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No Existe Información que Avale el Tratamiento Contra el Envejecimiento con DHEA

  • AUTOR : Panjari M, Davis S
  • TITULO ORIGINAL : DHEA for Postmenopausal Women: A Review of the Evidence
  • CITA : Maturitas 66(2):172-179, Jun 2010
  • MICRO : Excepto la administración intravaginal para el tratamiento de la atrofia local, no se han demostrado científicamente otras aplicaciones de la terapia con dehidroepiandrosterona por vía oral en las mujeres posmenopáusicas.

Introducción

Los esteroides más abundantes del ser humano son la dehidroepiandrosterona (DHEA) y su sulfato (SDHEA); sin embargo, se desconocen aspectos de su fisiología. Debido a su venta libre en EE.UU., estas hormonas se expenden con el objeto de mantener la juventud, el bienestar general, y la función sexual y cognitiva en las mujeres menopáusicas a pesar de la falta de información que avale su empleo o seguridad.

El objetivo de esta revisión fue evaluar la información disponible acerca de los efectos de la administración de DHEA en las mujeres menopáusicas. Las autoras realizaron una búsqueda bibliográfica en Medline y PubMed con las siguientes palabras claves: DHEA, SDHEA, ensayo aleatorizado, reemplazo con andrógenos, menopausia, libido, bienestar y lípidos, colesterol, insulina y glucosa. Sólo se incluyeron los ensayos publicados en inglés, aleatorizados y controlados con placebo sobre el tratamiento con DHEA en las mujeres. Los criterios principales de valoración fueron la función sexual, el bienestar, los efectos metabólicos sobre los lípidos y los carbohidratos.

Fisiología de la DHEA y el SDHEA

La DHEA es una prohormona y un preandógeno que sirve como precursor de los estrógenos y la testosterona en el cerebro, el hueso, la mama y el ovario. La sulfatación prolonga su vida media. La mayor parte de la testosterona proviene de la DHEA secretada por las glándulas suprarrenales y, en menor proporción, del ovario. Si bien durante la posmenopausia el ovario prosigue generando testosterona, desaparecen los picos cíclicos de andrógenos. A medida que aumenta la edad, las glándulas suprarrenales se transforman en la fuente principal de DHEA y SDHEA y, por lo tanto, de estrógenos y testosterona.

La transformación de la DHEA en andrógenos y estrógenos activos depende de los niveles de enzimas esteroidogénicas o de metabolización presentes en los distintos tejidos, lo que le permite determinar a los esteroides sexuales las concentraciones locales en cada tejido sensible de acuerdo con sus necesidades. La presencia de bajos niveles circulantes de estas hormonas disminuye la exposición de otros tejidos y también los efectos colaterales no deseados. La síntesis de esteroides activos en las células blanco en las que son sintetizados sin alcanzar el espacio extracelular se denomina intracrinología.

Los niveles de DHEA y SDHEA disminuyen progresivamente con la edad y, como son la principal fuente de andrógenos en la mujer, se puede concluir que la mujer posmenopáusica es deficiente en andrógenos y estrógenos. Esto estaría asociado con pérdida de la libido, menor sensación de bienestar y síntomas climatéricos, además de resistencia a la insulina, obesidad y enfermedad cardiovascular. La asociación entre la disminución de los andrógenos y la disminución del estado de ánimo y de la motivación se llamó síndrome de insuficiencia androgénica femenina. No obstante, esta denominación es discutible, ya que no hay un nivel determinado debajo del cual se pueda afirmar que existe insuficiencia de andrógenos. No se han caracterizado receptores específicos para la DHEA excepto en el endotelio aórtico bovino. Esta hormona actuaría a través de su conversión en andrógenos o estrógenos. Se ha propuesto que el tratamiento con DHEA en las mujeres posmenopáusicas incrementaría principalmente los efectos androgénicos y, en menor grado, los estrogénicos, como se demostró en algunos trabajos previos.

Efectos sobre la función sexual

En los estudios realizados en la población general se halló que entre el 9% y el 43% de las mujeres padecen problemas sexuales. Específicamente, el trastorno del deseo sexual hipoactivo afecta entre el 7% y el 26% de las mujeres, lo cual se asocia con un deterioro de la salud y la calidad de vida. A pesar de la importancia clínica de este trastorno, el único tratamiento aprobado en algunas partes de Europa es la aplicación transdérmica de testoterona. Se conoce poco acerca del papel de los esteroides sexuales en la función sexual femenina normal. En la mayoría de las mujeres, la deficiencia de estrógenos provoca síntomas vasomotores y atrofia vaginal; además, pueden experimentar cambios cognitivos y variabilidad del estado de ánimo. Las autoras consideran que esto es atribuible a las alteraciones del sueño provocadas por los sofocos nocturnos. El deterioro de la calidad de vida impacta sobre la función sexual, lo cual se suma a la dispareunia resultante de la atrofia vaginal. Estos hechos destacan la importancia de los estrógenos en la función sexual. En trabajos de observación se demostró que los problemas de la función sexual se incrementan con la edad. En un estudio transversal no se encontró vinculación entre la disminución de la testosterona o la androstenediona plasmática y la función sexual. Si bien se halló una asociación entre los niveles bajos de DHEA y la reducción de la función sexual, la mayoría de las mujeres con niveles bajos de esta hormona carecen de disminución de dicha función. Sin embargo, la eficacia del tratamiento con testosterona de esta alteración está avalada por varios ensayos clínicos. Estos hechos no avalan el empleo del tratamiento con DHEA para mejorar la función sexual femenina. En 9 ensayos aleatorizados realizados acerca de este tema, los resultados fueron contradictorios. Según un ensayo reciente, de diseño correcto, la administración de 50 mg/día de DHEA no mejora la función sexual.

La sequedad y la atrofia vaginal son frecuentes durante la menopausia. En un ensayo aleatorizado realizado en mujeres posmenopáusicas con atrofia vaginal que recibieron DHEA por vía intravaginal durante 12 semanas, se observó la recuperación completa de este órgano sin modificaciones de los niveles plasmáticos de hormonas. Además, hubo efectos beneficiosos en otros aspectos de la función sexual, como el deseo, la excitación, el orgasmo y el dolor. Si bien se trató de un estudio reducido, estos datos sugieren que la acción combinada de los andrógenos y los estrógenos en la vagina puede mejorar la función sexual en las mujeres que sufren atrofia vaginal.

Efectos sobre el bienestar

En algunos estudios se halló que el tratamiento con testosterona mejora el bienestar. La información acerca del efecto de la DHEA exógena en el bienestar durante la menopausia es incongruente. Si bien los primeros ensayos (que presentaban errores metodológicos) demostraron que las dosis altas de DHEA pueden mejorar el bienestar, esto no se pudo comprobar en los estudios más recientes.

Efectos sobre los lípidos

En animales de experimentación, la DHEA tiene efectos antiaterogénicos; incluso, tendría un efecto cardioprotector en los hombres. Sin embargo, in vitro se halló que estos efectos serían propios de la DHEA. La administración de metiltestosterona por vía oral disminuye el colesterol asociado a lipoproteínas de alta densidad (HDLc), a diferencia de lo que ocurre con los estrógenos. No obstante, cuando se administran en forma combinada reducen los niveles del HDLc. En forma similar a lo que sucede con los estrógenos, la administración transdérmica de DHEA carece de efectos significativos sobre los lípidos plasmáticos.

Efectos sobre el metabolismo de los hidratos de carbono

La disminución de los niveles de la DHEA con la edad se asoció con alteración de la tolerancia a la glucosa, resistencia a la insulina o diabetes; no obstante, la administración de DHEA produjo resultados contradictorios. El tratamiento por vía oral está indicado en la mujer con insuficiencia suprarrenal; sin embargo, no existe información que avale tal conducta, a pesar de haber hallado, en un ensayo clínico, que estas pacientes se beneficiarían con el suplemento de la hormona.

Conclusiones

Los autores concluyen que existe escasa información que avale el empleo de la DHEA por vía oral en mujeres sanas para mejorar las condiciones propias del envejecimiento normal. No se demostraron beneficios de su administración en los ensayos clínicos bien diseñados. Los hallazgos son contradictorios y, si bien no se han observado efectos adversos con la dosis de 50 mg/día, se asoció con efectos colaterales androgénicos. La DHEA ejerce efectos inhibitorios sobre el desarrollo del cáncer mamario y sus efectos beneficiosos sobre el trofismo vaginal no se acompañan de modificaciones en el endometrio.

La combinación de DHEA con los estrógenos transdérmicos restableció los niveles de andrógenos a los valores de una mujer joven con un impacto positivo en el tono estrogénico, si bien no se evaluó la función sexual o el bienestar. Dado que no existe información que permita considerar que la DHEA evite el envejecimiento, no se recomienda su empleo con estos fines.

Especialidad: Bibliografía - Geriatría

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