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Recuperación de Lesiones Deportivas. Una Evaluación Mediante Resonancia Magnética

  • TITULO ORIGINAL : Return to Competitive Play After Hamstring Injuries Involving Disruption of the Central Tendon
  • AUTOR : Comin J, Malliaras P, Connell D y colaboradores
  • CITA : American Journal of Sports Medicine 41(1):111-115, Ene 2013
  • MICRO : Los músculos y tendones de la corva son uno de los sitios con mayor cantidad de lesiones en numerosos deportes, con un tiempo de recuperación de difícil estimación y una alta recurrencia.

Introducción

Los músculos del tendón de la corva suelen lesionarse fre­cuentemente en deportes que involucran una aceleración rápida seguida de cambios en la dirección (por ej.: fútbol o carreras cortas), debido a las fuerzas excéntricas a las que es­tán sujetos estos músculos, la alta proporción de fibras de con­tracción rápida y el hecho de que cruzan dos articulaciones.

Estas lesiones requieren una convalecencia larga y la toma de decisiones respecto del momento de volver a realizar activi­dad física suele ser controvertida dado que el retorno prematu­ro suele estar asociado a una alta tasa de lesiones recurrentes. Por este motivo, las lesiones del tendón de la corva en atletas profesionales requieren un pronóstico adecuado para facilitar el planeamiento del entrenamiento futuro y la composición de los equipos. La duración de la convalecencia suele estar deter­minada por manifestaciones clínicas, aunque se está empleando la obtención de imágenes de resonancia magnética (IRM) para asistir en este aspecto.

Las IMR se emplean para obtener parámetros cuantitativos como la longitud o volúmenes de anormalidades, y parámetros cuantita­tivos como la presencia de hematomas y la localización de la lesión. A pesar de esta tendencia, las IMR son inferiores a las estimacio­nes clínicas de recuperación. Sin embargo, todavía se emplean en lesiones del tendón de la corva para descartar otros diagnósticos.

Los tres músculos de la corva tienen un tendón proximal y distal así como un tendón central. La mayoría de las lesiones de la corva ocurren en las uniones de estos tendones, aunque la apariencia de este tendón en los pacientes lesionados suele ser variable.

El objetivo de este estudio retrospectivo es evaluar el empleo de la disrupción de las fibras del tendón central como parámetro cualitativo de IRM para la prognosis de lesiones de la corva en atletas de élite. La hipótesis a contrastar es que, dado que la cu­ración del tendón es más lenta que la curación del músculo, las disrupciones del tendón central están asociadas con tiempos de recuperación mayores.

Metodología

Se obtuvieron datos de lesiones de seis equipos profesio­nales de fútbol australiano y de un equipo de rugby ocurridas entre enero de 2010 y diciembre de 2011. Se obtuvieron da­tos relacionados con los músculos lesionados, la duración del tiempo de retiro del jugador y los antecedentes de lesiones y cirugías de los músculos isquiotibiales. Además, se evaluaron las imágenes de IRM de cada jugador por dos radiólogos de forma ciega e independiente.

Cada radiólogo caracterizó el tendón central del músculo lesionado como intacto o roto; la rotura se caracterizó como la ocurrencia de características sugerentes de daño estructural al tendón central, como la separación de las partes proximales y distales del tendón u ondulaciones del tendón que sugieren pérdida de la tensión.

Se realizó el análisis estadístico con el test de Kruskal Wa­llis para investigar las diferencias en el tiempo de recuperación; además se comparó el tiempo entre lesiones con y sin rotura del tendón central.

Resultados

Se incorporaron 63 lesiones de la corva, de las cuales 45 ocu­rrieron sobre el bíceps femoral, 11 ocurrieron sobre el músculo semimembranoso y 6 sobre el semitendinoso (72%, 18% y 10%, respectivamente). El tiempo promedio de recuperación para las lesiones de los músculos antes mencionados fue de 21 días (ran­go: 12-56), 32 (rango: 21-35 días) y 14 días (rango: 12-21 días) respectivamente. No hubo diferencias significativas en el tiem­po de recuperación entre los distintos músculos.

El 27% de las lesiones en el bíceps femoral tenían rotura del tendón central (12 casos); no hubo rotura en las lesiones sobre otros músculos. Dentro de estos 12 casos, 3 requirieron cirugía para reparar este tendón y tuvieron un tiempo de recuperación de 91 días (rango: 84-91). Estos casos fueron excluidos del análisis.

El tiempo promedio para la recuperación de las lesiones del bíceps femoral sin rotura del tendón central fue de 21 días (rango: 9-28), mientras que las lesiones del mismo músculo con rotura del tendón central con tratamiento no quirúrgico tuvieron un tiempo promedio de 72 días (rango: 42-109).

Los tiempos de recuperación para las lesiones del bíceps fe­moral fueron significativamente superiores cuando hubo roturadel tendón central comparado contra aquellas lesiones que no tuvieron esta rotura.

Discusión y conclusiones

Los resultados de este estudio demuestran que las lesiones de la corva con rotura del tendón central diagnosticadas por IRM se asocian a tiempos de recuperación mayores que aquellas que no involucran a este tendón. Se conoce que los tejidos de los ten­dones tienen una tasa de curación más lenta que los músculos. Un pronóstico similar se observó en las lesiones de la corva que involucraron a la inserción tendinosa.

Al hacer la distinción entre lesiones musculares y tendino­sas se puede dividir a las lesiones de la corva en dos grupos diferentes con pronósticos diferentes, lo que sugiere que son necesarios dos tratamientos y regímenes de rehabilitación di­ferentes. Se ha sugerido que las lesiones proximales o distales parciales deberían ser reparadas quirúrgicamente y esto podría extenderse a lesiones del tendón central. Además, dado que las lesiones de la corva suelen ser recurrentes, es razonable pensar que la propensión para la recurrencia de estos dos ti­pos de lesiones es distinta. Algunos autores han señalado que existe una asociación leve entre el volumen de la lesión medido por IRM y un aumento en el riesgo de recurrencia. En la ac­tualidad, la tasa de recurrencia para lesiones que involucran al tendón central es desconocida y son necesarios más estudios para confirmar esta hipótesis.

Algunos estudios previos han tratado de identificar imáge­nes características que permitan determinar la severidad de la lesión y la duración del tiempo de recuperación. Algunos de ellos han evaluado la geometría de la lesión; por ejemplo, uno de ellos encontró que había tiempos de recuperación mayo­res cuando existía un compromiso transversal mayor al 50%, acumulación de fluido, hemorragias o lesión en la unión mio­tendinosa distal. Sin embargo, este estudio tuvo un tamaño muestral de 14 pacientes y son necesarios estudios de mayor tamaño para encontrar asociaciones de forma eficaz.

Se encontró también que las mediciones cuantitativas de IRM se correlacionan de forma directa con el tiempo de recupera­ción, dado que son una medición del grado de lesión.

Más recientemente se evaluó el valor pronóstico de la IRM en más de 500 lesiones de la corva de acuerdo al siguiente sis­tema de clasificación: grado 0, sin hallazgos; grado 1, edema sin distorsiones estructurales; grado 2, distorsiones estructu­rales con rotura parcial del tendón y grado 4, ruptura total del tendón. Hubo diferencias significativas para el tiempo de recuperación entre estos grupos, aunque en este estudio no se especificó que se entendía por distorsiones estructurales y no hubo menciones a la rotura del tendón o de las fibras muscu­lares. Los hallazgos actuales proveen un parámetro de imagen más confiable para determinar el tiempo de recuperación des­pués de una lesión del bíceps femoral.

Este ensayo tiene algunas limitaciones: no se tuvo en cuen­ta la existencia de lesiones previas, las que podrían haber te­nido un impacto en el tiempo de recuperación. Tampoco se controló el volumen o la longitud de la lesión. Los individuos incorporados pertenecían principalmente a un solo deporte y estos resultados podrían no ser aplicables a otros deportes que involucran otro tipo de movimientos de estiramiento o ace­leramientos rápidos. Por ejemplo, un estudio realizado sobre bailarinas de ballet encontró que las lesiones de la corva re­portadas involucran el músculo semitendinoso y los hallazgos de resonancia magnética que no podían ser empleados para predecir el tiempo de recuperación.

En conclusión, las lesiones de la corva con rotura del tendón tienen un peor pronóstico que aquellas en las que no hubo una rotura. Estas lesiones tienen un mayor tiempo de rehabilitación y son necesarios más estudios para determinar si existe una mayor tasa de recurrencia y si requieren tratamiento quirúrgico.

Ref : TRAUMATO.

Especialidad: Bibliografía - Traumatología

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