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La Vitamina C Mejora los Signos Clínicos del Envejecimiento en la Piel

  • TITULO :  La Vitamina C Mejora los Signos Clínicos del Envejecimiento en la Piel
  • AUTOR : Sauermann K, Jaspers S, Koop U, Wenck H
  • TITULO ORIGINAL : Topically Applied Vitamin C Increases the Density of Dermal Papillae in Aged Human Skin
  • CITA : BMC Dermatology 4(13), Abr 2004
  • MICRO : La densidad de las papilas dérmicas disminuye con la edad pero aumenta con un tratamiento tópico a base de vitamina C.

Introducción y Objetivos

La piel humana sometida a fotoenvejecimiento se caracteriza por la pérdida de las crestas interpapilares, lo que provoca el aplastamiento de la unión dermoepidérmica. Esta situación también se agrava en la piel de personas ancianas, con desaparición de las papilas dérmicas y una unión con la epidermis en línea recta, a diferencia de las ondulaciones que se observan en la piel de personas jóvenes. Además, los ancianos tienen menor cantidad de capilares y las células de la capa granular se vuelven alargadas, lo que indica una nutrición deficiente de la dermis y recambio epidérmico más lento.

Las papilas dérmicas y su bucle capilar asociado pueden ser estudiados por microscopía confocal láser de barrido (MCLB), que genera imágenes de forma horizontal a la muestra, en vez de realizar cortes transversales para observarlos en forma perpendicular a la superficie. Esta técnica tiene la ventaja de no alterar la muestra, como las técnicas clásicas de histología, evitando así los efectos de encogimiento del preparado durante el tratamiento previo a la coloración.

La vitamina C tiene un papel preponderante en el bienestar de la piel. El escorbuto es una enfermedad relacionada con la deficiencia de este nutriente y sus síntomas principales están relacionados con la inestabilidad de las formas no hidroxiladas del colágeno en la dermis. El ácido ascórbico está relacionado con la hidroxilación de la prolina, necesaria para la estabilización del colágeno. Se ha demostrado, además, que aumenta los niveles de ARN mensajero que codifican el colágeno I y III y otras enzimas relacionadas con el ensamblado de esta macromolécula en la matriz extracelular. Aplicada en forma tópica la vitamina C tiene acciones beneficiosas en el cicatrizado de heridas y en eritemas inducidos por radiación UV. Tiene también un rol en la prevención del desarrollo de lesiones cancerosas relacionadas con la exposición a este agente carcinogénico.

A diferencia de otras especies animales, el ser humano y los primates perdieron la capacidad de sintetizar vitamina C a lo largo del proceso evolutivo y requieren de un aporte exógeno para su supervivencia. Además, su concentración disminuye con la edad.

La vitamina A y sus derivados también mejoran la apariencia de la piel fotoenvejecida, estimulando el crecimiento hacia las capas inferiores de las crestas interpapilares y restaurando la apariencia ondulada de la interfase dermis-epidermis; Asimismo mejora la protección contra estrés mecánico y evita la erosión de la dermis.

La altura de la unión dermoepidérmica es medida de forma inexacta en preparados histológicos. El objetivo de este trabajo es establecer un parámetro cuantificable utilizando técnicas de MCLB sensibles a los cambios asociados a la edad y el fotoenvejecimiento. Adicionalmente se examina el efecto de una formulación humectante con un 3% de vitamina C sobre la cantidad de papilas y bucles capilares en un área determinada y la reproducibilidad de este efecto.

Metodología

Se realizaron tres experimentos. En el primero de ellos, se midió la densidad de papilas y bucles capilares y el tamaño de las células de la capa granular de la dermis del antebrazo en tres grupos de voluntarias de diferentes edades: 18 a 25 años (n = 11), 40 a 50 años (n = 12) y 65 a 80 años (n = 11).

En el segundo experimento se aplicó en forma tópica dos veces por día durante 4 meses una crema con 3% de vitamina C en el antebrazo de 36 voluntarias de entre 45 a 67 años, de fototipos I y II, dejando un área sin tratar. Este estudio se realizó con la modalidad de doble ciego, durante el invierno. Se realizaron mediciones periódicas durante el tiempo de tratamiento y al mes y a los dos meses de finalizado aquel. El tercer experimento consistió en la repetición de este estudio empleando un vehículo algo diferente y abarcando un período de solo 8 semanas.

Se empleó un microscopio láser confocal diseñado específicamente para estudiar la piel in vivo de forma no invasiva.

Resultados

En el primer experimento se evaluó el índice de papilas (papilas/mm2) en los tres grupos etarios antes descriptos. El grupo más joven presentó el índice más alto (mediana: 54.3 papilas/mm2), seguido por el grupo de edad intermedia (mediana: 29.6 papilas/mm2). El grupo de edad más avanzada presentó el índice más bajo (mediana: 24.7 papilas/mm2). Se observa una disminución más pronunciada de este valor entre el grupo más joven y el de edad intermedia. La dermis de las voluntarias ancianas presentó regiones con ausencia de papilas y una unión dermoepidérmica plana. La microvasculatura consistía principalmente en vasos horizontales y paralelos, con un diámetro mayor que el que se observó en los bucles capilares y probablemente se tratara de vénulas. Se observaron restos de bucles, pero su presencia fue muy escasa comparada con los vasos antes descriptos.

En el segundo experimento las áreas tratadas con vitamina C mostraron un aumento significativo del índice papilar a la cuarta semana respecto de las áreas no tratadas y de las tratadas con una formulación que consistió solamente en vehículo sin activo. Estas áreas también mostraron una ligera pero significativa mejoría del índice papilar a lo largo del tratamiento respecto de los valores iniciales. A los dos meses de terminar el tratamiento ya no hubo una diferencia significativa entre los tres grupos.

Ni las papilas ni los capilares que se desarrollaron en la piel tratada con vitamina C mostraron una diferencia morfológica con las papilas preexistentes en la piel tratada con el blanco y el placebo. No se observaron anomalías en los bucles capilares tales como papilas asociadas a más de un capilar, ni vasos paralelos o diámetros anormales. Tampoco fueron evidentes signos de inflamación como rodamiento y adhesión de leucocitos a la microvasculatura.

Además, se observó una disminución del 16% en el área de proyección de las células granulares del área tratada, en comparación con el primer punto del tratamiento y con los dos controles. No hubo una diferencia significativa en el tamaño de estas células al comparar el tratamiento con vehículo, las zonas no tratadas y el status inicial de la piel al comienzo del estudio.

En el tercer experimento se comprobó la reproducibilidad del tratamiento, observándose de igual manera un incremento en el índice papilar de la piel tratada.

Discusión

El envejecimiento cutáneo asociado a la edad y al daño producido por la exposición a la luz ultravioleta es un proceso patológico reconocido y muy estudiado, que tiene como consecuencia una disminución en la altura de la unión dermoepidérmica y un achatamiento en la interfase de estos tejidos. Los resultados de este estudio demuestran que el envejecimiento provoca un daño en la dermis papilar y en toda la red de microvasculatura subyacente, y esto trae aparejado una disminución en la cantidad de papilas en la superficie cutánea, principalmente en mujeres que han alcanzado una edad posmenopáusica.

Otros autores han demostrado clínicamente la mejora de la piel fotoenvejecida con la aplicación de vitamina C, como consecuencia de un aumento de la síntesis de fibras de elastina y colágeno en la matriz extracelular. Los datos aquí presentados demuestran la restauración parcial de la unión dermoepidérmica en mujeres posmenopáusicas, producida por un aumento en la cantidad de papilas y bucles capilares, lo que permite el restablecimiento de la función normal. Este aumento no se debería solamente a una hiperplasia epidérmica, sino a una reestructuración de la dermis, debido a que las papilas formadas se sitúan por encima de la altura promedio a la que se encuentran normalmente.

El mecanismo fisiológico y bioquímico por el cual la vitamina C produce esta mejora en la estructura y función cutánea es desconocido.

Al ser examinados con MLCB, los capilares formados de novo durante el tratamiento están integrados con a la arquitectura vascular, sin evidencia de cambios estructurales asociados con una condición patológica, ni con infiltraciones perivasculares o de linfocitos.

Otros autores han demostrado que la piel envejecida tiene corneocitos más alargados y con mayores prolongaciones que las células de individuos jóvenes, y también se ha hallado una relación inversa entre el recambio celular y el tamaño de los corneocitos y las células granulares. De igual modo este estudio demuestra que, a pesar del aumento en el tamaño de las prolongaciones, se observan células granulares pequeñas en la capa granular apical. Esto da idea de un aumento en la proliferación celular epidérmica, que mejora así la tasa de renovación celular.

Conclusiones

Estos estudios sugieren que la aplicación tópica de vitamina C tendría efectos contra el envejecimiento cutáneo, corrigiendo la pérdida de estructura y función asociada con la edad al estimular la formación de nuevas papilas y bucles capilares en la dermis.

Especialidad: Bibliografía - Dermatología

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