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Revisión del Uso de Quetiapina en Psiquiatría

  • TITULO :  Revisión del Uso de Quetiapina en Psiquiatría
  • AUTOR : Soeiro-de-Souza M, Videira Dias V, Alberto Moreno R y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL :  Role of Quetiapine Beyond its Clinical Efficacy in Bipolar Disorder: From Neuroprotection to the Treatment of Psychiatric Disorders (Review)
  • CITA :  Experimental and Therapeutic Medicine 9(3):643-652, Mar 2015
  • MICRO : La quetiapina fue aprobada para el tratamiento del trastorno bipolar y es ampliamente utilizada en diversas enfermedades psiquiátricas. Se realizó una revisión de la información hasta la actualidad.

Introducción y Objetivos

El trastorno bipolar (TBP) es una de las causas principales de discapacidad, y conlleva un déficit funcional y una disminución de la calidad de vida a pesar del tratamiento.

La quetiapina aumenta la liberación de dopamina prefrontal mediante el antagonismo de los receptores 5-HT2A, el agonismo parcial de los receptores 5-HT1A y el antagonismo de los receptores alfa2-adrenérgicos. La norquetiapina, el metabolito activo principal de la quetiapina, funciona como antagonista del receptor 5-HT2C y es un inhibidor potente del transportador de norepinefrina. Como resultado de esta inhibición, aumenta la concentración de norepinefrina en la sinapsis que, junto con el aumento en los niveles de dopamina prefrontal y de serotonina, podrían explicar la eficacia que ha demostrado la quetiapina como antidepresivo en varios ensayos clínicos. La norquetiapina también bloquea los receptores presinápticos 5-HT7, lo que contribuye en los efectos antidepresivos en general. Tanto la quetiapina como la norquetiapina son antagonistas de los receptores de dopamina D2, con afinidad moderada.

Se ha demostrado la eficacia de la quetiapina en todas las fases del TBP. Como agente pleiotrópico, es eficaz en el tratamiento de diversos trastornos mentales, como el trastornodepresivo mayor (TDM), el trastorno de ansiedad generalizada (TAG), el trastorno limítrofe de la personalidad (TLP) y el trastorno obsesivo compulsivo (TOC).

En esta revisión se analizó el potencial efecto neuroprotector y neurotrófico de la quetiapina junto con los posibles efectos procognitivos, que podrían contribuir con su eficacia en diversos trastornos mentales. El objetivo del presente estudio fue revisar la neurocognición y la recuperación funcional en el TBP, su perfil neuroprotector y sus potenciales indicaciones.

Materiales y Métodos

Se realizó una búsqueda en PubMed de artículos en inglés publicados entre el 1 de enero de 2000 y el 31 diciembre de 2012 sobre quetiapina, con referencias cruzadas con los términos «ansiedad», «trastorno por déficit de atención», «trastorno limítrofe de la personalidad», «demencia», «depresión», «insomnio», «trastorno depresivo mayor», «trastorno obsesivo compulsivo» y «trastorno por estrés postraumático». También se buscaron los términos «respuesta», «remisión», «conocimiento», «neurobiología», «neuroprotección», «eficacia» y «efectividad». Los artículos fueron seleccionados entre metanálisis, ensayos clínicos aleatorizados y estudios abiertos. Se resumieron los resultados.

Resultados

Neurocognición y recuperación funcional

El tratamiento con antipsicóticos atípicos se asocia con efectos cognitivos adversos en el TBP, en parte, debido a sus propiedades sedativas. La recuperación funcional incluye la vida social, laboral, educativa y la autonomía del paciente. El tratamiento con quetiapina se relacionó con la remisión sintomática y con mejoría de la calidad de vida; sin embargo, aún se investiga la magnitud de estos efectos beneficiosos de la quetiapina.

El empleo de antipsicóticos como tratamiento de mantenimiento en el TBP no se ha estudiado sistemáticamente, pero su uso se observa con frecuencia en la práctica. Los antipsicóticos convencionales pueden ejercer un efecto negativo en el curso general de la enfermedad, con menor eficacia que el litio en el tratamiento de los síntomas maníacos a largo plazo. Por el contrario, los antipsicóticos atípicos tienen un perfil más favorable en los efectos secundarios y un efecto positivo sobre el funcionamiento general; por lo tanto, pueden resultar útiles para los pacientes con TBP que requieren tratamiento antipsicótico.

Un análisis llevado a cabo en 2012 demostró que, para un paciente de 40 años (media de edad en los ensayos clínicos), el uso de quetiapina en dosis de 300 mg/día fue una estrategia más rentable que la olanzapina en dosis de 15 mg/día durante 5 años. Los autores concluyeron que, en comparación con la olanzapina, la quetiapina fue más rentable como tratamiento de mantenimiento del TBP.

Posibles efectos neuroprotectores. Consecuencias en otros trastornos psiquiátricos

En el sistema antioxidante, la quetiapina demostró un efecto protector contra la inhibición de la enzima antioxidante superóxido dismutasa y contra los efectos prooxidantes inducidos por el peróxido de hidrógeno. Además, se ha informado que la quetiapina protege a las células cultivadas contra la citotoxicidad oxidativa relacionada con el estrés inducido por beta amiloide. En el sistema inmunitario, la quetiapina inhibe significativamente la liberación del factor de necrosis tumoral alfa de la microglía activada y de la producción de óxido nítrico, lo que puede proteger indirectamente a las neuronas y facilitar la neurogénesis y la actividad sináptica. En términos de factores neurotróficos, la quetiapina demostró la mejoría del factor neurotrófico derivado del cerebro en el hipocampo y la expresión del factor de crecimiento de fibroblastos 2. Por último, en los estudios por imágenes se ha demostrado que los niveles de mioinositol en la corteza cingulada anterior se asocian con la respuesta antidepresiva a la quetiapina en pacientes adolescentes con depresión bipolar.

Los resultados de esta revisión sugieren que la quetiapina desempeña un papel importante en la activación de las vías neuroprotectoras y proporciona apoyo terapéutico en diversos trastornos psiquiátricos.

Posibles indicaciones no aprobadas en otros trastornos psiquiátricos

Aunque no ha sido aprobada por la Food and Drug Administration (FDA), la quetiapina se ha utilizado para el tratamiento de trastornos psiquiátricos distintos al TBP, como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), el TLP, la demencia, el insomnio, el TDM, el TOC y el trastorno por estrés postraumático (TEPT), entre otros trastornos de ansiedad. Aunque algunos estudios mostraron resultados positivos en cuanto a los trastornos de la conducta y el TDAH, con pocos efectos adversos, el uso de la quetiapina se ve limitado por el número pequeño de estudios controlados al respecto. También se requieren ensayos clínicos, con muestras de mayor tamaño, para definir el papel potencial de la quetiapina en el tratamiento del TEPT, pero en estudios abiertos se ha sugerido que puede ser eficaz en los casos resistentes al tratamiento convencional. Lo mismo sucede con el tratamiento del TLP, a pesar de que una serie de estudios abiertos sugirió ciertos beneficios con el uso de quetiapina.

El efecto de la quetiapina en el control de los síntomas conductuales de la demencia es reducido y el fármaco debe utilizarse con precaución debido a la posible aparición de efectos adversos graves (sedación, hipotensión ortostática, progresión del deterioro cognitivo). Además, de acuerdo con una advertencia de la FDA, los antipsicóticos se asociaron con mayor riesgo de mortalidad cuando se utilizan en pacientes de edad avanzada tratados por psicosis relacionada con demencia.

Varios estudios evaluaron la quetiapina en los trastornos de ansiedad, en especial el TAG. En estos pacientes, la quetiapina se utiliza generalmente como monoterapia para el TAG no complicado o como agente coadyuvante de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina en el TAG refractario.

Se ha informado que la monoterapia con quetiapina no fue eficaz en el TOC, pero su combinación con otro tratamiento estándar tendría el potencial de proporcionar un beneficio terapéutico.

Al igual que en los trastornos de ansiedad, en el TDM, la quetiapina puede utilizarse como monoterapia o como un complemento a los antidepresivos. Este último uso es una indicación aprobada por la FDA.

Conclusiones

La presente revisión demostró que la quetiapina tiene un papel terapéutico potencial para el tratamiento de diversos trastornos mentales. Sus variados mecanismos de acción pueden explicar, al menos en parte, su amplia eficacia.

Los autores concluyen que la quetiapina puede ejercer efectos ansiolíticos y antidepresivos además de antipsicóticos. La información es más sólida con respecto al uso de quetiapina en el TAG y el EDM, tanto como tratamiento coadyuvante para la depresión resistente al tratamiento, como en monoterapia. La presente revisión sugiere que la quetiapina puede ejercer un efecto procognitivo en la esquizofrenia, pero en el TBP requiere mayor investigación.

Especialidad: Bibliografía - Psiquiatría

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