Reducción de los Niveles Elevados de Colesterol Asociados con la Juventud y la Mayor Educación en un Programa de Atención Primaria de la Salud para la Prevención Cardiovascular

• AUTOR : Hellenius ML, Nilsson P, Elofsson S y colaboradores
• TITULO ORIGINAL : Reduction of High Cholesterol Levels Associated with Younger Age and Longer Education in a Primary Health Care Programme for Cardiovascular Prevention
• CITA : Scandinavian Journal of Primary Health Care 23(2):75-81, Jun 2005
• MICRO : Una importante disminución en los niveles de colesterol se asoció con la juventud y el mayor nivel de educación; por tanto, deberían mejorarse los esfuerzos dirigidos a ancianos y personas con menor nivel educativo.

Introducción

Las condiciones sociales se han asociado tanto a la distribución como a la morbilidad y mortalidad por enfermedad cardiovascular. Sin embargo, la influencia de los factores socioeconómicos sobre la capacidad de las personas para reducir los factores de riesgo cardiovascular no se han estudiado con profundidad. En la evaluación a 10 años del programa Norsjö en Västerbotten se observó que los grupos sociales menos privilegiados resultaron los más beneficiados con el programa de prevención.

El objetivo del presente estudio consistió en investigar la influencia de los factores socioeconómicos sobre los cambios en los niveles de lípidos entre hombres y mujeres con dislipidemia de 20 a 60 años, que ingresaron en forma voluntaria a un programa de pesquisa y prevención cardiovascular en un centro de atención primaria de la salud de un área urbana.

Material y métodos

Para el estudio se dispuso de información completa de 4 635 personas, 3 006 mujeres y 1 629 hombres. El programa se centralizó en intervenciones en el estilo de vida como mejorar la calidad de la alimentación, asesoramiento sobre ejercicio y control del estrés. Además, se brindó información referente al control del peso y a la preparación de alimentos. Del total de participantes, en 1 904 personas se obtuvo un registro del seguimiento, que fundamentalmente correspondió a los individuos con mayores factores de riesgo cardiovascular. El seguimiento promedio fue de 15 meses.

Se identificó un subgrupo de pacientes con aumento en los niveles de colesterol (> 6.5 mmol/l) o de los triglicéridos (> 2.3 mmol/l) y se los comparó con los integrantes sin alteraciones en los lípidos.

El éxito en la prevención se definió de acuerdo con el cambio en el perfil lipídico alcanzado durante el seguimiento. Si el nivel del colesterol fue < 6.5 mmol/l se consideró un grado de éxito bajo, si fue < 6.0 mmol/l, éxito medio, y como éxito alto, < 5.5 mmol/l. Respecto de los triglicéridos, los niveles < 2.3 mmol/l y a 1.7 mmol/l se los consideró como bajo y alto grado de éxito, respectivamente. Las personas que no alcanzaron esos objetivos se definieron como «sin éxito» en el tratamiento de la dislipidemia.

Los datos individuales sobre la edad y los factores de riesgo cardiovasculares se relacionaron con la información proveniente de los censos nacionales respecto de las condiciones de vida y los factores socioeconómicos: estado civil, educación, ocupación, ingresos mensuales y origen étnico (suecos o nacidos en el extranjero).

Resultados

En general, las personas con dislipidemia fueron de edad más avanzada (hombres 6 a 8 años, mujeres 8 a 10 años) y con menor nivel de educación que las personas normolipémicas. En los hombres, aquellos que presentaron mayores niveles de colesterol, en general, eran casados o vivían en pareja y contaban con mayores ingresos mensuales que los varones normolipémicos. Una tendencia similar no significativa se observó para hombres con hipertrigliceridemia. Las mujeres con niveles de colesterol elevados con más frecuencia estaban casadas o vivían en pareja y tenían menos de 9 años de educación que las mujeres normocolesterolémicas. Por el contrario, en las mujeres con hipertrigliceridemia se observó una menor proporción de casadas o que vivían en pareja, pero sí manifestaban menor nivel de educación que las mujeres con niveles normales de triglicéridos. No se observaron diferencias significativas entre las mujeres en los ingresos mensuales respecto del nivel de lípidos sanguíneos. Las características étnicas no difirieron en forma significativa respecto de los niveles de lípidos en cada uno de los sexos.

En total, el 28% de los hombres indicó algún grado de éxito en la reducción de su nivel de colesterol y el 35% en el descenso en los niveles de triglicéridos, mientras que en las mujeres el éxito fue algo mayor, 31% y 43%, respectivamente. En general, el éxito en mayor grado se obtuvo entre hombres y mujeres que comenzaron con niveles medios y altos de lípidos, y los niveles promedios iniciales de colesterol y triglicéridos tendieron a ser mayores entre aquellos que no redujeron sus niveles lipídicos.

Los predictores significativos de éxito bajo, comparados con el grupo «sin éxito» para la reducción de la hipercolesterolemia, fueron la juventud -odds ratio (OR) de 0.97 para el incremento de la edad- y la mayor educación -OR de 0.47 para menos años educación (< 9 años)-. La misma tendencia se observó para alcanzar el éxito alto para la reducción de la hipercolesterolemia pero no fue significativo en el aspecto estadístico debido a los pocos integrantes en esta categoría. Los extranjeros indicaron mayor incidencia de éxito alto para la reducción de la hipercolesterolemia que los nacidos en Suecia. No se detectaron predictores de éxito para la reducción de la hipertrigliceridemia.

Discusión

Un hallazgo importante de este estudio señala que se alcanzó una reducción exitosa en los niveles de lípidos en una proporción considerable de participantes (entre el 28% y 43%). La reducción de la hipercolesterolemia se asoció con la juventud y el mayor nivel de educación. La misma tendencia se observó en la reducción de la hipertrigliceridemia, aunque esta tendencia no fue significativa en el aspecto estadístico.

La tendencia en la disminución de la hipercolesterolemia fue similar en los tres grupos, pero el nivel estadístico significativo se alcanzó en la categoría de éxito bajo comparada con el grupo «sin éxito» luego de un seguimiento promedio de 15 meses. La interpretación de los autores consistió en que las personas jóvenes con mayor nivel educativo son más propensas a adoptar un estilo de vida saludable y quizá presentan un sistema biológico más favorable para responder a los cambios en el estilo de vida. Los niveles de colesterol se incrementan con la edad, en especial en mujeres posmenopáusicas.

En general, el mayor grado de éxito se obtuvo entre hombres y mujeres que comenzaron con un nivel medio y alto de colesterol. Los niveles promedios iniciales de colesterol y triglicéridos tendieron a ser mayores en aquellos que no redujeron los niveles de lípidos. Sin embargo, como el riesgo se incrementa con la edad, incluso reducciones pequeñas son importantes en el aspecto clínico en una población con aumento progresivo del número de ancianos.

Según los autores, la reducción de la hipercolesterolemia en los extranjeros, comparados con las personas nacidas en el país, es interesante pero difícil de explicar. Tal vez se trató de un sesgo de selección de los inmigrantes participantes, también pudo corresponder a un mayor grado de aceptación por parte de esta población de consejos sobre el estilo de vida. La dieta recomendada con bajos niveles de grasas y alta en vegetales y frutas pudo hacerlos recordar su país de origen y, de este modo, ser fácilmente aceptada.

Otro hallazgo del estudio señaló que la hipercolesterolemia en hombres fue más frecuente en casados o en quienes vivían en pareja o en los que contaban con mayor ingreso mensual que los que presentaban niveles de colesterol normales. La hipercolesterolemia fue más frecuente en las mujeres casadas o que vivían en pareja y menos común en las que presentaban niveles elevados de triglicéridos comparadas con las mujeres normolipémicas. Sin embargo, el estado civil o el nivel de ingresos mensuales no se asoció con reducciones lipídicas en el seguimiento.

Limitaciones del estudio

En primer lugar, no hubo grupo control; segundo, el seguimiento se limitó en su mayor parte a personas con niveles altos de factores de riesgo en condiciones basales, lo cual pudo ocasionar que el fenómeno de regresión a la media haya sido importante en los cambios observados durante la evolución. Se perdieron algunos individuos cuyos niveles iniciales requirieron intervención y seguimiento, y la frecuencia de deserción varió entre el 30% y 40%, tanto en hombres como en mujeres. En tercer lugar, no fue posible evaluar el grado de aceptación de los cambios en el estilo de vida de algunos individuos; por último, no se registró la utilización de fármacos por parte de los participantes.

Conclusión

En este programa de pesquisa y prevención cardiovascular, llevado a cabo en un centro de atención primaria, la reducción exitosa en los niveles elevados de colesterol se asoció con la juventud y un nivel de educación más elevado. En este tipo de programas, dirigidos a la modificación del estilo de vida para reducir la incidencia de las enfermedades cardiovasculares, estas conclusiones estimulan la elaboración de estrategias para mejorar los esfuerzos dedicados a los ancianos y a las personas con menor nivel educativo.

Especialidad: Bibliografía - Cardiología