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Resumen de las Recomendaciones NICE para el Diagnóstico y Tratamiento del Síndrome de Intestino Irritable en Adultos

  • AUTOR:Dalrymple J, Bullock I
  • TITULO ORIGINAL:Diagnosis and Management of Irritable Bowel Syndrome in Adults in Primary Care: Summary of NICE Guidance
  • CITA: BMJ 336(7643):556-558, Mar 2008

 

Introducción

El síndrome de intestino irritable (SII) es una enfermedad muy prevalente, crónica y recurrente. La etiología es desconocida y, en muchos casos, para realizar el diagnóstico se solicitan estudios superfluos o se deriva innecesariamente al paciente al especialista.

En este artículo se resumen las recomendaciones para el diagnóstico y el tratamiento del SII creadas por los expertos convocados por el National Institute for Health and Clinical Excellence (NICE) del Reino Unido. Estas pautas se basan en la revisión sistemática y la selección de la información disponible. Cuando existen datos suficientes, las recomendaciones se fundamentan en la opinión de los autores de estas directrices.

Evaluación

El diagnóstico de SII se debe considerar en todos los pacientes que refieren dolor, distensión o molestia abdominal, o cambios en el hábito evacuatorio de por lo menos 6 meses de evolución. Siempre se debe evaluar la presencia de síntomas de alarma, como pérdida de peso involuntaria, hematoquecia, cambios de la consistencia de la materia fecal (más blanda) o aumento de la frecuencia de las deposiciones que se presentan en pacientes mayores de 60 años y que persisten por más de 6 semanas, y el antecedente familiar de cáncer de ovario o de colon. Asimismo, se debe descartar la presencia de signos de alarma como la anemia, los tumores abdominales y rectales, evidenciados por la palpación o el tacto rectal, y la presencia o el aumento de la concentración plasmática de marcadores de inflamación como la velocidad de eritrosedimentación (VSG) o la proteína C reactiva (PCR). Ante la sospecha de cáncer de ovario, se debe realizar un examen ginecológico, y si se sospecha cáncer de colon, se deben realizar estudios específicos.

Utilidad de los criterios de diagnóstico

El diagnóstico de SII se debe sospechar ante todo paciente que refiere dolor o molestia abdominal que mejora con la defecación o que se asocia con cambios del hábito evacuatorio o con variaciones de la consistencia de la materia fecal. La molestia abdominal se debe presentar acompañada por lo menos por dos de los siguientes síntomas: alteración de la evacuación (urgencia, tenesmo, sensación de evacuación incompleta), distensión abdominal, empeoramiento de los síntomas luego de la ingesta o la presencia de moco en la materia fecal.

A los pacientes que cumplen los criterios diagnósticos de SII se les debe solicitar un hemograma para descartar la presencia de anemia, VSG y PCR para descartar enfermedad inflamatoria intestinal y la determinación de los anticuerpos antitransglutaminasa y antiendomisio en plasma, para descartar enfermedad celíaca.

No es necesario solicitar rutinariamente ecografía abdominal, sigmoideoscopia, colonoscopia, colon por enema, pruebas para evaluar la función tiroidea, coproparasitológico, sangre oculta en materia fecal o prueba del hidrógeno espirado para confirmar el diagnóstico de SII.

Tratamiento

El tratamiento se debe adaptar a cada paciente en particular, ya que dependerá del tipo y la gravedad de los síntomas.

Dado que la dieta y el estilo de vida pueden favorecer la aparición de los síntomas de SII o exacerbarlos, es importante explicar a los pacientes la necesidad de modificar factores relacionados con la alimentación, los hábitos y la actividad física. Algunos pacientes se pueden beneficiar con el consumo de probióticos. En algunos casos puede ser necesaria la derivación al nutricionista. Asimismo se debe informar a los pacientes acerca de la utilidad de los fármacos para el tratamiento de los síntomas del SII.

Con respecto a los cambios en la alimentación, se debe evaluar tanto la cantidad como la calidad de la fibra de la dieta. La cantidad recomendada es 12 g por día. El exceso puede provocar la aparición o el empeoramiento de los síntomas. Además, la fibra debe ser soluble.

Los fármacos de primera elección son los laxantes, los antiespasmódicos o los inhibidores de la motilidad intestinal. La dosis de los laxantes y los inhibidores de la motilidad se debe ajustar a los síntomas y a la consistencia de la materia fecal.

Los antidepresivos tricíclicos son fármacos de segunda elección. El tratamiento se debe iniciar con dosis bajas (equivalente a 5 a 10 mg de amitriptilina), que se incrementarán según la respuesta. Si el tratamiento no es eficaz, se debe considerar la indicación de bajas dosis de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina.

Las intervenciones psicológicas como la terapia cognitiva conductual, la hipnosis o la psicoterapia pueden contribuir a reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Están indicadas en los pacientes que no respondieron al tratamiento farmacológico de primera elección, luego de 12 meses de síntomas. El tratamiento con reflexología, acupuntura o aloe vera no está recomendado porque no se ha demostrado que sea beneficioso.

Conclusiones

El diagnóstico de SII se puede lograr con un interrogatorio detallado, un examen físico minucioso y análisis de laboratorio sencillos. Sólo en situaciones especiales es necesario realizar estudios más específicos o derivar al paciente al especialista.

Los puntos clave de estas recomendaciones señalan la importancia de realizar un diagnóstico certero, el uso racional de los estudios y las diferentes estrategias terapéuticas disponibles, que utilizadas en forma aislada o en conjunto, permitirían mejorar los síntomas de los pacientes. Asimismo, estas recomendaciones contienen conceptos nuevos en cuanto al tratamiento de este síndrome, como la necesidad de reducir la fibra de la dieta y la utilidad de la psicoterapia en el tratamiento.

La participación de los pacientes en cuanto al control de los factores precipitantes de los síntomas, como la dieta y los hábitos y el uso de la medicación, es muy útil para lograr un mejor control de las diferentes manifestaciones de este síndrome.

Especialidad: Bibliografía - Clínica Médica - Gastroenterología

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