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Preferencias por el Inhibidor de la Dipeptidil Peptidasa 4 en Comparación con el Análogo del Péptido Tipo 1 Similar al Glucagón como Terapias Aditivas
- TITULO : Preferencias por el Inhibidor de la Dipeptidil Peptidasa 4 en Comparación con el Análogo del Péptido Tipo 1 Similar al Glucagón como Terapias Aditivas
- AUTOR : Lüdemann J, Dütting E, Dworak M
- TITULO ORIGINAL : Patient Preference and Tolerability of a DPP-4 Inhibitor Versus a GLP-1 Analog in Patients With Type 2 Diabetes Mellitus Inadequately Controlled With Metformin: a 24-Week, Randomized, Multicenter, Crossover Study
- CITA : Therapeutic Advances in Endocrinology and Metabolism 6(4): 141-148, Ago 2015
- MICRO : Los resultados de este estudio piloto indicaron una preferencia similar de los pacientes por la terapia oral con vildagliptina y la inyectable con liraglutida. La preferencia por vildagliptina fue superior en los ancianos y se asoció con menos efectos adversos; pero los datos deben interpretarse con precaución.
Introducción
Los inhibidores de la dipeptidil peptidasa 4 (DPP-4) o los análogos del péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1) se consideran terapias basadas en la incretina. Estos agentes incrementan las concentraciones plasmáticas de GLP-1 activo y ejercen sus efectos hipoglucemiantes de modo dependiente de la glucosa.
Estas terapias son seguras y eficaces en la disminución de los niveles de hemoglobina glucosilada (HbA1c) sin riesgo de hipoglucemia y aumento de peso. Sin embargo, difieren en la vía de administración, la eficacia y los efectos adversos. La adhesión terapéutica en la diabetes mellitus tipo 2 (DBT2) es crucial para el control de la glucemia. En diversos estudios se encontró que los pacientes con DBT2 con control inadecuado de su enfermedad prefieren los hipoglucemiantes orales a los inyectables como terapia aditiva; pero hay hallazgos contradictorios en cuanto a la preferencia entre el inhibidor de DPP-4 oral, sitagliptina, y el análogo de GLP-1, liraglutida.
La vildagliptina es un inhibidor de la DPP-4 que mejora el control glucémico, con un riesgo bajo de hipoglucemia y buena tolerabilidad en una gran población de personas con DBT2; mientras que la liraglutida, es un análogo del GLP-1, que se administra por vía subcutánea una vez por día como terapia aditiva a la metformina o a sulfonilurea.
El objetivo de la presente investigación de tipo transversal fue evaluar las preferencias de los pacientes con DBT2 con control inadecuado de su enfermedad con monoterapia con metformina entre una combinación en un único comprimido de vildagliptina más metformina (CVM) a administrarse por vía oral y liraglutida inyectable como terapia aditiva a la metformina después de 12 semanas de tratamiento, para una duración total de 24 semanas.
Métodos
El diseño del estudio fue aleatorizado, de tipo abierto, transversal, multicéntrico (8 centros de Alemania), de 24 semanas de duración. Participaron pacientes de entre 18 y 80 años con DBT2 con control inadecuado de su enfermedad (valores de HbA1c de 6.5% o más y de 9% o menos), un índice de masa corporal entre 19 y 35 kg/m2 con la terapia con metformina en dosis de 2000 mg por 12 semanas o más. Los participantes se dividieron al azar para recibir CVM (50/1000 mg 2 veces por día) o liraglutida (0.6 mg la primera semana y luego 1.2 mg durante las semanas 2-12 por vía subcutánea una vez por día) más metformina (1000 mg por vía oral dos veces por día) durante 12 semanas (período 1). Después del período 1 se realizó el cruzamiento de tratamiento durante 12 semanas (período 2).
El criterio principal de valoración fue el porcentaje de pacientes que prefirió a la vildagliptina oral con la liraglutida inyectable después de 24 semanas según datos de cuestionarios que indagaron sobre la experiencia personal con ambos fármacos y las razones para su preferencia. También, se registró la preferencia de los médicos por estos fármacos. Los criterios secundarios de valoración de eficacia fueron los niveles de glucemia en ayunas y de HbA1c al inicio y a las 12 y 24 semanas. Las evaluaciones de seguridad comprendieron el peso, los efectos adversos y los efectos adversos graves.
El criterio principal de valoración se evaluó mediante el método de Clopper-Pearson, con intervalos de confianza del 95%; mientras que los criterios secundarios de valoración se analizaron con estadísticas descriptivas. Los tratamientos se compararon con el modelo de análisis de varianza. También, se condujo un análisis post hoc de la preferencia de las personas de 65 años o más por medio de estadísticas descriptivas.
Resultados
Participaron 62 pacientes que fueron aleatorizados a la siguiente secuencia de tratamiento: vildagliptina-liraglutida (n = 32) y liraglutida-vildagliptina (n = 30); 53 completaron la investigación. La edad promedio de los participantes fue de 60.3 años y 22 (35.5%) tenían 65 años o más, el 98.4% era de raza blanca y el 53.2%, mujeres. El peso promedio fue de 90.3 kg, los valores promedio de HbA1c de aproximadamente 7.3%, la media de la duración de la enfermedad fue de 7.5 años y de la terapia con metformina de 4.4 años.
El 51.7% de los pacientes prefirieron vildagliptina, en comparación con el 48.3% de los que eligieron liraglutida en la semana 24; con una diferencia que no fue estadísticamente significativa. Con respecto a las razones para las distintas preferencias, el 71% de los que eligieron vildagliptina lo hizo porque consideró la vía de administración como importante o muy importante en comparación con el 45% de los que optaron por liraglutida. El 67.8% de los que prefirieron vildagliptina y el 41.4% de los que optaron por liraglutida, consideraron los efectos adversos como importantes o muy importantes. Las preferencias basadas en la disminución de la glucemia y otros efectos como la pérdida de peso y la disminución de la presión arterial fueron similares para ambos fármacos. En la población de 65 años o más, el 65% prefirió a la vildagliptina por sobre el 35% que optó por la liraglutida.
Tanto los pacientes como los médicos mostraron una preferencia similar por los tratamientos orales (el 55% de los médicos optó por vildagliptina, en comparación con el 45% que prefirió liraglutida; sin diferencias significativas). La disminución en los niveles de glucemia en ayunas (-21.5 mg/dl contra -3.4 mg/dl), de HbA1c (-0.5% contra -0.3%) fue superior con liraglutida en comparación con vildagliptina a las 12 semanas, con diferencias estadísticamente significativas.
De los 62 efectos adversos informados en 28 pacientes, 46 se produjeron con liraglutida y correspondieron principalmente a trastornos gastrointestinales, metabólicos y nutricionales, en comparación con 16 observados con vildagliptina. Todas las reacciones adversas fueron leves a moderadas, excepto una, en un individuo tratado con liraglutida. No se produjeron muertes con ambos tratamientos. Dos pacientes debieron interrumpir la terapia con liraglutida debido a los efectos adversos. El cambio promedio en el peso fue -0.1 kg con vildagliptida y -2.2 kg con liraglutida luego de 12 semanas de tratamiento, con una diferencia entre ambos fármacos de -2.3 kg. No hubo modificaciones en la presión arterial o la frecuencia cardíaca con ambos fármacos después de 12 semanas.
Discusión y conclusión
Comentan los autores que los resultados de su estudio demostraron una preferencia similar de los pacientes por los tratamientos con vildagliptina y liraglutida. Sin embargo, el 71% y el 67.8% de las personas que optaron por vildagliptina lo hicieron por su vía de administración y el perfil de efectos adversos (considerados como importantes o muy importantes) comparado con el 45% y el 41% de las que eligieron liraglutida. Estos datos indican que las formulaciones orales y la tolerabilidad son temas importantes para algunas personas. Si bien tanto los análogos de GLP-1 como los inhibidores de DPP-4 tienen un perfil farmacológico similar, hay diferencias en sus vías de administración (subcutánea el primero y oral el segundo). Los médicos pueden orientar la elección farmacológica de los pacientes sobre la base de sus características clínicas, el perfil de seguridad, los objetivos terapéuticos y las preferencias de los enfermos.
El objetivo glucémico y la selección de la terapia por los profesionales debe ser individualizada y debe tener en cuenta la edad, la duración de la enfermedad, las comorbilidades, la probabilidad de adhesión terapéutica, la propensión a la hipoglucemia y el perfil de seguridad y tolerabilidad; especialmente en los ancianos. Según una investigación publicada en 2006, los pacientes prefieren los tratamientos más convenientes, flexibles, no inyectables y con pocos efectos adversos físicos y emocionales. En este estudio, la preferencia por la vildagliptina oral se debió a la vía de administración y el perfil de efectos adversos, similar a lo publicado con anterioridad.
Previamente, se había documentado que la preferencia de un fármaco sobre otro basado en la vía de administración aumenta significativamente en los ancianos, algo que se constató en el presente ensayo. También, que los pacientes con DBT2 con poco control glucémico con dosis máximas de metformina y sulfonilureas prefieren una terapia oral adicional en lugar de inyectables.
La liraglutida produjo mayores reducciones en los niveles de glucemia y HbA1c comparado con la vildaglaptina; pero esta última tuvo un mejor perfil de tolerabilidad, especialmente con respecto a las incidencias de trastornos gastrointestinales y metabólicos.
Como limitaciones de la presente investigación se señalan el escaso tamaño de la muestra, la corta duración y el diseño de tipo cruzado, sin un período de reposo farmacológico.
En conclusión, los resultados de este estudio piloto indicaron una preferencia similar de los pacientes por la terapia oral con vildagliptina y la inyectable con liraglutida. La preferencia por vildagliptina fue superior en los ancianos y se asoció con menos efectos adversos; pero los datos deben interpretarse con precaución.
Especialidad: Bibliografía - Clínica Médica - Endocrinología