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Riesgo de Suicidio en Pacientes que han Sobrevivido a un Accidente Cerebrovascular

  • AUTOR : Pompili M, Venturini P, Girardi P y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL : Do Stroke Patients Have an Increased Risk of Developing Suicidal Ideation or Dying by Suicide? An Overview of the Current Literature
  • CITA : CNS Neuroscience & Therapeutics 18(9):711-721, Sep 2012
  • MICRO : Las personas que sobreviven a un accidente cerebrovascular habitualmente presentan depresión posterior, que constituye un importante factor de riesgo de suicidio, particularmente en adultos jóvenes y mujeres.

Introducción

La Organización Mundial de la Salud ha determinado que unas 15 millones de personas en el mundo tienen por año un accidente cerebrovascular (ACV); de éstas, 5 millones mueren y otros 5 millones presentan discapacidades. Diversos estudios han demostrado que las enfermedades físicas, especialmente los trastornos neurológicos, aumentan el riesgo de suicidio. Además, se ha establecido que las personas que sobreviven a un ACV habitualmente presentan depresión posterior, que constituye un importante factor de riesgo de suicidio. De esta manera, tanto los ACV como el suicidio son causas de muerte que generan altos costos en la sociedad.

El propósito de esta revisión fue investigar si los individuos que tuvieron un ACV muestran mayor riesgo, o no, de tener ideación suicida o morir por esta causa.

Métodos

Se realizó una búsqueda en Medline, Excerpta Medica, PsycLit, PsycInfo e Index Medicus para identificar todos los artículos relevantes en inglés referidos a la asociación entre ACV y riesgo subsiguiente de suicidio o de ideación suicida. Los términos utilizados en la búsqueda fueron suicidio y ACV, suicidio luego del ACV y suicidio como causa de muerte en pacientes con ACV. En esta revisión fueron incluidos 16 estudios sobre este tema.

Resultados

Los estudios originales en los cuales se investigó la relación entre el ACV y los planes de suicidio se realizaron en 1996. Los investigadores reclutaron 301 pacientes y evaluaron sus planes de suicidio luego de tener un ACV y a los 3, 6, 12 y 24 meses posteriores. El ACV se identificó como un factor de riesgo de suicidio en 2 estudios, lo que demostró que un 6.6% de los pacientes informó planes de suicidio de inicio agudo, mientras que un 11.3% comunicó planes de suicidio de inicio tardío dentro de los 2 años de haber tenido el ACV.

La aparición de ambos tipos de planes de suicidio en pacientes con ACV se ha relacionado con la presencia de trastornos depresivos, particularmente depresión mayor, así como también con el antecedente de ACV. Se halló que los planes de suicidio de inicio tardío se relacionaron con la discapacidad física generada por el ACV (pacientes que presentaron, con frecuencia, lesiones posteriores), mientras que los planes de suicidio de inicio agudo se asociaron con el abuso de alcohol y con la menor edad. También se observó que los pacientes con ideación suicida fueron más jóvenes y presentaron una mayor discapacidad cognitiva que aquellos que no la tuvieron.

Cinco años más tarde, en un estudio de casos y controles se evaluó la frecuencia y los determinantes clínicos de la ideación suicida en los 3 y 15 meses posteriores al ACV. Se observó que los pacientes que presentaron ideas suicidas en ambos momentos se encontraban más deprimidos que aquellos que no las tuvieron. Además, los pacientes con ideación suicida contaron, por lo general, con el antecedente de ACV.

En otro estudio de casos y controles se halló que los individuos con enfermedad cerebrovascular tienen mayor riesgo de suicidio. Los investigadores evaluaron pacientes con ACV, ataque isquémico transitorio y enfermedad vascular periférica y concluyeron que la discapacidad del lóbulo frontal generó aumento de la impulsividad y riesgo de suicidio.

En un estudio transversal se estudiaron 177 pacientes con ACV y se informó que un 15% presentó ideas de suicidio. De forma similar, otros investigadores que llevaron a cabo un estudio de casos y controles concluyeron que los pacientes que sobreviven a un ACV tienen el doble de riesgo de presentar ideas suicidas y depresión respecto de aquellos que nunca lo tuvieron.

También se ha investigado el papel de la fatiga en sobrevivientes de un ACV. En una encuesta transversal realizada en 595 pacientes hospitalizados en Hong Kong por ACV se reveló que la fatiga posterior al evento es un predictor importante de ideación suicida, independientemente de la depresión.

En un estudio epidemiológico de 25 años de duración (1973 a 1998), con una muestra de 38 000 pacientes con ACV, se informó que el 7.2% murió por suicidios y que el riesgo de suicidio fue significativamente mayor luego del ACV, especialmente en las mujeres y en el grupo de hasta 60 años.

En un estudio reciente se examinó la prevalencia de ACV en víctimas de suicidio en la población de Finlandia y los resultados indicaron que el 70% de los pacientes con ACV que murieron a causa de suicidio tuvieron depresión previa y que el mayor riesgo de suicidio se presentó dentro de los 2 años posteriores al ACV.

Estos hallazgos sugieren que los pacientes que han tenido un ACV presentan mayor riesgo de suicidio. Comúnmente, en estos pacientes la depresión aparece luego del ACV, lo que contribuye significativamente a la ideación suicida, los intentos de suicidio o el suicidio en sí. La bibliografía existente sugiere que estos pacientes deben ser evaluados de cerca durante los 5 años posteriores al ACV para identificar la depresión y las ideas de suicidio.

Los resultados de estos estudios también proponen que una evaluación para el diagnóstico de la depresión y/o la sintomatología depresiva es importante en la prevención del suicidio en pacientes que han tenido un ACV. La identificación temprana y el tratamiento de los síntomas de la depresión podrían reducir significativamente el riesgo de suicidio en pacientes con ACV, señalan los autores. Los factores adicionales, como el temperamento y la personalidad, desempeñan un papel importante en la determinación de la asociación entre el ACV y la depresión y su contribución al riesgo de suicidio.

Conclusión

El ACV representa un riesgo importante de suicidio, particularmente en adultos jóvenes y en mujeres. Los factores que están involucrados con mayor frecuencia en el suicidio en personas que tuvieron un ACV son la depresión posterior, los trastornos del estado de ánimo previos, el antecedente de ACV y la discapacidad cognitiva. Dada la frecuencia de ACV y de depresión posterior se sugiere evaluar esta enfermedad en este grupo de pacientes, particularmente durante el período de rehabilitación, con el fin de reducir el riesgo de suicidios.

Ref : NEURO.

Especialidad: Bibliografía - Neurología

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