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Metanálisis acerca de los Efectos de la Vitamina E sobre la Prevención del Cáncer
- AUTOR:Alkhenizan A, Hafez K
- TITULO ORIGINAL:The Role of Vitamin E in the Prevention of Cancer: A Meta-Analysis of Randomized Controlled Trials
- CITA:Annals of Saudi Medicine 27(6):409-414, Nov 2007
- MICRO: La vitamina E disminuye la incidencia de cáncer de próstata, pero no previene otros tipos de cáncer ni modifica la mortalidad atribuida a esta enfermedad.
Introducción
Cerca de la tercera parte de los pacientes oncológicos de sexo masculino fallecen como consecuencia de un cáncer de pulmón; esta cifra se acerca al 25% en el caso de las mujeres. El cáncer es la principal causa de años potenciales de vida perdidos en los pacientes en Canadá. Por lo tanto, la existencia de técnicas preventivas seguras y accesibles puede convertirse en una herramienta útil para disminuir tanto la incidencia como la mortalidad relacionadas con el cáncer, con el consecuente impacto en la salud pública. En este sentido, en diversos estudios in vitro se ha demostrado que algunos antioxidantes pueden ejercer un efecto protector contra el cáncer. De manera particular, la vitamina E se asocia con inhibición tumoral en algunos modelos de laboratorio. La dosis diaria recomendada es de 15 mg para los adultos y se encuentra fundamentalmente en el aceite vegetal, las frutas secas (nueces) y vegetales de hoja verde.
Métodos
Se realizó una búsqueda bibliográfica en las principales bases de datos de referencia, con la inclusión de trabajos aleatorizados y controlados que habían considerado la ingesta de vitamina E, sola o en asociación con otros suplementos, comparada en la mayor parte de los casos con placebo. Se consideraron los ensayos mencionados por Medline entre enero de 1966 y junio de 2005 y aquellos citados por EMBASE entre 1980 y 2005, sin restricciones relacionadas con el idioma.
Se incluyeron las publicaciones que mencionaban como criterios principales de valoración la mortalidad global o la atribuida a cáncer, la incidencia total de neoplasias o la relacionada con cáncer de esófago, pulmón, próstata, de mama, gástrico, de las vías urinarias, tiroideo o de origen hematológico. Los criterios secundarios fueron los efectos de las dosis de la vitamina E utilizadas sobre los criterios principales de valoración.
Dos revisores tuvieron acceso a 12 ensayos de alta calidad metodológica, que cumplieron los criterios de inclusión propuestos. Se determinó la calidad metodológica de cada ensayo y la heterogeneidad mediante diferentes métodos estadísticos; se informaron los riesgos relativos (relative risk, RR). Todos fueron analizados por un protocolo por intención de tratar. Se consideró significativo un valor de corte de p < 0.01.
Resultados
Las publicaciones seleccionadas incluyeron información sobre 167 025 pacientes de distintos países, de los cuales el 45% eran mujeres. Las dosis de vitamina E variaron entre los 50 mg y los 800 mg diarios. En algunos trabajos, este producto se asoció con beta carotenos, ácido ascórbico, selenio, cinc o una combinación de 12 oligoelementos y 14 vitaminas.
Los autores verificaron que la vitamina E, en combinación con otros suplementos o sin ella, se asoció con reducción significativa en la incidencia de cáncer de próstata (RR de los 12 estudios combinados: 0.85, intervalo de confianza del 95% 0.74-0.96, número necesario de pacientes a tratar 500). Sin embargo, este efecto no se observó con otros tipos de cáncer.
Cuando se analizaron los trabajos que compararon el uso de vitamina E sin otros suplementos, en relación con grupos de control, los autores no hallaron diferencias significativas en ninguno de los objetivos principales. En las publicaciones que evaluaron la eficacia de esta sustancia en combinación con otros productos (n = 62 218), la incidencia de cáncer de próstata fue significativamente menor (RR: 0.79), pero este hecho no se repitió para otras neoplasias.
Asimismo, no se observaron diferencias de significación estadística en la mortalidad total y en la atribuible a cáncer entre los pacientes tratados con vitamina E y aquellos que no la recibieron (RR: 0.99 y odds ratio: 1.00, respectivamente).
En relación con la dosificación, los investigadores no encontraron cambios en la incidencia de cáncer de próstata con el uso de dosis elevadas de vitamina E, al considerar como tales las mayores de 300 mg (RR: 0.94, correspondiente a dos trabajos con un total de 30 077 sujetos). Por su parte, la administración de dosis bajas de vitamina E (< 300 mg) se tradujo en menor incidencia significativa de cáncer de próstata (RR: 0.69), pero sin afectar la cantidad de nuevos casos de otras enfermedades malignas consideradas.
Discusión
Los autores afirman que la calidad metodológica de los trabajos analizados fue elevada. Según su opinión, la vitamina E no tuvo efectos sobre la incidencia de cáncer, sobre la mortalidad total ni sobre la atribuida a neoplasias en los pacientes incluidos en el metanálisis. También señalan que el único efecto positivo fue la reducción significativa en la incidencia de cáncer de próstata cuando la vitamina E se utilizó en asociación con otros suplementos. Esta acción no se percibió cuando la vitamina E se administró sola, aunque sostienen que el número de pacientes involucrados en este caso resultó insuficiente para detectar una diferencia en la incidencia de la enfermedad. En cambio, no se observó una reducción con repercusión estadística en los ensayos que utilizaron dosis elevadas de vitamina E, pero sí en aquellos que emplearon dosis más bajas. De nuevo, los investigadores argumentan que el número de casos resultó un factor que pudo influir en la apreciación de los resultados.
En conjunto, el suplemento con vitamina E produjo una reducción mínima en términos absolutos del 0.2% en la incidencia de cáncer de próstata, lo cual se corresponde con un número necesario de pacientes a tratar de 500. Este efecto puede resultar importante si se considera que el cáncer de próstata es el que se diagnostica con más frecuencia en los varones, ya que compromete al 0.7% de la población adulta de sexo masculino.
La vitamina E fue bien tolerada en todos los estudios incluidos en el metanálisis y en trabajos previos, su administración no pareció afectar la tasa de enfermedades coronarias ni cerebrovasculares.
Conclusión
Los investigadores sostienen que el suplemento con vitamina E puede utilizarse para la prevención del cáncer de próstata en los pacientes considerados de alto riesgo, entre los que se incluyen las personas mayores de 55 años, los pacientes con antígeno prostático específico elevado, los individuos estadounidenses de raza negra y los sujetos con antecedentes familiares de esta enfermedad.
Especialidad: Bibliografía - Oncología