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Perfil de Seguridad del Esomeprazol
- AUTOR: Davies M, Wilton LV y Shakir SA
- TITULO ORIGINAL: Safety Profile of Esomeprazole
- CITA: Drug Safety 31(4):313-323, 2008
Los efectos adversos que una droga puede producir se conocen sólo cuando ésta se encuentra disponible en el mercado para su uso clínico. El esomeprazol, un S-isómero del omeprazol, es el quinto inhibidor de la bomba de protones (IBP) con licencia para su uso en el Reino Unido. Al igual que el omeprazol, el esomeprazol actúa por inhibición de la enzima H+/K+ adenosín-trifosfatasa, responsable de la secreción de ácido por parte de las células parietales gástricas. El objetivo de la síntesis de este nuevo IBP fue lograr mayor grado de supresión ácida con mejor perfil farmacocinético, dado por una mayor biodisponibilidad y menor variabilidad entre pacientes, en comparación con el omeprazol.
La evaluación de eventos asociados con la prescripción es un método observacional que consiste en la vigilancia de la seguridad de las nuevas drogas lanzadas al mercado, prescriptas en centros de atención primaria.
El objetivo de este trabajo fue evaluar la seguridad del esomeprazol, indicado por médicos generalistas en Inglaterra.
Métodos
Los pacientes fueron identificados a partir de las prescripciones de esomeprazol dadas por los médicos generalistas y registradas en el Servicio Nacional de Salud de Inglaterra entre septiembre de 2000 y abril de 2001.
Se envió a los médicos un cuestionario, denominado «formulario verde», después de 6 meses de confeccionada la primera prescripción, que requería información sobre la edad del paciente, la indicación del fármaco, su dosis, eficacia y la duración del tratamiento, las razones de su eventual interrupción, si las hubiere; cualquier evento aparecido después de iniciada la ingesta de la droga, incluso aquellos que los médicos atribuyesen a un efecto adverso de ésta.
El término «evento» fue definido como cualquier nuevo diagnóstico, motivo de consulta o admisión a un hospital, cualquier deterioro o mejoría en una comorbilidad, cualquier efecto adverso farmacológico, alteración de los parámetros de laboratorio o molestia lo suficientemente importante para ser referida en la historia clínica. Los eventos comunicados se clasificaron según el diccionario de eventos de la Drug Safety Research Unit, que los agrupa por órganos y sistemas. Un investigador de esta unidad revisó cada formulario completo. En los casos en los que se identificaron eventos de importancia clínica, se solicitó información adicional a los médicos a cargo en referencia al seguimiento. Cada evento fue cotejado con el uso del esomeprazol con vistas a encontrar una relación causal de acuerdo con cuatro criterios: la asociación temporal, la factibilidad farmacológica, las características clínicas y patológicas del evento y la exclusión de otras causas posibles. Además, cada evento fue clasificado en una de las siguientes categorías: probable, posible, improbable, a la espera de mayor información e indeterminable.
Se tomaron en cuenta para el seguimiento, las pacientes que quedaron embarazadas mientras recibieron esomeprazol o dentro de 3 meses de interrumpido el fármaco. En los casos de fallecimiento con causa no aclarada en el formulario, se solicitó información adicional al médico a cargo de la prescripción.
Se calcularon las densidades de incidencia (DI) durante el tratamiento con esomeprazol para cada evento en períodos predeterminados: el primer mes, entre los 2 y los 6 meses y para la duración total de éste. Las DI fueron expresadas como el número de eventos referidos por primera vez por cada 1 000 pacientes/meses de exposición (PME).
Los autores aclaran que el primer mes de tratamiento es el período en el que los efectos adversos aparecen con mayor probabilidad y que los de 2 a 6 meses siguientes se toman como referencia. Un evento es considerado como posible efecto adverso de un fármaco cuando la diferencia entre la DI para este evento en el primer mes y la DI de los 2 a 6 meses es mayor de 0.
Resultados
Se enviaron formularios verdes correspondientes a 31 886 pacientes que habían recibido la prescripción de esomeprazol entre septiembre de 2000 y abril de 2001; 13 263 fueron completados (41.6%) y 11 595 tenían información útil para su análisis. El 53.2% de los casos fueron mujeres con un promedio de edad de 58 años y el 46.1%, varones con una media de edad de 54 años.
Las indicaciones más frecuentes para el uso del esomeprazol fueron esofagitis (39.4%) y reflujo gastroesofágico sin esofagitis (35.7%). En el 2% de los pacientes se empleó para la erradicación de Helicobacter pylori y en otro 5% no se especificó la indicación. La administración del fármaco se interrumpió por mejoría clínica en el 15.7% del total de casos y por falta de eficacia en el 11.8%.
Los eventos adversos referidos con más frecuencia fueron los gastrointestinales (diarrea, dispepsia, náuseas, vómitos, dolor abdominal), pero también se comunicó cefaleas, rash, prurito, malestar general y otros síntomas inespecíficos.
Desde el punto de vista estadístico, los eventos con mayor DI en el primer mes fueron la diarrea (7.5 por 1 000 PME), las náuseas y los vómitos (7.2 por 1 000 PME) y el dolor abdominal (7.2 por 1 000 PME). Los eventos adversos para los que se constató una diferencia significativa entre su tasa de presentación en el primer mes y en el período de 2 a 6 meses fueron la diarrea, las náuseas y los vómitos, el dolor abdominal, la dispepsia, las cefaleas y el malestar general.
En 19 pacientes se informaron eventos cardiovasculares que se consideraron posiblemente o probablemente relacionados con el esomeprazol (edemas periféricos en 5 pacientes, edema facial en 4, palpitaciones en 3 casos, fibrilación auricular u otras arritmias en 5, vasculitis en un sujeto e infarto de miocardio en un paciente). También se detectaron algunos eventos que sugirieron una reacción de hipersensibilidad: angioedema considerado probablemente relacionado con el esomeprazol en un caso, 2 edemas angioneuróticos y 2 pacientes con reacciones anafilácticas, todos posiblemente relacionados con la droga. En 23 pacientes se observaron alteraciones cutáneas, algunas de ellas probablemente mediadas por un mecanismo de hipersensibilidad, como rash o urticaria. Por otro lado, en 9 casos se constataron trastornos oculares posiblemente relacionados con el IBP: disminución de la visión, visión borrosa, diplopía y escotomas centellantes. Tres pacientes evidenciaron alteraciones de las pruebas de función hepáticas, aunque en 2 de ellos se identificaron otros factores que pudieron haberla ocasionado y, en el tercero, la alteración fue transitoria aun sin la suspensión del fármaco. En total, se comunicaron 119 eventos en los que se sospechó que podían corresponder a reacciones adversas del esomeprazol en 87 pacientes (0.75%).
Trece mujeres recibieron el IBP mientras cursaban el primer trimestre del embarazo. Una de ellas tuvo parto por cesárea debido a bradicardia fetal prolongada; otra, tuvo un aborto espontáneo en el segundo mes del embarazo. No se registraron anomalías congénitas en los recién nacidos.
Durante el período de estudio se produjeron 223 muertes (1.9%). De los 166 casos en los que la causa del deceso fue informada, el cáncer fue la más frecuente (n = 100; 60.2%), seguido de la enfermedad cardiovascular (n = 33; 19.9%). En ningún caso la muerte se atribuyó al esomeprazol.
Discusión
Según los autores, la ventaja de los estudios de evaluación de eventos asociados con la prescripción reside en que permiten evaluar las drogas en el marco de su uso en la práctica habitual. A diferencia de los estudios clínicos, enfatizan, no hay criterios de exclusión, los pacientes tienen un amplio rango de edad y pueden recibir otros fármacos simultáneamente.
En este estudio, señalan, fueron evaluados los primeros pacientes que utilizaron el esomeprazol en Inglaterra desde su lanzamiento al mercado y el período de seguimiento fue prolongado, de 6 a 12 meses. Una limitación del trabajo, reconocen, es que sólo 13 263 de los 31 886 formularios verdes fueron contestados (41.6%), por lo que consideran que podría haber un sesgo por la falta de respuestas.
Los eventos adversos hallados con más frecuencia durante el primer mes fueron la diarrea, las náuseas y los vómitos, el dolor abdominal, la dispepsia y las cefaleas. La dispepsia, señalan los autores, está en relación con la indicación del fármaco, en tanto que la diarrea, las náuseas y los vómitos, el dolor abdominal, el prurito y las cefaleas son efectos adversos ya conocidos del agente. El malestar y las parestesias también son efectos secundarios del omeprazol, aclaran, que actualmente se consideran también para el esomeprazol. Las reacciones por hipersensibilidad también se han incluido en el listado de efectos adversos del fármaco. En relación con los trastornos oculares, los investigadores señalan que a pesar de haberse comunicado una serie de 9 casos respecto del omeprazol, en una cohorte de 140 000 pacientes del Reino Unido en la que se evaluó la droga, no se comprobó mayor riesgo de enfermedades oculares. En el presente estudio, el número de pacientes con eventos oculares fue muy escaso, por lo que consideran que no pueden extraerse conclusiones. Por último, destacan que el uso del esomeprazol no ocasionó trastornos en las mujeres embarazadas, ni generó teratogenicidad.
Así, concluyen que en este estudio de 11 595 pacientes tratados con esomeprazol no se hallaron nuevos efectos adversos atribuibles a la droga. El perfil de seguridad de este agente fue similar al referido en la información para la prescripción y en la experiencia bibliográfica.
Perfil de Seguridad del Esomeprazol
Especialidad: Bibliografía