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Los Micronutrientes y el Rendimiento Físico
- AUTOR : Lukaski H
- TITULO ORIGINAL : Vitamin and Mineral Status: Effects on Physical Performance
- CITA : Nutrition 20(7-8):632-644, Jul 2004
- MICRO : La presente revisión describe los efectos del estado alterado de los micronutrientes sobre la función fisiológica humana durante el ejercicio y el rendimiento físico.
Introducción
Para alcanzar el potencial genético personal en el rendimiento físico los micronutrientes podrían tener un papel clave. Existen ciertas controversias acerca del uso de los suplementos vitamínicos y mineral para mejorar el rendimiento físico, ya sea por percepciones dudosas o mala información publicitaria y la falta de estudios científicos que apoyen el uso generalizado de suplementos nutricionales para aumentar el rendimiento físico. Los micronutrientes permiten el uso de los macronutrientes para todos los procesos fisiológicos. Los macronutrientes comprenden el agua, las proteínas, los carbohidratos y las grasas. Las vitaminas y los minerales son reguladores claves de la salud y la función.
La presente revisión describe los efectos del estado alterado de los micronutrientes sobre la función fisiológica humana durante el ejercicio y el rendimiento físico.
Los micronutrientes
El aporte adecuado de las vitaminas es necesario para promover el rendimiento físico óptimo. Las vitaminas B y la vitamina C son vitaminas hidrosolubles; las primeras regulan el metabolismo energético y la vitamina B12 es necesaria para la síntesis de la hemoglobina; la vitamina C actúa como un antioxidante. Entre las vitaminas liposolubles, las vitaminas A y E actúan como antioxidantes reduciendo el daño muscular y favoreciendo la recuperación del ejercicio, mientras que las vitaminas D y K, que participan en el metabolismo óseo y la coagulación, no parecen tener influencia sobre el rendimiento físico.
El magnesio, el hierro, el zinc, el cobre y el cromo tienen funciones bioquímicas que podrían afectar el rendimiento físico. Los minerales son componentes estructurales o catalíticos de las enzimas que regulan el uso de los macronutrientes.
La ingesta diaria recomendada (IDR) es la cantidad de ingesta suficiente para alcanzar el requerimiento nutricional para casi todos los individuos sanos en un grupo. La ingesta adecuada es un valor basado en aproximaciones observadas o determinadas experimentalmente de la ingesta de nutrientes para un grupo o grupos de personas sanas, esta solo se usa cuando la IDR no puede ser determinada. El límite superior normal de la IDA es aquel por encima del cual comienza a aumentar el riesgo de eventos adversos.
Evaluando los efectos de la dieta sobre el rendimiento
Para determinar el efecto de la ingesta de nutrientes sobre el rendimiento se deben tener en cuenta la ingesta, la absorción y la utilización; el estado, la función y el desempeño. Estos componentes claves se regulan y retroalimentan a sí mismos.
Las vitaminas y el rendimiento
Los estudios que describan la interacción entre las vitaminas y el rendimiento físico son escasos. A continuación, se sintetizan los resultados disponibles.
Las vitaminas hidrosolubles
La tiamina tiene un papel clave en el metabolismo de los carbohidratos. Los consumos sugeridos para la tiamina son 1.1 y 1.2 mg/d para las mujeres y los hombres, respectivamente. El requerimiento de la tiamina depende del consumo de energía, la IDR sugerida es 0.5 mg/1000 kcal. Sin embargo, el consumo de tiamina puede ser un problema para los atletas que consumen dietas bajas en energía o nutrientes. Los estudios indican que los consumos graduados de tiamina en la dieta no tendrían efectos significativos sobre la función fisiológica. La restricción de corta duración de tiamina no parece disminuir el rendimiento físico, pero sí la sostenida en el tiempo.
La riboflavina es necesaria para la producción de energía oxidativa. La deficiencia de esta vitamina es rara pero puede ser más frecuente en ciertos atletas. Las recomendaciones para la ingesta de riboflavina se basan en el consumo energético, se sugiere el consumo de 0.6 mg/1000 kcal de riboflavina en los adultos sanos y las IDR son 1.1 y 1.3 mg/d para las mujeres y los hombres, respectivamente. La evidencia bioquímica del estado alterado de la riboflavina refleja cambios en la retención o el uso de la riboflavina en respuesta al entrenamiento, sin efectos adversos sobre el rendimiento físico. Los estudios sugieren que las consecuencias funcionales de la nutrición reducida de riboflavina suceden después de la disminución en los índices bioquímicos del estado de la riboflavina.
La niacina participaría en numerosos reacciones oxidativas. Se cree que esta tendría un efecto adverso potencial sobre el uso de los ácidos grasos y un efecto adverso indirecto acelerando el agotamiento de las reservas de glucógeno y las medidas de rendimiento. Sin embargo, el suplemento de ácido nicotínico no afectó el rendimiento en una prueba comparado con placebo.
La vitamina B6 en la forma de fosfato de piridoxal actúa como un cofactor de diversas enzimas y es utilizado en la transformación de los aminoácidos. Durante el ejercicio, el fosfato de piridoxal es necesario para el gluconeogénesis y para la glucogenolisis. Las IDR para la vitamina B6 son 1.5 y 1.7 mg/d para las mujeres y los hombres, respectivamente. La B6 de la dieta no afecta el fosfato de piridoxal muscular. A pesar de las alteraciones en la B6 de la dieta, las concentraciones del músculo esquelético de la B6 son resistentes al agotamiento y las concentraciones plasmáticas de B6 son una reserva de respuesta rápida que no reflejaría las reservas tisulares.
La deficiencia de folato provoca replicación celular anormal causando principalmente anemia megaloblástica. La IDR para el folato es 400 µg/d para las mujeres y los hombres; durante el embarazo y la lactancia se incrementa a 600 y 500 µg/d, respectivamente. La suplementación de folato en los atletas con deficiencia de este no mejora el rendimiento físico, por lo que los cambios en el folato circulante podrían no reflejar las modificaciones en el estado del folato tisular o celular.
La vitamina B12 funciona como una coenzima y es necesaria para producción normal de los eritrocitos y la función neurológica. La IDR para la vitamina B12 es 2.4 µg/d para los adultos. A menos que exista un déficit nutricional, la suplementación de vitamina B12 no tendría un efecto beneficioso sobre el rendimiento.
La vitamina C participa de numerosas funciones biológicas que podrían influir el rendimiento físico y es un antioxidante potente que sirve para regenerar vitamina E. El agotamiento de vitamina C provoca fatiga y debilidad muscular. Se recomienda el consumo de 60 mg/d de vitamina C en la mayoría de los individuos. Los factores estresantes, entre ellos el ejercicio, aumentan los requerimientos de vitamina C. Además, esta vitamina puede mejorar la función inmune. La suplementación de vitamina C facilita la recuperación posterior al entrenamiento intenso.
Las vitaminas liposolubles
Las IDR para la vitamina A son 700 y 900 equivalentes de retinol para las mujeres y los hombres, respectivamente. El consumo en grandes cantidades de vitamina A es tóxico, altera el metabolismo y estería asociado con cáncer de pulmón y enfermedad cardíaca. La vitamina A circulante refleja las reservas del cuerpo que son estables y sostenidas, mientras que el del β-caroteno es más variable. Un porcentaje pequeño de atletas elige dietas inadecuadas en vitamina A, pero no hay evidencia de que en estos atletas tengan deficiencias bioquímicas o de que el ejercicio aumenta las necesidades de vitamina A.
La vitamina E se absorbe igual que los lípidos, por lo que cualquier alteración en la producción o secreción de bilis, la función pancreática y el metabolismo de los quilomicrones alteraría la absorción y el uso de esta. La vitamina E sirve como un antioxidante de los ácidos grasos poliinsaturados en las membranas celulares y las estructuras subcelulares, y su deficiencia está asociada con daño neurológico y hemólisis eritrocitaria. La deficiencia grave de vitamina E aumenta el estrés oxidativo en el músculo esquelético, altera los tipos de fibra muscular y provoca degradación y procesos inflamatorios que llevan a condiciones distróficas. La IDR para la vitamina E es 15 mg de α-tocoferol para los hombres y las mujeres. La suplementación generalizada con vitamina E aparentemente no mejora el rendimiento, pero sería beneficioso contra el ataque de los radicales libres durante el ejercicio. Para estimular la síntesis de proteína muscular post-ejercicio se necesita la degradación proteica y como la vitamina E previene el daño no se fomenta el uso generalizado de grandes dosis de vitamina E suplementaria.
El metabolismo mineral y el rendimiento
El hierro desempeña un papel crítico en el uso de la energía durante el ejercicio. Las IDR de hierro son 18 y 8 mg/d para las mujeres y los hombres, respectivamente. Con frecuencia las mujeres deportistas ingieren un poco menos de lo recomendado. Si bien la deficiencia de hierro es más frecuente entre algunos deportistas, la anemia no es prevalente en estos. Los estudios indican que este mineral es importante para el rendimiento físico, pero existen resultados inconsistentes en lo referido a la suplementación de hierro en los atletas no-anémicos. Cuando se agotan las reservas tisulares de hierro en ausencia de anemia habría una mayor dependencia del metabolismo glucolítico. Por lo tanto, la deficiencia de hierro sin anemia perjudica el rendimiento físico al promover la fatiga del músculo esquelético.
El magnesio podría ser considerado un elemento potencialmente limitante para el desempeño humano. Las IDR para este son 320 y 420 mg/día para las mujeres y los hombres, respectivamente. La concentración baja de magnesio sérico está asociada con los espasmos musculares en los tenistas. La suplementación de las dietas de los atletas con sales de magnesio parecería mejorar la función celular y además incrementaría la fuerza muscular y la potencia. Los estudios sugieren que el magnesio tendría un papel clave en las actividades que requieren metabolismo glucolítico. Sin embargo, en los atletas con estado adecuado de magnesio el suplemento de magnesio no ejerce un efecto beneficioso sobre el rendimiento físico.
Numerosas funciones dependen del zinc por lo que se cree que este regularía el rendimiento físico. Usualmente los atletas consumen menos zinc que el recomendado, 8 y 11 mg/d para las mujeres y los hombres, respectivamente. La relación entre el zinc de la dieta y la concentración plasmática de zinc indica que cuando los atletas consumen al menos el 70% de la IDR, las concentraciones plasmáticas de zinc están dentro de los valores normales. Si bien son pocos los estudios sobre el estado del zinc y el rendimiento físico, in vitro el zinc mejora la contracción muscular. Además, según un estudio cuando la dieta en zinc es subóptima existe una alteración en la respuesta metabólica.
El cromo es un nutriente potencialmente limitante para la promoción del estado físico y la salud. No hay un IDR para el cromo y los consumos adecuados son 25 y 35 µg/d para las mujeres y los hombres, respectivamente. Se sabe que después del ejercicio la excreción de cromo aumenta, pero la pérdida es insignificante. Las investigaciones concluyeron que la suplementación de cromo promueve la ganancia de masa corporal magra. Sin embargo, el uso de suplementos de cromo no proporciona ningún efecto significativo sobre la composición corporal o el rendimiento físico.
El uso de los suplementos nutricionales
Los estudios indican que las deficiencias clínicas de las vitaminas y los minerales son raras en la población general cuando se consume una dieta equilibrada. Sin embargo, algunos individuos que buscan mejorar el rendimiento pueden optar por los suplementos nutricionales. Diversas organizaciones han establecido que la estrategia de la nutrición adecuada para promover la salud y el rendimiento óptimo es obtener los nutrientes adecuados de una amplia variedad de alimentos. Solo cuando la evidencia científica aporte seguridad y eficacia, la suplementación de vitaminas y minerales es apropiada. El uso generalizado de los suplementos de vitaminas y minerales no mejora el estado nutricional y el rendimiento físico de los atletas entrenados.
Ref : NUTRI.
Especialidad: Bibliografía - Nutrición