ref : CLMED, ENDO.
Especialidad: Bibliografía - Clínica Médica - Endocrinología