Laboratorios Bagó > Bibliografías > Lacosamida en la Epilepsia Parcial Refractaria
Lacosamida en la Epilepsia Parcial Refractaria
- TITULO : Lacosamida en la Epilepsia Parcial Refractaria
- AUTOR : Pasha I, Kamate M, Suresh D
- TITULO ORIGINAL : Safety of Lacosamide in Children With Refractory Partial Epilepsy
- CITA : Saudi pharmaceutical journal 23(5): 556-561, Oct 2015
- MICRO : La lacosamida es un anticonvulsivo nuevo que podría representar una alternativa adecuada para tratar la epilepsia parcial refractaria, ya que existen pruebas sobre su eficacia como adyuvante en niños con este cuadro. El perfil de seguridad y tolerabilidad de la lacosamida es bueno y su uso se asoció con mejoría en la conducta de los niños.
Introducción
Se estima que la epilepsia, cuadro neurológico más frecuente a nivel mundial, afecta del 0.5% al 1% de la población e implica la predisposición permanente del cerebro a presentar convulsiones. En los últimos años aparecieron varios antiepilépticos nuevos, pero aun así, el 30% de los pacientes son refractarios al tratamiento o presentan efectos adversos considerables asociados con su uso. La lacosamida es un anticonvulsivo nuevo, con un perfil de tolerabilidad adecuado, que parece ser eficaz para tratar muchos de estos casos. El mecanismo de acción de este compuesto es diferente al de fármacos anteriores: se asocia con mayor inactivación lenta de los canales de sodio regulados por voltaje y su concentración se relacionó en forma directa con una reducción en la frecuencia de las convulsiones en varios estudios en los que se evaluaron pacientes con convulsiones parciales. Las características farmacocinéticas de este compuesto parecen ser adecuadas, con bajo potencial para interacciones medicamentosas, por lo que podría ser administrado en combinación con otros fármacos y posiblemente en niños.
En adultos se observó que la tasa de respuesta (definida como al menos el 50% de reducción de la frecuencia de las convulsiones) era estadísticamente significativa, tanto cuando se administraban dosis del lacosamida de 400 mg diarios como cuando se usaban 600 mg diarios. Se postuló que este fármaco sería eficaz para tratar la epilepsia en niños puesto que las convulsiones focales son la forma de presentación de esta enfermedad más frecuente en este grupo etario. En los últimos años se publicaron 7 estudios sobre la eficacia y la seguridad de la lacosamida como tratamiento adyuvante en niños y adultos jóvenes con epilepsia refractaria, pero hubo algunos informes de hiperactividad asociada con el fármaco, por lo que se llevó a cabo el presente estudio sobre la seguridad de la lacosamida en niños con epilepsia parcial refractaria.
Métodos
Se realizó un estudio prospectivo, abierto, de 30 meses en el que se incluyeron 79 individuos (de 531 evaluados inicialmente) de 5 a 15 años con epilepsia focal no controlada de al menos 3 meses de duración, incluso a pesar de la administración de 1 a 4 anticonvulsivos, quienes en el mes previo al inicio del estudio hubieran presentado al menos 2 convulsiones. Se excluyeron los pacientes con trastornos metabólicos o sistémicos subyacentes o los que tuvieran diagnóstico de seudoconvulsiones, además de aquellos con trastornos neurológicos progresivos y los que tuvieran el antecedente de falta de adhesión al tratamiento o hubieran recibido fármacos experimentales en el mes previo al inicio de la investigación. Se agregó lacosamida al esquema estable de anticonvulsivos de los niños: 25 mg dos veces por día durante una semana y luego 50 mg dos veces por día (no se permitió modificar las dosis).
Se utilizó la Clasificación de Convulsiones Epilépticas de 2011 para diagnosticar las convulsiones y los síndromes, sobre la base de los hallazgos clínicos, de la resonancia magnética nuclear y del electroencefalograma. Se llevaron a cabo exámenes físicos de los participantes, se tomaron muestras para determinación del hepatograma y se realizaron electrocardiogramas al inicio y al finalizar el estudio. Los pacientes recibieron el fármaco durante períodos de mantenimiento de 3 meses, con dos consultas de seguimiento separadas por al menos un mes. Se evaluó la seguridad y la tolerabilidad de la intervención, su eficacia para reducir el número de convulsiones cada 28 días o eliminarlas y la conducta de los pacientes (según la escala clínica de Connor de 25 ítems, de 10 a 75 puntos, que indican buena conducta y mala conducta, respectivamente).
Para el análisis estadístico se utilizó la prueba de Wilcoxon y análisis de variancia, y se consideraron significativos valores de p < 0.05.
Resultados
De los 79 pacientes que comenzaron el tratamiento, 76 completaron el período de mantenimiento de 3 meses, y los restantes abandonaron debido a efectos adversos. El 69.7% de los niños incluidos eran varones, la media de edad era de 8.84 + 3.09 (entre 5 y 15) años, la media de edad de inicio de las convulsiones era de 6.46 + 3.57 años en varones y 6.38 + 3.39 años en mujeres y en el 62.02% de los casos el tratamiento continuó luego de completado el período de mantenimiento. La media del puntaje total en la escala de conducta fue de 48.04 + 10.57, 19.27 + 08.03 y 19.05 + 05.29 al inicio del estudio, tras 3 meses de tratamiento y en una consulta posterior, respectivamente (p < 0.001); los puntajes se mantuvieron constantes durante el seguimiento.
Se observó una reducción en la frecuencia de las convulsiones, de 13.35 + 24.12 episodios cada 28 días al inicio del estudio a 4.53 + 13.23 al finalizar la investigación (p < 0.001), con una media de reducción de 3.9 + 11.81 convulsiones cada 28 días. Se identificaron efectos adversos en el 50.63% de los pacientes; los más frecuentes fueron hiperactividad, ataxia, somnolencia, insomnio, aumento de peso, náuseas, malestar abdominal, vértigo, cefaleas y vómitos. En general, la intensidad de los efectos adversos fue leve a moderada, y no se observaron cambios en los estudios de laboratorio, el examen físico periódico, el examen neurológico o los signos vitales. Las causas por las que tres pacientes abandonaron el estudio fueron el control poco satisfactorio de las convulsiones (en un caso) y los efectos adversos presentes durante el período de titulación o tratamiento (un paciente por conducta agresiva y otro por vómitos).
Discusión y Conclusiones
En el presente estudio prospectivo y abierto se observó que la terapia adyuvante con lacosamida por vía oral es eficaz para reducir la frecuencia de las convulsiones en niños con epilepsia no controlada; además, mejora la conducta en ellos, con baja tasa de efectos adversos. Previamente se había detectado que este fármaco era eficaz en adultos con epilepsia generalizada o focal, e incluso habría reducción > 50% en la frecuencia de las convulsiones en el 30% al 40% de los individuos con epilepsia refractaria que reciben lacosamida. En los últimos años se informó, además, que este fármaco es beneficioso, seguro y bien tolerado cuando se administra a niños, si bien se relacionó con algunos efectos adversos leves reversibles luego del abandono del fármaco. El tratamiento se asoció con mejoría de la conducta en los niños, fenómeno posiblemente relacionado con el mejor control de las convulsiones. En los niños, los efectos adversos parecen no estar vinculados con la dosis administrada, a diferencia de lo hallado previamente en adultos. Los autores concluyen que la lacosamida es un anticonvulsivo nuevo que podría representar una alternativa adecuada para tratar la epilepsia parcial refractaria; asimismo, existen pruebas sobre su eficacia como adyuvante en niños con este cuadro. El perfil de seguridad y tolerabilidad de la lacosamida es bueno y su uso se asoció con mejoría en la conducta de los niños.
Especialidad: Bibliografía - Neurología