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Mejor Control de la Presión Diastólica con Telmisartán en la Hipertensión Esencial Leve a Moderada
- AUTOR : Akat P, Bapat T, Burute S y colaboradores
- TITULO ORIGINAL : Comparison of the Efficacy and Tolerability of Telmisartan and Enalapril in Patients of Mild to Moderate Essential Hypertension
- CITA : Indian Journal of Pharmacology 42(3):153-156, Jun 2010
- MICRO : El telmisartán es tan eficaz como el enalapril para controlar la presión sistólica, pero produce una disminución significativamente mayor de la presión diastólica y evita la presencia de tos seca, efecto adverso asociado con frecuencia al enalapril.
Introducción
La hipertensión arterial es una enfermedad crónica que puede asociarse con complicaciones mortales si no se instituye el tratamiento adecuado. El sistema renina-angiotensina desempeña un papel central en la regulación de la presión arterial y en la fisiopatología de la hipertensión. Entre las opciones terapéuticas contra la hipertensión arterial, existen 2 clases de fármacos que regulan este sistema. Los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA) reducen la producción de angiotensina II, pero no inhiben los mecanismos de producción alternativos, mientras que los antagonistas del receptor de angiotensina II (ARA) bloquean la acción de la angiotensina II mediada por el receptor AT1 sin afectar la biosíntesis de la molécula. Pese a que sólo se recurre a los ARA en los pacientes que no toleran los IECA por efectos adversos, existen controversias debido a los mayores beneficios para el control de la hipertensión que parecen brindar los ARA. A partir de esos datos, se llevó a cabo este estudio comparativo entre el IECA enalapril y el ARA telmisartán, a fin de evaluar si las ventajas farmacológicas se traducen en beneficios clínicos en los pacientes con hipertensión esencial leve a moderada.
Materiales y métodos
El estudio tuvo un diseño prospectivo, abierto, aleatorizado, comparativo y controlado. Se incluyeron 80 adultos entre 18 y 65 años de ambos sexos con hipertensión arterial leve a moderada, sin tratamiento previo o que lo habían suspendido voluntariamente durante más de 4 semanas. Se excluyeron a aquellos en tratamiento, con hipertensión secundaria, con alteración de la función renal o hepática, y las mujeres embarazadas, en período de lactancia o que no emplearan métodos anticonceptivos.
Durante la primera visita se realizaron las historias clínicas y la asignación aleatoria a los tratamientos posibles: el grupo A recibió 40 mg/día de telmisartán y el grupo B, 10 mg/día de enalapril, durante 12 semanas.
Se llevó a cabo el seguimiento a las 2, 4, 8 y 12 semanas, que consistió en un examen físico completo, con control de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial en posición sentada tras 10 minutos de reposo. Se realizaron controles de laboratorio en la primera y la última visita. Los efectos adversos se evaluaron mediante interrogatorio en cada visita.
El criterio principal de valoración de la eficacia fue el cambio de la presión diastólica con respecto al registro basal; también se consideró el descenso de la presión sistólica con criterio secundario. El análisis de la eficacia se basó en los pacientes que completaron las 12 semanas del estudio. Los datos de seguridad se analizaron por medio de una prueba Z para la diferencia entre medias. Se consideraron significativos los valores de p < 0.05 y altamente significativos aquellos < 0.001.
Resultados
Los 2 grupos presentaron características basales similares. El grupo asignado al tratamiento con telmisartán presentó una disminución significativa de la presión sistólica respecto de la basal, 154.72 ± 12.52 mm Hg, a las 2 semanas (143.16 ± 10.33 mm Hg), a las 4 semanas (138.94 ± 9.47 mm Hg), a las 8 semanas (133.61 ± 8.29 mm Hg) y a las 12 semanas (128.33 ± 7.50 mm Hg; p < 0.001 para todas las comparaciones). La presión diastólica mostró igual comportamiento: se observó un descenso significativo en las distintas visitas respecto de la basal (98.22 ± 3.78 mm Hg); los valores medios a las 2, 4, 8 y 12 semanas fueron, en el mismo orden, 90.05 ± 1.47 mm Hg, 88.94 ± 2.36 mm Hg, 86.44 ± 3.61 mm Hg y 84.22 ± 3.78 mm Hg (p < 0.01).
El grupo tratado con enalapril partió de una presión sistólica de 156.05 ± 10.56 mm Hg y mostró un descenso significativo secundario al tratamiento, con 141.60 ± 17.94 mm Hg a las 2 semanas, 139.82 ± 9.37 mm Hg a las 4 semanas, 133.77 ± 8.53 mm Hg a las 8 semanas y 129.31 ± 7.32 mm Hg a las 12 semanas (p < 0.001). Los valores basales de presión diastólica fueron 98.34 ± 4.45 mm Hg y descendieron a 90.62 ± 1.66 mm Hg a las 2 semanas, a 89.77 ± 1.26 mm Hg a las 4 semanas, a 89.37 ± 2.04 mm Hg a las 8 semanas y a 88.63 ± 1.35 mm Hg a las 12 semanas (p < 0.001).
No se observaron diferencias al comparar los niveles de reducción media de la presión sistólica para los 2 tratamientos en los distintos momentos de evaluación. Tampoco se apreciaron diferencias respecto de la presión diastólica en las semanas 2 y 4. Sin embargo, al evaluar los valores de presión diastólica en las semanas 8 y 12, se observó un descenso significativamente mayor en el grupo tratado con telmisartán. Los descensos medios en la semana 8 fueron de 11.78 ± 3.34 mm Hg para telmisartán y de 8.97 ± 3.8 mm Hg para enalapril, mientras que en la semana 12 fueron de 14 ± 2.98 y de 9.71 ± 4.23 mm Hg, respectivamente (p < 0.001).
Se informaron efectos adversos en el 8.33% de los pacientes tratados con telmisartán; los más frecuentes fueron fatiga, cefalea y mareos. En el grupo asignado a recibir enalapril, la incidencia de efectos adversos alcanzó el 22.85%, y correspondieron principalmente a fatiga, cefalea, mareos, náuseas y tos seca. Sin embargo, la diferencia entre los grupos no alcanzó significación estadística. La única diferencia significativa se observó respecto de la tos seca, que fue más frecuente en el grupo tratado con enalapril (11.43% contra 0%; p < 0.05).
Discusión
El sistema renina-angiotensina es esencial para la regulación de la presión arterial. La angiotensina II actúa a nivel de 2 receptores: AT1, que media la vasoconstricción y la secreción de aldosterona, y AT2, que media la vasodilatación y la natriuresis. Los IECA inhiben la síntesis de la angiotensina II, mientras que los ARA bloquean los receptores AT1 y ejercen así su efecto antihipertensivo. Recientemente, se propuso que los ARA serían más eficaces que los IECA, debido a que existe la posibilidad de síntesis de angiotensina II por una vía alternativa. Por este motivo, se realizó este estudio comparativo entre el IECA más utilizado, enalapril, y un ARA. Dentro de esta clase se seleccionó el telmisartán debido a su vida media prolongada y a su potente efecto inhibitorio de los receptores AT1; se estima que este agente comienza a ejercer su efecto antihipertensivo dentro de las 3 primeras horas de la administración de una dosis única y permite el control de la tensión arterial durante 24 horas.
Se demostró que ambos agentes son eficaces para reducir las cifras de tensión arterial, tanto sistólica como diastólica, a lo largo de 12 semanas. Sin embargo, el telmisartán resultó más eficaz para controlar la presión diastólica que el enalapril. Este hallazgo concuerda con las referencias bibliográficas, que muestran que una mayor proporción de pacientes logran disminuir los valores de presión diastólica con telmisartán (59%) que con enalapril (50%, p < 0.05). Otros 2 estudios mostraron que el descenso de la presión diastólica es significativamente mayor con telmisartán, en dosis de 40 y de 80 mg, que con enalapril, tanto con dosis de 10 como de 20 mg.
El mayor efecto del telmisartán podría atribuirse a que, por su mecanismo de acción a nivel del receptor AT1, inhibe la acción de la angiotensina II generada por la vía clásica y también por la vía alternativa. Además, como inhibe selectivamente los receptores AT1, permite las acciones mediadas por los AT2, que incluyen la vasodilatación inducida por bradicinina, óxido nítrico y GMPc, con la consiguiente natriuresis. Así, la angiotensina II al activar al receptor AT2 contribuye al efecto antihipertensivo de los ARA. Sin embargo, el mayor descenso de la presión diastólica observado con telmisartán no parece ser un efecto de clase, ya que no se ha comprobado con otros ARA, como el losartán y el valsartán. El telmisartán presenta una vida media prolongada, que impide la puesta en marcha de mecanismos compensatorios para incrementar la tensión arterial. Su perfil de seguridad fue adecuado, ya que sólo se presentaron efectos adversos leves y transitorios. La incidencia de efectos adversos fue similar a la del enalapril, aunque ninguno de los pacientes tratados con telmisartán presentó tos seca, que es bastante frecuente en asociación con el enalapril (11.43%).
Los autores concluyen en que el telmisartán es tan eficaz como el enalapril para el control de la presión sistólica, pero superior a ese fármaco para reducir la presión diastólica, y evita la presencia de tos seca, un efecto adverso frecuente en relación con el tratamiento con enalapril. Por este motivo, sugieren que el telmisartán debería emplearse como primera línea de tratamiento en los pacientes con hipertensión esencial leve a modera
Especialidad: Bibliografía - Clínica Médica