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Patrones de Sangrado con Métodos Anticonceptivos Continuos
- TITULO : Patrones de Sangrado con Métodos Anticonceptivos Continuos
- AUTOR : Weisberg E, Merki-Feld G, McGeechan K, Fraser I
- TITULO ORIGINAL : Randomized Comparison of Bleeding Patterns in Women Using a Combined Contraceptive Vaginal Ring or a Low-Dose Combined Oral Contraceptive on a Mensturally Signaled Regimen
- CITA : Contraception 91(2): 121-126, Feb 2015
- MICRO : El uso continuo de un anillo vaginal anticonceptivo, se asoció con sangrados infrecuentes pero prolongados cada 2 a 3 meses; mientras que los anticonceptivos combinados orales en dosis bajas continuos produjeron goteos intermenstruales más frecuentes, pero de menor duración.
Introducción
Según los datos de diversas encuestas, la mayoría de las mujeres prefiere flexibilidad en la aparición de sus menstruaciones cuando utiliza algún método anticonceptivo. En una de ellas, publicada en 2012, el 50% de las mujeres prefirieron flexibilidad en sus ciclos menstruales, el 36% la amenorrea o períodos cada 2 a 3 meses y el 44% el mantenimiento de los ciclos regulares. En encuestas previas de 1999 y 2006, el 30% al 50% de las mujeres optaron por la amenorrea, el 40% por tener sus menstruaciones 2 a 4 veces por año y el 40% por el mantenimiento de los ciclos menstruales regulares. Es más, en una encuesta realizada en ocho países y publicada en 2010, el 58% de las mujeres estaba dispuesta a aceptar un patrón de sangrado irregular al inicio, si después los ciclos menstruales se espaciaban.
Los autores analizaron los patrones de sangrado en mujeres asignadas al azar al uso continuo durante 12 meses de un anillo vaginal anticonceptivo (AVA) o un anticonceptivo combinado oral (ACO) de dosis bajas en un régimen señalizado por la menstruación. El régimen señalizado por la menstruación requiere que la mujer remueva el AVA o deje de tomar los comprimidos de ACO al quinto día en caso de persistencia de la hemorragia menstrual o el goteo intermenstrual por más de cuatro días y los retome luego de un intervalo de cuatro días. También, se comparó el grado de aceptación y satisfacción con ambos métodos y el impacto de los cuatro días de suspensión del tratamiento debidos a los episodios de sangrado, independientemente del método.
Materiales y métodos
Participaron mujeres de entre 18 y 45 años que requirieron un método anticonceptivo en una clínica de planificación familiar, en Sydney, Australia o se reclutaron por medio de un servicio de información telefónica, una base de datos (Research Centre) o anuncios en redes sociales (Facebook). En la visita inicial, las mujeres completaron un cuestionario sobre su preferencia acerca de la frecuencia del ciclo menstrual, basado en el ARHP Menstrual Attitudes Questionnaire. Además, se realizó un examen físico y ginecológico completo, con la obtención de muestras para la prueba de Papanicolaou.
Las participantes se dividieron al azar para recibir un AVA continuo que libera 15 mcg de etinilestradiol (EE) y 150 mcg de etonogestrel, con reemplazos por nuevos anillos cada 28 días, o ACO diarios con 20 mcg de EE y 100 mcg de levonorgestrel durante 12 meses. Las mujeres insertaron el AVA o comenzaron a tomar los ACO el primer día de la menstruación y completaron un registro diario sobre la ingesta diaria de los comprimidos o la ubicación correcta del anillo; así como sobre la aparición de sangrado o goteo intermenstrual. Las consultas de seguimiento se realizaron a los 2,4, 6 y 12 meses y se realizaron llamadas telefónicas al mes, a los tres y a los cinco meses como recordatorio para la confección de los registros diarios y que se cumpliesen las indicaciones de interrupción de la medicación en caso de un episodio de sangrado o goteo intermenstrual superior a los cuatro días. En cada consulta de seguimiento se revisaron los diarios completados por las participantes, se constató la adhesión terapéutica y se midió el peso y los signos vitales. Al finalizar la investigación o abandonarla, se procedió nuevamente a la realización de un examen físico y ginecológico y del cuestionario sobre el ciclo menstrual.
El criterio principal de valoración fue la diferencia en el número de días de sangrado o de goteo intermenstrual entre los grupos. Los criterios secundarios de valoración fueron el porcentaje de mujeres con un patrón especial de sangrado y el número de días que demoró la aparición del sangrado luego de la suspensión de los anticonceptivos hormonales. Los episodios de sangrado se evaluaron en períodos de referencia de 90 días mediante los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se calculó el porcentaje de mujeres con un patrón particular de sangrado.
Resultados
Se asignaron 66 mujeres a cada grupo; pero una en cada uno de ellos abandonó la investigación antes de comenzar con los métodos anticonceptivos. Entre las usuarias de un ACO, 26 admitieron olvidos en la ingesta de por lo menos un comprimido, especialmente en los períodos de referencia 1 y 2; pero en la mayoría de los casos esto no produjo sangrado intercurrente, sino ocasionalmente goteo intermenstrual por uno a tres días. Las participantes que olvidaron la toma de comprimidos consecutivos tuvieron mayor probabilidad de sangrado, el cual cedió espontáneamente en dos a tres días. En dos participantes se produjo la expulsión del AVA, una de las cuales comenzó a sangrar inmediatamente en el período de referencia 2.
Se constató una diferencia mínima en el número de días de sangrado o goteo intermenstrual por período de referencia entre los grupos. En ambos grupos se observó un menor número de días de sangrado entre los períodos de referencia 1 a 4.
La adhesión al régimen señalizado por la menstruación fue inconstante, según la información obtenida de los registros diarios, ya que se produjo el cumplimiento de interrumpir la medicación después de cuatro días de sangrado sólo en el 42% de los episodios. En el 50% de las participantes se produjo el cese del sangrado o del goteo intermenstrual a los cuatro días luego de interrumpirse la medicación, y en el 91%, esto ocurrió después de siete días. De los 73 episodios de sangrado o goteo intermenstrual que cedieron espontáneamente, 46 (63%) duraron cuatro días o menos y 26 (35%) de cinco a ocho días; ninguno persistió por más de ocho días.
Nueve participantes abandonaron la investigación debido a patrones de sangrado inaceptables.
Cuando los datos se analizaron según los criterios de la OMS, un porcentaje elevado de usuarias de ACO presentaron un patrón de sangrado más frecuente; mientras que ocurrió lo contrario en las usuarias de un AVA, aunque los episodios fueron más prolongados.
La mayoría de las mujeres prefirieron el uso continuo de anticoncepción hormonal, 41 (93%) de las usuarias de un AVA y 42 (84%) de las tratadas con un ACO. En total, un 15% de usuarias de un AVA y el 4% de las que recibieron ACO presentaron amenorrea o sangrado infrecuente a lo largo de la investigación. La amenorrea aumentó con el tiempo.
La mayoría de las participantes se mostró muy satisfecha (73%) o algo satisfecha (14%) con el régimen. Las razones principales para ello fueron la facilidad de uso de los métodos y el sangrado infrecuente o nulo. Otras ventajas fueron la ausencia de períodos dolorosos, cefaleas o síndrome premenstrual. Por el contrario, la imprevisibilidad del sangrado fue el factor más frecuente de disgusto en la mitad de las mujeres que, por otro lado, se mostraban conformes por el régimen.
Discusión y conclusión
Comentan los autores que los resultados de su estudio demostraron que los patrones de sangrado fueron impredecibles con ambos métodos anticonceptivos; aunque la media del número de episodios de sangrado o goteo intermenstrual y del número de días fue similar entre los grupos, se constató una disminución con el uso continuado, que se observó significativamente entre los períodos de referencia 1 y 4. Este hecho pudo deberse a que las mujeres disconformes con el patrón de sangrado abandonasen antes la investigación. En ensayos previos, ya se había documentado que en las usuarias de anticoncepción hormonal continua, el patrón de sangrado mejoraba sustancialmente con el tiempo.
Se observaron diferencias sutiles en los patrones de sangrado entre los métodos, ya que las usuarias de AVA presentaron más períodos de amenorrea o sangrado infrecuente, aunque los episodios fueron más prolongados, y las que recibieron ACO tuvieron más episodios de goteo intermenstrual de poca intensidad.
De modo similar a lo publicado previamente (36% prefirieron la amenorrea o el sangrado cada dos o tres meses), el 44% de las participantes, prefirió la amenorrea. La mayoría de las mujeres prefiere menos días de sangrado y menos intensos.
Si bien, la adhesión con el régimen de interrumpir el método anticonceptivo por cuatro días al quinto día de sangrado o goteo intermenstrual no fue adecuada, en la mayoría de los casos los episodios cedieron espontáneamente dentro de un período razonable (4 a 8 días). Entre las mujeres que interrumpieron el método anticonceptivo por cuatro días, dos tercios de los episodios de sangrado o goteo intermenstrual terminaron en los siguientes cinco días. El patrón de sangrado con los regímenes prolongados de anticoncepción puede variar según la dosis de estrógenos y progesterona y el modo de administración; pero la mayoría de los estudios demostraron que el número de días de sangrado disminuye con el tiempo. En el presente ensayo, los datos obtenidos van en el mismo sentido. En la presente investigación, el número de días de sangrado o goteo intermenstrual basales y su descenso con el transcurso de los cuatro períodos de referencia con los ACO con 20 mcg de EE y 100 mcg de levonorgestrel fue similar al de otros estudios que utilizaron combinaciones con 20 y 30 mcg de EE y levonorgestrel en un régimen 84/7, no señalizado por la menstruación. El hallazgo de que una interrupción de cuatro días del método anticonceptivo hormonal permite la detención del sangrado en dos tercios de las mujeres dentro de los cinco días puede ser útil para aumentar la adhesión terapéutica, especialmente durante los primeros meses.
En conclusión, el uso continuo de un AVA, se asoció con sangrados infrecuentes pero prolongados cada dos a tres meses; mientras que los ACO en dosis bajas continuos produjeron goteos intermenstruales más frecuentes, pero de menor duración.
Especialidad: Bibliografía - Ginecología